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ten las abejas con sus picaduras, se unta el cuerpo con cera y miel; es bastante feroz.

El Perico ligero ó Perczoso; tiene cara de mono y tres uñas muy largas. Se alimenta de las hojas del Ambaibo. Anda tan despacio, que sólo recorre pocas cuadras en un día y aun lo hace dando un gemido agudo y lastimero. Sólo se mueve para comer y beber; para en los árboles, donde, agarrado con sus patas y apoyando su cabeza en los brazos, está colgado en forma de costal ó saco. La Hurina, especie de perro y el Boroche, que parece ser de la misma familia. Este último es de color canela, tamaño de un perro mediano. Se ponderan mucho las virtudes medicinales, especialmente de su cuero y dientes.

El Lobo de agua (Castor Huidobrius Lin.), del tamaño de un perro; vive en el agua, y hace sus partos en las cuevas de las orillas de los ríos. Su piel es de color cenizo oscuro, pelo muy fino parecido al algodón ó seda por su blandura; su cabeza y boca semejantes á las de los perros de raza inglesa; sus dientes muy agudos; su cola larga, robusta y algo aplastada; patas cortas; sus dedos están provistos de una membrana para nadar; sus orejas son muy pequeñas. Andan nadando en tropa por los ríos, con la cabeza fuera del agua; y persigue ladrando á los navegantes; sus fuerzas y ferocidad son increibles. Embisten juntos á los pescados más grandes y los llevan á comer á la orilla del río; no hay pescado que les resista, ni animal que se atreva á atacarlos á ellos: los mismos caimanes huyen de ellos saliendo á tierra.

El Perro de monte: pequeño, de color gris oscuro, persigue á los saris y conejos en sus guaridas; parece que los hay de diversas clases y colores. Muchas clases de Ratas y Ratones; en especial uno muy builicioso que canta toda la noche en las riberas de los ríos; la comadreja; la churcha, esta última de la figura de una rata grande, tiene hocico muy agudo; cola larga y lleva sus crías prendidas á las tetas; persigue las gallinas. Hay

muchos conejos y de diversas clases en los campos y son buenos de comer.

A este lugar deben referirse los Murciélagos, de varias clases y tamaños; y algunos son del tamaño de una paloma. Son una verdadera plaga. · Muerden á la gente de los dedos de pies y manos, de la nariz ó de cualquiera otra parte del cuerpo que esté descubierta; matan las gallinas, los perros, ovejas, bueyes y caballos. A estos últimos se les prenden en el lomo, y les dán unas terribles sangrías, sin que los pobres animales puedan defenderse de semejantes enemigos. Esta plaga hace imposible en algunos lugares la cría de ganado.

Aquí haremos mención de las diversas clases de Tatú, Quirquincho ó Armadillo; uno es muy grande y con su concha se trabajan harpas; tiene una cola de media vara; hay otros más pequeños con cuya concha se trabajan charangos; todos ellos dán muy buena carne.

El Puerco espín; cuyo cuerpo está todo cubierto de largas espinas amarillentas; también su carne es muy buena.

PECES Y ANFIBIOS.

Entre los peces de nuestros ríos ocupa el lugar principal el Toro llamado Pira-hiba en Guaraní; tiene hasta cuatro varas de largo y pesa hasta cuatrocientas libras; tiene el lomo gris, la tripa blanca, la cabeza grande y chata. Se pesca con anzuelo. Su carne cuando fresca es regular; pero no se conserva mucho tiempo ni aún charqueada y secada al sol.

El Suche; casi del mismo color del Toro, su cabeza es mayor; cuando el pescado pesa doscientas libras, su cabeza sola pesa de veintiocho á treinta libras; su carne es bastante buena y solo se pesca con anzuelo ó en trampa ó chapapa, persigue mucho á los zabalos, á los que traga enteros, no tiene dientes.

El Pintado; blanco en el vientre y listado en los costados; suele tener hasta media vara de largo. Su carne es agradable y se pesca con anzuelo. El Dorado, que pesa más de setenta libras. La Corbina, bastante parecida á la de mar.

El Sapo ó Pacú, que se alimenta de las frutas que caen de los árboles suele pesar más de treinta libras, y es de buen gusto. Se pesca con facilidad en los meses de Agosto, Setiembre y Octubre, con anzuelo.

El Burro de Agua; llamado Apu, por el sonido que hace cuando se le saca con el anzuelo. El Dentón y el Surubí; este último de varias clases.

El Sábalo que no muerde el anzuelo y sólo se pesca con flecha ó chapapa ó trampa.

El Bagre, de una tercia de largo, de mucha espina, ó mejor dicho huesos; tiene muy poca carne, pero se hace con él buen caldo. Tiene una especie de cuernos delgados, largos, muy flexibles, con los que dá á los que se bañan unas cortaduras entre los dedos de los pies muy dolorosas; tiene también espinas punteagudas, de modo que es peligroso agarrarlo con la mano.

