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el expectáculo de la ira misma personificada, provoca a sus verdagos con los mas irritantes de nuestos à que apuren todos los medios de atormentarle, gloriandose del triunfo cuando logra vencerlos en feroci dad. Lances semejantes à estos se han visto en los autos del tribunal. La magnificencia del teatro, la presencia de los reyes en la còrte, y de los vireyes en las provincias, la asistencia de los consejos y demas tribunales, universidades y otras corporaciones, en fin la rencia de inmenso gentío conque ha ostentado sus victorias, muchas veces solo sirvieron para que los reos vilipendiasen solemnemente la religion de Jesucristo, perdiendo mas esta con aquel escándalo que pudiera ganar con centenares de conversiones conseguidas por la Inquisicion, aun cuando ellas la hicieran algun honor.,,Fracisco Lopez de Aponte, dice la relacion del auto de Mexico de 1659, ateista contumacisimo y maliciosísimo estavo en el tablado que parecia un demonio, arrojando centellas por los ojos, y manifestando anticipadamente en su aspecto su eterna condenación. Cuando le llevaron desde la media naranja ó gradería al centro del teatro para que oyese su sentencia, anduvo por la crujia haciendo piernas; y debiendo durante la lectura permanecer en pie sobre la tarima, apoco rato se sentò en ella. Despues que volvió à la media naranja, dijo mofandose á los confesores que asistian à los demas relajados (porque este infernal hombre no quiso admitir ninguno, y se estuvo solo): ¿Que tal parece padres? ¿No he hecho bien mi papel?"

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Asi como la Inquisicion adoptando en sus juicios el plan de los tiranos de Roma llevó á mas alto punto su monstruosidad con nuevas supercherias, asi tambien negando a los reos todo humano consuelo, añadiò nuevos grados á su crueldad. Ni Diocleciano, ni Neron; ni otro alguno de los emperadores que fueron azote del cristianismo impidieron á los martires comunicar entre sí, bien fuese durante la pri sion ó bien en el acto del suplicio; pres es constante que en las *cárceles eran visitados por sus parientes y demas fieles, y que en la última hora, se exhortaban reciprocamente a sufrir la muerte. Este tribunal al contrario teniendo tal vez encarcelados por espacio de muchos años à dos esposos sin que el uno supiera la prision del otro, los sacaba al cadahalso donde atonitos recibian con su vista la primera noticia de su situacion, sin permitirles el último á Dios.,,Francisco Botello, dice la citada relacion, se hubo tan descaradamente en el tablado, que diciendole uno de los confesores que pretendiò convencerle del judaismo, qne mirase como verdaderamente era judi, pues su muger estaba alli tambien penitenciada por ello, levantó los ojos para verla con tan grande alegria y alborozo, como si fuera el dia de mayor contento para él que en su vida hubiese tenido, é hizo mucha diligencia para hablarla, pero no lo consiguió porque le desendieron dos gradas mas abajo." Los reos pues ya que otra cosa no dian se exhortaban con señas á mantenerse firmes en la religion que profesaban, ó á seguir en su pròposito cuando no profesaban ninguna. ,,Diego Diaz, añade la misma relacion, totalmente se declaró judio en el tablado y asi con los dos reos Aponte y Botello se estaban haciendo señas como animandose para morir en su caduca ley y reprehendido por uno de los religiosos que le asistian respondió; Paes padre no es bien que nos exhortemos a morir por Dios? Y como le replicase que siendo judio no moria por Dios, sino en desgracia suya y ofendiendole, se endureció del todo sin querer tener como antes la santa cruz en la mano."

po

Finalmente, á la Inquisicion la ha acompañado tal rigor y odiosidad, que el perdon mismo de la vida que por una vez concedia a

que los

los pénitentes, en el modo de 'concederle era detestable. Porque pres en diendo de la cruel humillacion y degradantes ceremonias sujetaba, y de ser este un tribenal tan jactancioso como ignorante, pues constituyendose vengador de la divinidad era el primero en usurparla sus derechos, ¿por ventura la confiscacion de los bienes del reo y la infamia y ruina de su familia eran contratiempos a que facilmente pudiera sobrevivir? .,Sebastian Alvarez herege luterano y sacramentario, dice la relacion, bien conociò que todavia estaba en estado de que se le concediese misericordia, deponiendo sus errores; mas le detenia lo que muchas veces díjo á los religiosos que le asistian, à sa❤ ber, que pedida y concedida le habian de dar doscientos azotes, y que asi queria vivir afren tado." (257)

