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este modo todos los diputados podrán manifestar su opinion, asi los que somos contrarios al establecimiento de la inquisicion, como los que lo sostengan. La comision de constitución ha seguido el método que se sigue en todas las demas. La mayoría decide siempre, y presenta su dictámen sin aguardar á que los que disienten presenten su voto particular: la de constitucion ha tenido la urbanidad de dejar á los señores que se separan de su dictámen quince ó veinte dias para estender el suyo; ha pasado este término, y nos vienen ahora pidiendo tiempo ilimitado, de modo que asi podriamos depender de su voluntad para ventilar este asunto. Conviene tener presente que el informe de la comision rueda sobre la decision que se tomó hace seis ó siete meses de que pasase á ella para que nos instruyese sobre si la inquisicion era ó no compatible con la constitucion. La comision acordó su incompatibilidad hace tiempo, y en vista de esta resolucion la fraccion estendió su dictámen, que, despues de discutido por todos los individuos de la comision, fué aprobado por su mayoría. Esto es lo cierto; pues aunque todos los señores me merecen el mayor crédito, yo me alengo en cosas de esta especie á los documentos que dan fé, y siéndolo aqui las actas de la comision, estas arrojan de sí lo que acabo de indicar, y de lo cual todo el CONGRESO se habrá hecho cargo con la lectura de ellas. Asi que, conviniendo todos en que no se varie la práctica de este asunto, apoyo la opinion del señor Torrero en cuanto à que se imprima el dictámen de la comision, y añado que corra por cuenta de sus individuos para la mas pronta ejecucion,» Usaron tambien de la palabra en contra y en prò los señores Ynguanzo y Argüelles, y el resultado fué acordar el CONGRESO, de conformidad con el dictámen del conde de Toreno.-Nuevo triunfo de las ideas liberales, nuevo motivo de guerra contra las CóRTES.

La siguiente esposicion, leida en la sesion del dia 12, autorizada con 764 firmas, entre las cuáles se veia la TOMO IV.

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del poeta-politico Martinez de la Rosa, era la voz de alerta, que la pátria daba á la agonizante revolucion. Hé aqui su contenido: «Señor, las juntas provinciales, la Central y la primera Regencia, veian irse extinguiendo el fuego patriótico que abrasaba nuestros corazones en los primeros dias de nuestra gloriosa revolucion; y se consideraban como una autoridad interina, sin opinion y sin fuerza para tomar las grandes medidas que la salvacion del estado exigía, y que eran necesarias para mantener el entusiasmo público. Su pusilanimidad las desacreditó; y á este descrédito debemos la reunion de V. M., única y última esperanza de todos los buenos españoles.-La publicidad de las sesiones, los decretos de la noche del 24 de setiembre, y el de la libertad de imprenta, nos demostraron que V. M. franqueaba á sus representados el camino de la independencia nacional y de la libertad civil. El decreto de señorios confirmó mas esta última idea, y la constitucion que V. M. acabó de sancionar el 17 de marzo de este año, fijó para siempre el feliz destino de los españoles. Nuestros votos han sido cumplidos. V. M. desempeñó los poderes que le habia dado la nacion mas heróica, con la obra primera y mas completa en su clase que ha visto el mundo.-Pero no basta, Señor, no basta la justicia con que V. M. apartó de si desde el principio toda idea de ambicion, reservándose solo el poder legislativo; ni el pundonor de sus individuos en renunciar á los favores del Gobierno mientras fuesen diputados y un año despues. Aun así todos estos decretos no son mas que planes bien acabados y acopio abundante de preciosos materiales. La obra está por hacer.-Los que suscriben, habitantes todos ó refugiados en este recinto, no insultarán al Gobierno; deben respetarlo mientras V. M. no le retire su confianza; pero asi como diez meses há dieron el ejemplo, laudablemente seguido por todas las corporaciones de la monarquia, de felicitar á V. M. por la constitucion que estaba acabando de discutir, reclaman ahora francamente de V. M.

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la observancia de esta misma constitucion, ejerciendo el derecho sancionado en su articulo 373.-El 19 de marzo se publicó y juró en Cádiz la constitucion; ¿se ha publicado y jurado ya en todos los pueblos de la peninsula libres de enemigos? ¿Se han nombrado ya en las provincias diputados para las presentes CORTES? ¿Tienen ya diputaciones provinciales, ayuntamientos constitucionales, audiencias segun la constitucion? ¿Se ha preferido acaso emplear este tiempo en organizar los ejércitos y las milicias provinciales para igualar el servicio personal? ¿Se habrá dado el primer lugar al restablecimiento de la Hacienda nacional y á los medios constitucionales de reparar el déficit? ¿0 se habrá creido que to dós estos bienes eran pasageros cuando no se afianzaban en la libertad civil, efecto del orden y de la po licia interior, y en la instruccion pública?-Nada se ha concluido: casi todo está aun por empezar; y cada una de las anteriores advertencias comprende un sin fin de omisiones, abandonos y culpas parciales, en que no entran los que suscriben, porque haeia cualquier a parte que V. M. vuelva los ojos no verá mas que reclamaciones, quejas y gemidos de los pueblos, hasta el estremo (vergüenza es decirlo) de haberles acibarado la alegria de verse libres del yugo enemigo el caos en que se les ha envuelto.-V. M. manda: sus disposiciones, aun las mas sencillas, no se cumplen mientras se pueden eludir, poniéndose á resguardo el ejecutor. Se repiten los decretos y precauciones para activar la ejecucion y mejorar de ejecutores; y V. M. ocupa en valde casi todo el tiempo en fiscalizar al poder ejecutivo.-Entre tanto, Señor, un enjambre de escritores y de intrigantes se ocupan en desacreditar á V. M., mientras otro enjambre de agentes del Gobierno embaraza, estorba, dificulta, enreda, representa y consulta á V. M. en vez de auxiliarle; y le mete en cuestiones prolijas, desagradables y amargas, que le hacen perder el tiempo.-Todos estos, señor, ya que no han podido, á pesar de sus esfuerzos, evitar la revolucion,

