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bras. Acaeció la batalla anterior el dia diez de octubre, y esta á fin de noviembre. Habiendo levantado García sus reales, llegó al campo donde fué hecho prisionero, y muerto Valdivia; en cuyo lugar mandó se reedificase el castillo que edificó el mismo Valdivia, y habia sido destruido por los bárbaros, y el año siguiente de mil quinientos cinqüenta y ocho fundó allí una ciudad, á la que dió el nombre de Cañete. Combatió otras veces con aquellos obstinadísimos enemigos, y derrotó á una inmensa multitud de ellos, aventajándose mucho el valor de los capitanes Remon y Quiroga. En la angostura de Puren pelearon esforzadamente Velasco y Reynoso, cuya intrepidez reprimió la astucia y ferocidad de los enemigos, y fueron conducidos al campo muchos víveres que se les tomaron.

Quebrantados los bárbaros con tantas derrotas, no se atrevian ya á hacer frente á los Españoles en batalla, y solo acometian con asechanzas á los que se alejaban de los reales. Los principales de los Araucanos conspiraron contra García, y le enviaron un Indio famoso por su audacia llamado Metical, con un canastillo de fruta, para asesinarle al tiempo de presentársela. Pero habiéndole dado aviso de esta trama Colocolo hombre de esclarecida fidelidad entre aquella gente, y que aborrecia las traiciones, se libertó del peligro. Hizo prender al bárbaro, á quien se le encontró un puñal, y confesó fácilmente los autores del atentado, y habiéndolos hecho llamar García, los reprehendió ásperamente por medio de un intérprete, y los despidió sin imponerles castigo alguno, con cuya benignidad adquirió gran fama entre los bárbaros. Para perpetuar la memoria de su abuelo materno, dió principio el dia veinte y siete de marzo á la ciudad de Osorno, situada á los quarenta grados sobre el Equador. Su terreno es fértil en todo género de frutos, especialmente en exquisita miel, y abunda de minas de oro y plata. Envió cinqüenta caballos á la ciudad de la Concepcion, y extendió su poblacion con nuevos habitantes. Los de Villa-Rica que se habian dispersado por la guerra, volvie. ron á ocuparla luego que cesó el peligro de los bárbaros, para no perder el derecho á sus tierras.

A fines de julio se hizo Ladrillero á la vela de la Concepcion con dos navíos de órden del Rey, para explorar por aquella parte el mar del Sur. Despues de una larga navegacion, llegó

á la extremidad de las costas del nuevo Mundo, y comenzaron á faltarle los víveres. No hallaban socorro alguno en los bárbaros derramados por aquellas partes, que mas parecian fieras que hombres, y para colmo de los males, se juntó al hambre una horrible tempestad, en la que estuvieron muy próximos á sumergirse los navíos. Finalmente al cabo de diez meses llegó uno de ellos muy maltratado á Valdivia, con solos tres marineros y el capitan : otro en que iba Ladrillero arribó á las costas de Chile, y habiendo desembarcado á tierra los soldados marineros, y los Negros, perecieron todos dentro de pocos dias, y de este modo no correspondió el fruto de aquella navegacion á la pérdida de sesenta hombres que costó. Entretanto recorria García las provincias, visitaba las colonias, y arreglaba todas las cosas públicas. Pero Reynoso que gobernaba en Cañete excitaba á los bárbaros con engaño á la guerra, y los derrotó en una gran batalla. Despues Pedro Avendaño con cinquenta Españoles venció á Caupolican, le hizo prisionero y le sacó de los montes adonde se habia refugiado con sus compañeros despues de su derrota. Este hombre valeroso fué general de los Araucanos en toda la guerra en que quedaron vencidos Valdivia y Villagran; pero desamparándole la fortuna, le derrotó García muchas veces, y finalmente le condenó al último suplicio, y recibió antes de morir el sagrado bautismo. Los Araucanos no podian tolerar que los Españoles se detuviesen tan largo tiempo en su valle, y levantasen en él un castillo, por lo qual volvieron á tomar las armas para sacudir el yugo, y fortificaron su campo en parage oportuno, segun la disciplina militar. Juntáronse catorce mil hombres armados, á los que procuró García arrojar de aquel puesto, disparando contra ellos la artillería y otros fuegos arrojadizos. Parte de ellos aterrados con el estruendo de los cañones, y con los fuegos que les disparaban los Españoles, se escaparon por la espalda de su campo aquella noche, retirándose á los montes y bosques, y con los demas que quedaron hubo muchos pequeños combates. Finalmente sacaron á campo raso todas sus tropas en órden de batalla, estando resueltos á hacer el último esfuerzo. Trabóse con efecto la pelea, y fueron rechazados á su campo, en el qual se introduxeron los Españoles mezclados con ellos, y como se viesen estrechados por todas TOM VII. 34

partes, volvieron con mucha intrepidez á renovar el combate para no morir sin tomar venganza de sus enemigos; pero al fin fueron vencidos y arrojados de sus trincheras, y se dispersaron en la fuga. Duró la batalla quatro horas seguidas, y acaeció dia de Santa Lucía, habiendo muerto dos mil de los enemigos, y quedando gravemente heridos treinta de los Españoles. Recobráronse cinco cañones de bronce y muchos arcabuces, que se habian perdido en la derrota de Villagran. Hallóse tambien en el campo enemigo gran cantidad de víveres, que tenian recogidos por largo tiempo.

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Despues de estos sucesos se ajustó la paz con los Araucanos por la mediacion de Colocolo, hombre de carácter muy ageno de la barbarie, y se edificó un castillo para defensa de ellos mismos. El gobernador García, libre de los cuydados de la guerra, se dedicó enteramente á los de la paz : reedificó los templos que habían sido destruidos en las anteriores calamidades, y con el dinero que pudo recoger, levantó uno muy magnífico desde los cimientos en la ciudad de Santiago, poniendo en él algunos sacerdotes de los que habia llevado consigo del Perú. Fundó la colonia llamada de los Infantes y procuró establecer otras por medio de capitanes valerosos, entre las quales fué una la ciudad de Mendoza edificada por Pedro Castillo á la otra parte de los montes, distante treinta y tres grados del Equador, en cuya situacion se halla tambien la de Santiago. Fué Castillo recibido benignamente por aquellos bárbaros ; que son de un natural pusilánime, entregados al ocio, de voz muy débil, y flacos de cuerpo, lo que no es de admirar pues se alimentan de yerbas, y raices. Produce aquella tierra admirablemente los frutos españoles, y los ganados se multiplican sin término. Tambien se descubrieron en varias partes minas de oro, y una muy opulenta cerca de Valdivia en el rio de la Madre de Dios, de donde se han sacado dos millones de pesos de oro puro.

Arregladas las cosas de Chile, y quando García se disponia para restituirse á Lima, le llegó la triste noticia de la muerte de su padre, de quien se refiere que gobernó el Perú con mucha equidad, y justicia. Edificó la iglesia y convento de los religiosos de San Francisco, y un magnífico hospital, y levantó un puente de piedra en el rio de Lima. Tuvo por sucesor en

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