Cuando hablo de la crueldad de este tribunal no puedo pasar en silencio el modo conque trató a los judios y á los moriscos en su expulsion. Empezando por la de los judios, la cual se ejecutó en 1492, como algunos politicos hiciesen patente à los reyes catòlicos el menoscabo que por ella iba á experimentar el estado, y aquellos por su parte ofreciesen cuantiosos donativos para remediar sus urgencias. Torquemada su confesor subiò à palacio, y tomando el continente y maneras de un verdadero fanatico, sacò un crucifijo y les suplicó no pospusiesen al oro y la plata la causa de aquel señor que por salvar al mundo quiso ser permatado con este metal. [258] Llevóse pues adelante la real determinacion, y Torquemada expidiò un edicto prohibiendo á los cristianos bajo los mas fuertes anatemas el subministrar a los judios alimento ninguno, expirado que fuese el tèrmino señalado a su expatriacion. (259) Con esto salieron los expulsos en número de ochocientas mil personas, y tomando varias direcciones se trasladaron unos Portugal, Francia, Italia y Alemania; y otros embarcandose pasaron a los reinos de Tremecen y de Fez, y al imperio de Turquía. La persecucion que los judios sufrieron hubiera sido mas llevadera si solamente los hubiera privado de un pais que devoraba a sus habitantes; pero la desgracia mancomunandose con la política del gobierno, ó por mejor decir, con la intriga del clero hizo que pereciese gran parte de ellos por las borrascas y los piratas en el mar, y por los arabes campesinos en el Africa, los cuales no contentos con robarlos violaron a sus hijas y à sus mugeres. Muchos de los que quedaron con vida per didos todos sus bienes y abrumados con el peso de tantos infortunios volvieron à España y se bautizaron, hasta que aumentanodose su nümero, se les cerrò la puerta, desestimandose como forzada su conversion. No pararon aquí los desastres á que la Inquisición diò lugar arrancando y promoviendo aquel fatal decreto. Habiendo arribado á Napoles nueve caravelas de judios, causaron con las miasmas de la anterior peste que consigo llevaban y con los de otras enfermedades que contrajeron en la navegacion tal epidemia en aquel reino, cual pocas veces se vió, muriendo veinte mil personas en sola la capital. (260)

Comparan los judíos esta catastrofe á la destruccion de Jerusalen y dispersion de sa gente por Tito y Vespasiano, no solo porque los males que les acarreo igualaron a los que allí sufrieron, sino tambien porque hallandose establecidos en la Peninsula desde los tiempos del imperio romano, la miraban como otra Palestina, ò lo que es lo mismo, como sn propio suelo natal. De aqui su predileccion por la España aun en el dia, teniendo grande honor ser oriundos de ella, y hablando nuestro idioma con la posible pureza; bien que declamando siempre contra la Inquisicion, a la cual describen como una fiera altiva y cruel. A ella aplican varias de las profe las del viejo testamento, y como estas cuando son melancólicas terminan or

dinariamente en promesas de consolacion, cuanto mas se ha obstinado el tribunal å perseguirlos, tanto mas se han confirmado en SU creencia y esperado el dia de sa redencion. Entre los escritos que abundan en semejantes aluciones es singular una traduccion castellana de los Salmos en varias especies de metro publicada en Londres á principios del siglo pasado. Su autor llamado Daniel Israel Lopez Laguna, el cual segun dice en el prologo habia estado preso por la Inquisicion, la escribiò con el fin de auxiliar en la inteligencia de aquel libro a sus hermanos los judios españoles y portugueses, que de aqui pasaban a Inglaterra, è ignoraban el hebreo. Merecen con especialidad leerse las dos siguientes octavas sobre el salmo X segun el texto original y IX segon la vulgata; ellas solas demuestran la idea que tienen los judios del rigor de este tribunal. Dicen pues asì.

Vers. 22. Ut quid, Domine, recessisti longe &c. 23, Dum superbit impius &c. 24. Quonian laudatur peccator &c.

,,¿Por qué, Señor, te encubres a lo lejos
A nuestro ruego en horas del quebranto?
Piadosos nos alumbren tus reflejos
Cuando soberbio el malo causa espanto
Al pobre persiguiendole en consejos
Del Tribunal, que infieles llaman Santo.
Preso sea el malsin que tal se alaba,

Paes aunque él se bendice, en mal acaba."

