Nombró por inquisidor general á Don Diego de Silva obispo de Ceuta, que de allí á tres años tuvo por sucesor al cardenal Enrique hermano del Rey. Pero este insigne impostor, que por espacio de tres meses hahia sostenido admirablemente esta máquina, fué al fin descubierto, y habiéndole puesto en prision, le enviaron á Castilla bien asegurado, y despues de haberle impuesto un leve castigo el inquisidor general Tavera, le mandó poner en libertad (1). El fruto de este engaño fué el castigo de los Judíos, que habiendo abjurado su ley habian vuelto á abrazarla: muchos de ellos se huyeron ocultamente á Castilla, de donde habian sido antes expelidos por el Rey Don Fernando y despues se estableció solemnemente el tribunal de la inquisicion. En Africa fué combatida Safy vigorosamente por los Moros, pero no pudieron tomarla: lo mismo habian hecho antes con santa Cruz ciudad situada en el promontorio de Guer, de la que finalmente, atacada con mayores fuerzas por otro Xerife, se apoderó de ella con muerte de la mayor parte de la guarnicion, y el resto de ella que se habia encerrado en la torre se entregó, y fué hecha esclava siendo comprehendido en esta desgracia el gobernador Gutierrez de Monroy con sus hijos. Mencía su hija, que era de singular hermosura, casó con Mahometo Rey de Turudante que fué el expugnador de la ciudad; y despues tuvo guerra con su hermano, que queria tener parte en la presa. Por este tiempo combatieron muchas veces los Portugueses y Moros con varia fortuna, pero no acaeció en estas peleas cosa digna de memoria.

Capitulo iv.

Expediciones maritimas de Cortés. Descubrimientos en varias partes de América. Sucesos del Perú. Muerte de Atahualpa.

La serie de los tiempos y la abundancia de extraordinarios sucesos nos obliga á volver á la América. En ella pues se hallaban los Españoles acometidos de grandes peligros y dificulta

(1) Ya no hay quien no tenga por fabuloso este origen y establecimiento del tribunal de la Inquisicion de Portugal,

des, entre las inmensas riquezas que gozaban; porque la naturaleza no les daba gratuitamente cosa alguna, del mismo modo que lo hace con los demas mortales. Dispuso Cortés otra expedicion por mar con dos navíos, pero con igual desgracia que las anteriores; y se descubrió entonces la isla de Santo Tomé situada mas de veinte grados sobre el Equador. En el navío Almirante fué cometida la atroz maldad de haber asesinado el piloto Fortun Ximenez al capitan Fernando de Grijalva, pero en breve pagó la pena de su delito, porque habiendo desembarcado en la nueva Galicia para explorar lo interior del pais, fué muerto por los bárbaros con todos sus compañeros. Apoderóse Guzman de la nave, á fin de molestar á Cortés, á quien aborrecia en extremo; y la otra volvió la proa y se restituyó á Acapulco. Simon de Alcozava Portugués atravesó el estrecho de Magallanes, habiéndole mandado el César navegar el mar del Sur para reconocer las costas del Perú. Arrojado de allí por una horrible tormenta, despues de varios sucesos fué degollado por conspiracion de su misma gente. Vengaron su muerte los bárbaros del Brasil, matando cruelmente á los ase_ sinos, que habian sido arrojados á sus costas por un naufragio, y de sus cuerpos hicieron un gran banquete. De todos ellos solo pudieron libertarse diez y siete, que, habiéndose apoderado de la lancha, abordaron al otro navío, y se volvieron en él á la isla Española. Los Brasileños son tenidos entre todos los bárbaros por los mas anthropophagos, y no hay duda que son muy codiciosos de la carne humana. Viven á la manera de los Cyclopes, y donde se les acaba el día allí pasan la noche. Comen medio asados á los que hacen prisioneros en los combates, siendo esto el principal motivo de sus guerras. Las mugeres, despues que han parido, acostumbran servir á sus maridos, que en lugar de ellas guardan la cama; costumbre que en otros tiempos reynó en la Cantabria. Esta region dilatadísima se extiende desde el Septentrion al Mediodía, y se llamó en los principios Santa Cruz, por una alta cruz que en señal del dominio Portugués levantó Fernando Cabral su descubridor; y esta misma ceremonia hacian los Españoles en todas las nuevas tierras que descubrian. Despues tomó el nombre de Brasil de un palo roxo, que allí es muy abundante, y sirve mucho para los tintes. No es molestada del frio ni del ca

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lor excesivo, aunque solo dista un grado del Equador ácia el Austro; mas sin embargo sus habitantes están tostados del sol. Abunda ahora este pais de azúcar y algodon, de otros muchos frutos propios y de Europa, y de mucha caza asi de fieras como de aves. Arrojados los naturales de las costas, las ocuparon los Portugueses, y establecieron colonias. Los primeros que penetraron en lo interior de esta region para predicar el Evangelio fueron los religiosos de San Francisco, y derramaron su sangre á manos de los bárbaros. Despues han sido doctrinados por los Jesuitas, y con extraordinario cuydado y paciencia los han enseñado á vivir como hombres y como Christianos. Pero volvamos á continuar lo que dexamos pen

diente.

