la violencia, hicieron que se levantase en masa la poblacion dirigida por el ayuntamiento, atacaron á la misma convencion, y de esta suerte consiguieron prender ó desterrar á la mayor parte de los Girondinos. Entonces se formó el triunvirato de Marat, Danton y Robespierre, cuyo fruto fué la proscripcion y la muerte. Encontrábase á cada paso una guillotina, y apenas habia bastantes brazos para ser verdugos. Recurrióse á medios que la historia recordará siempre con horror y con vilipendio. Reuníanse innumerables víctimas, atábaselas de dos en dos, se las embarcaba y luego despues las iban ahogando en los rios. Otras veces se deshacian á metralladas de tres ó cuatrocientos desgraciados á la vez. Matábase solo por matar; bastaba haber sido amigo de un ajusticiado para que se temiese que conspirase contra la república, y para que se le hiciese seguir la misma suerte que á su amigo. Hombres infames habia que se gozaban en ver padecer á sus semejantes los mas atroces tormentos, ataban á un vivo con un cadáver, y le dejaban de esta suerte perecer de hambre y de la desesperacion mas horrorosa. Pero la convencion dominaba ya por la Montaña, y queria vencer á los enemigos interiores por medio de la tiranía mas atroz, y á los esteriores por medio de un armamento colosal. La junta de salud pública decretó un armamento de un millon y doscientos mil hombres, y envió tropas armadas á todas partes para hacer frente á toda la Europa. Al propio tiempo tenia que combatir á los que se habian sublevado en varias ciudades como Burdeos, Tolosa y Marsella, y solo quedába para resistir dentro de la misma Francia la ciudad de Tolon que se entregó á los aliados. Estos fueron vencidos en las líneas del Sambra y del Mosa por el general Hoche, y solo en la parte del Rosellon alcanzó algunas ventajas el general Ricardos haciéndose dueño de Bellegarde, ganando la batalla de Truillas, y tomándoles á los Franceses varias plazas. En la parte del Bidasoa no fué la fortuna tan favorable al general Caro, que mandaba en aquel punto el ejército español. Tolon era el blanco del ataque de los Franceses, porque deseaban vengarse de una ciudad que se habia entregado á los Ingleses, y porque se hallaba mandando la artillería de sitio el jóven Bonaparte, que tantos dias de gloria debía dar despues á su patria. En vano se defendieron con el mayor teson ocho mil

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1794.

españoles que guarnecian la ciudad, pues habiéndose alejado la escuadra inglesa á causa deł bien dirigido fuego de la artillería francesa, fué ya imposible resistir mas tiempo (1). La alegría que dió á los Franceses la toma de Tolon fué estraordina-. ría, y se aplicaron con mas ahinco los demagogos á hacer pesar sobre el pueblo unas desgracias y una devastacion horrorosa. Todos los gefes de los anteriores partidos fueron sacrifi.. cados, y tras de la reina María Antonieta, que pereció en el eadalso, fué guillotinado tambien el mismo Duque de Orleans, que segun fama habia atizado la revolucion en sus principios para sacar partido de ella.

Continua la guerra con Francia. Muerte de Robespierre. Conquista' de los Paises Bajos. Pérdidas en Cataluña y en Guipúzcoa. Paz con Francia. Tratado de Basilea. Guerra contra la Inglaterra. Paz de Campo Formio. Combate naval del cabo de San Vicente, Espedicion de Egipto. Nueva alianza contra la Francia. Vuelve Napoleon á Francia. 18 Brumario. Batalla de Marengo. Paz de Luneville y de Amiens. Guerra entre la España y la Inglaterra. Tercera alianza. Rendicion de Ulma. Batalla de Austerlitz. Combate naval de Trafalgar. Paz de Presburgo.

AUNQUE la anterior campaña no habia sido favorable á los aliados, hicieron sin embargo nuevos y estraordinarios prepadisrativos para acometer de nuevo á la Francia, trabajada por cordias intestinas. Habia llegado la época en que Robespierre debia pagar á la vez todos sus crímenes, porque cansada la Francia dió un grito de indignacion contra sus verdugos, y el 27 de julio Robespierre fué decapitado con la mayor parte de la municipalidad de Paris. No pudo esto efectuarse sin mucho derramamiento de sangre, y sin que tuviese lugar una de aqueHlas crisis peligrosas, que tantas veces habian puesto á la Francia al borde del precipicio; pero tiempo era ya de decidirse entre ver convertida á la nacion en un desierto y en un lago de sangre, ó en atender á su salvacion por medio de un esfuerzo estraordinario. Entonces empezó á contenerse la anarquía fe

roz, que cada dia se iba ensañando mas en los mismos súbditos á quienes debia proteger. Volvieron triunfantes al seno de la convencion los setenta y tres diputados Girondinos que habian sido desterrados por la Montaña. Cinco eran los principales campos de batalla en que los Franceses tenian que hacer frente á los aliados; la Bélgica, la frontera del Rin, la frontera de los Alpes, la de Cataluña y la de Guipúzcoa. Pichegru mandaba el primer ejército y Jourdan el segundo los dos consiguieron ventajas considerables. Pichegru batió en Clairfait á los Austriacos, se apoderó de toda la Bélgica, aprove chóse de la circunstancia de hallarse helados los rios y conquistó la Holanda, cosa que no habia podido lograr Luis XIV. Jourdan derrotó tambien á los aliados en la batalla de Fleurus, los arrojó al otro lado del Rin, y se apoderó de Coblenza. Ninguna de las partes beligerantes habia puesto empeño en hacer en la frontera de los Alpes la guerra de un modo decisivo, y así fué como allí tuvieron solo lugar encuentros parciales. No así en el Rosellon, en el mando del ejército español de la raya de Cataluña habia sucedido al general Ricardos el Marqués de las Amarillas, y la junta de salud pública habia dado el mando del ejército del Rosellon al general Dugommier gefe de las tropas que se habian apoderado de Tolon. Llevó Dugommier consigo gran parte de su ejército, y en los primeros encuen, tros parciales que tuvo con el Marqués de las Amarillas obtuvo algunas ventajas debidas en gran parte á que empezaba á relajarse la disciplina en el ejercito español. Dióse entonces el mando del ejército de Cataluña al Conde de la Union que habia dado muestras de grandes disposiciones durante esta guerra. Dedicóse el Conde de la Union á restablecer la disciplina en el ejército hasta tal punto, que hizo pasear con ruecas á todos cuantos habian huido cobardemente en un combate parcial que tuvo lugar contra los Franceses; pero á pesar del buen espíritu que animaba al nuevo general, acometieron con ímpeta los Franceses las líneas que ocupaba nuestro ejército, y si bien en una ala fueron rotos, triunfaron sin embargo en los demas puntos y derrotaron completamente al ejército de Cataluña con muerte de su general que quedó (2) en el campo de batalla. Tambien pereció en la accion el general francés Dugommier, pero su sucesor el general Perignon supo aprove