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CAPITULO XII.

Que se puso entredicho en Portugal.

Las cosas en España estaban sosegadas para tanta muchedumbre de principes como en ella

reinaban, diferentes en leyes, costumbres, aficiones y voluntades: algunas desgracias sucedieron doña Violante reina de Aragon y el infante don Alonso su entenado fallecieron; los desórdenes del rey aceleraron la muerte al uno y al otro, á lo que parece. Don Alonso llevaba mal el tratamiento que su padre le hacia, y la poca estima que parecia hacer dél : como si fuera menos que los demas hermanos, ninguna mano por entonces le daba en el gobierno del reino; y para adelante con la particion que queria hacer de los estados, diminuía la magestad del reino que le dejaba. Este deseño no solo desabria en particular á don Alonso, sino en comun á los mas de los grandes, en tanto grado que dejado el rey, públicamente seguian la voz y las partes de su hijo. Para reducillos y sosegallos el viejo astuto poco antes de la muerte del hijo, revocada la primera donacion, le entregó y puso en su poder á Valencia, que mandó anduviese siempre unida con Aragon.

La reina doña Violante llevaba mal el poder de doña Teresa Vidaura, en cuyos amores el rey desde su primera edad estuvo enredado, y dejado por algun tiempo, de nuevo era vuelto á ellos con tan grande aficion que parecia estar enhechizado con bebedizos: por el alvedrio desta muger y por su antojo gobernaba las cosas particulares y públicas. A la verdad este principe fué dado á la deshonestidad y mal trato hasta la postrera edad: olvidado de su deber no consideraba lo que por la fama se decia dél. Llegó el desórden á que asi el tiempo pasado, como adelante, muerta la reina doña Violante, la tuvo con la magestad y estado poco menos que si fuera reina. Ella misma una y dos veces puso al rey pleito delante del romano pontifice sobre la corona: acusábale la palabra que decia le dió de casamiento, co

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la vista general de Toledo que presentamos. Se distinguen tambien el artificio el Juanelo en el mismo curso, las murallas de Wamba y el celebrado y gigantesco alcázar en la cúspide, victima del vandalismo de todas las épo

cas.

mo arriba queda dicho. Nacieron de doña Teresa don Pedro que fué señor de Ayerve, y don Jaime señor de Ejerica.

La reina doña Violante fué sepultada en Balbuena en un monasterio de monjas de la órden de S. Bernardo que está en Cataluña, don Alonso en Valencia en la iglesia Mayor en la capilla de Santiago: Zorita noble escritor de la historia de Aragon dice que en el monasterio de Veruela del Cistel. Theobaldo rey de Navarra despues que su madre murió en Francia, conservó y defendió el principado de Campaña, que muchos señores de Francia pretendian con las armas tomar para sí. Hecho esto, casó con doña Isabel hija menor de S. Luis rey de Francia, que le dió su padre por muger de buena gana. En Melun pueblo de los Senones puesto en una isla pequeña que hace el rio Secana, y de la una parte y de la otra del rio donde tambien hay edificios, se celebraron las bodas, mas alegres en los principios que en lo de adelante por la esterilidad de la reina. Tuvo este rey en doña Marquesa de Rada fuera de matrimonio una hija que tuvo el mismo nombre que su madre, y adelante casó con don Pedro hijo del rey de Aragon, habido en doña Teresa como queda dicho.

