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la nacion, en las quales se establecia que la corona fuese electiva, y prescribian con la mayor individualidad el modo y forma de la eleccion del Soberano. ¿Quién puede dudar que no se conformasen con ellas. para la eleccion de D. Pelayo? Despues se siguió cons tantemente este sistema sin que hubiese ninguna váriacion en muchos siglos. Quando el trono estaba vacante, los Grandes y los Obispos que representaban todo el pueblo se juntaban, y despues de una madura deliberacion elegian al que consideraban mas digno de ocuparle por sus talentos y virtudes. Regularmente la eleccion recaía sobre el primogénito del difunto, ò sobre el pariente mas cercano quando no tenia hijos.Tenian este respeto à la familia reynante, porque el pueblo estaba acostumbrado à mirar los como superiores à todos los demás, y les obedecian con mas facilidad. Por otra parte juzgaban que éste era el medio mas eficaz de cortar los partidos y sediciones, que nunca dexan de excitar los hombres ambiciosos quando tienen esperanzas de poder ocupar el trono. Quando la Monarquía es absolutamente electiva, sin que un uso constante haya fixado la voluntad de los electores à cierta clase de personas, las elecciones son siempre turbadas por una multitud de pretensiones y de intereses particulares que dividen a los nacionales, y aun à las potencias extrangeras que quieren tomar parte en estas operaciones; y estos tumultos rara vez dexan de convertirse en escenas sangrientas, que ponen el cetro en manos del mas audáz, y no del mas benemérito y mas capaz de gor bernar. Pero aun quando la eleccion se hiciera con plena libertad, lo que es moralmente imposible, sería muy difícil que recayese en un sugeto digno de ocupar el trono. Los electores no pueden conocer las vir

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tudes de los hombres: todo el mundo sabe que el ambicioso représenta en lo exterior y finge con un arte maravilloso poseer las virtudes que están lejos de su corazon. Pero aun quando realmente las tuviese, y los electores libres de toda pasion no pensasen sino en el acierto y felicidad de la nacion, ¿quién nos podria asegurar que puesto en el trono un particular no se llenaria de orgullo, y embriagado con el supremo poder no se habia de convertir en un tirano que la haria gemir en la mayor esclavitud, y tendria à los súbditos en la opresion mas horrorosa? Dexo aparte las intrigas y cabálas que de antemano se forman antes de llegar à la eleccion, y los males que resultan despues de ella, pues todos los empleos mas lucrativos y de mayor honor se dán à los del partido que le han elegido para recompensar el favor que le han hecho; y así se forma una asociacion entre éstos y el Soberano que siempre es muy funesta à los súbditos, porque de ellos salen los caudales para pagar à los que se han vendido. Por donde se ve que en estas circunstancias los unos venden la nacion por el interés que se les promete è esperan recibir, y el Soberano la compra para pagar lo que ha prometido ò el favor que le han hecho. Para evitar todos estos inconvenientes me persuado que los Grandes y los Obispos por un uso constante no elegian sino el primogénito del último Rey si lo habia, y si no el pariente mas cercano.

Esta verdad se vé confirmada por los hechos que nos presenta la historia. El Monge de Silos, D. Lucas de Tuy y el Arzobispo D. Rodrigorefieren(1),

(1) D. Lucas de Tuy dice de D. Alonso el Católico: Ab universo populo Gothorum in Regem eligitur.

El Monge de Silos hablando de D. Ordoño Primero hijo

que D. Ordoño Segundo despues de la muerte de su hermano fué elegido por los Grandes, Prelados y Señores en las cortes de Leon el año 914, y de este modo subió al trono: que quando éste murió dexó quatro hijos y ninguno le sucedió sino D. Fruela Segundo de este nombre: que muerto éste dexando tres hijos D. Alonso, D. Ordoño y D. Ramiro, se sentó en el trono D. Alonso Quarto hijo de D. Ordoño: que D. Ramiro Segundo hermano de D. Alonso fué proclamado Rey con preferencia à sus hijos: en fin que muerto D. Ordoño Tercero en el año 955 hubo grandes alteraciones sobre la succesion al trono dividiéndose en dos partidos los Grandes y Señores, declarándose unos por el hermano del difunto, y otros por su primo, hasta que todos se reuniéron, y quitando el cetro à D. Ramiro Tercero lo diéron à D. Bermudo Segundo en 982. De todo lo que acabamos de decir resulta que la corona de Castilla fué electiva hasta principios del siglo doce.

de D. Alonso el Grande, sin embargo de que todo el pueblo le tenia un afecto muy particular, y era muy digno del trono por sus brillantes virtudes, dice que no subió à él si no por acuerdo y determinacion de las cortes: Eum totius Regni Magnatorum coetus summo cum consensu, ac favore, patri succesorem fecerunt. Igitur decimotertio ætatis suæ anno unctus in Regem &c.

