Imágenes de páginas
PDF
EPUB

evangelica hizo pedazos las cadenas de la esclavind en el Golgota, y el obispo diputado se alzó este dia sobre las preocupaciones de la ignorancia y los intereses egoistas para revindicar la honra del estado eclesiástico.

Siguiendo la ceremonia comenzada el dia anterior, el 19 se procedió al juramento de la constitucion, primero por los diputados, luego por la Regencia. El presidente de las CORTES pronunció un breve y sentido discurso, recomendando á los regentes la observancia de la constitucion, y en seguida contestó el de la Regencia con el siguiente:

Tienen los estados sus periodos señalados como los hombres: nacen y crecen como ellos, y tienen tambien sus dolencias con que perecen. Los sintomas que se dejaban ver en la heróica nacion española, manifestaban ser demasiado graves. No podia ser leve enando tenia ocupado el lugar de la virtud, con que debian observarse las leyes, la licencia que las quebrantaba. Tan funesta disposicion la habia conducido con pasos acelerados al borde del precipicio, dejándola avanzada hácia él, de doude una mano disfrazada, acercándose como amiga, creyó arrojarle á él á un lijero impulso con alevosia. Iba á suceder asi...... pero descubierto el arrojo, recordó como un golpe eléctrico á los hijos de Pelayo, que estaban acostumbrados á levantar la cerviz para no consentir que cayese bajo el yugo. Con tan noble inspiracion corren å las armas, y se oponen, con sañndo rostro, al astuto invasor, empeñándole en una lucha que no habia entrado jamás en los vastos cálculos de su ambicion, ni la Europa toda se habia decidido à darle una sola leccion para que lo conociera, porque el hacerlo estaba reservado á la abatida España, que supo sacar de su afliccion y de su conflicto para resistirle, los esfuerzos que podia de la opulencia. Animada de ellos levanta su erguida frente: fija la vista en el peligro que te amenaza de presente, sin desviar la consideracion de las causas que de lejos la habian conducido á él con amargura; y para

acudir á ambos males à la vez, se decide con depuedo á combatir con la una mano, y á escribir leyes con la otra: leyes que forman su constitucion política, como el cimiento mas sólido de la prosperidad de la monarquia, y mas digna de ocupar el corazon de los españoles para su observancia, que del mármol y del cedro para su duracion. Esta es, señor, la obra que concebida en medio de los desvelos y de las vigilias de V M., se consuma y presenta á luz en este dia, que abre felizmente la época mas memorable à la nacion española. Es la emanacion estimable de la sabiduria de V. M., que comunicada á las últimas estremidades, y á los ángulos mas remotos de su dominacion en las cuatro partes del mundo, obligará á mudar las lágrimas del dolor en las del gozo, y efusiones mas espresivas del regocijo, como se dice baberlo hecho alguna vez el cielo, celebrando con una lluvia de oro el nacimiento de Minerva. Es la egida impenetrable de su defensa, y el depósito sagrado que encierra las leyes tutelares de su libertad é independencia, que la harán amable en la paz y respetable en la guerra. La Regencia, señor, que tan solemnemente tiene prometida á V. M. su observancia, como ahora nuevamente lo promete, velará con el celo mas ardiente en la parte que le toque, que el pueblo español, en ambos hemisferios, reconciliado dulcemente con el ósculo de paz, se conserve en ella y repose, cojiendo tranquilo los frutos que ella le ofrece bajo su sombra.»

Las últimas palabras del poder ejecutivo sirvieron de señal para que el pueblo, en todas sus escalas y gerarquias, alli reunido, saliese del salon de sesiones para dirigirse al Templo de la Divina Providencia. Todos, diputados y regentes, hombres y mugeres marcharon en procesion à la Iglesia para pedir á Dios la bendición sobre una obra, que habia sido reclamada por la justicia y la virtud, quebrantadas por la licencia y la tirania de la córte. Fué, pues, aceptada y jurada la constitucion por los españoles sin violencia, sin sorpresa y sin engaño, invocan

do solo el poder de las circunstancias, la inspiracion del cielo y el apoyo de la razon. Faltaba únicamente la presencia en Cádiz del monarca proclamado por la revolucion de 1808 y por las Cortes, y su ausencia fué un pretesto de que echaron mano los enemigos del pueblo. La virtud y la justicia no pueden hermanarse con los privilegios cortesanos, y este fué un pecado que purgaron los constituyentes.

