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por este escrito, procediera con la brevedad correspondiente á reparar sus males con todo el rigor que las leyes prescribian, dando cuenta de todo á las Córtes. De esta impresion causada á los diputados mas constitucionales se aprovecharon los de contrarios principios para pedir medidas radicales de represion para la imprenta, y señaladamente para los escritos que directa ó indirectamente se refirieran á asuntos religiosos. Asi fué que en la sesion de 22 de mayo se atrevió el inquisidor de Llerena don Francisco Riesco á pedir abiertamente el restablecimiento de la Inquisicion, sobre lo cual habia una comision nombrada.

Fué la sesion del 22 de mayo una de las mas notables de aquellas Córtes, y merece bien dar cuenta de ella. Desde luego se advirtió que los enemigos del sistema liberal se habian propuesto dar la batalla aquel dia y promover una sesion ruidosa, porque no solo el salon de sesiones, sino tambien las galerías se vieron concurridas de gente de cierto ropage que acostumbraba poco á asistir. Se observó, y lo ví yo tambien » (dice un diputado eclesiástico de aquellas mismas » Córtes), que habia en las galerías un gran número de individuos del clero secular y regular; de frailes solo >se contaron 70; uno de ellos parecia llevar el tono: » cuando el señor Gutierrez de la Huerta habló en » defensa de la Inquisicion, al paso que el público mostró incomodarse con murmullos, aquel religioso le palmoteó, y otros le siguieron. Observóse esto, y fue

»ron en busca de él, y se escapó. Notóse gran calor en >los ánimos de algunos asistentes: parecia preparado el concurso de tantos religiosos, cuando eran tan contados y raros los que asistian á las sesiones. >Del convento de los Descalzos supe que la víspera fueron convocando á los religiosos para asistir, añadiendo que se trataba de la Inquisicion, y que el padre Guardian contestó con enojo, diciendo que por »su dictámen debia quitarse: de esto último no respondo, porque no me lo contó quien se lo hubiese Doido. De Capuchinos no asistió ninguno ("). »

Comenzó el debate por una mocion del señor Riesco para que se presentára y discutiera un dictámen de comision que habia sobre reponer en el ejercicio de sus funciones al Consejo de la Suprema Inquisicion. El dictámen en efecto se habia presentado aquella misma mañana en la secretaría, y era favorable al restablecimiento del Santo Oficio. Mas no le habia suscrito el señor Muñoz Torrero, individuo de la comision, y pedia tiempo para estender su voto particular contrario al de aquella, el cual habia sido de mala manera y como á hurtadillas amañado. Reclamaban tambien otros diputados que se señalára dia para la discusion, pues siendo asunto tan grave necesitaba estudiarse con madurez. Pero insistian los inquisitoriales en que se discutiera en el acto, alegando que, como asunto de reli

(4) Villanueva, Viaje á las Córtes,

gion, era de toda urgencia y debia anteponerse á todos los demás. El vice-presidente, que no era de los de este partido, propuso tambien que se suspendiera la discusion de este asunto para dar lugar á que los diputados meditáran sobre negocio tan grave. Mas esta misma proposicion sirvió de motivo á los amigos de la Inquisicion para ensalzar la conveniencia de su restablecimiento, haciendo elogios de aquel tribunal, con grande aplauso de las galerías, llenas de la gente que hemos dicho, propasándose á demostraciones impropias de su hábito, que enardecían los ánimos y obligaron muchas veces al presidente á llamar al órden.

Pero los desafectos á aquella institucion, sin dejar de contestar á los discursos de sus contrarios, viendo el obstinado empeño de éstos, y lo preparados que iban para dar la batalla y ganarla por sorpresa, tentaron por su parte dos medios, el uno para probar ser cuestion ya resuelta, el otro para aplazarla. Alegó para lo primero don Juan Nicasio Gallego que en el decreto de creacion del Tribunal supremo de Justicia se habia dicho: «Quedan suprimidos los tribunales conocidos con el nombre de Consejos:» y que en éstos estaba comprendido el de la Inquisicion. Y como esta doctrina se impugnase y negase, el mismo diputado apeló á otro recurso, que fué el segundo medio, á saber: que en el acuerdo de las Córtes de 13 de diciembre último, al discutirse la segunda parte del proyecto de Constitucion, se habia dicho: «Que ninguna pro

>posicion que tuviese relacion con los asuntos comprendidos en aquella ley fundamental fuese admitida »á discusion, sin que examinada préviamente por la > comision que habia formado el proyecto, se viese »que no era de modo alguno contraria á ninguno de sus artículos aprobados.» Y como muchos diputados creian que la existencia del tribunal de la Inquicion era incompatible con los artículos constitucionales, pedia que pasára el proyecto ó dictámen al exámen de la comision de Constitucion.

Al fin, despues de acalorados debates se procedió á votar la primera proposicion del vice-presidente, á saber, que se suspendiera por ahora la discusion de este asunto, y quedó aprobada. Púsose después á votacion si pasaria el dictámen á la comision de Constitucion conforme al acuerdo de la sesion de 13 de diciembre, y tambien se resolvió afirmativamente por mayoría "). De este modo quedaron frustrados en la célebre sesion de aquel dia los trabajos y esfuerzos de los enemigos del sistema constitucional para reponer solemnemente al tribunal del Santo Oficio en el ejercicio de sus antiguas funciones, hasta entonces mas suspendidas de hecho que espresamente abolidas por ninguna ley, y tomaron tiempo los adversarios de la institucion para preparar su abolicion legal, que, como veremos, no tardó en ser decretada.

(1) Diario de las Sesiones de 22 de mayo de 1812. Córtes, tomo XIII.-Sesion del

CAPITULO XX.

WELLINGTON-LOS ARAPILES.

LOS ALIADOS EN MADRID.

1811.

(De junio á fin de diciembre.)

Desobediencia de los generales franceses al rey José.-Justas quejas del mayor general Jourdan sobre este punto.-Realízanse sus temores.-Levanta Wellington sus reales de Fuenteguinaldo.Toma los fuertes de Salamanca.-Movimientos del ejército francés de Portugal: Marmont.-Célebre triunfo de los aliados en Arapiles.-Premio de las Córtes á Wellington: el Toison de oro.Retirada de los franceses.-Marmont herido.-Clausel general en gefe.-Va José con ejército de Madrid á Castilla.-Llega tarde.Regresa por Segovia á Madrid.-Huye el ejército francés al Ebro. ―José y los franceses evacuan la capital.-Entran en Madrid Wellington y los aliados.-Alegría y festejos en la poblacion.-Publícase la Constitucion de la monarquía.—Toman los aliados el Retiro.-Bando del general Alava.-Penosa retirada de José á Valencia.-Rinde el Empecinado la guarnicion de Guadalajara.—Recogen los franceses las guarniciones de Castilla la Vieja.—Pierden la de Astorga.-Parte Wellington de Madrid á Búrgos.-Cerca y combate el castillo.-Brillante defensa de los franceses.-Levanta Wellington el sitio con pérdida, y se retira de Burgos.-Fatal ocasion en que lo hizo: cuando las Córtes le acababan de nombrar Generalísimo de todos los ejércitos de España.-Resiéntese el general Ballesteros de este nombramiento.-Es separado del mando

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