Historia general de España, Volumen5

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Imp. de D. Leonardo Nuñez de Vargas, 1818

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Página 7 - Solo entretengamos & los enemigos un poco, y con corazones atrevidos avivemos la esperanza de recobrar la libertad, y la engendremos en los ánimos de nuestros hermanos. El ejército de los enemigos derramado por muchas partes y la fuerza de su campo está embarazada en Francia. Acudamos pues con esfuerzo y...
Página 8 - ¿Ponéis la confianza en la fortaleza y aspereza desta comarca? A los cobardes y ociosos ninguna cosa puede asegurar; y cuando los enemigos no nos acometiesen, ¿cómo podrá esta tierra, estéril y menguada de todo, sustentar tanta gente como se ha recogido a estas montañas? El pequeño número de nuestros soldados os- hace dudar; pero debéisos acordar de los tiempos pasados y de los trances variables de las guerras, por donde podéis entender que no vencen los muchos, sino los esforzados.
Página 9 - DO mas á estos bárbaros que á cualquiera de los nuestros que rehusare tomar las armas y ayudarnos en esta guerra sagrada, y no se determinare de vencer ó morir como bueno antes que sufrir vida tan miserable, tan extrema afrenta y desventura.
Página 8 - Lo que hace al caso es aplicar algún remedio á la enfermedad, dar muestra de vuestra nobleza, y acordaros que sois nacidos de la nobilísima sangre de los godos. La prosperidad y regalos nos enflaquecieron y hicieron caer en tantos males; las adversidades y trabajos nos aviven y nos despierten.
Página 72 - Las razones con que se persuadieron ser aquel sepulcro y aquel cuerpo el del sagrado Apóstol no se refieren ; pero no hay duda sino que cosa tan grande no se recibió sin pruebas bastantes.
Página 71 - España se tenia noticia del sepulcro sagrado del apóstol Santiago. Con el largo tiempo y con este olvido tan grande el lugar en que estaba se hinchó de maleza , espinas y matorrales , sin que nadie cayese en la cuenta de tan gran tesoro hasta el tiempo de Teodomiro , obispo iriense.
Página 269 - Santo sus clamores, sentio a la hora que el braco bolvio en su primera fuerça y vigor. Movido otrosí del milagro, acordó desmontar el bosque, y los matorrales, a proposito de edificar de nuevo la Ciudad, levantar las murallas, y las casas particulares. Lo mismo se hizo del Templo, que le fabricaron magníficamente con su Obispo, para el govierno y cuydad i de aquella nueva Ciudad.
Página 220 - que sucediese algún daño notable , salvo que Lambra , como la que se tenia por «agraviada con aquella riña, para vengar su saña...
Página 230 - Rey á mayor edad, para que los ayos tuviesen mas autoridad y en recompensa de lo que en su crianza y en el gobierno del reino trabajaron, le casaron con una luja que tenían, llamada doña Elvira. Tuvo deste matrimonio dos hijos, don Bermudo y doña Sancha.

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