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excusaron con todo cuidado, resueltos de defender su seoso de satisfacerse, rompió por la Lusitania 6 Portulibertad con las murallas y guarnicion y con las vitua- gal, corrió los campos, mató, quemó y robó todo lo llas que tenian recogidas para mucho tiempo, sin em- que topaba. Acudieron embajadores de aquella gente bargo que los moradores eran muchos, y asaz gran nú

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movidos destos daños. Hizoles el Pretor un razonamienmero de gente de á pié y de á caballo de los pueblos co- to muy cuerdo y muy elegante, como persona que era marcanos se habian acogido á aquella ciudad. Solo hi- de los mas señalados oradores de Roma, y como tal encieron algunas salidas y trabaron algunas escaramuzas,

tre los demás le cuenta Ciceron. Excusó lo que habian en que no sucedió cosa que sea de contar, sino fué que hecho, por ser forzados de la necesidad. Dijoles que Scipion venció en desafío cierto español principal, ro- pues la falta y esterilidad de la tierra los ponia en sebusto y de grandes fuerzas, con quien , dado que ordi- mejantes ocasiones, avisasen á los suyos de su volunnariamente delante los reales desafiaba á los romanos, tad, que era darles muy mejores campos donde moraninguno dellos se atrevió á hacer armas. Padecia el sen y tuviesen sus labranzas para que sin agrario de los Cónsul grande falta de visuallas; el sustento ordinario comarcanos se pudiesen sustentar. Señalóles dia en de sus soldados era trigo cocido y cebada además de al- que se viniesen para él repartidos en tres escuadras. guna caza ; la falta de la sal era la que mas los trabaja- | Ellos, persuadidos que les venia bien ajuel pårtido, sin ba. Por estas incomodidades y por las aguas que, como

sospechar mal ni engaño, obedecieron y cumplieron lo de sierra, eran muy delicadas, muchos soldados comen- que les era mandado. Engañólos su pensamiento, y el • zaron á enfermar de cámaras; entrelenialos empero Prelor, no solo no les guardó su palabra, antes como vela esperanza de apoderarse de aquella ciudad. Para ba- nian descuidados fueron todos despojados de sus armas tirla juntaron madera , hicieron ingenios á propósito, у muertos : brava carnicería y deslealtad. Parte de los con que gran parte de la muralla echaron por tierra. despojos se dió á los soldados; con lo demás se quedó Los soldados por las ruinas y por la batería pretendian el mismo Galba, con que se entiende vino á ser adelante entrar en la ciudad, y aun Scipion fué el primero que

el mas rico de los ciudadanos romanos. subió á lo mas alto; por lo cual despues fué públicamente alabado, y le fué dada la corona mural. Mas

CAPITULO II. acudieron los de dentro con tanto esfuerzo, que reba

De la guerra de Viriato. tieron a los romanos, sin que pudliesen pasar adelante; y la carga que les dieron fué tan grande, que por la Está crueldad de Galba dió ocasion para que los napriesa del retirarse no pocos se ahogaron en una laguna turales, mas alterados que espantados, emprendiesen que por allí estaba. La noche siguiente los cercados re- de nuevo otra guerra muy famosa, llamada de Viriato; pararon la parte del muro derribado con grande dili- y es así comunmente, que unos males vienen asidos de gencia y cuidado. Vióse el Cónsul á pique de alzar el y