El Tudense dice de este Príncipe excelente: Vino à Oviedo donde fue alzado por Rey y ungido segun costumbre de los Godos. El mismo Monge de Silos dice de D. Ordoño Segundo hermano de D. García, que muerto éste fue establecido Rey por las cortes que se juntáron en Leon: Omnes siquidem Hispaniæ Magnates, Episcopi, Abbates, Comites, Primores, facto solemniter generali conventu, eum aclamando ibi constituit.

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El Arzobispo D. Rodrigo y D. Lucas de Tuy dicen que los Grandes aprobáron en cortes la cesion del trono que hizo D. Alonso el IV llamado el Monge en su hermano D. Ramiro.

En las cortes de Leon del año 924 se eligió Rey à D. Ra

Algunos sabios pretenden que no lo era si no en la apariencia, y que en realidad era hereditaria ò succesiva. Las elecciones como dicen estos parece que eran una formalidad meramente exterior, que no tenia mas fuerza que la de hacer reconocer públicamente por Soberano al succesor en el trono, y jurarle la obediencia debida despues de haber prometido con juramento observar las leyes, fueros y privilegios, práctica que se ha observado constantemente hasta nuestros dias. Otra reflexion que parece dá nueva fuerza à esta congetura es, que algu nos Príncipes como D. Fernando Primero dividiéron sus estados entre sus hijos haciéndolos à todos ellos Reyes de la parte que les habian señalado; lo que manifiesta que la succesion era hereditaria, pues no siéndolo era imposible que el Rey hubiera pensado jamás en hacer esta particion. Se dice que la propuso en las cortes de Leon para su aprobacion. En hora buena. Pero el Rey la habia hecho y desea,

miro Tercero aunque niño. In Dominum et Principem elegerunt. D. Bermudo Segundo dice de sí mismo: In regno parentum, et avorum meorum, nutu divino, pie electus, et solio Regni colo

catus.

El Rey D. Fernando el Magno que debia succeder en el condado de Castilla por su madre y en el reyno de Leon por su muger D. Sancha, confiesa haber recibido el cetro y el reyno de mano de sus fieles: Dum nos apicem regni conscendimus, et tronum gloriæ de manu Domini, et ab universis fidelibus accepimus.

A principios del siglo doce se seguia esta misma costumbre sin que hubiese alteracion ninguna. Es cierto que desde los primeros tiempos, para asegurar la succesion de la corona en sus hijos ò deudos, los Reyes procuraban en vida asociarlos al gobierno y les daban parte en él, y despues hacian que las cor-, tes los declarasen por sus succesores; y por estos medios indirectos se introduxo poco à poco la costumbre de la succesion hereditaria, que despues se estableció como ley fundamental.

ba que se aprobase, no porque creyera que era nula, sino porque no se encendiera una guerra civil entre ellos, ni se turbase la tranquilidad del reyno: que si los historiadores se sirven de la palabra elegir, no la toman con todo rigor, porque en su tiempo no eran muy exactos en seguir la propiedad de las voces: que los quatro ò cinco exemplares que refieren los historiadores de haber elegido las cortes succesor à la corona, no al que naturalmente lo debiera ser si fuera hereditaria, sino à otro que aunque de la misma sangre y familia era muy posterior, nada prueban; y que si se les dá alguna fuerza para decidir esta duda, mayor la tendrán un sinnúmero de ellos que en contrario nos presenta la historia.

Hay una série de hijos que aunque menores algunos de ellos succeden à los padres en el trono, y en defecto de estos son Reyes los hermanos del difunto ò los parientes mas cercanos; y esto se hace sin alborotos ni sediciones, ni que nadie tenga ninguna pretension. ¿Si hubiera sido electiva la corona, habria estado tanto tiempo el cetro en una misma familia? ¿ hubiera pasado de las manos de los padres à las de los hijos constantemente y casi sin interrupcion? ilos electores hubieran estado siempre tan unidos y conformes en estas elecciones? ¿y tantos Condes que eran poderosos en riquezas y autoridad, y estaban tan llenos de ambicion que intentaban destronar à los Reyes, no hubieran formado ántes de la eleccion algun partido para esto? ¿ su ambicion estaba acaso dormida quando era fácil y sin peligro subir al trono ò à lo menos pretenderlo, y lo intentaban despues quando era casi imposible exponiendo su vida y sus bienes, cometiendo un delito tan atroz que toda la nacion lo de

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