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sobrenombre el Bermejo. De la tercera muger que fué hija de Archimbaudo conde de Fox, tuvo à Theobaldo y á Enrique, y una hija llamada Leonor.

Theobaldo sucedió a su padre despues de su muerte: era menor de edad, que no tenia quince años cumplidos, de excelente natural, y que daba muestras de grandes virtudes. La reina Margarita su madre, cuidadosa de lo que à su hijo tocaba, estaba con temor, en especial de don Alonso rey de Castilla que vencidos y domados los Moros, se entendia queria revolver contra Navarra, y despertar el derecho antiguo que pretendian los reyes de Castilla á aquella corona: cuidaba ayudarse del socorro del rey de Aragon y de su sombra. Tratose por sus embajadores de aliarse; y para que la cosa se concluyese mas fácilmente, con seguridad de ambas partes se juntaron á vistas. Al principio del mes de agosto en Tudela se hizo confederacion entre los dos reyes, en que se concertó tuviesen los mismos por amigos y por enemigos. Asentaron otrosi que una de las dos hijas que tenia el rey don Jaime, se diese por muger à Theobaldo; y en particular se proveyó que ninguna de las dos casase con alguno de los hermanos del rey de Castilla sin voluntad de la reina Margarita, y sin que ella viniese en ello. Al rey de Aragon sin embargo le quedó su derecho á salvo, que pretendia tener à aquel reino por la adopcion del rey don Sancho de Navarra.

Esta confederacion, para que fuese mas fuerte, se procuró que el romano pontifice la aprobase: las fuerzas de los dos reinos claramente se movian y enderezaban contra las de don Alonso rey de Castilla. El cuidado desta guerra y miedo que resultó por esta causa (que suele ser muy gran atadura de concordia) hizo que los aragoneses padre y hijo se concertasen; cosa que tanto se deseaba. Asi halló que lo que el rey de Aragon habia donado á don Pedro y don Jaime sus hijos, lo aprobó con juramento en Barcelona don Alonso el hijo mayor del mismo rey don Jaime. Ofrecióse demás desto ocasion de nueva guerra. Alasarchó, moro de ingenio sagaz, prometió entregar y rendir el castillo de Reguara que tenia en su poder. El rey de Aragon, como el que era arriscado, creyóse fácilmente que le trataba verdad: acudió con poca gente como á cosa hecha. Hobiera de caer en el lazo y quedar preso; mas quiso Dios que le avisaron del engaño, y de lo que pasaba; con que se puso en cobro. El moro, burlada su esperanza, se declaró por enemigo, y persuadió á los Moros de Valencia que tomasen las armas y que se levantasen.

El rey movido por el peligro acudió á Valencia: tratóse en aquella ciudad de echar aquella gente de todo el reino. Los señores por la ganancia que de aquella gente les venia, hacian contradiccion: los prelados y el pueblo otorgaban con el rey, que fué el parecer que prevaleció en las cortes. Mandaron pues á todos los Moros que saliesen del reino de Valencia y de todo su distrito dentro de cierto término. Ellos aunque estaban en armas sesenta mil dellos, obedecieron á lo que les fué mandado. Repartiéronse por tierra de Murcia y de Granada: gran parte hizo asiento en la Mancha, que al presente se llama de Aragon, antiguamente de Montaragon de un pueblo deste nombre que por alli caia. Era comarca áspera, y no cultivada en aquel tiempo; al presente de señalada fertilidad en la cosecha de pan con que provée á otras muchas partes. Llamóse antiguamente campo Spartario, del mucho esparto que tiene. Desta resolucion sacó gran interés Don Fadrique que residia en Villena, y la tenia en gobierno en nombre del rey don Alonso su hermano. Era por allí el paso: hizo que por él los miserables cada uno pagase un escudo de oro.

