El ocaso de los guardianes. Libro 1

Portada
Penguin Random House Grupo Editorial España, 2017 M12 20 - 45 páginas

Pudo sentir el fuego consumiendo su cuerpo durante un eterno segundo... Y luego, nada. Lo último que recordaba era una luz brillante y el mundo desvaneciéndose con un gemido lastimero. ¿Acaso era ella quien se desfragmentaba?

En un pueblo perdido en las profundidades del bosque canadiense, Elis despierta tras haber estado varios meses en coma. Al descubrir que no le queda familia ni amigos, deberá confiar en Robin para regresar a su hogar, aunque el muchacho resulte un total misterio y parezca ocultar demasiadas cosas.

No muy lejos, protegido por los frondosos árboles de la tundra, Liam lleva adelante un trabajo extraordinario: junto a su clan enfrenta diversos enemigos sin que los humanos descubran su secreto.

Cuando poderosos guerreros comiencen a desaparecer en misteriosas circunstancias, todas las creencias se pondrán en duda. Elis y Robin se verán comprometidos en una causa que les parece ajena y nada volverá a sercomo antes.

 

Contenido

Sección 1
Sección 2
Sección 3
Sección 4
Sección 5
Sección 6
Sección 7
Sección 8
Sección 23
Sección 24
Sección 25
Sección 26
Sección 27
Sección 28
Sección 29
Sección 30

Sección 9
Sección 10
Sección 11
Sección 12
Sección 13
Sección 14
Sección 15
Sección 16
Sección 17
Sección 18
Sección 19
Sección 20
Sección 21
Sección 22
Sección 31
Sección 32
Sección 33
Sección 34
Sección 35
Sección 36
Sección 37
Sección 38
Sección 39
Sección 40
Sección 41
Sección 42
Sección 43

Términos y frases comunes

Acerca del autor (2017)

Erzengel Eds es el seudónimo de Sonia H. Lindner. Nacida en Olavarría, Buenos aires, en 1986. Mamá de Leonel, docente de química, soñadora compulsiva. En el ámbito literario la conocen como Erzengel y bajo ese seudónimo cofundó en 2011 Huellas de Tinta, revista online de literatura juvenil en la que participa mes a mes, así como también lleva adelante su blog personal Palabras al Viento. Enamorada de la fantasía, siempre tiene a mano cuaderno y lápiz, porque las buenas ideas llegan cuando uno menos las espera y no hay que dejarlas escapar.

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