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» ningun otro provecho resulta dellas sino encender" se mas la ira y el ódio; de manera que tengo por "mas acertado concertar las diferencias entre los › Reyes, y qualquier otro negocio que haya, por sus "embaxadores que sean personas prudentes. Mu"chas cosas me ha enseñado la experiencia, de las "quales tengo por conveniente poner aquí algunos » exemplos. Ningunas provincias entre Christianos » están entre sí trabadas con mayor confederacion »que Castilla con Francia, por estar asentada con "grandes sacramentos amistad de Reyes con Reyes, "y de nacion con nacion. Fiados desta amistad el Rey Luis Onceno de Francia poco despues que se » coronó por Rey, y D. Enrique Rey de Castilla, se "juntáron à la raya de los dos reynos. D. Enrique » llegó à Fuente-Rabía rodeado de grande acompa » ñamiento; seguíanle el gran Maestre de Santiago "y el Arzobispo de Toledo, y el Conde de Ledes"ma, que entre todos se señalaba por ser su gran

privado. El Rey de Francia paró en San Juan de » Angelin, acompañado como es de costumbre de » muchos Grandes. Gran número de la una nacion "y de la otra alojaba en Bayona, los quales luego » que llegáron, se barajáron malamente. Hallóse pre"sente la Reyna de Aragon, que tenia diferencias » con el Rey D. Enrique sobre Estella y otros pue "blos de Navarra que dexáran en manos del Rey. "Una ò dos veces se habláron, y viéron à la ribe"ra del rio que divide à Francia de España; pero » brevísimamente quanto pareció al Maestre de ›Santiago y al Arzobispo de Toledo que lo gober"naban todo, y por esto fuéron por el Rey de "Francia festejados grandemente en San Juan de » Angelin quando allí le visitáron. El Conde de Le

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5 San Diego

muere en Alcalá de Henares.

cap. 7. dice que

finó el año de 1461.

» desma pasó el rio en una barca que llevaba la ve"la de brocado, el arreo de su persona era confor » me à esto, en particular llevaba unos hermosos »borceguíes sembrados de pedrería. D. Enrique era » feo de rostro: la forma del vestido sin primor, y » que descontentaba à los Franceses. Nuestro Rey » se señalaba por el hábito muy ordinario: el vesti"do corto, sombrero comun, con una imágen de » plomo en él cosida, ocasion de mofas y remoque»tes: los Españoles echaban aquel trage à poque"dad y avaricia. Desta manera se acabó la junta, "sin que della resultase otro provecho mas de con» juraciones y monipodios que entre los unos y otros »Grandes se forjáron, por las quales yo mismo ví "al Rey D. Enrique envuelto en grandes trabajos y »afanes que se continuáron hasta su muerte, desam» parado de sus vasallos, y puesto en un estado mi"serable."

Hasta aquí son palabras de Philipe de Comines; lo demás que dice se dexa por abreviar. Este año, * Garib. lib. 17. à los doce de Noviembre, * pasó desta vida à la eterna el santo fray Diego en el su monasterio de Franciscos de Alcalá de Henares que fundó D. Alonso Carrillo Arzobispo de Toledo. Fué natural de San Nicolás diócesi de Sevilla. Su vida tal, y los milagros que Dios por él hizo, tantos que el Papa Sixto Quinto le canonizó à los dos de Julio año del Señor de mil y quinientos y ochenta y ocho.

CAPITULO VI.

Los Catalanes llamáron en su ayuda à Don
Pedro Condestable de Portugal.

Halláronse

alláronse presentes à la junta destos Príncipes dos Embaxadores de Barcelona, llamados el uno Cardona y el otro Copones: quexáronse al de Castilla que se hacia agravio à su nacion en desamparallos contra lo que tenian capitulado. Estas quexas no fuéron de efecto alguno; las orejas destos Príncipes estaban cerradas à sus ruegos por respetos que mas à ellos les importaban. En Tolosa pueblo de Guipuzcoa el comun del pueblo mató à seis de Mayo à un Judío llamado Gaon: fué la ocasion que por estar el Rey cerca, entretanto que se entretenia en Fuente-Rabía, comenzó el Judío à cobrar cierta imposicion que se llamaba el Pedido, sobre que antiguamente hobo grandes alteraciones entre los de aquella nacion, y al presente llevaban mal que se les quebrantasen sus privilegios y libertades.