de otros, y el fin de un desastre y daño suele ser mucerco sin hacer efecto, si la hambre no forzara á los de chas veces principio de otra mayor desgracia, y el redentro á entregarse. Tratose pues de concierto, y por medio convertirse en mayor daño. No hay duda sino medio de Scipion, de quien se fiaban mas que del Cón- que la guerra de Viriato por espacio de catorce años sul, hicieron sus asientos. Las condiciones fueron to- enteros que duró, con diferentes trances que luvo, lerables, ca solamente se mandó á los ciudadanos que trabajó grandemente el poder de los romanos. Fué Vidiesen diez mil sayos y cierto número de jumentos y riato de nacion lusitano, hombre de bajo suelo y linaje, rehenes para la seguridad. Dinero, ni le tenian ni le de- y que en su mocedad se ejercitó en ser pastor de gas seaban, por ser hombres montañeses que vivian de la nados. En la guerra fué diestro; dió principio y muese labranza y de la cria de sus ganados. Movió el Cónsul | tra siendo salteador de caminos con un escuadron de con sus gentes de aquella ciudad; revolvió sobre Pa- gente de su mismo talle. Eran muchos los que le aculencia, pero no pudo sujetarla ni rendirla. Algunos sos- dian y se le llegaban , unos por no poder pagar lo que pechan que desde Castilla la Vieja dió la vuelta hácia debian, otros por ser gente de mal vivir y malas mañas; el Andalucía, y no paró hasta el estrecho de Cádiz, don- los mas por verse consumidos y gastados con guerras de, como dice Plinio, presentaron á Lucullo la cabeza tan largas deseaban meter la tierra á barato. Con esta de un pulpo de grandeza increible. Añaden que desde gente, que ya llegaba á campo formado, comenzó á allí corrió toda aquella tierra hasta la Lusitania. Sergio trabajar los comarcanos , en especial los que estaban Galba, á quien, como se dijo, encargaron el gobierno de á devocion de los romanos, por aquella parte por donla España ulterior, no estaba ocioso, antes en el Anda- de Guadiana desboca en el mar. A la sazon que las colucía hacia rostro á los lusitanos, que hacian correrías sas se hallaban en estos términos, Galba se partió de y entradas por aquellas partes, con que trabajaban á España acabado su gobierno, y vino en su lugar Marco los confederados del pueblo romano. Pero como se atre- Vitilio, año de la fundacion de Roma de 604, el cual viese en cierta ocasion á pelear con los enemigos'en sa- puso todo cuidado en deshacer á Viriato y apagar zon que sus soldados se hallaban cansados del camino, aquella llama; pero él, dejada la Lusitania , se pasó fué desbaratado y muertos siete mil de los suyos, for

al estrecho de Cádiz , y con resolucion de excusar zado con los demás á huir y meterse en Carmena, como la batalla , se entretenia en lugares fuertes y áslo dice Apiano (entiendo que la de decir Carmona, peros. Acudió el Pretor, y con un cerco que tuvo sociudad en aquel tiempo la mas fuerte de aquellas par- bre aquella gente muy apretado, redujo a aquellos soltes, y que estaba asentada cerca de los pueblos llama- dados, que ya comenzaban á sentir la hambre, á prodos Cuneos), donde se refiere que el Pretor pasó el in- bar secretamente si habria esperanza de concertarso. vierno, sin descuidarse punto en rehacerse de fuerzas y Pedian campos donde morasen , y prometian de manjuntar gentes. Con que luego que abrió el tiempo, de- tenerse en la amistad y sé del pueblo romano. Daba de

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CAYO MINUCIO HIJO DE CAYO LEMONIA LUBATO TRIBUXO DE LA LE

ADORMECIDO DE LAS HERIDAS EL EMPERADOR CLAUDIO UNIMAXO

SOLDADO LUSITAXO, Y MANDADO CURAR SOBREVIVI POR ALGUNOS

buena gana el Pretor oidos á estas práticas. Supo Vi- sin embargo que. Lucio Scribonio Libon, tribuno del riato lo que pasaba , y con un razonamiento que hizo á pueblo , y Marco Calon le apretaron con todas sus fuersus soldados, mudaron de parecer. Púsoles delante con zas. Despues, desto Claudio Unimano, con nombre de cuánto peligro pondrian en manos de los romanos sus pretor , vino de Roma el año de 606 contra Viriato; vidas y libertad, en quien ninguna cosa se conocia de mas fué por él vencido y muerto con gran parte de su · hombres fuera de la apariencia y el sonido de la lengua ejército que pereció en aquella batalla. Los haces de lumana; que si ningun ejemplo hobiera para muestra varas y alabardas, que eran insignias del magistrado, desto, como quier que eran muchos y sin número, por fueron puestas por memoria de aquella victoria y á malo que hizo Galba podian entender que no les era seguro nera de trofeo en los montes de la Lusitania, con tanto dejarse engañar de buenas palabras; que les estaria espanto de los romanos en adelante, y tanto atrevimejor seguirle a él, que era su caudillo, y por sus con- miento de los españoles, que trecientos lusitanos no sejos y mandado llevar adelante lo comenzado, como dudaron de trabar pelea con mil soldados romanos, y gente esforzada no rendirse por verse á la sazon apre- en ella mataron mas en número que ellos eran. Acontados, que los tiempos se mudan. Aprobaron todos este teció otrosí que un peon español puso en huida á muparecer, y para engañar á los romanos sacaron sus gen- chos hombres de á caballo de los romanos, que espantes con muestra de querer pelear. Pusieron la caballe. tados y atónitos quedaban de ver que aquel hombre de ría por frente, y los peones entretanto se pusieron en un golpe mató un caballo y cortó á cercen la cabeza salvo en los bosques que cerca estaban. Despues todos del que en él iba. La batalla en que Claudio Unimano juntos se fueron á una ciudad llamada Tribola, donde quedó desbaratado muestra se dió en el campo y copensaba Viriato entretenerse y continuar la guerra. marca de Urigue en Portugal una piedra que allí está Acudieron los romanos; armóles cerca de aquella ciu- de las mas notables que liay en España de romanos, y dad una celada, en que mató hasta cuatro mil dellos y la pone Andrés Resendio en las Antigüedades de Porcon ellos al mismo Pretor. Los demás se salvaron portugal, cuyas palabras, vueltas en castellauo y suplidas los piés, y se recogieron á Tarifa; allí como los roma- algunas letras que fallan, son: nos ayudados de nuevos socorros de los celtiberos tornasen á probar ventura , todos perecieron en la pelea. GION DÉCIMA GEMINA : AL CUAL EN LA BATALLA CONTRA VIRIATO En lugar de Vitilio vino al gobierno de la España ulterior el pretor Cayo Plaucio, año la fu on de DESAMPARO POR MUERTO, GUARDADO POR DILIGENCIA DE EBUCIO Roma 605. Llegó á sa zon en España que Viriato corria los campos, primero de los turdetanos, y despues