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Matilde condesa de Boloña, sabida la muerte de don Sancho rey de Portugal, acudió por mar á aquella provincia para pretender el derecho de su antiguo matrimonio, si por ventura don Alonso su marido pudiese últimamente mudar su dañada intencion. Llegó á Cascaes muy cerca de Lisboa, donde sin que el rey le diese lugar para podelle hablar, fué forzada» dar la vuelta; escribióle empero una carta deste tenor (1). «Llegára mas cerca y >> reprehendiera en tu presencia tu felonía, que fuera bastante recompensa del afán que en «el viage he tomado; pero pues no me dás lugar para esto, y como ingrato y cruel no pu» diste sufrir nuestra presencia por estar herido de los aguijones de la conciencia y poseido » del demonio, no dejaré en ausencia de hacer esto, y dar testimonio con esta carta á todo el "mundo del justo dolor que tengo, y del agravio que me haces, que será una perpétua me» moria de tu deslealtad y impiedad. Son ordinariamente ásperos los remedios que para las enfermedades son saludables: yo tambien escribo con gemidos y contra mi voluntad estas » cosas; mas si va á decir verdad, yo te recebi cuanto eras pobre, sin tierra, sin bienes, >> sin esperanza, estoy por decir un hombre bárbaro; y esto en mi casa y por marido. O de» masía mia (diré) ó de los mios, ó de los unos y de los otros, y necia credulidad. Nuestra » opinion, y el crédito que de tu lealtad teniamos, nos engañó para que en cambio de que te >>>dimos mas de lo que pedias, y mayores cosas que esperabas, hicieses burla de nos. Acuér» dome cuando jurabas que no podias vivir sin mi no mas que sin tu ánima. Esta es la reli»gion? esta la constancia? qué es esto? con el reino sin duda has perdido el juicio, y te has » fementido, mudado en otro varon. Olvidado de mi y sin memoria del beneficio recibido, >> estás ocupado en nuevos amores de la que es forzoso se llame combleza, pues el primer >> matrimonio dura, y el nuevo es ninguno. Descontentaronte nuestro linage, la hermosura, » la edad, las riquezas? ó lo que es mas cierto, los reyes teneis por santo y por honesto lo que » os viene mas á cuento para reinar? Yo todavía soy viva, y viviré hasta tanto que mueva » contra ti las armas de los principes, y los ódios de todas las naciones: como bestia fiera >> perecerás agarrochado de todos. El corazon me da que la divina venganza está sobre tu cabeza, y que muy presto llegará. El que al presente feroz con la maldad, y muy contento » desprecias nuestras lágrimas, en breve afligido con todos los tormentos pagarás justisima» mente la pena de nuestro dolor y de tu impiedad. 'Con esta sola esperanza, en estos traba»jos me sustentaré, la cual cumplida ó perdida, de buena gana dejaré la vida; mas de tal » manera la dejaré que claramente se entienda faltó tu deslealtad á lo que era razon, y á lo » que pensábamos, mas aina que à nos la virtud y esfuerzo necesario.>>

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No se movió el ánimo obstinado del rey don Alonso por esta carta, ántes públicamente se gloriaba que el dia siguiente se tornaria á casar y celebraría nuevo matrimonio, si entendiese era á propósito para conservar su reino. Matilde dió la vuelta mal enojada contra el rey echaba sobre su cabeza grandes maldiciones. En Francia se fué à ver con el santo rey Luis para tratar de vengar aquel agravio: al pontifice romano Alejandro cuarto envió sobre el caso sus embajadores. En el francés halló poca ayuda por estar su reino tan léjos; el padre santo amonestó á don Alonso, y le protestó que volviese al primer matrimonio, y recibiese en su gracia y se reconciliase con Matilde su primera muger: advirtióle cuanto peligro corria su salvacion; que no debia con obras tan malas irritar à Dios. A estas voces y (1) La carta que supone Mariana le escribió, se tiene por supuesta.

TÓMO II.

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amonestaciones las orejas del rey estaban tapadas, obstinado el ánimo: la codicia y ambicion, consejeros malos, le ponian telarañas delante de los ojos para que no viese la luz. El pontifice porque no queria obedecer, le descomulgó: puso entredicho en todo el reino de Portugal, que dicen duró doce años, porque ni el rey se queria enmendar, ni los pontífices que se siguieron a flojar en la justa indignacion y castigo. Los pueblos inocentes pagan la pena de los excesos que hacen los reyes: así van las cosas humanas, así lo lleva la condicion de nuestra mortalidad.

Por lo demas el rey don Alonso era de condicion mansa y tratable, muy amigo de justicia. Quitó en toda la provincia los salteadores y libertad de hacer mal, ca por la revuelta de los tiempos y por la flojedad del rey don Sancho prevalecian en todas partes los males. Ordenó leyes, estableció fueros, tuvo con cierta igualdad trabados entre sí los mayores con los medianos, y con estos los mas bajos del pueblo. Esto en su casa y en el gobierno. En la guerra no tuvo menor esfuerzo: con sus armas y por su diligencia se ensancharon los términos de su estado. Ganó de los Moros á Faro, Algecira, Albufera y otros pueblos por la comarca de Silves. Fundó y pobló de nuevo à Castro, Portalegre, Estremoz: la ciudad de Beja y otros muchos pueblos y castillos, que por la revuelta del tiempo pasado estaban por tierra ó maltratados, los reparó y reedificó. Hay tambien muestras de su piedad: en Lisboa un excelente monasterio, que por estos tiempos fundó y llevó al cabo, del órden de Santo Domingo; en Santaren otra de monjas de Santa Clara, que edificó á sus expensas desde los cimientos: la liberalidad que usaba con los pobres: era tan grande que muchas veces, consumidos los tesoros, para juntar dinero y remediallos empeñaba las alhajas y joyas de su casa.

