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fruto de una pequeña yerba, del que se hace un dulce exquisito. El Tarumá llamado etidequí en Tacana. Moras de árbol y de zarza. La guayaba existe en muy grandes cantidades; sirve para engordar los chanchos domésticos, por su mucha abundancia.

Maderas de construcción y para ebanistería. Hay tres clases de cedro; el colorado, el blanco y el mara; este último da una madera fuerte y de buen pulimento. Llaman cedro macho al colorado; (Pinus Cupressides Linneo), y Cedro hembra al blanco. El Mara es árbol de especie distinta, su madera es más sólida que la del cedro. El cedro macho alcanza á tener el diámetro de más de dos metros y el largo de treinta hasta las ramas; como su olor y gusto es algo amargo y acre, es poco atacado por los insectos; su madera es muy li viana y muy usada en carpintería; aun es mejor la del Mara. El Palo María bastante parecido al cedro, da un aceite espeso y abundante. De este árbol se trabaja la mayor parte de las embarcaciones que surcan los ríos. Dos veces al año exuda en abundancia su aceite, que se solidifica muy pronto tomando casi la consistencia de la cera; quemado despide un olor agradable. Es el Callophilus Brasiliense, y se eleva á más de cincuenta metros.

El Guarínba, llamado en Tacana Murujú; y el Itauba; ambos son amarillos y de ellos se traba jan embarcaciones que duran hasta doce años; en cambio tienen el inconveniente de ser muy pesadas; y en caso de naufragio ó volcadas se van al fondoEl Tajibo, árbol muy elevado, recto y muy duro; se emplea principalmente para pilares de las casas; su madera es preferida como combustible en los vapores; es muy resinosa.

El Curupahú, llamado Jape por los Tacanas; es también muy elevado, recto, grueso y duro; tiene los mismos usos que el Tajibo; su corteza es además un excelente curtimbre.

Acuayaco ó Paquió; de cuya fruta se ha hecho mención. Es árbol muy grande y su madera muy dura; de él se hacen los trapiches para moler

la caña de azúcar. Da en abundancia una resina que reemplaza la brea para las embarcaciones.

El Tumí, especie de roble de madera dura, muy trenzada y olorosa, se usa para bateas en los ingenios de azúcar.

El almendro macho que no dá fruto, pero euya madera es muy dura, y el árbol extraordinariamente grande.

La Verdolaga, árbol grande y de madera muy dura; de ella hacen las ruedas para carretas en el Beni.

La Haya, de madera liviana y bastante empleada en carpintería.

El Topero, llamado por los Tacanas Sapuraque; árbol muy grande, de madera muy dura y de muy buen pulimento; excelente para tallados en madera; en razón de su abundancia y dureza, se emplea para carbón de fragua.

El Laurel, de madera fina para muebles. Dos árboles llamados en Tacana Mududuqui y Urudiquí, de madera incorruptible semejantes al Colo, tienen espinas; se emplean para pilares de casas.

El Estoraque, árbol hermoso y elevado; de corteza y resina muy aromáticas; su tronco tiene el corazón muy duro; se usa para trapiches y pilares de casa.

El Jacarandá, (Bignonia Brasiliana), árbol pequeño, irregular en su forma pero de madera muy estimada por su hermoso pulimento y jaspes variados.

El Palo Santo, Guayaco ó Guayacan; (Wintera aromática Linneo), del que en otro tiempo se hacía tanto aprecio y aun hoy día se hacen vasos ó copas con su madera amarga.

Sasafrás (Laurus Sasafrás Lin.): tiene una corteza aromática que se asemeja á la canela en el olor y sabor.

Otra especie de Guayaco ó Guayacán (Guayacuus sanctus Lin.), árbol de mucha elevación, hojas grandes y hermosas; su corteza tiene olor y sabor de canela.

Isiga, árbol de mediano tamaño, que exuda

espontáneamente un jugo que cuando cuaja es de un blanco transparente admirable; de muy poco peso, muy propio para zahumerios, por su admirable fragancia.

Esunia: árbol que produce una resina oscura que en el fuego produce un olor y aroma, que nada hay que se le pueda comparar; su corteza es de un negro brillante.

El Caoba; árbol grande cuya madera es de las más finas que se conocen: de ella hacen sus ídolos los indios Araonas.

y

El Manzano, árbol notable por la elasticidad flexibilidad de su madera.

El nogal americano, cuya corteza se emplea para teñir.

El Guayaboche; árbol muy grande y de madera muy dura, como el Tajibo y el Topero. El Matapalo y el Bibocí llamados por los Ta

canas.

Sitte y Chiloma ó Maja, de los que hacen sus camisetas los salvajes; y que sirven también para calafate de las embarcaciones, de estos árboles sacan los indios de Mojos, Tumupasa é Ixiamas la corteza en lonjas de media vara de ancho, y dos á tres varas de largo, y humedeciéndola contínuamente y golpeándola contínua y suavemente con un palo dentado la ensanchan y ablandan privándola de la parte leñosa, y de este modo hacen sus camisetas. Lo mismo hacen los Yuracares.