El rey de Aragon embarazado con estos alborotos no pudo luego volver las armas contra Castilla. Esta tardanza hizo que las sospechas de una gran guerra se trocaron en muy alegre fin y remate. En el mismo tiempo que Cristina despues de tan largo viaje últimamente aportó á Toledo, que fué el año de nuestra salvacion de 1254, se entendió que la reina estaba ocupada. El rey movido con una cosa tan fuera de lo que se esperaba, trocó el ódio en amor. Los mismos que antes le persuadian que la dejase, trataron que se reconciliase con la reina, y hallaban razones en favor del matrimonio que antes tenian por inválido; tales son las adulaciones de cortesanos. Don Felipe hermano del rey sin embargo que era abad de Valladolid y electo arzobispo de Sevilla, renunció el hábito clerical con voluntad del rey su hermano para casar con Cristina, que aceptó aquel partido, perdida la esperanza de ser reina: matrimonio que como mal trabado en breve se apartó por la muerte de Cristina, que le sobrevino por la pena de la afrenta, y por el desabrimiento que recibió por un trueque semejante: así lo entendia la gente vulgar.

La esterilidad de la reina doña Violante se mudó en fecundidad, tanto que parió muchos hijos á su marido. Estos fueron doña Berenguela, doña Beatriz, don Fernando por sobre

nombre de la Cerda, por causa de una muy señalada y larga con que nació en las espaldas, don Sancho, don Pedro, don Juan, don Diego, doña Isabel y doña Leonor. Todos estos tuvo el rey don Alonso en la reina. En otra madre de bajo linaje á don Alonso Fernandez: en doña Mayor de Guzman hija de Pedro de Guzman á doña Beatriz, que fueron el uno y el otro hi

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jos bastardos. El año siguiente de 1255 Eduardo, hijo mayor de Enrique rey de Inglaterra, vino á España. Las causas de su venida no se dicen: (4) podemos sospechar (quién lo veda?) que movido del agravio de Cristina hizo aquel viaje por ser primos hermanos: su viaje cuanto haya aprovechado, el suceso de las cosas lo declara; lo cierto es que en Burgos fué recibido benignamente del rey, y de su mano le armó caballero, ceremonia que en aquel tiempo se usaba: halagos con que se pretendia aplacar el ánimo de aquel príncipe mozo y bravo.

CAPITULO X.

El Rey don Alonso fué elegido por emperador.

EL rey don Alonso no tenia la misma fama en todas las partes, y cerca de todas las nacio

nes. En España en su reino sin duda era aborrecido del pueblo: á los reyes comarcanos no era nada agradable, dado que con cierta muestra de paz, ó por miedo de su poder se detenian de tomar contra él las armas. Entre las naciones extrañas volaba la fama de su grande erudicion. Decíase que era elocuente, sagaz, instructo igualmente en las artes de la paz y de la guerra. Esto movió á algunos príncipes de Alemaña para que en la dieta del imperio en que se trataba de elegir emperador, le nombrasen en lugar de Guillelmo César que á

(4) Vino para casarse con doña Leonor hija de don Fernando, como resulta de una escritura que cita el marques de Mondejar.

la sazon murió, y se tuviese cuenta con él, bien que no fué una la voluntad, ni los votos de todos se conformaron en uno; el arzobispo de Colonia en su nombre, y en el del arzobispo de Maguncia cuyo lugar y voz traia, y el conde Palatino nombraron por emperador á Ricardo conde de Cornubia hermano de Enrique rey de Ingalaterra. Hizose este nombramiento à seis de enero dia de los Reyes año que se contó del Señor de 1256: algunos señalan dos años adelante. El arzobispo de Tréveris y el duque de Sajonia teniendo por inválida la eleccion de Ricardo, por sus votos eligieron á don Alonso rey de Castilla el postrer dia de marzo luego siguiente.

Enviáronse embajadores á entrambos, y cada cual se tenia por legitimo emperador, y á su competidor al contrario: con tanto mas ventaja de Ricardo que sin dilacion dejadas todas las demas cosas acudió á Alemaña, y de mano del arzobispo de Colonia á quien esto toca, tomó la corona primera del imperio en Aquisgran á dos dias del mes de mayo. Don Alonso embarazado con las alteraciones domésticas, y desconfiado de la voluntad de sus vasallos, y principalmente por la edad de sus hijos que era pequeña, dilató su ida, puesto que los obispos de Constancia y de Espira vinieron por embajadores en esta razon, y con nuevas embajadas que le enviaban de cada dia, le importunaban fuese á tomar el imperio. Esta tardanza entibió la aficion de su parcialidad, y fortificó los intentos de la parte contraria. Favorecian á don Alonso, fuera del crédito de su virtud, porque de parte de madre venia de los emperadores de Alemaña como hijo que era de doña Beatriz, y por ella nieto de Philipe que fué el tiempo pasado emperador. A Ricardo ayudaba mucho la semejanza de la lengua, que no es pequeña entre ingleses y alemanes, grandes y antiguas alianzas entre aquellas dos naciones, las costumbres semejantes, además del parentesco que entre si tenian, para que le juzgasen por idóneo y digno del imperio, en tanto grado que en negocio dudoso parecia aventajarse algun tanto su derecho. Porque dentro de un año despues de la muerte del emperador Guillelmo fué puesto en su lugar en el mismo dia que de comun consentimiento los electores señalaron para la eleccion; dentro de otro año de mano del arzobispo de Colonia á quien esto pertenece, fué en Aquisgran coronado, y tomó las demas insignias del imperio, y se sentó en la silla de Carlo Magno en señal de la posesion que tomaba.

