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y con estotra mano aprieta la de Sigismunda, y séllala con el sí que quiero que le des de esposo, y sean testigos deste casamiento la sangre que estás derramando, y los amigos que te rodean; el reino de tus padres te queda, el de Sigismunda heredas; procura tener salud, y góceslos años infinitos."

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Estas palabras, tan tiernas, tan alegres y tan tristes, animaron los espíritus de Pérsiles; y obedeciendo al mandamiento de su hermano, apretándole la muerte la mano, le cerró los ojos, y con la lengua, entre triste y alegre, pronunció el sí y le dió de ser su esposo á Sigismunda. Hizo el sentimiento de la improvisa y dolorosa muerte en los presentes, y comenzaron á ocupar los suspiros el aire, y á regar las lágrimas el suelo. Recogieron el cuerpo muerto de Magsimino, y lleváronle á San Pablo; y al medio vivo Pérsiles, en el coche del muerto le lle › varon á curar á Roma, donde no hallaron á Belarminia, ni á Deleasir, que se habian ya ido á Francia con el duque. Mucho sintió Arnaldo el nuevo y extraño casamiento de Sigismunda, y de que se hubiesen malogrado tantos años de servicio, de buenas obras, en órden de gozar pacífico de la sin igual belleza. Confuso y espantado, estuvo por irse sin hablar palabra á Pérsiles y Sigismunda; mas considerando ser reyes, y la disculpa que tenian, y que sola esta ventura estaba guardada para él, determinó ir á verles, y así lo hizo. Fué muy bien recibido, y para que del todo no pudiese estar quejoso, le ofrecieron á la infanta Eusebia para su esposa, hermana de Sigismunda, á quien él acetó de buena gana, y se fuera luego con ellos, si no fuera por pedir licencia á su padre; que en los casamientos graves, y en todos, es justo se ajuste la voluntad de los hijos con la de los padres.

Asistió á la cura de la herida de su cuñado en esperanza, y dejándole saro, se fué à ver á su padre, y prevenir fiestas para la entrada de su esposa. Feliz Flora determinó á casarCroriano y Ruperta, acabada

se con Antonio el bárbaro. su romería, se volvieron á Francia, llevando bien que contar del suceso de la fingida Auristela. Bartolomé el manchego y la castellana Luisa se fueron á Nápoles, donde se dice que acabaron mal, porque no vivieron bien. Pérsiles depositó á su

hermano en San Pablo, recogió á todos sus criados, volvió á visitar los templos de Roma, acarició á Constanza, á quien Sigismunda dió la cruz de diamantes y la acompañó hasta dejarla casada con el conde, su cuñado *): y habiendo besado los piés al pontífice, sosegó su espíritu y cumplió su voto, y vivió en compañía de su esposo Pérsiles, hasta que biznietos le alargaron los dias, pues los vió en su larga y feliz posteridad.

*) Se debe entender que fué Sigismunda que acompañó á Constanza; á ella se refieren tambien las palabras: y habiendo besado de la frase siguiente,

ESPINE L.

Vicente Espinel nació en Ronda, ciudad del reino de Granada, en el año 1544 ó 1545; fué capellan real en el hospital de Ronda, y murió en 1634. Enriqueció la poesía española con la invencion de la décima, y escribió, ademas de la novela Relaciones de la vida del escudero Marcos de Obregon, varias rimas y un poema, La casa de la memoria, que fueron impresas en 1591. Tradujo tambien el Arte póetica de Horacio. Lope de Vega canta de él en el Laurel de Apolo:

Honraste á Manzanares,

Que venera en humilde sepultura

Lo que el Tajo invidió, Tormes y Henares;
Mas tu memoria eternamente dura.

Noventa años viviste :

Nadie te dió favor, poco escribiste.

¡Sea la tierra leve

A quien Apolo tanta gloria debe!

RELACIONES DE LA VIDA DEL ESCUDERO MARCOS DE OBREGON.

Quiero decir lo que me pasó, sirviendo al mas desazonado colérico del mundo; porque tras de muchos infortunios, que toda mi vida he sufrido, me vine á hallar desacomodado al cabo de mi vejez: de manera, que porque no me prendiesen por vagamundo, hube de encomendarme á un amigo mio, cantor de la capilla del obispo, y él me acomodó por escudero y ayo de un médico y su muger, tan semejantes el uno al otro en la vanidad de valentía y hermosura, que no les quedó que repartir en los vecinos: con los cuales me pasaron lances harto dignos de saberse.

