tomar parte en el negocio el rey de Granada, que acudiendo con sus fuerzas obligó á los nuestros á levantar el sitio. Indiscreto á fuer de jóven dirigió á los africanos algunas chanzas amargas, vanagloriándose de haber sido él quien los libertó del poder de los cristianos; mas los de Africa resentidos juraron vengarse y lo asesinaron en un desfiladero en donde sus mismos soldados no pudieron defenderle. Los altos dignatarios y los magnates proclamaron á su hermano Jusef Ferrag, conocido por Abul Hegiag, que contrató con los cristianos una tregua por cuatro años. Durante estos sucesos D. Alfonso de la Cerda habia prestado homenage al rey de Castilla y recibido de él algunas villas para que pudiese sustentarse con el decoro correspondiente á su clase: se habian sujetado espontáneamente á Alfonso XI los Alaveses, á quienes se prometió la conservacion de infinitos privilegios, y el infante D. Juan Manuel y sus valedores confederados con el rey de Aragon causaban graves daños en Castilla. La necesidad de acudir al remedio de estos males interiores aconsejó al rey la conclusion de la tregua de cuatro años que mas arriba hemos anunciado. No andan acordes los autores arábigos y españoles acerca de la época en que fue asesinado Abu-Abdala, pues los primeros suponen que quien firmó la tregua fue su sucesor, y los segundos que fue él mismo. De todas maneras es cierto que el rey moro falleció en 1333, y que en el año siguiente se ajustó con el nuevo monarca de Granada otro armisticio para igual término. En el mismo año y so el árbol de Guernica fue jurado el rey, quedando en su poder la mayor parte del territorio que habia constituido hasta entonces el señorío de Vizcaya. Fueron cogidos y muertos por orden de Alfonso algunos de los rebeldes que con mas audacia se habian resistido á reconocer su dominio, entre otros D. Juan de Haro, y de estos castigos y de algunos otros que anteriormente habia hecho provino el darse á D. Alfonso el apellido de el Vengador. En 30 de agosto del mismo año nació en Burgos el infante D. Pedro conocido mas adelante por Pedro el Cruel, cuyo sangriento reinado es una de las mas horribles páginas de la historia de Castilla. Antes de entrar otra vez en los sucesos de este reino, los cuales por sí mismo vendrán á reunirse con los de los moros, referirémos en pocas palabras los últimos hechos de D. Alfonso de Aragon. Aunque en el año 1331 los reyes de Francia y de Inglaterra le mandaron embajadores proponiéndole la conquista del reino de Granada, esta empresa no pasó adelante por varias razones muy poderosas, y entre ellas por las dificultades que podia presentar el rey de Castilla, á quien correspondia mas de cerca aquella guerra, á causa de tener circuido el estado de Granada por los suyos, y el cual por entonces observaba treguas con el rey moro. Aguado este plan el rey se trasladó desde Tortosa en donde habia convocado Córtes con este objeto, á la ciudad de Valencia, cuando supo que el de Granada reuniendo muchas gentes se habia hecho dueño de Guardamar y talado la vega de Orihuela. Mas aquel alarde que parecia amenazar á los reinos de Murcia y Valencia no produjo resultado alguno, porque los moros se dirigieron hácia Gibraltar, como lo hemos visto. D. Alfonso habia tenido de su muger Leonor dos hijos, á saber, D. Fernaudo y D. Juan, al primero de los cuales dió con título de marques la ciudad de Tortosa y muchos otros lugares: larguezas cuyo primer resultado fueron muy graves disturbios, que si bien se apaciguaron en 1349, mas tarde dieron ocasion á que el rey D. Pedro mandase prender y matar al infeliz infante en 1363. El segundo hijo D. Juan no fue mas afortunado, pues en 1358 falleció por órden de su primo D. Pedro el Cruel, quien al año siguiente hizo dar muerte á la madre de ambos D. Leonor, la cual en seguida de haber perdido á su esposo se fugó escondidamente á Castilla temiendo á su hijastro D. Pedro de Aragon. Tal fue el desastroso fin de la segunda esposa y de los hijos que de este matrimonio tuvo D. Alfonso el Benigno, quien á la edad de treinta y siete años y en 24 de enero de 1335 murió en el palacio de Barcelona, cuando habia ya muchos años que tenia una salud valetudinaria. A este príncipe sucedió en el trono D. Pedro el Ceremonioso. ΑΠ esponer el reinado de este grande monarca, nos parece que de ninguna manera podemos comenzarlo mejor que copiando el |