Tesoro de la lengua y literatura castellana ó colección de piezas escogidas de autores clásicos de los mejores siglos: con notas críticas y literarias

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Frederico Fleischer, 1840 - 302 páginas

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Pasajes populares

Página 261 - No lo puedo decir sin lágrimas" — lloraba como un niño el buen viejo acordándose de las veces que le habían bataneado las costillas — ; "porque no querrían que adonde están hubiese otros ladrones sino ellos y sus ministros; mas de todo nos libra la buena astucia.
Página 269 - Quede esto para los criados, que también han de comer: no lo queramos todo." ¡Mal te haga Dios y lo que has comido, lacerado, decía yo, que tal amenaza has hecho a mis tripas.
Página 291 - ... -¡Que no son aves! -dijo volviéndose a mí-. Mire V. Md. lo que es no saber. Déme los asadores, que no los quiero sino para esgrimir; que quizá le valdrá más lo que me viere hacer hoy que todo lo que ha ganado en su vida. En fin, los asadores estaban ocupados y hubimos de tomar dos cucharones. No se ha visto cosa tan digna de risa en el mundo. Daba un salto y decía: -Con este compás alcanzo más y gano los grados del perfil. Ahora me aprovecho del movimiento remiso para matar el natural....
Página 269 - ¡Mal te haga Dios y lo que has comido, lacerado, decía yo; que tal amenaza has hecho a mis tripas! Echó la bendición, y dijo: «Ea, demos lugar a los criados, y vayanse hasta las dos a hacer ejercicio, no les haga mal lo que han comido.
Página 269 - Cierto que no hay tal cosa como la olla, digan lo que dijeren; todo lo demás es vicio y gula." Acabando de decirlo echóse su escudilla a pechos, diciendo: "Todo esto es salud y otro tanto ingenio.
Página 265 - Llegó el día, y salí en un caballo ético y mustio, el cual, más de manco que de bien criado, iba haciendo reverencias. Las ancas eran de mona, muy sin cola; el pescuezo, de camello y más largo...
Página 273 - Mil veces topé yo sabandijas, palos y estopa de la que hilaba, en la olla, y todo lo metía para que hiciese presencia en las tripas y abultase.
Página 6 - ... adelante y estos reinos quedasen asegurados mientras fuese su voluntad. Siguiéronse luego ofensas en su ley, en las haciendas y en el uso de la vida, así cuanto...
Página 267 - ... desterrado; el gaznate, largo como avestruz, con una nuez tan salida, que parecía se iba a buscar de comer, forzada de la necesidad; los brazos, secos; las manos, como un manojo de sarmientos cada una.
Página 118 - Cuando los trabajos pasados se cuentan en prosperidades presentes, suele ser mayor el gusto que se recibe en contarlos, que fué el pesar que se recibió en sufrirlos; esto no podré decir de los mios, pues no los cuento fuera de la borrasca, sino en mitad de la tormenta.

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