Llamábase el doctor Sagredo, hombre mozo, de muy gentil disposicion, algo locuaz y aun loco, mas colérico y fácil de enojarse que gozque de panadero, presuntuoso y estimador de su persona; y (para que no se echasen á perder dos casas, sino una) casado con una muger de su misma condicion, moza y muy hermosa, alta de cuerpo, cogida de cintura, delgada y no flaca, derecha de espaldas, el movimiento con mucho donaire, ojos negros y grandes, pestaña larga, cabello castaño que tiraba un poco á rubio, briosa y no muy poco soberbia, vana y presuntuosa. Llevóme á su casa el buen doctor, y lo primero que encontré fué una mula flaca, en una caballeriza tan ajustada con ella, que si tuviera alas no entrara *). Subimos una escalerilla, y representóseme luego la sala, donde estaba la señora Doña Mergelina de Aibar, que así se llamaba, á quien yo miré de muy buena gana, que aunque viejo, incapaz de semejantes apetitos, por razon y por edad, la miré como á hermosa; que á todos ojos es la hermosura agradable. Dijo el doctor:,,Veis aquí á quien habeis de servir, que es mi muger." Yo le dije:

Por cierto bien merece tan gentil dama á tal galan. Ella respondió, como muger hermosa ignorante, ó por mejor decir, preguntó:,,Quién os mete á vos en eso?" Señora, dije yo, advierta Vm. que cuando la llamé gentil, no quise decir que no era Cristiana, sino que tenia muy gentil talle y cuerpo **). Que bien os entendí," dijo ella,,,sino que no quiero que nadie se atreva á decirme requiebros. Es la honra del mundo," dijo

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*) Es á decir: no pudiera caber dentro, el verbo entrar (como tambien el verbo frances entrer, en esta acepcion) teniendo aquí el sentido de caber en ... El nuevo traductor aleman de esta novela (la traduccion salió á luz en Breslavia, el año de 1827), tomando las terceras personas tuviera y entrara, que se refieren á la mula, por las primeras, y no conociendo aquella significación del verbo entrar, traduce así: Das Erste, was ich da sahe, war ein höchst dürres Maulthier in einem Stalle, der es so knapp umschloss, dass ich selbst nicht mit Flügeln hätte hineinfliegen könpen!!!

**) Adviértase aquí el doble sentido de la palabra gentil, que quiere decir lindo y pagano.

el doctor,,,servidla con gusto y cuidado, que yo os lo pagaré muy bien."

Miré la casa muy de espacio, aunque se podia ver muy de presto; porque no vi en toda ella, sino es un espejo muy grande en un poyo muy pequeño de una ventana, y unas redomillas que le acompañaban, con un cofrecillo pequeñuelo: y mirando á un rincon, ví un montante con ciertas espadas de esgrima, dagas y espadas blancas, una rodela y broquel. Díjome el doctor:,,Qué os parece de mi recámara? Miradla bien, que en Alcalá era temida aquella espada." No miraba,

dije yo, sino adonde estaban los libros, que soy aficionado á ellos. Estos son," dijo,,,mis Galenos y mis Avicenas, que por la negra y la blanca *) nadie me igualó en Alcalá, y que no se meneó contra mí hombre de noche, que no fuese lastimado de mis manos." Luego Vm., dije yo, mas aprendió á matar que á sanar. ,,Yo aprendí," respondió él, „lo que los demas médicos: y por haber poco que vine de mis estudios, no me he reparado de libros; que bien parece en los profesores de las facultades **) tener cada uno los de la suya. Pero dejemos eso, y llevad á vuestra ama á misa, que ya es tarde.“.

Púsose su manto mi señora Doña Mergelina, y llevéla ó acompañéla hasta San Andres, que vivian en la morería vieja; y en el camino (como es costumbre) muchos de los que la topaban, le decian alguna cosa de su buen talle y rostro: á lo cual ella respondia tan acedamente, que todos iban disgustados de sus respuestas. Yo le decia: Mire, señora, que ya que no responda bien, á lo ménos tiene obligacion de callar, como muger principal; que en el silencio no puede haber que notar ***).,,No soy yo muger," decia ella,,,á quien nadie ha de perder el respeto." Si alguno le decia, que era muy hermosa, ella le respondia:,,Y él hermoso majadero." Díjole un dia

*) Es á decir: la espada blanca ó negra, aquella palabra espada no expresándose en el lenguage de los esgrimidores.

**) Profesor aquí no es él que enseña una ciencia ó arte, mas el que la profesa, es á decir: la ejerce.

***) El sentido es: porque en el silencio no hay cosa, que se pueda criticar ó vituperar.

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