El Matusaje; pescado pintado del largo de un metro, con un dardo ó flecha en la cabeza, del largo de una cuarta. Sacamos con anzuelo un ejemplar en el Manuripi afluente del Tahuamanu, en Agosto de 1885.

La Palometa, de tres clases; dorada, colorada y celeste; su carne es muy agradable, así como es muy de temer en el agua, por lo filo de sus dientes, por su voracidad y abundancia. Habita en las lagunas y ríos de poca corriente; rara vez excede de una cuarta. Es muy peligroso bañarse donde éstas existen.

La Raya; cuyo cuerpo es casi esférico, y tiene hasta tres cuartas de diámetro, tiene una cola redonda y larga, provista de dos y aún de tres dardos, de mayor á menor; el mayor tiene hasta tres pulgadas de largo: revuelve fácilmente su cola en todas direcciones, y cuando la pisan clava su

dardo; causando los más atroces dolores, y rara vez la muerte. Habita de preferancia en los ríos que tienen un lecho de arena, aúnque también se las encuentra en los de lecho pedregoso. Se considera como remedio para su herida el sauce que tanto abunda en los bañados del mismo río; se usan sus gajos tiernos molidos y aplicados en emplasto; también es bueno el ajo molido.

El Puraque ó Anguila eléctrica, Gimnotus eléctricus de Lin. que rara vez alcanza al largo de dos varas, su grosor iguala al del brazo de un hombre; de color algo oscuro; los hay más pequeños cuyo color tira á amarillo, sobresalen á sus ojos ciertas membranas en forma de orejas, las que mueven con frecuencia fuera del agua; no tienen aletas. Cuando se las toca dan una sacudida ó descarga eléctrica; y esta descarga es más fuerte en las pequeñas.

El Bufeo; cuyo peso no excede de cincuenta libras; anda en pequeñas tropas, persiguiendo á los pescados. Tiene poca carne, y aun esta de mala calidad. Son muy raros en el Beni y Madre de Dios; donde sólo se ha visto uno que otro, aislado, pero abunda mucho en el Mamoré; y aún en el Beni, abajo de la cachuela Esperanza.

Candirú, de tres á cuato centímetros de lar go; y poco más de un centímetro de su mayor circunferencia, que es en la cabeza; termina en punta por la parte de la cola; es de color de rosa y tiene en el vientre una lista colorada en sentido de su largura. Está provisto de dos espinas pequeñas en las agallas que se inclinan hacia atrás; cuando este temible pescado se introduce por las vías naturales, las que abriéndose cuando se trata de sacarlo, hacen si nó muy difícil, al menos muy dolorosa su estracción. Está provisto de dientes muy agudos, que se palpan y no se ven; y con ellos se agarran de cualquier parte del cuerpo. Este temible pescado que suele causar la muerte, parece ser un anguila recién salida del huevo.

El profesor Luigi Balzan, en su folleto "Da Irupana á Covendo e da Covendo á Reyes", página 48, dice: "Hube de permanecer una semana en

Rurrenabaque en la más completa inacción, por el mal tiempo y falta de alcohol. Me trajeron un pes cadito curioso llamado Tapiro, por los habitantes del lugar, de unos doce centímetros de largo y bastante delgado: el cual me aseguraron entra por las vías anal y urinaria produciendo hemorragias al extraerlo, por razón de dos puntas hoseas, agudas, que se hallan una á cada lado de los costados de la boca." Talvez el pescadito que vió el profesor Balzan estaba más desarrollado que los muchísimos que agarró el autor en una sola ocasión.

Hay un sinnúmero de pescados, grandes y pequeños de nombre desconocido, especialmente en las lagunas y ríos de poca corriente.

En algunos ríos pequeños se encuentra el Camaron, llamado Mapiua por los Tacanas.

Anfibios.-El lagarto de agua: de dos varas de largo pintado, se come su carne que no es desagradable: no ataca á la gente; pero su mordedura es terrible, por lo agudo de sus dientes; los Tacanas lo llaman Matusa; abunda mucho en los ríos. El Caimán choco oscuro: que rara vez pasa de tres metros de largo: es bastante grueso y muy feroz.

El Caimán gris; de cuatro á seis metros de largo; tiene hasta sesenta y dos dientes abajo y sesenta arriba, es bastante grande, su garganta tiene un olor á almizele muy fuerte y repugnante. En su estómago se ha encontrado paja, tierra, pelos secos y hasta algún tigre. Su cola es larga, plana y le sirve de arma y de remo para nadar. En tierra corre bastante ligero y vence al hombre en la carrera. Cuando agarra algún pescado ó animal grande, se vá con él al fondo; y después sale á comerlo á la orilla; persigue mucho á los perros lo mismo que á los patos y garzas.

Salen á la playa á calentarse y siempre están con la boca abierta, mirando al sol; hállanse á veces más de veinte en línea y es entonces muy fácil matarlos con escopeta; la munición si bien los penetra, les hace poco efecto, salvo que les entre

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