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estandarte de la comun felicidad. Con un programa como el de Lopez, dado en 1841 y cumplido religiosamente, hubiera Espartero hecho olvidar á sus mayores enemigos el origen revolucionario de su poder, y la nacion en masa se habria puesto á su lado, no viendo en él siempre al jefe de un partido, al político esclusivista al defensor de una fraccion esplotadora, sino al hombre de Estado que gobierna por todos y para todos; al jefe supremo que, colocado sobre los partidos, ageno á sus ambiciones y libre de sus miserias, no adopta en su política otro lema que el bien de su pais, ni aspira á otra cosa que á la union de sus conciudadanos. Pero eso lo hace ó intenta, y lo consigue un genio, un espíritu elevado, un hombre estraordinario, y Espartero era un político vulgar, una medianía como partidario, una nulidad como hombre de gobierno.

¡Fatalidad de España, no encontrar nunca uno de esos hombres de sano corazon y clara inteligencia que, esplotando hábilmente los ricos tesoros que encierra en sus entrañas, la conduzca de una vez para siempre por la senda de la felicidad, por el camino de la gloria!

CAPÍTULO LVII.

El gobierno provisional.

SUMARIO.

Preponderancia del partido moderado.-Sus ventajas sobre el progresista.Conciliadora conducta del gobierno.-Principales actos de su administracion. -Convocacion de nuevas Cortes.-Contradicciones de la política.-Disposiciones inconstitucionales.-Grave situacion del ministerio.-Medidas sobre instruccion pública y Hacienda.-Junta central.-No era oportuna, ni conveniente, ni necesaria.-Movimientos centralistas.-Nuevò bombardeo de Barcelona.-Empieza á romperse la coalicion.-Carácter de las nuevas Córtes.-Trátase de legalizar la situacion.-Es declarada mayor de edad la reina doña Isabel II.-Presenta su dimision el ministerio.-Juicio crítico del gobierno provisional.-Lopez no fué traidor-Verdaderas causas de su desprestigio y de su caida.

Al encargarse otra vez del poder el ministerio de nueve de mayo, cuyos individuos vivieron aislados ú ocultos durante la pasada contienda, los hombres del partido moderado mandaban la fuerza militar en casi todas partes, y se hallaban en posesion de los principales destinos conferidos por las juntas provinciales.

¿En qué consistia tan súbita y radical mudanza? ¿Cómo las ideas progresistas, dominantes en mayo, habian cedido su imperio á las conservadoras á últimos de julio? ¿Cómo el partido derrocado en 1840, castigado en 1841, habia recobrado aquella preponderancia en 1843? ¿Cómo la opinion pública producia en tan corto tiempo tan diversas manifestaciones?

Hé aquí las principales causas de aquel cambio en las ideas y en la posicion de las personas. Los progresistas, divididos profundamente desde la cuestion de regencia en 1841, lo estaban

aun mas en la actualidad, siendo ya imborrable la línea que el odio trazara entre los esparteristas y los exaltados de la coalicion. Por el contrario, los moderados, unidos y organizados como lo están los partidos en las épocas de la desgracia, habian luchado juntos para derribar á Espartero, y caminaban acordes despues de la victoria hácia un mismo pensamiento, á un centro comun; al recobro del poder que perdieron en el famoso pronunciamiento de setiembre.

Con otra ventaja luchaba entonces y lucha siempre sobre los progresistas el bando moderado. Dueño del poder casi siempre desde la muerte de Fernando VII, ha tenido medios y ocasiones de propagar y favorecer prácticamente sus doctrinas, y de crearse en el pais una numerosa clientela entre los muchos que no siguen en política otros principios que los del propio interes, otras ideas que las que conducen mas fácilmente al medro personal.

Afiliadas ademas en su seno las clases privilegiadas, poderosas y ricas, natural es le presten siempre su auxilio y su influencia para luchar con el partido contrario, por cuyas democráticas reformas ven amenguadas notablemente su preponderancia y representacion, lastimados sus derechos y sus intereses.

Si á estas causas, tan naturales y lógicas, se añade el constante afan de la opinion en buscar en otras ideas opuestas, en otras personas distintas el lenitivo de los males que al pais han proporcionado las ideas y los hombres que antes ensalzara con sus esfuerzos y sus votos, se comprenderá fácilmente el por qué los moderados, terminada la revolucion de 1843, habian adquirido tanta importancia en la nacion, tanto predominio en la política.

Bien lo comprendia el gobierno provisional, repartiendo los destinos entre moderados y progresistas, no obstante pertenecer todos los ministros á la comunion de los últimos. Por eso fué uno de sus actos el nombramiento de Narvaez para capitan general de Madrid, quien, teniendo á sus órdenes sobre 50,000 hombres, no podia menos de ejercer suma influencia en la marcha del gobierno, teniendo en sus manos los destinos del pais, como dueño que era entonces de la fuerza.

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El gobierno provisional iba comprendiendo ya, desde los primeros dias de su mando supremo, que la coalicion era imposible; que los moderados no querian pasar por aliados, sino por vencedores, y que tarde ó temprano habia de estallar un rompimiento; porque en los partidos coaligados no habia el suficiente patriotismo, ni la necesaria abnegacion para sofocar ambiciones injustificadas, ahogar odiosos recuerdos, reprimir innobles deseos de

venganza.

Prudente, sagaz y patriota el ministerio, no queria con su conducta ser el primero en aflojar los lazos de union entre los coalicionistas, en arrojar la tea de la discordia en aquel campo lleno de combustibles, mai encubiertos con el manto del patriotismo y de la buena fe.

Por eso, mientras del ministerio de la Gobernacion especialmente, dirigido por D. Fermin Caballero, salian con profusion nombramientos de jefes políticos y de otros destinos importantes en favor de los progresistas, colocaba el ministro de la Guerra, Serrano, á los conservadores en los principales puestos militares de las provincias.

La situacion se hacia cada dia mas difícil; el desenlace se presentaba cada vez mas oscuro.

Los partidos siempre opuestos y rivales, que por un fenómeno de la política aparecian ahora unidos y hermanados, iban separándose insensiblemente, contando sus fuerzas y reconcentrando sus medios de ataque para el dia de la batalla, próximo ya para los mas desconfiados ó previsores.

En trance tan apurado, el gobierno provisional, sin abandonar su papel de conciliador y fusionista, y consecuente ademas con sus promesas de union y de justicia, á cuya proclamacion se debió el reciente y general alzamiento, trató de practicar su célebre programa de mayo como piedra de toque para conocer los quilates de la buena fe con que los coalicionistas de todos matices lo inscribieron en su bandera, cuando no era mas que una idea, una inspiracion, una esperanza.

Los deseos de las provincias, en lo esencial de la reorganizacion política que se pretendia dar al pais, eran generales

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