El Palo de balsa llamado Beiba por los Tacanas, de la familia de las Bombaceas; el Ambaibo de la familia de las Higueras y otros árboles de nombre desconocido dan abundantes fibras para cordelería.

Hay dos árboles llamados por los Tacanas Piduí y Chucuiro, que producen el Mascajo, especie de lacre vegetal.

El Quilláy ó Corteza de Panamá que se halla en abundancia en las orillas de los ríos que corren en las vertientes orientales de los Andes.

El Suyuyu, llamado por los Tacanas, Bacua

panu; lo usan para lavar su cabellera.

La Quinaquina, cuya corteza y resina son muy aromáticas; ambas se emplean en lugar de incienso.

El Canelón llamado Iduerive ó Yuruma, de gusto parecido á la canela; sólo se usa la corteza. El coto arbol grande; su corteza es medicinal; muy picante; sólo se encuentra en la serranía.

El ajo-ajo: así llamado por el fuerte olor de ajo que despide. Es notable por la gran cantidad de potasa que contienen sus cenizas. Con la corteza de este árbol se alimentan ó purgan los chanchos del monte, en épocas determinadas, lo que dá á su carne un gusto y hedor intolerables.

El Copaibo. Hay tres clases de árboles que producen este precioso bálsamo. Para extraerlo, dan un corte semicircular en el tronco, con la hacha, y ponen un borde de greda amasada para evitar que rebalse. Son árboles elevados, hojas anchas, corteza áspera y de color oscuro. El aceite al salir del tronco tiene un color dorado, y un olor sui géneris. Tiene sus aplicaciones en la medicina y en los artes y en la industria. Es muy abundante.

El Solimán, llamado también Ochohó, arbol Arenillero. Ura Crepitans. Lin.) Es muy abundante en nuestros bosques; son macho y hembra. De su leche venenosa se sirven los indios como de barbasco, para envenenar los pescados. Según análisis practicado por Roulín y Bonsingault, parece que contiene en gran cantidad la potasa cáustica, el gluten y la osmazoma. Talvez este árbol que es el terror de los indios llegue á ser algún día una fuente de riqueza. Es muy grande y existe en todas partes.

El Ceibo y el Mapajo; árboles que producen el algodón silvestre, ó la seda vegetal, como llaman algunos. El Mapajo es uno de los árboles más corpulentos de nuestras montañas. El Mapajo es talvez el Bombax petandrum de Lin, descrito por Yacquin, Plantas Americanas. De este árbol habla sin duda Clavígero cuando dice: El grosor del árbol es proporcionado á su altura, es de aspecto

muy agradable, cuando está revestido de hojas nuevas y cargado de fruto, el cual contiene una especie de algodón blanco, débil y muy blando y suave dentro del mismo fruto, del que podrían tejerse v en realidad se han tegido telas talvez superiores á las de seda, más como la fibra es muy corta es muy dificil hilarlo. Este algodón suele emplearse en almohadas y colchones y tiene esto de particular que con el calor del sol se hincha sobremanera. Storia Antica del México, 7.° 1 página 62. Este algodón parece encontrarse en una zona muy extensa. Como hemos visto Clavígero lo encontró en México, y Luigui Balzán lo describe con el nombre de "Seda vegetal del Paraguay". Fué dice, en Enero de 1886 en la colonia Resistencia en el Chaco Austral argentino donde conocí por vez primera la planta que produce la seda vegetal. Mi amigo el egregio botánico Dr. Carlos Spegassini me la hizo ver en la orilla de un bosque; era un árbol aislado de mas de seis metros de altura, hojas palmadas digitadas y tronco barrigudo cubierto de gruesas espinas cónicas". "Allí ví el árbol, más no el fruto. En la Asunción oí hablar de él con frecuencia, y en Enero de 1887 en la colonia Risso, junto al río Apa, en los confines del Paraguay con el Brasil, lo abservé por primera vez."

El árbol ó arbusto que produce la seda vegetal pertanece á varios géneros (Ockroma Bombax, Eriodendron, etc.) de la familia de las Bombaceas orden de las Yalamifloras; clase de las Diclamideas Dicotiledoneas de De Candolle."

"Esta familia de las Bombaces mny vecina á las Malvaceas, con las que ha sido por largo tiempo confundida, se distingue de esta última, fuera de otros caracteres por sus hojas digitadas, y por el grosor que con frecuencia adquieren los troncos de sus especies, grosor que alcanza al máximum en el género Adausonia ó Baobab del Africa Ecuatorial y que es también respetable en una de las especies que producen la seda vegetal que es la que ya ví en

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