I Los Embaxadores de Barcelona piden à los Reyes de

Castilla y Frandesamparen.

cia que no los

2 Se excitan algunas altera

via y Sevilla.

No se castigó este delito, y esta muerte, ántes poco despues en Segovia, do se fué el Rey D. En- ciones en Segorique, hobo entre dos frayles y se encendió una grave reyerta. El uno afirmaba en sus sermones que muchos Christianos se volvian Judíos, en que pretendia tachar el libre trato que con los de aquella nacion y con los Moros se tenia; y era así que muchos de aquellas naciones enemigos de Christo lîbremente andaban en la casa Real y por toda la provincia: el otro frayle lo negaba todo mas en gracia de los Príncipes, como yo creo, que por ser así verdad. Nunca sin duda en España se vió mayor es

3 Los Catala

nes laman à D. table de Portu

Pedro Condes

gal.

trago de costumbres, ni corriéron tiempos mas miserables; en particular el pueblo en Sevilla andaba muy alborotado en gran manera, à causa que Don Alonso de Fonseca el mas viejo pedia que le fuese restituida aquella Iglesia, que diera los años pasados en confianza à su pariente llamado tambien Don Alonso de Fonseca; alegaba que así estaba establecido por los derechos y recebido por la costumbre, y que así lo mandaba el Padre Santo. El pueblo, y la nobleza, divididos en parcialidades, unos favorecian al pretensor, otros al contrario; de que resultaban alteraciones y corria riesgo no viniesen à las manos. Acudió à grandes jornadas el Rey Don Enrique, y con su venida entregó la Iglesia à Don Alonso de Fonseca el mas viejo, y pagáron con las cabezas y con la vida seis personas que fuéron los principales movedores de aquel motin y alboroto.

El Rey de Portugal à la sazon con una gruesa armada volvió à Africa: iban en su compañía Don Fernando su hermano, y D. Pedro su primo que era Condestable de Portugal. Los Catalanes desamparados de la ayuda de Castilla, y visto que los Franceses è Italianos los tenian prevenidos por el Rey de Aragon, acordáron (lo que solo les faltaba y quedaba) llamar socorros de mas léxos: con este acuerdo enviáron à convidar à D. Pedro Condestable de Portugal para que desde Ceuta viniese à tomar posesion de aquel Principado, que decian le pertenecia por su madre, que era la hija mayor del Conde de Urgél: en mal pleyto ninguna cosa se dexa de intentar. Parecíale al Condestable buena ocasion esta: hízose à la vela, llegó à la playa de Barcelona, y surgió en ella à veinte y uno de Enero principio 1464. del año mil y quatrocientos y sesenta y quatro. Allí

sin dilacion fué llamado Conde de Barcelona y Rey de Aragon: acometimiento que por falta de fuerzas salió en vano, y la honra le acarreó la muerte demás de otros daños que resultáron: lo primero con la partida de D. Pedro las fuerzas de Portugal se enflaqueciéron en Africa, por donde de Tánger que pretendian tomar, fuéron con daño rechazados los fieles por los Moros, y algunas entradas que se hiciéron en los campos comarcanos, no fuéron de consideracion ni de algun efecto notable; solo junto al monte Benasa en un encuentro que tuviéron con los enemigos, el mismo Rey de Portugal estuvo à gran riesgo de perderse con toda su gente.. Duarte de Meneses como quier que por defender à su Rey se metiese con grande ánimo entre los enemigos, fué muerto en la pelea y otros con él. El Conde de Villarreal defendió aquel dia la retaguardia, por lo qual mereció mucha loa por testimonio del mismo Rey que despues de la pelea le dixo: "Hoy en vos » solo ha quedado la fé.”ˆ

4 D. Enrique se vé con el de

braltar.

El Rey D. Enrique desde Sevilla fué à Gibral-tar: allí à su instancia y por sus ruegos aportó el Portugal en GiRey de Portugal à la vuelta de África y de Ceuta. Estuviéron en aquel pueblo por espacio de ocho dias: despues dellos el de Portugal se volvió à su reyno. El Rey D..Enrique por la parte de Écija rompió por el reyno de Granada, sin desistir de la empresa hasta tanto que le pagáron el tributo que tenian ántes.concertado, y le hicieron otros presentes de grande estima: con esto por Jaen, do residia Miguel Iranzu su Condestable por frontero; pasó el Rey de priesa à Madrid. Queria recebir y festejar otra vez al de Portugal que por voto que tenia hecho, se encaminaba para visitar à Guadalupe, ca

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