Vers. 29. Sedet in insidiis &c. 30 Oculi ejus in pauperem respiciunt &c. 31. In laqueo suo humiliabit eum &c,

.,Acechador violento en las aldeas
Cual oso ambriento enviste al inocente;
Sus ojos, sin temer que to los veas,
Atalayan, cual leon de lo eminente
De sn gruta, á las mìseras plebeas

Gentes, que asalta audaz cuanto inclemente.
Pues lisogeando hipocrita, abatidos

Coge en la red rebaños de afligidos." (261)

Si fue atroz la conducta de la Inquisicion con los judios, no lo fue menos la que uso algunos años despues con los moriscos. El plan de su expulsion que se realizo en 1502 en número de mas de quinientas mil almas le trazaron y activaron, segun expresamente lo atestigua Luis del Marmol Carvajal, y lo insinuan Diego Hurtado de Mendoza, y Prudencio Sandoval algunos prelados y otras personas religiosas; asi que debemos creer serian las mismas personas ú otras de Sa clase, las que trazasen la expulsion de los judios. Habiase rendido Granada á las armas del rey D. Fernando en 1492 despues de ocho meses de riguroso asedio, y continuos ataques bajo una capitulacion muy ventajosa para los sitiados, siendo los dos principales articulos el libre uso de su religion, y la total independencia de su nacion respecto de la hebrea, Porque conviene no ignorar que los mahometanos siguiendo el humor de su legislador, el cual en el Alcoran se desata en improperios contra los judios, miran á estos con sumo desprecio y horror; y asi los de Granada abominaban aq ella sujecion como el último grado de la esclavitnd. [262] Nuestra corte al principio les cumplio las condiciones estipuladas; pues si bien tratō desde luego de

atraerlos al cristianismo, fue unicamente por medio de la predicacion dejandolos por lo demas en su plena libertad. Nada lo demuestra mejor que haber enviado los reyes de arzobispo a Granada à su confesor el varon apostòlico D. Fr. Hernando de Talavera obispo de Avila, solicitandolo èl mismo, quien para que no se atribuyera su traslacion a fines menos decorosos, renunció no solo el influjo y comodidades que gozaba en palacio, sino tambien las rentas del nuevo arzobispado, contentandose con lo preciso para subsistir.

,,La buena diligencia, el ejemplo de santa vida, y la dulce conversacion de tan buen prelado, dice el citado Marmol Carvajal, ocuparon de tal manera los ánimos de los moros, que ninguna cosa mas estimada ni mas amada llegaba á sus oidos que el nombre del arzobispo, a quien ellos llamaban el alfaqui mayor de los cristianos. De donde nació, prosigue, que hubo muchos que se vinieron a convertir espontaneamente de su propia voluntad, por ventura con mejor celo de lo que lo hicieron despues otros. Comenzò á enseñar a los moros las cosas de la fe de Dios, dandoselas á entender con tan dulces y amorosas palabras, que no solamente no recibian pesadumbre los mismos alfaquis si los llamaba para que oyesen su doctrina, mas a un se venian muchos de ellos a oirlas sin ser llamados." Concluye finalmente.,,Para los que se querian convertir tenia casas particulares que llamaban de la doctrina, donde iba de ordindinario à predicarles, y enseñarles las buenas costumbres por medio de fieles interpretes, y ann para este efecto procurò con mucho cuidado que algunas clerigos aprendiesen la lengua arábiga, y el mesmo à la vejez quiso aprenderla, á lo menos tanta parte de ella que bastase para poderles enseñar los mandamientos, los artículos de la fe, y las oraciones, y oir sus confesiones." Hasta aqui el historiador. (263)`

El fruto que de sus tareas sacò este santo arzobispo, comparado con los inútiles esfuerzos de otros eclesiásticos que adoptaron un sistema contrario, prueba por sì solo cuan débil es toda violencia en materia de religion. Miraban aquellos como trabajo demasiadamente prolijo aprender la lengua de los catecumenos, especialmente el cardenal Cisneros hombre duro y emprendedor, a quien enviò el gobierne à que ayudase, ó mas bien, embarazase en su ministerio al metropolitano de Granada. Fueron pues de parecer se desterrase de España con brevedad el mahometismo, lo cual se habia de efectuar señalando á los moros tèrmino perentorio en que ó se bautizasen, ó desocupasen el pais. Los reyes por el pronto desa probaron la idea, ya porque los pueblos conquistados no habiendo dejado de todo punto Tas armas, podian otra vez levantarse, ya tambien porque el quebrantamiento de la real palabra, siendo murmurado en todas partes, dificultaria ulteriores conquistas; inconvenientes uno y otro tanto mas dignos de atenderse, segun decian, cuanto era de esperar que los moros con la sociedad y buen tratamiento de los cristianos abrazasen al fin la religion, adoptando como otras naciones la lengua y creencia del dor. Pero ¿cnando dejó un teólogo de dar vado al argumento irresistible? O ¿cuando resistieron los monarcas las importunas sugestiones de un teólogo? Cisneros y los de su faccion aparentando desistir de su propósito, le promovieron con mayor porfia, obligando a los renegados contra lo acordado en la capitulacion, y à titulo del derecho que suponian en la Iglesia sobre ellos, a que volviesen á su gremio, y permitiesen bautizar a sus hijos. Amotinaronse con esto los habitantes de Granada, y ya desde entonces sostuvo Cisneros que podian Ber compelidos à recibir la fe, por cuanto faltaron á la subordinacion prometida en los tratados; no advirtiendo que los cristianos los infrin

