Poesías selectas castellanas, desde el tiempo de Juan de Mena hasta nuestros dias, Volumen1Manuel José Quintana D.M. de Burgos, 1830 |
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... quejas En tu presencia favor nos serían : Las aguas las vidas ya nos desafian , Si tú no nos puedes prestar el vivir , Danos linage mejor de morir , Daremos las manos á mas que debian . O volveremios á ser sometidos A aquellos adarves ...
... quejas En tu presencia favor nos serían : Las aguas las vidas ya nos desafian , Si tú no nos puedes prestar el vivir , Danos linage mejor de morir , Daremos las manos á mas que debian . O volveremios á ser sometidos A aquellos adarves ...
Página 25
... quejas imitando ; Cuyas ovejas al cantar sabroso Estaban muy atentas , los amores , De pacer olvidadas , escuchando . Tú , que ganaste obrando Un nombre en todo el mundo , Y un grado sin segundo , Agora estés atento , solo y dado Al ...
... quejas imitando ; Cuyas ovejas al cantar sabroso Estaban muy atentas , los amores , De pacer olvidadas , escuchando . Tú , que ganaste obrando Un nombre en todo el mundo , Y un grado sin segundo , Agora estés atento , solo y dado Al ...
Página 27
... quejas , Y al encendido fuego en que me quemo , Mas helada que nieve , Galatea ! Estoy muriendo , y aun la vida temo ; Témola con razon , pues tú me dejas , Que no hay sin tí el vivir para qué sea . Vergüenza he que me vea Ninguno en ...
... quejas , Y al encendido fuego en que me quemo , Mas helada que nieve , Galatea ! Estoy muriendo , y aun la vida temo ; Témola con razon , pues tú me dejas , Que no hay sin tí el vivir para qué sea . Vergüenza he que me vea Ninguno en ...
Página 43
... queja , Y se despide con funesto canto Del espirtu vital que dél se aleja ; Así , aquejado yo de dolor tanto ... quejas que el ruido Embrabecido de la mar insana ! Heme entregado , heme aquí rendido , He aquí vences ; toma los ...
... queja , Y se despide con funesto canto Del espirtu vital que dél se aleja ; Así , aquejado yo de dolor tanto ... quejas que el ruido Embrabecido de la mar insana ! Heme entregado , heme aquí rendido , He aquí vences ; toma los ...
Página 45
... quejas toco Las divinas orejas , no pudiendo Las humanas tocar cuerdo ni loco . ¡ O hermosas Oreadas , que teniendo El gobierno de selvas y montañas , A caza andais por ellas discurriendo ! Dejad de perseguir las alimañas , Venid á ver ...
... quejas toco Las divinas orejas , no pudiendo Las humanas tocar cuerdo ni loco . ¡ O hermosas Oreadas , que teniendo El gobierno de selvas y montañas , A caza andais por ellas discurriendo ! Dejad de perseguir las alimañas , Venid á ver ...
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Términos y frases comunes
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Pasajes populares
Página 62 - ¡Qué descansada vida la del que huye el mundanal ruido, y sigue la escondida senda, por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido ! Que no le enturbia el pecho de los soberbios grandes el estado, ni del dorado techo se admira, fabricado del sabio moro, en jaspes sustentado.
Página 69 - ¿Es más que un breve punto el bajo y torpe suelo, comparado a aqueste gran trasunto do vive mejorado lo que es, lo que será, lo que ha pasado?
Página 35 - ... mundo cubre, de do viene el temor que nos espanta y la medrosa forma en que se ofrece aquello que la noche nos encubre, hasta que el sol descubre su luz pura y hermosa: tal es la tenebrosa noche de tu partir, en que he quedado de sombra y de temor atormentado, hasta que muerte el tiempo determine que a ver el deseado sol de tu clara vista me encamine.
Página 16 - Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar, que es el morir; allí van los señoríos derechos a se acabar y consumir: allí los ríos caudales, allí los otros medianos y más chicos; allegados son iguales los que viven por sus manos y los ricos.
Página 180 - Tal genio o religión fuerza la mente De la vecina gente, Que refiere admirada Que en la noche callada Una voz triste se oye que, llorando, Cayó Itálica dice, y lastimosa, Eco reclama Itálica...
Página 63 - Despiértenme las aves con su cantar sabroso no aprendido; no los cuidados graves de que es siempre seguido el que al ajeno arbitrio está atenido. Vivir quiero conmigo, gozar quiero del bien que debo al cielo, a solas sin testigo, libre de amor, de celo, de odio, de esperanzas, de recelo.
Página 267 - Buscando mis amores, iré por esos montes y riberas; ni cogeré las flores, ni temeré las fieras, y pasaré los fuertes y fronteras.
Página 36 - Tengo una parte aquí de tus cabellos, Elisa, envueltos en un blanco paño, que nunca de mi seno se me apartan: descójolos, y de un dolor tamaño enternecerme siento, que sobre ellos nunca mis ojos de llorar se hartan. Sin que de allí se partan, con suspiros calientes, más que la llama ardientes, los enjugo del llanto, y de consuno...
Página 25 - El dulce lamentar de dos pastores, Salicio juntamente y Nemoroso, he de cantar, sus quejas imitando; cuyas ovejas al cantar sabroso estaban muy atentas, los amores, de pacer olvidadas, escuchando.
Página 269 - Mi Amado, las montañas, los valles solitarios nemorosos, las ínsulas extrañas, los ríos sonorosos, el silbo de los aires amorosos. La noche sosegada en par de los levantes de la aurora, la música callada, la soledad sonora, la cena, que recrea y enamora.