El libro de los abrazos: imágenes y palabrasSiglo XXI, 1991 - 265 páginas Eduardo Galeano nos entrega relatos y vivencias personales que a ratos son autobiográficos, en ocasiones filosóficos y políticos muchas veces. Combina prosa e imágenes en un esfuerzo artístico que se convierte en poético. |
Índice
Sección 1 | 26 |
Sección 2 | 69 |
Sección 3 | 95 |
Sección 4 | 97 |
Sección 5 | 98 |
Sección 6 | 130 |
Sección 7 | 137 |
Sección 8 | 145 |
Sección 10 | 156 |
Sección 11 | 157 |
Sección 12 | 158 |
Sección 13 | 163 |
Sección 14 | 166 |
Sección 15 | 194 |
Sección 16 | 242 |
Sección 9 | 152 |
Términos y frases comunes
abrazo abría abuelo agua amanecer amigos amor andaba arte Bachín bagre bía bicho Blas de Otero Bluefields brazo Buenos Aires cabeza café Caldwell Calella calle cámara camino cara Cedric Celebración César Vallejo cielo ciudad condena contó coronel Crónica cultura Darcy decía dice dictadura militar dijo dormir EDUARDO GALEANO Entonces escuchar estaba exilio Fernando flores foto fuego Gelman gente gritando guagua 68 guerra Habana hablar Helena hijo historia indios jodida Julio llama llaves llegó llena llevaba lloran loco Managua mano marxismo mata Medellín mediodía memoria miedo miraba Montevideo muerte mujer mundo murió nacido nadie negro Nelson Nicaragua niño noche obreros ocurrió ojos Onetti orilla palabras Pancho Villa pasado Paysandú pegado Peñarol Pepe picana eléctrica Pinochet poeta policía Porky preso pueblo quería recién río risas rojo sangre selva amazónica sentaba siglo sueños supo taba televisión temblando tenía torturado Uruguay veía venía viejo vive volvió
Pasajes populares
Página 1 - Néguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos. -El mundo es eso -reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire...
Página 11 - Así se contaban sueños y recuerdos, amores y desamores; discutían, se abrazaban, se peleaban; compartían certezas y bellezas y también compartían dudas y culpas y preguntas de esas que no tienen respuesta. Cuando es verdadera, cuando nace de la necesidad de decir, a la voz humana no hay quien la pare. Si le niegan la boca, ella habla por las manos, o por los ojos, o por los poros, o por donde sea. Porque todos, toditos, tenemos algo que decir a los demás, alguna cosa que merece ser por los...
Página 1 - UN hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos. — El mundo es eso — reveló — . Un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno...
Referencias a este libro
Historia general del cine: América (1915-1928) Alberto Boschi,Jenaro Talens No hay ninguna vista previa disponible - 1997 |