vence

mas

gieron antes que los moros, autorizando por el mismo hecho la sublevacion. [264]

Veinte y siete años iban cumplitos desde que estos recibieron el bautismo, cuando los nuestros echaron de ver que su conversion en la mayor parte habia sido ilasoria. Porque contentandose con haberlos precisado á entrar en una religion que no conocian, en vez de ganarlos con cariño y de doctrinarlos en los dogmas de la fe cristiana, solo atendian á despojarlos de sus haciendas, a estrujarles el dinero con arbitrarias exacciones, o á quitarselo con robos manifiestos, a manchar el honor de sus mugeres, y à causarles toda suerte de vejaciones. Quejaronse agriamente los moriscos al emperador Carlos V. cuando estuvo en Granada en 1526 pidiendole justicia en términos, que se convenció de que era mas que fundada su solicitud. „Vinieron al César, dice Sandoval, D. Fernando Venegas, y D. Miguel de Aragon, y Diego Lopez Benajara caballeros regidores de Granada, y die. ronle en nombre de los moriscos de todo el reino un memorial de agravios que recibian de los clerigos, y de los jueces, y de los alguaciles y escribanos; el cual memorial visto por el Cesar se escandalizò macho de los cristianos que tal hacian." (265) Sin embargo el emperador en vez de castigar aquel desòrden, olvidando que en la guerra de las comunidades fueron los moriscos los primeros que tomaron armas en su favor, y portandose en todo como si los oprimidos y no los opresores fueran los culpados, trasladó la Inquisicion de Jaen à Granada a fin de que los oprimiera mejor, como dice el citado Sandoval, „para que los judios conversos que alli sehabian acogido de otras muchas partes, y los moriscos se espantasen, con apercibimiento que si desde alli adelante no se enmendaban, el Santo Oficio procediese contra ellos rigorosamente." (266)

,,Siguieronse, dice a este mismo intento Hurtado de Mendoza, ofensas en su ley, en las haciendas, y en el uso de la vida asi cuanto á la necesidad, como cuanto al arreglo à que es demasiadamente dada esta nacion. Porque la Inquisicion los comenzò a apretar mas de lo ordinario. El rey les mandò (por medio del tribunal, y en esto convienen todos los historiadores) dejar la habla morisca y con ella el comercio y comunicacion entre sí; quitóseles el servicio de los esclavos negros, a quienes criaban con esperanza de hijos, el hábito morisco en que tenian empleado gran caudal. Obligaronlos á vestir castellano con mucha costa, que las mageres trujesen los rostros descubiertos, que las casas acostumbradas á estar cerradas estuviesen abiertas, lo uno y lo otro tan grave de sufrir entre gente celosa. Habo fama que les mandaban tomar los hijos y pasallos a Castilla. Vedaronles el uso de los baños, que eran su limpieza y entretenimiento; primero les habian_prohibido la música, cantares, fiestas, bodas conforme a su costumbre, y cualquier juntas de pasatiempo." [267] Es verdad que, segun añade el mismo escritor, los moros de Granada trataban años habia de entregar el reino á los berberiscos, ó al Gran Señor; pero fue por verse tiranizados de los cristianos, como lo confirma lo que él mismo dice con respecto a los de Valencia, los cuales no obstante ser en gran número y hallarse mejor armados, rehusatomar parte en la conspiracion por menos ofendidos.

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Otra prueba de la insoportable esclavitud en que vivian los mo⚫ riscos, será el extracto de una de dos cartas que enviaban al Africa y les faeron interceptadas, las cuales trahe Marmol traducidas del arabe al español por el interprete del tribunal de Granada. El original estaba en vers á manera de elegia ò lamentacion al estilo de los asiaticos, los cuales suelen avivar los grandes afectos con la melodía del ritmo y

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