En conclusion asi los principes, como los que tenian á cargo las fortalezas, le hicieran sus homenages; las cuales cosas todas como quier que estuviesen establecidas por las leyes que hablan en razon de elegir los emperadores, don Alonso no las cumplió: contra Ricardo, que á su tiempo las habia todas guardado, no se podia alegar cosa alguna; así lo decian grandes letrados, fuera de que en discordia de los electores cuando no se conforman en uno, el conde Palatino es el legítimo juez de la diferencia, por lo menos el rey de Bohemia cuando los votos se dividen igualmente, à la parte que él se allega, aquella eleccion es tenida por valida. Alegaban que lo uno y lo otro hacian por Ricardo, pues el conde Palatino votó por él en su nombre y del rey de Bohemia cuyas veces tenia; y luego que él હીં mismo supo la eleccion, de nuevo la aprobó.

Don Alonso al contrario alegaba que su eleccion fué hecha en Francfordia dentro de los muros de la ciudad, que era el lugar señalado de comun consentimiento de los electores para aquella eleccion. Que el de Colonia y el Palatino vinieron acompañados de gran número de soldados no como á eleccion, sino como á guerra, y porque ponian espanto, y parecia que querian hacer fuerza, fueron amonestados que desistiesen de aquel camino, y á ejemplo de los otros príncipes con acompañamiento ordinario y competente entrasen en la ciudad. Cargábanles que no quisieron conformarse, antes por nueva manera y perjudicial se juntaron á parte, cosa de grandes inconvenientes, y fuera de la ciudad como en los reales hicieron su eleccion. Esta era la principal nulidad en la eleccion de Ricardo. Que los príncipes que estaban en la ciudad, aguardaron hasta tanto que hobo esperanza que se po¬ drian reducir á mejor consejo, y dejada aquella porfia, concordarse con la razon y con los demás: perdida la esperanza, á postrero de marzo por voto del arzobispo de Tréveris, y del duque de Sajonia, que tenia otrosi el voto del marqués de Brandemburg, que ausente estaba, como su vicario, y tambien por voto del rey de Bohemia, cuyo embajador con derecho de votar estuvo presente en la dieta, fué elegido por rey de romanos don Alonso rey de Castilla.

Estos eran los principales fundamentos de la una parte: y de la otra otros alegaban de menor cuantía, como delitos y excesos, que los unos oponian contra los otros, sin que en ellos se engañasen, mayormente contra el arzobispo de Tréveris se alegaba estar des

comulgado, y por tanto privado de voto, à causa de nuevas y extraordinarias imposiciones que derramaba sobre sus vasallos. La otra parte contraponia que el arzobispo de Colonia hirió al cardenal de San Jorge legado del pontifice romano, y prendió un obispo. Asimismo que el conde Palatino maltrataba en muchas maneras las personas eclesiásticas, lo cual no era lícito: mas, que contra la sacrosanta magestad de los pontifices y de la iglesia en las revueltas pasadas se allegó al emperador Federico y á su hijo Conrado. Este pleito comenzó en tiempo del papa Alejandro cuarto: no se pudo componer por su autoridad y juicio como fuera justo, y los que mejor lo sentian, lo deseaban á causa que cada cual de las partes como quier que pretendiese ser de su derecho cierto, no queria (mal pecado) pasar por juicio ni sentencia de alguno, ni comprometer la diferencia, porque no pareciese con esto hacian dudosa su causa; mas aina cuidaban poner el negocio en el trance de una batalla, y pleitear con las armas así suyas como de los principes de Alemaña sus valedores y aliados.

