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campo llevando siempre consigo los que estaban en la frontera del enemigo, la lanza, la espada y el escudo con la esteba, el timon y el arado, porque muchas veces eran asaltados de improviso; y en estos combates singulares dados à la vista de sus hijos, se llenaban no ménos de gloria que en las batallas campales,y eran unas lecciones vivas y sensibles que hacian una impresion fuerte en sus tiernos corazones, encendiendo en ellos la noble emulacion de imitarles. En los tiempos que estaban tranquilos les contaban las acciones heróicas que sus abuelos ò los de su familia habian hecho en las batallas, los aplausos que habian merecido de los Generales, y la recompensa que habian recibido de los Soberanos à quienes siempre habian sido fieles. De este modo se conservaba el entusiasmo,el amor de la patria y de la gloria en la nacion.. Luego que el Rey llamaba las tropas para hacer la guerra se formaba un exército de héroes, y à la frente de ellos se ponia en marcha con la mayor intrepidéz y confianza. La victoria iba delante de estos exércitos inspirando por todas partes terror y espanto d los enemigos..

Estos soldados no eran como los que ahora se llaman tropas de línea sin otro destino ni oficio que el de las armas, sino ciudadanos ocupados en la agricul tura o en las artes. Quando la necesidad del estado lo pedia acudian al llamamiento del Rey, y concluida la expedicion se volvian d sus hogares y al seno de su familia para continuar sus labores. Todas las naciones antiguas siguieron este sistema militar. Los ciudadanos desde la edad de diez y ocho años hasta los quarenta y cinco estaban obligados à servir en los exércitos quando la patria reclamaba sus servicios: en tiempo de paz se exercitaban en el uso y manejo de

las armas: de este modo los gobiernos estaban prevenidos ò para defenderse ò para atacar. Con esta tropa los Griegos quebrantáron las fuerzas del Ásia: Phelipe y Alexandro lleváron por todas partes la victoria delante de sus falanges: los Romanos hiciéron todas sus conquistas; y los bárbaros destruyeron su imperio quando en tiempo de los Emperadores mudado el sistema antiguo estableciéron una tropa permanente. Entre los Godos y Visigodos se siguió el mismo sistema: todo ciudadano era soldado y militaba à sus expensas ò las del enemigo, y este mismo uso se conservó en España hasta el tiempo de los Reyes Católicos. Cárlos Séptimo Rey de Francia fué el introduxo la novedad de tener siempre un cuerque po de fuerza armada con el pretexto de defenderse de las incursiones imprevistas que podian hacer los Ingleses en sus estados; y los demás Príncipes que debian haberse reunido contra el que se habia puesto en estado de guerra perpetua para obligarle d despedir la tropa, imitáron su exemplo. El sistema militar se mudó en la Europa, y en todas las naciones se vió en el seno de la paz el expectáculo horroroso de la guerra. En cada ciudad que era de alguna consideracion habia una multitud de hombres armados sin oficio ni aplicacion al trabajo, consumiendo sus fuerzas y su vigor en la ociosidad y en los vicios, y haciéndose incapaces de las fatigas y trabajos. ¿De qué podian servir à la patria estos cadáveres ambulantes? De consumir la subsistencia de infinitas gentes que podian aumentar las riquezas, el poder y la gloria de la nacion con su industria y trabajo, de despoblarla por la necesidad de reponer con nuevos hombres los que eran víctimas de los desórdenes y de su

ociosidad, quitando à la agricultura y à las artes una multitud de brazos, y condenándolos à un celibato forzoso por su miseria.