DIAS : MORÍ TRISTE POR XO GRATIFICAR A LA MANERA DE ROMA

NOS Á QUIEN BIEN LO MERECIA. de los carpetanos. Llegados los romanos á vista, dió muestra de huir; siguiéronle los contrarios desapode- El año siguiente, que se contaba de Roma 607, Caradamente, revuelve sobre ellos, y pasa á cuchillo yo Nigidio, enviado en lugar del Prelor muerto, peleó cuatro mil que se habian adelantado mucho. El Pre- 110 con mejor suceso contra Viriato cerca de la ciudad tor, con deseo de librarse desta infamia mas que de Viseo en la Lusitania ó Portugal, do escriben está por esperanza que tuviese de la victoria, pasó adelante un sepulcro de Lucio Emilio, que murió en aquella en seguimiento del enemigo hasta llegar al monte de pelea. Fué este año memorable y señalado, no tanto por Vénus, donde pasado el rio Tajo, Viriato se hizo fuerte. las cosas de España como por el consulado de Publio Allí vinieron de nuevo á las manos en una batalla en Cornelio Scipion , de quien arriba hablamos, y al cual que fué destrozado no menor número de romanos que el cielo guardaba la gloria de destruir á Cartago la Granantes. De lo cual quedó el Pretor tan escàrmentado y de, como lo hizo por este mismo tiempo, de donde lite medroso, que en medio del estio, como si fuera en in- l'amado Africano, sobrenombre que pudo heredar de vierno, se estuvo encerrado en las ciudades con mayor su abuelo. Consta asimismo que C. Lelio, aquel que confianza que tenia en las murallas que en sus fuerzas. en Roina tuvo sobrenombre de Sabio, como lo testilicó Esta batalla creen algunos que se dió en la Lusitania Ciceron, vino por este mismo tiempo á España y fué el y cerca de la ciudad de Ebora, por causa de un sepulcro primero que comenzó á quebrantar las fuerzas y feroque se ve hoy en 'aquella ciudad con una letra en latin cidad de Viriato, por ser persona que ayudaba el essuerque en romance quiere decir:

zo y destreza con la prudencia , experiencia y uso que LUCIO SILON SABINO EN LA GUERRA CONTRA VIRIATO, EN EL DIS

tenia de muchas cosas; y con esta empresa se bizo mas TRITO DE EBORA DE LA PROVINCIA LUSITANA, PASADO CON MUCHAS

esclarecido y nombrado que antes. Tambien es cosa SAETAS Y DARDOS, Y LLEVADO EN HOMBROS DE LOS SOLDADOS Á averiguada que el año que se contó 609 de la fundacion CATO PLAUCIO PRETOR, MANDÉ QUE DE MI DINERO SE ME HICIESE de Roina , Q. Fabio Máximo Emiliano, hermano de SciAQUÍ ESTE SEPULCRO, EN EL CUAL NO QUERRIA QUE ALGUNO pion, liecho cónsul , vino en Espaủa contra Viriato por FTESE PUESTO NI, ESCLAVO, NI LIBRE. SI DE OTRA MANERA SE órden del Senado, que, cuidadoso de aquella guerra, TICIESE, QUERRIA QUE LOS HUESOS DE CUALQUIERA SE SAQUEN mandó que el uno de los cónsules partiese para España; DE MI SEPULCRO, SI LA PATRIA SERÁ LIBRE.