A don Alonso rey de Castilla, cuya fama volaba por todo el mundo, vinieron por el mismo tiempo embajadores del soldan de Egipto: traíanle mucha ropa, preciosos tapices y alhombras que le presentaron: demas destos animales muy extraordinarios y nunca vistos en España. Fué este el año de 1260: en este año una villa de Guipuzcoa, parte de lo que llamamos Vizcaya, mudó el nombre antiguo de Arrasata en el de Mondragon, como se vé por un privilegio del mismo rey don Alonso de los mas antiguos que se hallan escritos en lengua española; porque fué el primer rey de España que en lugar de la lengua latina en que se escribian las escrituras públicas, mandó se usase la española. (2) Hay otrosi una bula del papa Alejandro cuarto dada en Anagni á diez y ocho de marzo el quinto año de su pontificado, en que manda que la ciudad de Segorbe, que por este tiempo se ganó, esté sujeta al obispo de Albarracin, que se llamaba obispo de Segorbe aun antes que aquella ciudad fuese de los Moros ganada. Hay otra bula del mismo pontífice dada el sexto año de su pontificado, que es el en que vamos, en que mandaba que el obispo de Segorbe, que lo era en aquel tiempo tambien de Albarracin, sea sufragáneo de la iglesia de Toledo.

Opúsose don Arnaldo de Peralta obispo de Zaragoza: alegaba que parte de aquella diócesi era de su iglesia. El pontifice, vista la resistencia, moderó la primera concesion con otra bula en que declara ser su voluntad que á los obispos de Zaragoza, no obstante lo susodicho quedasen salvos sus derechos. El punto desta diferencia consistia principalmente sobre la palabra de Segobriga: constaba que una ciudad deste nombre fué antiguamente sufragánea de Toledo; pero la tal ciudad estaba en la Celtiberia, la Segobriga, es á saber Segorve, de que se trataba, y sobre que andaba el pleito, alegaban los Aragoneses estar en los Edetanos, bien apartada de la otra. Este parecer, contra lo que tenian ántes determinado, prevaleció finalmente los años adelante. El de 1261, á los veinte y siete de octubre, falleció don Sancho, arzobispo de Toledo. Entró en su lugar Pascual ó Pascasio, que era dean de aquella iglesia, el mismo que llevó la cruz delante el arzobispo don Rodrigo en las Navas de Tolosa. Fué natural de Almoguera pueblo de la Alcarria. Debia ser muy viejo, y así parece murió electo por junio luego siguiente. Su sepultura está en la capilla de santa Lucia iglesia Mayor de la misma ciudad.

(2) Anteriores á don Fernando se hallan escrituras y otros documentos públicos escritos en lengua vulgar ; y es probable que don Alonso el Sabio mandó que se observase este uso, prescribiendo la forma de las escrituras y privilegios.

CAPITULO XIII.

Como los reyes de Aragon y de Sicilia emparentaron.

FALLECIÓ en Tarento, ciudad en lo postrero de Italia, algunos años antes deste tiempo el

emperador Federico, aquel cuyo nombre por haber perseguido á los pontífices romanos fué aborrecido en los siglos adelante y siempre tenido por infame. Su hijo Conrado que le sucedió en sus estados, cuatro años adelante, como de Suevia hobiese pasado en Italia y en Sicilia, dió fin à sus dias de su muerte natural, ó lo que se dijo por la fama, con yerbas que le dió Manfredo su hermano bastardo. Este no obstante que el difunto nombró por su heredero á Conradino su hijo habido en una hija del duque de Baviera, que por ser de pequeña edad le dejára en Suevia provincia de Alemaña; encendido en deseo de reinar, y no haciendo caso por su pequeña edad de su sobrino, se apoderó con las armas y por fuerza de Sicilia y del reino de Nápoles contra derecho y contra voluntad de los pontifices romanos, cuyo feudo eran aquellos reinos desde su primera institucion, y que por esta causa claramente amenazaban, si no desistia, le harian todo mal y daño; mas él no hacia caso ni se movia por estas palabras, ni temia las censuras eclesiásticas, ni aun hacia caso ni tenia cuenta con la fama que de sus cosas corria: el deseo que tenia de reinar lo atropellaba todo. Antes hizo guerra en Toscana, donde era grande el poder de los Guelfos parcialidad aficionada á los papas, de la cual provincia fácilmente vencidos los contrarios se apoderó.