Gran mal por esta causa se aparejaba á la cristiandad, si á ambos principes no detuvie– ran y enfrenaran otros negocios domésticos. A don Alonso le fué impedimento estar tan lejos España; y unas dificultades que nacian y se trababan de otras, le detuvieron en su reino: demás que naturalmente era irresoluto, y tenía esperanza que con artificio y maña se podria dar conclusion á aquel debate. Ricardo no pudo tomar las armas á causa que las cosas de Ingalaterra andaban muy alteradas con la guerra que se hacia en Francia con todas las fuerzas de la una y de la otra nacion, en especial que falleció el sexto año despues que se llamó emperador. El fin en que paró toda esta contienda y su remate se declarará en otra parte mas adelante.

TENIA

CAPITULO XI.

Los grandes de Castilla se alteraron contra el rey don Alonso.

ENIA el rey don Alonso condicion mansa, animo grande, mas deseoso de gloria que de deleites: era dado al sosiego de las letras, y no ageno de los negocios, pero poco recatado, y de maravillosa inconstancia en su manera de proceder: codicioso de allegar dinero, vicio que si no se mira bien, causa muy graves daños, como entonces sucedió, que perdió las voluntades del pueblo, y no supo ganar las de los grandes. Con desco pues de huir el ócio, que es muy á propósito para sembrar chismes y levantar murmuraciones, tomó las armas contra el Andalucía, y divididas sus gentes, trataba con diversas bandas de apoderarse de los pueblos que quedaron en poder de Moros. El mismo ganó á Jeréz, don Enrique su hermano á Arcos y á Nebrija, pueblo situado en los esteros de Guadalquivir por aquella parte que con grandes acogidas de agua se derrama en el Océano. En Jeréz fué puesto por gobernador don Nuño de Lara, hombre de antiguo y noble linaje, mas ya casi acabados por la flogedad ó contumacia de sus antepasados. Ofreciase muy buena ocasion de desarraigar por toda aquella comarca las reliquias de los Moros, si no fuera que otro nuevo cuidado de una nueva guerra forzó al rey á retirarse y dejar aquella empresa. Esto fué, que Theobaldo rey de Navarra, segundo deste nombre, ya que era mayor de edad, confiado en la ayuda del rey de Aragon, con quien poco antes renovára sus confederaciones en Montagudo, con sus gentes que juntó de todas partes, trataba de acometer las tierras de Castilla. Pretendia que lo de Guipúzcoa, Alava, la Rioja y Briviesca, tierras de sus antepasados, les quitaron á tuerto los años antes, y que de derecho le pertenecian.

Muchos grandes de Castilla disgustados con su rey se pasáran á Navarra y á Aragon, renunciada primero por público instrumento la naturalidad, que era el camino que en los tiempos antiguos hallaron para que no fuesen tenidos por traidores los que se ausentaban de su patria. Estos despertaban la llama, y á aquel principe mozo y feroz por la edad instigaban para que tomase las armas. Entre estos grandes el mas principal era don Diego de Haro, varon muy constante, y de notables prendas en lo demas, pero que no sufria se le hiciese ningun agravio ni demasia, y que se mostraba muy ofendido por ver oprimida la lbertad de la patria. La muerte cortó sus intentos, que le sobrevino en el lugar de Bañares, do era ido para curarse; mas su hijo don Lope de Haro, aunque era de pequeña edad, grande acompañamiento de los suyos se fué à Estella, ciudad en que à la sazon se hallaba el rey de Aragon. Lo mismo hizo el infante don Enrique disgustado de todo punto con su hermano el rey don Alonso. Hicieron estos señores entre si liga contra el poder y armas de todos los principes. El pueblo de Castilla y muchos grandes, dado que aun no se declaraban,

con

sentian lo mismo de secreto. Llevaban mal que la moneda se hobiese abajado de ley, de que se siguió mayor carestia de los mantenimientos; y pretendiendo poner remedio à este daño, resultó otro mayor. Puso el rey tasa y precio à todas las cosas que se vendian y á todas las mercadurias, de que se siguió gran falta de vituallas y provision por noquerer los que las tenian, vender por aquel precio: desta manera suelen muchas veces acarrear mayor daño las cosas que parecian haberse ordenado con mucha prudencia.