y para suplir la falta que tenian de soldados viejos, hiEste letrero es el mas antiguo de todos los que en cieron de nuevo gente en Roma y por Italia , con que España de romanos se hallan. En el entretanto que es- se juntaron quince mil infantes y dos mil caballos. Estas cosas en España pasaban , Galba fué en Roma acu- tos se embarcaron para España, y llegaron á una ciule sado de haber quebrantado la fé y palabra á los lusita- dad llamada Orsuna, la cual se entiende sea la que hoy nos, y por el mismo caso dado causa á los males y da- se llama Osuna en el Andalucía. Detúvose allí el Cónños que resultaron en aquella tierra. Valióle para que le sul algun tiempo hasta tanto que con el ejercicio se bidiesen por libre el mucho dinero que llevó de España, ciesen diestros los soldados; y en el entretanto fué á

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Cádiz, que cae no lejos de allí, y en el templo de Hér- Popilio, el año 611, vino al gobierno de la España cicules ofreció sacrificios y hizo sus votos por la victoria. terior el cónsul Q. Cecilio Metello, el que, por haber Al contrario, Viriato , avisado de los apercebimientos, sujetado la Macedonia, ganó renombre de Macedónico. que bacian los romanos para su daño, se determinó ir á Su venida fué para sosegar las alteraciones de los celliverse con ellos. Fué al improviso su llegada, y así mató beros, que por diligencia de Viriato y á sus ruegos se los leñadores y forrajeros del ejército romano y asi- comenzaban á levantar. De un cierto Quincio se sabe mismo los soldados que llevaban de guarda. El Cónsul, que prosiguió la guerra contra Viriato, sin que se endespues desto, vuelto de Cádiz á sus reales, sin embar- tienda si como pretor ó por mandado y coinision del go que Viriato le presentaba la batalla , acordó de tra- Cónsul. Lo mas cierto es que á las haldas del monte de bar primero escaramuzas, y con ellas liacer prueba asi Vénus, cerca de Ebora de Portugal, este Quincio vende los suyos como de los contrarios, excusando con ció en batalla á Viriato; pero como vencido se rehiciese todo cuidado la batalla hasta tanto que los suyos cobra- de fuerzas, revolvió sobre los vencedores con tal brio, sen ánimo, y quitado el espanto, entendiesen que el que, hecho en ellos gran daño, los forzó á retirarse enemigo podia ser vencido y desbaratado. Continuó esto tan desconfiados y medrosos, que en lo mejor del otoño, por algunos dias; al fin dellos se vino á batalla , en que como si fuera en invierno, se barrearon dentro de CórViriato fué vencido y puesto en huida. El ejército ro- doba, sin hacer caso ni de los españoles, sus confedemano, por estar ya el otoño adelante y llegarse el in- rados, ni aun de los romanos, que, por estar de guarvierno , fué á Córdoba para pasar allí los frios. Viriato nicion en lugares y plazas no lan fuertes, corrian riesgo reparó en lugares fuertes y ásperos, que, por tener los de ser dañados. Metello hacia la guerra en su provincia, soldados curtidos con los trabajos, llevaban mejor la y sosegó los celtiberos; por lo menos Plinio dice que destemplanza del tiempo, sin descuidarse de solicitar venció los arevacos; y sin embargo, el año siguiente, socorros de todas partes. En particular envió mensaje- que fué el de 612, le prorogaron á él el cargo y gobierno ros con sus cartas á los Arevacos, á los Belos y á los Ti- de la España citerior, y para la guerra de Viriato vino tios, pueblos arriba nombrados, en que les hacia ins- el cónsul Quinto Fabio Servilio, hermano que era adoptancia que tomasen las armas por la salud comun y por tivo de Fabio Emiliano. Trajo en su compañía diez y la libertad de la patria , que por su esfuerzo el tiempo ocho mil infantes y mil y quinientos caballos de socorro. pasado habia comenzado á revivir, y al presente corria Demás desto, el rey Micipsa, hijo de Masinisa , le envió gran riesgo si ellos con tiempo no le ayudaban. Daban desde Africa diez elefantes y trecientos hombres de á aquellos pueblos de buena gana oidos á esta rccuesta, caballo. Todo este ejército, con los demás que antes que fué el principio y la ocasion con que otra vez se des- estaban al sueldo de Roma, no fueron parte para que pertó la guerra de Numancia, como se dirá en su lugar, Viriato en el Andalucía, do andaba, no los maltratase luego que se hobieren relatado las cosas de Viriato. con salidas que hacia de los bosques en que estaba esTuvo el consulado junto con Fabio Emiliano, por cuyo condido, con tanto esfuerzo, que forzaba a los contrarios órden y valor se acabaron las cosas ya dichas en Espa- á retirarse á sus reales, sin dejalles reposar de dia ni de ña, otro hombre principal llamado Lucio Hostilio Man- noche con correrías que hacia y rebates y alarmas que cino, del cual se podria creer que vino tambien á Es- de ordinario les daba, hasta tanto que, mudadas sus paña, y en ella venció á los gallegos, si las inscripciones estancias, llegaron á Utica, ciudad antiguamente del de Anconitano tuviesen bastante autoridad para liarse Andalucía. Desde allí Viriato por la falta de vituallas de lo que relatan en este caso. Otros podrán juzgar el se retiró con los suyos á la Lusitania. El Cónsul, libre crédito que se debe dar á este autor; á la verdad, por de aquella molestia y sobresaltos, acudió á los pueblos algunos hombres doctos es tenido por excelente maes- llamados Cuneos, donde venció dos capitanes de salteatro de fábulas y por inventor de mentiras mal forjadas. dores, llamados el uno Curion, y el otro Apuleyo, y lo

