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La morfología del Imperio incaico ofrece así una comprobación de la génesis cultural que patentizó Asturaro. (1) El aillo, o primer germen del agregado social desarrolla, diferencia y concreta, sucesivamente, funciones y órganos familiares, sociales y estatales; y si no presenta su integral evolución, ello es debido al estancamiento que ésta sufrió con la conquista española, que sustituyó a la aborigen cultura, con una morfología más adelantada y perfecta, cuya adecuación a las formas autóctonas se hizo difícil, no sólo por sus naturales diferencias sino por la displicencia, menosprecio y hasta odiosidad con que dichas formas fueron miradas por los dominadores. Que mucho hubo de aprovechable en las antiguas estructuras político-sociales incaicas, lo demuestra la colonización intentada por Toledo, así como su obra legislativa, de heteróclita construcción, donde se muestran mal ensamblados los bloques graníticos de la estructura dei Imperio del Sol, en que, como en los templos de Grecia, lo más sobresaliente era la correlación de sus elementos y la armonía de su conjunto.

Antes de los incas existió, como elemento básico de la constitución social, el aillo; en sus orígenes esta forma de agrupación no pudo tener otra base de cohesión sino el parentesco estrecho y reconocido de la maternidad; las detivaciones adventicias del mismo tronco materno dieron origen a una progenie de miembros afines, que, unidos para su defensa y conservación, se desarrollaron en una promiscuidad aceptada hasta constituir un núcleo familiar, cuyos miembros, habiendo perdido la noción de afinidad consanguínea a efecto del hetairismo, se coligaron por el reconocimiento de una agnación o parentesco de grupo. En el grupo, los individuos se reconocieron como partes de un todo orgánico a cuya integridad, cohesión y defensa debían contribuir; semejante conciencia de la especie impuso en el fenómeno genético la endogamia; en el económico, la coope

y III.

(1) Asturaro, Materialismo histórico y Sociología general, C. II,

ración o labor común (minga); en el político, la jefatura o subordinación a un sinche; en el religioso, el totemismo o veneración a un numen protector; en el jurídico, el sometimiento a máximas de equidad, a la garantía en el derecho de reparto de faenas y de frutos, al reconocimiento de la inviolabilidad del jefe y rigurosas sanciones para garantizar el respeto a las reglas consuetudinarias.

La constitución del aillo se modifica profundamente al acontecer el paso del estado nómade al sedentario, o sea el cambio del pastoreo a la agricultura. (2) Mientras las hordas emigraron por las montañas de los Andes (y su rastro lo descubre la Arqueológia en más de un lugar) (3) no se asentó definitivamente la estructura del grupo aillal, pero cuando aquéllos descendieron al llano, cuando tomaron posesión de los ricos valles andinos, el medio impuso el cambio, la tierra abrió sus senos fecundos y el hombre conoció los secretos de la producción. "La patria originaria de la agricultura es el llano, dice Ihering; en la llanura es en donde aquélla ha visto la luz, porque todas las cosas de este mundo han surgido siempre en su origen en el medio más favorable para su aparición”.

Desde que el grupo aprvechó así la tierra, completó su constitución, agregando un nuevo vínculo a su estabilidad: el de la comunidad territorial, o sea el de la propiedad agraria. De allí en adelante, el aillo había de ser el grupo gentilicio, caracterizado por la vinculación agnaticia y la propiedad agraria.

(2) El cambio no ocasionó el abandono de la ocupación pastoril; ésta continuó como adventicia a la agricultura, algo así como una rama atrófica de la ocupación extensa y generalizada: el cultivo de la tierra.

(3) Los petroglifos hallados en diferentes zonas de América son una demostración de lo extenso y general de las peregrinaciones de las hor das. Véanse para más pormenores, M. Triana, Civilización Chibcha, y las notas correspondientes en el Cap. II, Parte III.

Mas así como el aillo horda supervivía por la integración de sus miembros y el reconocimiento de deberes que le imponían el contingente de su fuerza, para la defensa común y el sometimiento al jefe más capacitado, para la unidad de su acción y la eficacia de su seguridad, cuando tomó posesión de una comarca, buscó la alianza de los convecinos para guardar su parcela e impedir el despojo por otras hordas: el me dio volvió entonces a influir en la estructura del gobierno ; a la diversidad aillal se sucedió la confederación de los grupos; al gobierno de los sinches o jefes de parcialidad, la soberanía del kuri, o jefe de la comunidad; estas comunidades tomaron posesión de los valles y se repartieron su dominio relacionándose la proporción de su número con la extensión de la marca cultivable. Para defender la marca de los asaltos de los despojadores y de la lucha por terrenos feraces, fué necesaria la coalición de los grupos confederados y el reconocimiento entre todos los kuris parciales de un jefe supremo, un Sapallán, o Kuri de Kuris Este es el tipo del gobierno del Cari o Zapana de las comunidades collas existentes antes de la conquista incaica (4); de los Ancoaillos o Uscovilcas de las comunidades Chancas (5) y del Manco de las comunidades quechuas de Paucartambo (6).