Viendo Cortés que adelantaba poco por medio de sus tenientes, y persuadido de que les faltaba el zelo ó la fortuna, determinó embarcarse él mismo con tres navíos bien equipados. Partió de Acapulco donde habia establecido su astillero, para descubrir nuevos mundos y llenarlos de sus victorias. Pero el cielo se mostró contrario á sus empresas con furiosas tempestades, y horribles truenos y rayos, que parecia iban á incendiar sus naves. Por tanto le fué preciso restituirse al puerto despues de haber recogido los buques que se habian dispersado, y padecido mucho con las tormentas. Por este tiempo llegó á México su primer virey Don Antonio de Mendoza hermano del marqués de Mondejar; hombre prudente, y de carácter muy amable. El presidente de la audiencia Ramirez, en premio de su arreglado y equitativo gobierno, fué condecorado con el obispado de Tuy, y despues con los de Leon y Cuenca sucesivamente, y con otros empleos distinguidos en la corte. Erigióse Oaxaca en silla episcopal, y fué su primer obispo Don Juan de Zárate. En la de Guatemala fué nombrado fray Francisco Marroquin del orden de Santo Domingo; y en la de Santa Marta adonde pasó de gobernador Don Pedro de Lugo, Don Juan de Angulo. Su teniente Gonzalo de Quesada natural de Granada peleó con mil y doscientos soldados contra los bárbaros, que eran muy feroces, y en el primer encuentro padeció alguna pérdida. Despues de esto salió Quesada de Santa Marta con seiscientos infantes y cien caballos, y por las orillas del rio del mismo nombre penetró en lo interior de aquella re

gion, y habiendo caminado seiscientas millas, invernó en un parage que llamó Quatro Brazos, á causa de que atraviesan por él otros tantos rios. Los Españoles derrotaron valerosámente por dos veces al cacique Bogotá, y socorridos con víveres por otro cacique enemigo suyo, aliviaron el hambre que padecian. La tierra es muy fértil y abunda mucho de oro y pareció muy oportuna para establecer colonias.

Despues de haber regresado Sebastian Gaboto á España, fué enviado al rio de la Plata Pedro de Mendoza con once navíos, y ochocientos soldados, y hizo su navegacion felizmente. En la orilla meridional de este rio edificó una ciudad que llamó Buenos Ayres. Venció en batalla á los bárbaros que le salieron al encuentro; pero no obstante faltó poco para que no pereciese de hambre, y se vió con los suyos reducido á comer las cosas mas repugnantes. Las mismas miserias padecieron los que por aquel tiempo arribarón á Veragua con el capitan Felipe Gutierrez, los quales sustentaron la vida con manjares no menos abominables. ¿ Pero á qué no obliga la horrible hamૐ bre? Socorrió á los necesitados, que casi estaban consumidos de la miseria Juan de Ayolas, que habiendo navegado á aquel rio les llevó víveres para alimentarse. Mendoza que no habia escarmentado suficientemente con sus anteriores calamidades, introduxo sus tropas en lo mas interior de la region, á fin de descubrir nuevas gentes. Muriéronsele doscientos soldados por la fuerza del hambre, y hallándose él enfermo conduxo los demas muy maltratados á Buenos Ayres, dexando á Alvarado con algunos pocos en Buena Esperanza pueblo que él habia fundado. Navegó Ayolas rio arriba, y se le hizo pedazos un navío, pero se salvó la gente. Atraidos los bárbaros con el trueque de las mercaderías, les proveian de víveres con bastante humanidad: y habiendo navegado quatrocientas millas arribó al Paraguay, cuya nacion toma su nombre del mismo rio.

Despues de la expedicion de Diego de Ordaz, pasó á explorar la costa de Paria Gerónimo Artal noble Aragonés, el qual hizo muchas cosas ilustres para sujetar á los bárbaros, y fundó el pueblo de San Miguel sobre el rio Nevero, donde estableció colonos. Habiendo marchado su teniente Agustin Delgado con parte de las tropas, peleó con próspera fortuna, y

volvió con muchas presas de los bárbaros. Al mismo tiempo otros capitanes en diversos lugares sujetaban por la fuerza á aquellas gentes contumaces, y mas semejantes á las fieras que á los hombres. Caminó Artal en busca de la casa y mesa del sol, fábulas muy válidas en aquellos tiempos ; y perdió en el viage á Delgado hombre muy prudente en la guerra, habiéndole clavado los bárbaros una flecha en un ojo. Parte de los soldados se separó de él para descubrir otras tierras, y con los restantes navegó á Cubagua. Murió Osorio obispo de Nicaragua, que apaciguaba las discordias suscitadas entre Rodrigo de Contreras y Bartolomé de las Casas. Aquel, segun la comun costumbre de los gobernadores, trataba con crueldad y avaricia á los naturales; y este defendia su libertad conforme á las órdenes del César, y los instruia en el Christianismo, á cuyo ministerio se dedicó con mucho zelo habiendo entrado en la religion de Santo Domingo. Pero como nada adelantase con sus clamores, navegó á España para defender la causa de aquellos hombres miserables, y trabaxó en ella con infatigable constancia. No puede negarse que el César, cuydadoso siempre de lo recto y de lo justo, habia dado las mejores providencias para establecer la policía civil y Christiana de los Indios; pero la avaricia lo inutilizaba y corrompia todo. Alcanzó del Pontífice facultad para que los obispos dispensasen los grados de parentesco para celebrar los matrimonios, y otros impedimentos canónicos, con grande comodidad de los nuevos fieles. Despues se les concedió por dos años el privilegio de la bula de la Santa Cruzada, á causa de la distancia de aquellos dominios; y los sumos Pontífices dispensaron benignamente otras muchas gracias desde el principio del descubrimiento de este nuevo mundo. La mas memorable de todas es la de Alexandro VI en el primer año de este siglo, en que concedió á Don Fernando el Cathólico los diezmos y primicias de los frutos, con la condicion de que erigiese templos y los dotase, y proveyese al sustento de sus ministros; de la qual solo se reservaron los Reyes para sí los novenos en señal del derecho de patronato. El Papa Julio II concedió tambien al mismo Rey Don Fernando y Doña Juana su hija el derecho de patronato, y el de presentar personas idóneas para las iglesias metropolitanas y catedrales, asi establecidas como en las que se esta