mó por fuerza algunas plazas que se tenian por Viriato CAPITULO IV.

con gruesas guarniciones de soldados que en ellas'tenia

puestas. Los despojos que ganó fueron ricos, los cauliDe lo que Q. Cecilio Metello hizo en España.

vos en gran número, de quien hizo morirquinientos, que El año siguiente, que se contó de la fundacion de eran los mas culpados; los demás, en número de diez Roma 610, salieron por cónsules Servilio Sulpicio Galba mil, hizo vender en pública almoneda por esclavos. y Lucio Aurelio Cota, entre los cuales se levantó gran Entre tanto que todas estas cosas pasaban en la España contienda sobre cual dellos se debia encargar de lo de ulterior aquel verano, Metello ganó grande honra por España, porque cada cual pretendia aquel cargo por lo sujetar de todo punto los celtiberos y haberse apodeque en él se interesaba ; y como el Senado no se con- rado por aquellas partes de las ciudades llamadas en formase en un parecer, Scipion, preguntado lo que le aquel tiempo Contrebia , Versobriga y Centobriga. De parecia sobre el caso, respondió que ni el uno ni el otro Metello es aquel dicho muy celebrado á esta sazon, porJe contentaban : «El uno, dice, no tiene nada , al otro que, como por engañar y deslumbrar al enemigo munada le harla »; teniendo por cosa de no menor incon- dase y trajese el ejército por diversos lugares sin órden, veniente para gobernar la pobreza que la avaricia, ca á lo que parecia, y sin concierto, preguntado cerca de la pobreza casi pone en necesidad de hacer agravios, la ciudad de Contrebia por un centurion, que era capila codicia trae consigo voluntad determinada de bacer tan de una compañía de soldados, cuál era su pretenmal. Con esto enviaron al pretor Popilio; dél refiere sion en lo que hacia , respondió aquellas palabras mePlinio que Virialo le entregó las ciudades que en su morables : « Quemaria yo mi camisa si entendiese que poder tenia ; que si fué verdad debió maltratalle en al- en mis secretos tenia parte.» Varon por cierto hasta guna batalla y ponelle en grande aprielo. Despues de l aquí de prudencia y valor aventajado, dado que por lo

