SOBRE LA HISTORIA DE LAS INSTITUCIONES, LITERATURA, TEATRO Y BELLAS ARTES EN ESPAÑA. OBRA ESCRITA EN FRANCES por M. Quis Viardot, Y TRADUCIDA AL CASTELLANO POR D. Manuel del Eristo Varela. LOGRONO 1841. IMPRENTA DE RUIZ.-EDITOR. A la Force Catalunya » A. Aulcition Nijian El editor perseguirá judicialmente, á los que reimprimiesen sin su conocimiento esta obra, cuya propiedad le pertenece. El destino de la España es singular. A últimos del siglo 15, despues de la formacion de la Monarquía por medio de la reunion de las Coronas de Aragon y de Castilla, despues de la conquista de Granada, y del descubrimiento de las Américas, llegó a ser la nacion mas poderosa del Orbe. Durante casi todo el siglo 16, bajo los primeros Soberanos de la estirpe Austriaca, conservó su supremacia en ambos hemisferios. En el 17 se fué debilitando continuamente hasta el advenimiento de la casa de Borbon. En el 18 estubo obscurecida y olvidada, y no se contó ya con ella, por decirlo así, en los negocios de la Europa. Però desde el principio del actual, con la guerra de la independencia volvió á hacerse visible; sus revoluciones la han colocado de nuevo en la esfera de la política Europea; y hoy tiene el privilegio de llamar la atención general en todas las crisis de que es teatro. No parece sino que el peso de la España, por ligero que sea, debe hacer inclinar la balanza en la contienda suscitada entre los dos grandes principios que viden la Europa central y la del norte en dos confederacionos de fuerzas casi iguales, y que es una especie de terreno neutral, en el que esos dos principios presentan las prime ras escaramuzas, antes de empeñar la batalla campal que decida del porvenir del mundo. Pero la España, despues de haber tenido interrumpidas por mucho tiempo todas sus relaciones; despues que desde su espulsion de Italia y de Flandes, ha dejado de visitar la Europa y de ser visitada por la misma, largo tiempo aislada, cuando los demas pueblos tendian á confundirse, mucho tiempo inmovil cuando el universo marchaba; es hoy en dia para nosotros un pais de descubrimientos. No se tiene un ecsacto conocimiento de su actual estado, ni de su historia pasada; y no obstante se echa de ver, que sobrepuja al deseo la necesidad que hay de no ignorarlo. di He aqui la razon que me impele á publicar esta obra, en la IV que, sino me estendí mas, ha sido por parecerme que en este |