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obran con plan y de concierto; y resueltos à probar los azares de la guerra civil, en que nos ha de sumergir el abandono y confusion del estado, quieren mas bien perderse con él y capitular con Napoleon, que ver libre y feliz el pais que antes tiranizaban. El Gobierno tolera, cuando menos á los unos, y está absolutamente entregado á los otros. V. M. lo conoce y lo vé y los esponentes tienen derecho á pedirle que obre como piensa, como puede y como debe.-Cádiz 50 de noviembre de 1812. Señor Santiago de Aldama.-Juan Alvarez Guerra.-Alvaro Gonzalez de la Vega. Frey Domingo Benito Quintana.—Guillermo Strachan.-Juan Francisco Ribera.-Francisco Martinez de la Rosa, etc., etc.

Concluida la lectura de las firmas, que cerraban los nombres del conde de Noblejas, mariscal de Castilla y don Bartolomé José Gallardo, se acordó que pasára á la comision que entendia en unas memorias presentadas por los ministros el dia 50 de octubre. El señor Gonzalez, apoyando la idea del presidente, se lamentó de que á los firmantes se les tachase de exaltados, cuando en efecto no eran mas que buenos y leales españoles, amantes de la constitucion y de las reformas liberales. Como se vẻ, entonces Martinez de la Rosa formaba en las filas avanzadas del progreso con los Gallardos, Quintana, Flores Estrada y Toreno: exaltado en sus primeros años, ha sido, andando el tiempo, el creador del partido moderado, à quien combatia entonces, y á quien debiera combatir hoy, si su amor à la libertad no fuese solo un rasgo poético.-Pero apartemos un poco la vista de la historia de los hombres públicos para completar el primer cuadro de nuestras CORTES. La sesion del 12 se concluyó con la lectura del informe sobre las Memorias del Ministerio, resultando de él que entre todos los secretarios del Despacho el que mas habia abusado de la longanimidad del CONGRESO, atribuyendose facultades discrecionales, era el encargado del departamento de la guerra. Sin plan militar y sin conocimiento de la administracion, sus disposiciones sirvieron so

lo para disgustar á los generales de nuestros ejércitos y para introducir el caos en la Hacienda. La ignorancia ar mada constituye la peor de las tiranias.

Aunque en todas las sesiones se leian escritos de pueblos, empleados y particulares, felicitando à las CORTES por haber dotado al pais con una constitucion liberal, no queremos dispensarnos de copiar el final de la que el dià 18 se presentó del duque de Frías y Uceda, marqués de Villena.... «Los que tibios no contribuyan á los deseos de V. M., son despreciables, los malevolos que se opongan, reos de lesa nacion¡Pero cuántos vemos que viven entre nosotros y qué debieran contribuir å la prosperidad de su pátria, que a pretesto de mil pretestos, por decirlo asi, se oponen á las instituciones, se atizan la discordia y fomentan la anarquia! ¿Pero cuándo? Cuando hay un enemigo tan poderoso como militar que descaradamente trata de sojuzgarnos. En vez de hacer armas contra Napoleon, las hacen contra sus compatriotas: en vez de suspirar porque en España no haya jamás Napoleones, se obstinan en combatir el escudo de las leyes, que son las únicas para evitarlo. Señor, para los imbéciles y malvados son útiles los déspotas, para los ilustrados y virtuosos perjudiciales; vea, pues, V. M. á qué clase pertenecen los que oponiéndose á sus intenciones, anhelan por el restablecimiento de las arbitrariedades. V. M. es responsable à la nacion y à la Europa, cuya justicia nos hemos propuesto vindicar los españoles, si no arrolla con noble constancia cuanto se oponga å radicar la libertad de los ciudadanos que le constituyeron. Por una suerte honrosa soy español; por una feliz un ciudadano, cuyos haberes me hacen de los mas visibles en mi patria. Mil veces he consagrado mi vida á defenderla; pero hoy puedo añadir el consagrarla mis bienes, mis propiedades. Si señor, una de las primeras familias de España, vuelta à su lustre por mi espada, viene á aparecer en la monarquia, no solo con los blasones heráldicos, sino con los del sincero patriotismo de su poseedor. Estos, mas útiles y bienhechores que aquellos, son

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