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que se sigue ninguna loa merece ; pero ¿quién hay que año pasado ni en gran parte del presente pudo hacer no falte? quién hay que tenga todas sus pasiones ar- cosa alguna de momento, además que por estar su prorendadas? Fué así que le vino aviso como en Roma te- vincia sosegada ni se ofrecia ocasion de alteraciones ni nian nombrado para sucedelle en aquel cargo Quinto de emprender grandes hechos. Por el contrario, el cónPompeyo, de que recibió tanta pena, que se delerminó, sul Servilio en el Andalucía puso cerca de la ciudad para enflaquecelle las fuerzas, despedir a los soldados de Arsa á Viriato en huida. Siguióle hasta la Carpetay hacer que dejasen las armas, descuidarse en la pro- nia, que es el reiro de Toledo, donde con cierto ardid vision de los graneros públicos, quilar el sustento á los de guerra se le escafé de las manos. Dió muestra que elefanles, con que unos murieron , otros quedaron muy queria la batalla, y puestas sus gentes en ordenanza y flacos y sin ser de provecho: tanto puede muchas ve- por frente la caballería , entre tanto que los romanos se ces en los grandes ingenios la envidia y la indignacion. aparejaban para la pelea, hizo que su infantería se reEste desórden fué causa que, vuelto a Roma, no le otor- tirase á los bosques que por allí cerca caian. Esto hegaron el triunfo, por lo demás muy debido á su valor y cho, con la misma presteza se retiró la caballería, do á las cosas que hizo. Vino pues el cónsul Quinto Pom- suerte que el Cónsul, perdida la esperanza de baber á peyo á la España citerior el año 613 de la ciudad de las manos por entonces enemigo tan astuto y tan recaRoma. Serviliảno, por órden del Senado, continuó su lado, se encaminó con sus gentes la vuelta de los Vecgobierno en la España ulterior, donde recibió en su gra- tones, donde hoy está Extremadura. Desde allí revolvió cia á Canoba, capitan de salteadores, que se le entregó; sin parar hasta Galicia, donde habia grande soltura y y á Viriato, que estaba sobre la ciudad de Vacia, forzó todo estaba lleno de muertes y robos. Viriato, cansado á alzar el cerco y á huir, ocasion para que muchos pue- de guerra tan larga y poco confiado en la leallad de sus blos por aquella comarca se le rindiesen. Juntaba Ser- compañeros, ca se recelaba no quisiesen algun dia con viliano con la diligencia, que era muy grande, la seve- su cabeza comprar ellos para sí la libertad y el perdon, ridad y el rigor del castigo, en que era demasiado. Por- acordó de enviar al Cónsul tres embajadores de paz. gne cortó las manos a todos los compañeros de Canoba, Muchas veces se pierden los hombres por el mismo cay fuera dellos á otros quinientos cautivos que faltaran mino que se pensaban remediar. Recibiólos el Cónsul en la fe y desampararan sus reales. Lo mismo con que con mucha cortesía y humanidad, regalólos de presente pensó amedrentar y poner espanto alteró grandemente con dones que les dió; y para adelante los cargó de á los naturales y causó notable mudanza en las cosas; grandes promesas que les hizo , con tal que matasen á que todos naturalmente aborrecen la fiereza y la cruel- su capitan estando descuidado, y por este medio libradad. Manteníase en la devocion de Viriato una ciudad sen á sí mismos de tantos trabajos y de una vida tan mipor nombre Erisana; pusiéronse sobre ella los roma- serable, y á su tierra de tantos males y daños. Guárnos. De noche el mismo Viriato, sin ser descubierto ni danse los malos entre sí poco la lealtad ; así fácilmente sentido se metió dentro; y luego la mañana siguiente se persuadieron de poner en ejecucion lo que el Cónsul dió tal rebate sobre los enemigos, que ha!!ó descuida- les rogaba. Concertada la traicion, se despidieron con dos, que, con muerte de muchos, puso a los demás en buena respuesta que en público les dió y con muestra huida. Repararon en un lugar no muy fuerte, y esta- de querer efectuar las paces. Descuidose con esta esban todos para perecer. Parecióle á Viriato buena co- peranza Viriato, con que ellos hallaron comodidad para yuntura aquella para concertarse con el enemigo á su cumplir lo que prometieran; entraron do estaba durventaja, movió tratos de paz; resultó que se hizo con- miendo, y en su mismo lecho le dieron de puñaladas. federacion, en virtud de la cual los romanos escaparon

Varon digno de mejor fortuna y fin, y que, de bajo lucon las vidas, y él fué llamado amigo del pueblo romano, gar y humilde, con la grandeza de su corazon, con su á sus soldados y confederados dado todo lo que tenian valor y industria trabajó con guerra de tantos años la