El rey don Alonso como era de grande ingenio, y que no ignoraba cuan grande era el peligro que le amenazaba, trató de hacer asiento y pacificarse con el rey de Aragon, que sabia no estaba muy lejos dello por andar envuelto otra vez, aunque era de grande edad, en los amores de doña Teresa Vidaura, tanto que parecia estar olvidado de si y de la magestad real. Viéronse en Soria: en aquella habla concertaron paces por el mes de marzo año de nuestra salvacion de 1256, en el mismo tiempo que Margarita madre de Theobaldo rey de Navarra en Francia do estaba ocupada en asentar las cosas de campaña, falleció á once del mes de abril en Pervino. Fué enterrada en el monasterio de Claravalle, muy noble y conocido en aquella sazon por el crédito que tenian aquellos monges de santidad. El año siguiente en Toledo murió don Sancho Capelo rey de Portugal, como se tocó arriba. El reino que por espacio de trece años habia gobernado como teniente don Alonso su hermano, le gobernó de allí adelante con nombre de rey. Tuvo de doña Beatriz hija del rey don Alonso á su hijo mayor don Dionisio, y á don Alonso conde de Portalegre, y demas destos à dona Blanca, cuyo cuerpo está sepultado en las huelgas de Burgos donde por largo tiempo fué abadesa; y á doña Constanza, que murió de poca edad.

En este comedio don Enrique hermano del rey en Nebrija do se retirára, movia así Moros, como á cristianos á levantarse. Don Nuño de Lara alterado por estas práticas como era razon, y para prevenir los intentos de don Enrique acudió á Nebrija desde Sevilla. Avisado desto don Enrique como no tuviese fuerzas bastantes, ni ganadas del todo las voluntades de los de aquella comarca, fué forzado huirse á Valencia por mar. El rey don Jaime estaba allí ocupado en dar asiento en las cosas de aquel reino: recibióle al principio con benignidad, mas por no contravenir, si le amparaba, á la alianza puesta con su hermano poco antes, le puso en necesidad de pasar en Africa. Desde allí, gastados cuatro años en la corte del rey de Tunez y en su compañía, pobre y miserable dió la vuelta primero á Francia y despues à Italia con desco de mover guerra á su hermano, si en alguna parte hallase acogida y socorros bastantes.

El rey de Aragon, asentadas las cosas de Valencia, se fué á Mompeller con deseño de verse con el rey de Francia: señalaron para las vistas un pueblo llamado Carbolio, en que á once dias de mayo año de 1258, tratadas todas sus diferencias, se reconciliaron enteramente con hacer suelta el uno al otro de todo lo que hasta aquel dia cada cual poseia y se habian tomado; en particular los de Barcelona y los catalanes quedaron exentos de todo punto del antiguo señorío y jurisdiccion de los reyes de Francia: homenage usado y continuado desde el tiempo en que aquellas tierras se ganaron de los Moros, dado que de muchos años atrás fuera del nombre de estar sujetos, y poner en las escrituras públicas el nombre del rey de Francia que á la sazon era, y el año de su reinado, ninguna cosa podian allí ni hacian los reyes de Francia. (1)

Para que esta confederacion fuese mas firme se concertó desposorio entre doña Isabel la menor de las hijas del rey de Aragon con Philipe hijo mayor y heredero del rey de Francia, y con ella en nombre de dote quedaron por los Franceses Carcasona y Besiers. Hobo este año grandes crecientes con las aguas que continuaron desde antes del mes de agosto hasta veinte y seis de diciembre: los rios se hincharon, y salieron de madre con gran daño de las labranzas y de los campos. Muchas puentes cayeron en España, entre ellas la de Toledo que se llama de Alcántara; mas el siguiente año de 1259, que fué de los árabes el año seiscientos y cincuenta y siete, se reparó y reedificó. El letrero que está á la entrada de la puente sobre el arco de la puente grabado en una piedra, de letra francesa, y en lengua vulgar castellana, lo declara (2).

(1) En el tratado no se habla palabra de no datar las escrituras de Cataluña por los reinados de los reyes franceses. Mariana se equivoca diciendo que don Felipe principe de Francia fuera el primogénito, pues segun los escritores franceses fué Luis, que murió en el año 1260.

(2) El sólido puente de Alcántara, por uno de cuyos ojos pasa el Tajo es el que aparece en primer término en

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