No hay que buscar otras causas de la pobreza espantosa en que está el erario en todos los reynos de la Europa, ni de la decadencia de la agricultura y de las artes, sino la conservacion de unos cuerpos tan numerosos en tiempo de paz. Los estados no están mas bien defendidos con la tropa de linea, que con los ciudadanos, los que teniendo posesiones, hijos y muger, están mas estrechamente unidos con la patria y con el trono; pues quanto mas poderosos son los motivos de amar la patria y el Soberano, mayores esfuerzos se hacen para defenderlos. Sin detenernos en esta razon que es demostrativa, el exemplo de toda la antigüedad, y especialmente de los Españoles que se defendiéron con tanto valor por mas de dos siglos de la nacion mas aguerrida y de los Generales mas consumados en el arte de la guerra, lo prueba con toda evidencia. La tranquilidad interior se conserva mejor con el sistema antiguo militar que con el moderno. ¿Qué revoluciones sufrió la España desde el tiempo de D. Pelayo hasta D. Fernando el Primero? Muy pocas, y estas fuéron en un momento apagadas y castigados los facciosos. Los mismos motivos que le hacen al ciudadano defender la patria contra los enemigos, le obligan à conservar la tranquilidad y unirse con el gobierno para reprimir à los reboltosos. No hay apoyo mas firme del trono de los Príncipes que el amor de los súbditos. Si se grangean su estimacion con la humanidad y la beneficencia, si les hacen conocer que obedeciéndoles no hacen mas que obedecer à la justicia y à las leyes, es bien cierto que si algunas almas per

versas se levantan contra el Soberano, en el momento volarian un millon de hombres à su defensa: todo el pueblo se armará contra los sediciosos, y serán justamente víctima de la indignacion pública. Si los Príncipes hacen feliz la nacion que gobiernan, son inútiles los soldados para su defensa (18). Por el contrario, si la oprimen exerciendo una autoridad arbitraria y sin limites creyendo que en esto consiste la soberanía, jamás podrán estar seguros por muchas legiones que tengan à sus órdenes (19). El pueblo. sufre siempre con paciencia la opresion y los males que le afligen: alguna vez se quexa para desahogarse; pero si los facciosos no lo excitan à la rebelion jamás se altera.

Los Príncipes tienen el mayor interés en ser justos, benéficos, humanos, protectores y verdaderos padres de los pueblos. Los Reyes de Castilla como hemos dicho siempre pusieron su mayor gloria y afianzáron la seguridad del trono en la virtud, en el amor tierno que tenian à sus súbditos, en la moderacion del gobierno, en la sabiduría de las leyes y en su religiosa observancia. Por esta razon ninguna nacion del mundo ha sido mas amante, ni mas fiel à sus Soberanos que la Castellana, y toda la Española. Nunca creyéròn que necesitaban de otros soldados para su defensa que los mismos súbditos, que luego que los llamaban dexaban el arado y los instrumentos de sus artes y tomaban las armas para executar sus órdenes.

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Los que para defender el sistema moderno nos di(18) Non exercitus, neque thesauri regni præsidio sunt; verum amici, quos neque armis cogere neque auro parari queant, officio, et fide parantur. Salust. de Bell. Yugur.

(19) Qui sceptra duro savus imperio regit, timet timenTes: metus in auctorem reddit. Séneca.

cen que un cuerpo de tropa disciplinada y adiestrada en el exercicio y manejo de las armas lleva mucha ventaja à la multitud de gentes reunidas que acaban de dexar el arado y salir de sus talleres, no se hacen cargo que dos à tres meses de exercicio los adiestran tan bien y los hacen tan hábiles para pelear como al soldado veterano, y al mismo tiempo son mas capaces de sufrir todas las fatigas y trabajos que son indispensables en la guerra. Y así se vé que tres ò quatro semanas de campaña en el rigor de la estacion hace morir ò inutilizar por las enfermedades la tercera parte de los soldados de línea, que con el ócio se han hecho delicados y afeminados. Los Romanos quando tuviéron legiones permanentes à para hacer nuevas conquistas ò para defender las que habian hecho, empleaban los soldados en construir puentes, calzadas, abrir canales, reparar caminos y otras obras públicas para que no se debilitasen con el ócio, y perdiesen el valor y la intrepidéz sin cuyas virtudes nada sirven los exércitos. ¿Qué valor y que fuerzas han de tener los soldados que no hacen mas fatigas que estar una hora de guardia en dos ò tres dias, y despues viven à su libertad entregándose al juego y d los vicios? (No hablo de aquellos oficiales y soldados que, llenos de nobles y generosos sentimientos, están siempre dispuestos à sacrificarse en defensa del Soberano y de la patria.) ¿Estarán sus cuerpos endurecidos para emprender la guerra, y resistir à los enemigos? El valor y la intrepidéz nacen del sentimiento de las propias fuerzas. ¿Qué se debe concluir de todo esto? Que la tropa permanente en tanto número, y en el modo que viven en todos los reynos de la Europa, es mas perjudicial que útil à los estados, puesto que empobrece el erario,

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