уі y habian robado; grande ultraje y afrenta de la majes- grandeza de Roma; no le quebrantaron las cosas adlad romana, la cual aun encareció mas y subió de pun- versas, ni las prósperas le ensoberbecieron. En la guerto en Roma Quinto Servilio Cepion, enviado desde Es- ra tuvo allos y bajos como acontece; pereció por engapaña por embajador de su hermano Serviliano; maña ño y maldad de los suyos el libertador se puede decir con que granjeó las voluntades para que le diesen el casi de España, y que no acometió los principios del consulado, como lo hicieron, ca sué cónsul el año si- poder del pueblo roinano como otros, sino la grandeza guiente, de la ciudad de Roma 614, con órden que se y la majestad de su imperio cuando mas florecian sus le dió se encargase de la España ulterior y lo mas pres- arinas y aun no reinaban del todo los vicios que al fin lo que pudiese rompiese y quebrantase aquel concierto los derribaron. Hiciéroule el dia siguiente las exequias que se hizo con Viriato, como indigno y vergonzoso y y enterramiento, mas solemne por el amor y lágrimas hecho sin pública y bastante autoridad. Por donde no de los suyos que por el aparato y ceremonias, dado que parece llegado á razon ni cosa probable lo que refiere entre los soldados se hicieron fiestas y torneos y se saApiano, que el dicho concierto fué en Romu aproba-crificaron muchas reses. Los matadores, idos á Roma, do por el Senado y pueblo romano.

dieron peticion en el Senado, en que pedian recom

pensa y remuneracion por tan señalado servicio. Fuéles CAPITULO V.

respondido que al Senado y pueblo romano nunca agra

у Cómo Viriato fué muerto.

daba que los soldados matasen á su caudillo; así los

traidores son aborrecidos por los mismos á quien sirTuvo Quinto Pompeyo el gobierno de la España ci- ven, y muchas veces son castigados en lugar de las merterior por espacio de dos años; pero por el mal recau- cedes que pretendian. Sucedió á Viriato un hombrellado que halló, causado de la envidia de Metello, ni el mado Tantalo, menos aventajado que él en autoridud,

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de

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esfuerzo y prudencia. Este capitan en breve se entregó cusaban el riesgo de la batalla; y todas las veces que al Cónsul con todos los suyos, y fué recebido en su gra- los romanos movian contra ellos sus estandartes, se cia y amistad. A estos y á los demás lusitanos quitaron retiraban y ponian en salvo por la noticia que tenian de las armas y dieron tierras á propósito, que, ocupados aquellos lugares, que era consejo muy acertado. Pomen la labranza y entretenidos cou el trabajo y con la peyo, viendo que no hacia efecto contra los numantinos, pobreza, perdiesen la lozanía y la voluntad de alborotar- acordó de ponerse sobre la ciudad de Termancia, se y no tuviesen fuerzas aunque quisiesen hacello. donde asimismo fué rechazado, no con menor afrenta

que antes y con algo mayor pérdida de gente. Porque CAPITULO VI.

con tres salidas que en un dia bicieron los de Terman

cia le forzaron á retirarse á ciertas barrancas, lugares Como revolvió la guerra de Numancia.

ásperos y fuertes, de donde muchos de los suyos se desEl año mismo que por alevosía de los suyos fué muer- peñaron; tan grande era el miedo que cobraron, que to el famoso capitan Viriato, que se contaba de la fun- toda la noche pasaron en vela sin dejar las artnas. El dia dacion de Roma 614, los numantinos se alborotaron de siguiente volvieron a la pelea, que fue muy dudosa , sin nuevo, y se encendió una nueva y mas cruel guerra que declarar la victoria por ninguna de las partes hasta antes con esta ocasion. Habia Metello con su esfuerzo tanto que sobrevino la noche, en que Pompeyo se fué a y buena maña sujetado los celtiberos al imperio roma- la ciudad de Monlia con resolucion de excusar otra bano; solos los numantinos y los termestinos, conforme talla, que fué señal de llevar lo peor , y que pretendia á las capitulaciones y confederacion que antes tenian rehacerse de fuerzas y hacer que con el tiempo su gente asentada, fueron declarados por amigos del pueblo ro- cobrase ánimo. Tenia la ciudad de Manlia guarnicion mano, que era lo mismo que conservallos en su liber- de numantinos, y sin embargo se entregó á los romanos tad Entiéndese que los Termestinos estaban distantes por no poderse tener. Al presente hay un pueblo en de Numancia por espacio de nueve leguas, do al pre- aquella comarca, por nombre Mallen, por ventura asiento sente está una ermita que se llama de Nuestra Señora de aquella ciudad. A poderóse otrosí de los Termestide Tiermes. Quinto Pompeyo, por no estar ocioso y por nos que tornó á combatir , y no se hallaban con fuerzas parecer que hacia algo, pensaba cóino quitaria la liber- bastantes para defenderse, por quedar cansados y gas. tad á estas ciudades. Era menester buscar algun buen tados de los encuentros pasados. Restaban los numancolor. Pareció el mas á propósito achacarles que reci- tinos: antes que moviese Pompeyo contra ellos, deshizo bieran en su ciudad á los segedanos, los cuales, por á Tangino, capitan de salteadores, y le mató con toda cierta ayuda que enviaron á Viriato, incurrieron en mal su gente en aquella parte donde se tendian los Edetanos caso; que fué la causa, si otra no hobo, de temer el cas- y hoy está la ciudad de Zaragoza. Hecho esto, revolvió tigo, y por no tenerse por seguros en su ciudad, le- sobre Numancia, y porque el cerco iba á la larga, procogerse á los numantinos como amigos y comarcanos,