El dia 20 se leyeron las felicitaciones que los funcionarios públicos, y los representantes de algunas comunidades religiosas dirigian al Congreso por la promulgacion de su obra, y una Memoria de la Regencia proponiendo algunas reformas en el sistema vigente de contribuciones. Despues se abrió discusion acerca de unas proposiciones de los señores Calatrava y Gallego, proponiendo el arreglo de las Audiencias y el planteamiento de los juzgados de primera instancia. En la sesión del 21 se acordó pedir informes sobre ella á la comision especial, y el Congreso resolvió ademas algunas incidencias de actualidad.-En la del 22 se dio cuenta de unas proposiciones del señor Cisneros, diputado americano, referentes å tribunales y consulados de comercio en su pais, y quedaron desechadas.—Igual suerte corrieron las que en el dia 25 presentaron los señores Gordillo y Uria, sobre eleccion de personas para el cargo de jefé politico, creado por la constitucion, y sobre arreglo del ramo de minería. Estos dias y el 24 invirtieron la mayor parte del tiempo en la lectura de los plácemes y ofrecimientos que dirigian á las CóRTES las corporaciones todas del heróico pueblo de Cádiz.-El 25 nada se trató que digno de referirse sea, y lo mismo sucedió en los restantes dias del mes.

TOMO III.

23

1812.-ABRIL.

El 1. aprobaron las CORTES un dictámen de la comision de Hacienda, proponiendo la reduccion de los empleados y sus sueldos, para poder ocurrir á los gastos de guerra, con los pocos recursos de que podia disponer la Regencia. Las felicitaciones seguian presentándose á las CORTES por la bondad de la constitucion promulgada.

El dia 2 tuvieron las CORTES el disgusto de oir la noticia de la muerte de su presidente el señor don Vicente Morales y Duarez, resolviendo que no se cubriese la vacante que dejaba eu la mesa del CONGRESO hasta la renovacion total de los cargos. Durante el resto de esta sesion y la del 3, se discutieron algunos puntos importantes de las minutas presentadas por la comision sobre arreglo y facultades de los ministros.

El 4 resolvieron las CORTES que no hubiese sesion en algunos dias de las próximas semanas para que las comisiones terminasen los trabajos pendientes antes de su disolucion. Entróse despues en el exámen de una minuta presentada por la comision de constitucion sobre el establecimiento del tribunal de Hacienda, y á pesar de lo mucho que sobre ello hablaron los diputados, quedo pendiente el asunto.

El 5 no hubo sesion y el 6 oyeron las CORTES CON particular agrado la certificacion del brigadier jefe del estado mayor del ejército de la isla, en que constaba que oficiales y soldados, imitando á sus generales y jefes habian prestado el juramento á la constitucion politica española, dando pruebas elocuentes de su amor à la libertad. La comision de Hacienda dió cuenta de unas proposiciones sobre extincion de la superintendencia general de rentas, creando en subrogacion una junta provin

cial directiva, y el CONGRESO, las aprobó con ligeras modificaciones, aceptando igualmente la que presentó el señor Argüelles para que el nombramiento de todos los empleados recayese en personas adictas à la constitucion. Dando tambien mucha importancia al establecimiento del tribunal especial de Hacienda, porque con él habia de arrancarse á las audiencias el conocimiento de los negocios contenciosos del ramo, se pronunciaron varios discursos en pró y en contra de su establecimiento, sin que las razones alegadas bastasen para dar por terminado el asunto.

El 7 no hubo sesion, rindiendo así un tributo de respeto á los restos mortales del señor Morales Duarez. La pompa con que se celebraron las exequias correspondió á la elevacion del cargo que habia desempeñado, siendo presidente del alto y soberano Congreso español.

El 8, despues de la lectura de cuatro felicitaciones, aprobaron las CORTES el establecimiento de dos impuestos; uno indirecto y otro directo, que hasta el planteamiento de la contribucion estraordinaria, proponia la junta de Cádiz para cubrir el déficit de los gastos de guerra.

El dia 9 no hubo sesion segun lo resuelto para que las comisiones adelantasen sus trabajos; y el 10 se trató de la proposicion del señor Argüelles, admitida á discusion el dia 6, y sobre ello se permitió el señor Ostolaza algunas palabras ofensivas á los autores de la constitucion, que tuvo que esplicar á instancias del presidente. Contestáronle dignamente los señores Villafañe, Argüelles y Toreno; y el CONGRESO, acojiendo las razones de estos elocuentes diputados, aprobó la proposicion, sin que nadie apoyase al Sr. Ostolaza. Reanudándose luego la discusion acerca del establecimiento del tribunal especial de Hacienda, hablaron en contra varios de los diputados notables y fué por último desaprobado el art. 1.o del proyecto, en la forma que lo habia presentado la comision.

El 11 se aprobó el aumento de los derechos de puerto, segun la Regencia propuso para ocurrir á los gastos de

« AnteriorContinuar »