Con estos principios y aumento las cosas de Manfredo se aseguraron de tal guisa que con dificultad se pudieran mudar en contrario, si el señorío y estado ganado por malas mañas pudiera ser duradero. Los papas intentaban todos los caminos para abatir aquel reino que contra justicia y contra razon se fundára. Enviaron predicadores por todas las partes que no cesaban de reprehendelle en sus sermones como impio y enemigo de la religion cristiana. Poca ayuda tenia el papa en los demas príncipes, y poco le prestaban todas aquellas diligencias. Carlos hermano legitimo de san Luis de Francia, y él por si conde de Anjou y de la Proenza, fué convidado á pasar á Italia con esperanza que se le dió de hacelle rey de Sicilia. Manfredo avisado destas práticas y intentos, y visto, si esto se hacia, cuan gran riesgo corrian sus cosas, trataba para afirmarse de buscar socorros de todas partes, y porque los cercanos le faltaban, determinó acudir á los de léjos. En primer lugar acometió á aliarse con don Jaime rey de Aragon, cuya fama de sus hazañas y la glo ria y de las cosas por él hechas volaba de tiempo atrás por todas partes. Parecióle para mas obligalle trabar con él parentesco: ofreció á Constanza su hija para que casase con don Pedro su hijo mayor y heredero; envió sobre el caso embajadores á Barcelona.

Al rey de Aragon no le parecia aquel partido de menospreciar, mayormente que con la doncella de presente le ofrecian de dote ciento y veinte mil ducados, suma muy grande para aquel tiempo, demas de la esperanza cierta de heredar el reino de Sicilia y juntalle con el de Aragon á causa que Manfredo no tenia hijos varones. Asentado el negocio y concertado, despachó en embajada al pontífice Alejandro fray Raimundo de Peñafuerte de la órden de santo Domingo, varon prudente, erudito y santo, para que con la mucha autoridad que tenia, reconciliase con el pontífice á Manfredo, y se compusiesen las diferencias pasadas. El pontifice no se movió por las palabras ni razones de fray Raimundo, antes hizo grandes amenazas contra Manfredo. Cargóle que no solo contra justicia tenia usurpados aquellos estados, sino que era bastardo y hombre impio: avisábale de muchos otros excesos, en particular que publicó fingidamente que era muerto Conradino su sobrino: por engaño y por este camino se apoderó del reino y tomó las armas contra la iglesia. «No se puede (dice) ni se debe » conceder alguna cosa al que hace guerra y tiene empuñadas las armas : por ventura se » podria condescender en algo, si con humildad rogase. Esto dirás á tu rey, y amonéstale >> de mi parte que no mezcle sus cosas con un hombre tan malvado; que de otra manera po» drá temer la venganza de Dios y nuestra indignacion, que en la tierra tenemos sus veces.» Esta respuesta tuvo dudoso y suspenso el ánimo del rey de Aragon; pero prevaleció el provecho y útil contra lo que fuera razon y honesto. Hiciéronse los desposorios en Mompeller en la iglesia de santa María el año 1262 con toda muestra de alegría, juegos y regocijos. De alli vuelto el rey á Barcelona, á veinte y uno del mes de agosto dividió entre sus hijos sus reinos y estados en esta forma. Cataluña desde el cabo de Creus (que los antiguos llamaban promontorio de Venus) y todo Aragon y Valencia se adjudicó á

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don Pedro su hijo: á don Jaime lo de Ruisellon, lo de Cerdania, Colibre, Confluencia, Valespira, á tal que por las dichas ciudades fuese sujeto al rey de Aragon y le hiciese homenage: demas desto que todas ellas se gobernasen por las leyes de Cataluña, y no pudiesen en particular y por su autoridad batir moneda. Demas desto le dió á Mallorca

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con título de rey, y á Mompeller en la Francia. Por esta manera puso el padre en paz á los dos hermanos, que comenzaban á tener diferencias sobre la sucesion y juntamente alborotarse. Los grandes divididos en bandos, sin cuidado ninguno de hacer el deber, ántes con deseo cada cual de adelantarse y mejorar sus haciendas, avivaban el fuego y la llama de la discordia entre aquellos dos príncipes mozos y hermanos.

ENTRETANT

CAPITULO XIV.

Que los Merinos se apoderaron de Africa.

INTRETANTO que estas cosas se hacian en España, una nueva guerra muy grave, y la mayor de todas las pasadas, parecia de presente amenazalla, á causa de un nuevo imperio que se fundó estos años en Africa. Vencidos los Almohades y muertos, el linage de los Merinos levantaba por las armas y despertaba el antiguo esfuerzo de su nacion, que parecia estar abatido y flaco por la flojedad de los reyes pasados. Trataban otrosi de pasar la guerra en España con esperanza cierta de reparar en ella la antigua gloria y el imperio de su nacion que casi estaba acabado. Despues que Mahomad por sobrenombre el Verde fué por las armas de los cristianos vencido en las Navas de Tolosa, y despues que murió de su enfer

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