y

curó sacar de madre al rio Duero para que no entrasen ca Segeda se cuenta entre los Belos, y hoy entre las bastimentos á los cercados. Fué forzado á desistir desta ciudades de Soria y Osma hay un pueblo llamado Se- empresa por causa que los numantinos, con una salida ges, rastro, como algunos piensan, de aquella ciudad. que hicieron, maltrataron á los soldados contrarios, y El delito de que acusaban á los numantinos no era a los que andaban en la obra. Demás desto, le degollacosa tan grave, que a todos es lícito usar de benignidad l'on un tribuno de soldados con toda su gente, que iba y humanidad para con sus aliados; pero, sin einbargo, en guarda de los que traian vituallas y de los forrajeros. enviaron sus embajadores á Pompeyo para desculparse, Espantado Pompeyo por estos daños, detuvo los soldaque despidió él con afrenta y ultraje. Los numantinos, dos dentro de sus estancias, sin dejallos salir en el tiemconocido el yerro pasado y el riesgo que corrian, acor- po mas áspero del año, que sue causa de que muchos daron de alzar la mano de la defensa de los segedanos pereciesen de enfermedad, por no estar acostumbrados y renunciar su amistad, todo á propósito de aplacar á á aquella destemplanza del aire. Otros morian á manos los romanos. Avisaron desto á Pompeyo, y con nueva de los numantinos, que con sus salidas y rebates contiembajada que le enviaron le suplicaron renovase el nuamente los trabajaban. Por esta causa fué forzado concierto que tenian hecho con Graco. Pompeyo dió Pompeyo á mudar de parecer, y dado que el invierno por respuesta que no habia que tratar de paz ni de confederacion si primero no dejasen las armas. Con esto gentes por las ciudades comarcanas de su devocion. fué forzoso tornar a la guerra para con las armas defen- Corria ya el año de Roma de 615; en él el cónsul Marder las armas, que el enemigo junto con la libertad les co Pompilio Lenate fué señalado para el gobierno de pretendia quitar. Tocaron atambor, hicieron levas de aquella provincia en lugar de Pompeyo; pero mientras gente, con que juntaron ocho mil peones y dos mil ca- su venida se esperaba , al principio del verano se asenballos, pequeño número, pero grande en esfuerzo, y taron las paces con los numantinos. Procurólo Pomno muy desigual á la muchedumbre de los romanos. La peyo, sea por miedo de que en Roma le achacasen de conducta desta gente se encomendó á un capitan muy haber sido con su mal gobierno causa de aquella guererperimentado, por nombre Megara. No se descuido

ra, sea por no querer que con su trabajo y riesgo su Poinpeyo en lo que á él tocaba; antes en breve adelantó

sucesor llevase el prez y la honra de acabarla. Los nusus reales y los asentó cerca de Numancia, en que le- mantinos otrosí, cansados de guerra tan larga y por nia treinta mil infantes y dos mil de á caballo. Dában- tener falta de mantenimien:os, á causa de haber dejado les en que entender los numantinos, y con correrías la labranza de los campos, dieron de buena gana oidos que hacian desde los collados y con ordinarios rebates á aquellos tratos. Conviniéronse en que las condiciones mataban y prendiau á los que se desmandaban. Solo ex- de la paz, por ser desaventajadas para los romanos, se

dió l'estaba muy adelante, desistir del cerco y repartir sus

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