La necesidad de la defensa había obligado la evolución del aillo horda de linaje consanguíneo al aillo fratria o gentilicio agnado; de éste al aillo comunidad de tipo agrario, y, por fin, al aillo confederado. El aillo confederado era, en rigor, un conjunto de varios linajes unidos por el artificio de un gobierno único o de una soberanía única re

(4) Cieza, Señorío de los Incas, II, C. IV.

(5) Betanzos, Suma y Narración de los Incas, Col. Urteaga, segunda serie, t. VIII., c. IX. Cieza, Ob. cit. e. XLIX L. (6) Cieza, Betanzos, Montesinos, Garcilaso.

conocida en el jefe, cuyo mayor privilegio era hacer a su linaje, o Panaca, linaje sobresaliente, es decir aillo jefe.

La evolución política del aillo había ocasionado, además, la constitución exogámica del agregado. Entre los aillos unidos por el reconocimiento del gobierno al Sinche se pudo verificar la unión sexual entre los componentes, y entonces, al adquirir mayor extensión el hetairismo, el parentesco inmediato o linaje consaguíneo, se hizo tabú. Es el caso constante del proceso genético en todos los pueblos de los tiempos prehistóricos. Sólo cuando las exigencias de las clases privilegiadas que imponen el reconocimiento de un derecho de mando exclusivo quieren conservarse incólumes, surge la adelfogamia; tal el caso de la ley de sucesión y del matri-monio por razón de Estado entre hermanos, que se incorpo ró a la constitución del Imperio bajo Túpac Inca Yupanqui. (7)

Paralelamente a la evolución político-social del aillo, se verificó la evolución económica del mismo; la horda apenas tuvo otro cuidado que el de la cría de ganados y la apropiación de los frutos espontáneos para repartirse entre los miembros; como ambulante, su régimen económico y la distribución de los frutos tuvo la sencilla reglamentación de las agrupaciones pastoriles. Cuando el grupo se hizo sedentario e inició el trabajo agrícola tras largas experiencias, el régimen de trabajo se complicó, surgió la faena agraria acomodada a las leyes de la naturaleza, estaciones del año, regadíos, siembras y cosechas; luego la acumulación de productos, graneros y depósitos, cambio de frutos y su distribución en las sociedades individualistas, por fin, el mer

(7) Véase. Informaciones de los quipocamayos a Vaca de Castro, Col. Urteaga (2.a serie), t. III, p. 20. Cobo, Historia del Nuevo Mundo, t. III, Lib. XII, c. XIV, pág. 167. Sarmiento de Gamboa, Historia Indica, c. 54 y sig.

cado; en las comunistas el depósito para el fondo común y la repartición de frutos y trabajo proporcionado y estrictamente vigilado.

Desde el momento en que se impone la reglamentación del trabajo y la repartición de los frutos en las sociedades comunistas; desde que se hace necesaria la garantía del derecho de propiedad en las sociedades individualistas, surge y se impone la implantación de un régimen legal fijo y una organización de funcionarios que apliquen las reglas, vigilen su observación y conozcan la resolución de los funcionarios subalternos para corregirles si se han aplicado con error o acuerden la adopción de los fallos, como principios generales, si han procedido con acierto. Es todo un mecanismo que sirve a la economía y asegura la conservación armónica de los miembros; dicho organismo concluye por adquirir tal com-petencia en el examen de las necesidades, en el estudio y conocimiento de las relaciones y de los derechos de los asociados, que origina un nuevo concepto de la vida social y del gobierno, y da origen a un cuerpo de doctrina: la jurí dica, que va a ser el más poderoso sustentáculo de la sociedad y las más fuerte trabazón entre sus miembros.

Régimen judicial

En el Perú antiguo la organización judiciaria, esto es, la adopción de reglas de derecho para la garantía de los miembros del grupo, tuvo en la horda su origen rudimentario; el dictado del jefe era asimismo la sentencia del Juez. Cuando surgió el aillo agrícola y hubo necesidad de una organización más complicada en las relaciones judiciarias, porque se complicaban más también las relaciones entre sus individuos, surgieron reglas más complejas y hubo necesidad de una organización de funcionarios para que se adecuaran a la marcha de este proceso jurídico. La formación de grupos decenales, inspeccionados por un vigilante que hacía las veces de repartidor de trabajo y de juez, fué la forma primitiva;

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