Discursos leídos ante la Real Academia de la Historia en la recepción de D. Ramón Menéndez Pidal el día 21 de Mayo de 1916

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Imprenta Clásica Española, 1916 - 76 páginas
 

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Página 27 - ... detalles, especialmente en los tomados de fuente árabe, alejándose de ésta más que la versión vulgar. Este ejemplo nos da suficiente luz sobre la historia de nuestro texto; la versión oficial de la Crónica no es el original de donde derive la versión vulgar con todos los demás manuscritos. Las dos versiones derivan de un original primero, perdido, el cual no se refleja fielmente en ninguna de esas dos derivadas; un original que, en algunos puntos, se nos descubre como defectuoso e inacabado....
Página 65 - ... porque el libro del señor Menéndez Pidal, no sólo es excelente en sí mismo y admirable por la madurez de juicio que revela en los pocos años de su autor, sino todavía más admirable por el desierto intelectual en que tal obra ha nacido. ¡Quiera Dios que veamos multiplicarse estos síntomas de despertamiento de nuestra actividad científica, y que poco a poco lleguemos a reconquistar la conciencia de nuestro espíritu nacional y de nuestra historia, sin la cual no hay para los pueblos salvación...
Página 38 - La historia y la epopeya son hermanas, arraigan en los mismos sentimientos y persiguen fines análogos. En ambas se realiza una doble aspiración humana: la de sobrevivir en el pensamiento de las generaciones venideras, y la de revivir la existencia de las pasadas; la vehemente necesidad de recuerdo que palpita en las generaciones presentes va en busca del anhelo de gloria ya extinguido de las generaciones muertas, lo reanima, le da vida actual, y así la historia y la epopeya, cada una a su modo,...
Página 65 - ... maestra, el cuadro general de nuestra historiografía de los tiempos medios, presentándonos el árbol genealógico de las innumerables derivaciones y variantes de la Crónica general, con la recta apreciación de los diversos elementos poéticos que entraron en la composición de cada una de ellas. Si no hay en la literatura de ningún pueblo tema más interesante que el de sus orígenes épicos, este interés se acrecienta tratándose de un pueblo como el castellano, en que la historia corrió...
Página 38 - Las dos plantas nacidas sobre la tumba del pasado enlazaron íntimamente sus ramas. Los poemas pasan íntegros a la Crónica, no ya sólo en algún recuerdo fugaz como el que les consagraban el Tudense y el Toledano, sino en su trama entera, expuesta con el mayor detenimiento. Nada semejante hallamos en la historiografía francesa, a pesar de haber florecido en el país vecino la epopeya aun más que en España (1).
Página 22 - Xi-4. bio, pensó en continuar la obra historial de éste, «mandó catar las corónicas e estorias antiguas, e falló scripto por corónicas en los libros de su cámara los fechos de los reyes que fueron en los tiempos pasados, reyes godos hasta el rey Rodrigo, e desde el rey don Pelayo, que fue el primero rey de Leon, fasta el tiempo que finó el rey don Ferrando que ganó a Sevilla
Página 14 - La tan discutida cuestión de la parte que el Rey Sabio tomó en la redacción de la Primera Crónica General queda, pues, terminantemente resuelta en el punto grave de no haberse escrito toda la obra durante su reinado. Esto quita, desde luego, personalidad a la obra...
Página 58 - Las traducciones gallegas, portuguesas, aragonesas y catalanas que se hicieron de la Primera Crónica.) de sus derivadas y del Toledano, indican que los países vecinos reconocían y admiraban esta manifestación del pensamiento ibérico, debida a Castilla, que en tantas formas fue siempre propugnadora y realizadora de él.
Página 14 - Alfonso fué el verdadero autor, aunque se valiese de dóciles auxiliares, y la de Riaño, para quien los colaboradores significan más que el rey. Adelante diremos algo sobre la mayor personalidad que se descubre en la primera parte; y, por lo demás, no nos interesa ahora discutir los fundamentos, generalmente escasos, con que se cuenta para citar, entre los colaboradores, nombres como los de Jofré de Loaysa, Juan Gil de Zamora, Bernardo de Brihuega, Martín de Córdoba y otros.
Página 65 - ... como tiene el don de ver lo general en lo particular, ilustra de paso, y con gran novedad por cierto, ya la teoría histórica de nuestra epopeya, ya los puntos más oscuros de nuestra primitiva versificación, y traza por primera vez, y de mano maestra, el cuadro general de nuestra historiografía de los tiempos medios, presentándonos el árbol genealógico de las innumerables derivaciones y variantes de la Crónica general, con la recta apreciación de los diversos elementos poéticos que...

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