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contra él. Lisbona, Astapa ó Estepona, Sevilla y otros pueblos se le allegaron. Estas grandes alteraciones tuvieron fácil salida, porque Homar, mudado propósito, alcanzó perdon y se reconcilio con el Rey. Esta facilidad del perdon lé fué òca> sion y le dió ánimo para tornar en breve á alborotarse. Andaban los Moros de muy antiguo divididos en dos parcialidades de Humellas y Alavecinos, como quéda arriba dicho. Con' esta division no podia faltar á los amigos de novedades gente y pueblo que los siguiese. Abdalla siguió por todas partes á Homar y le reduxo á tal apretúra, que se huyó á tierra de Christianos, donde dexada la supersticion de sus padres, se hautizó no con sinceridad y de veras, sino con engaño, como se entendió con el tiempo, que todo to declara. Contra Dop Alonso se alteraron los Vizcainos la cabeza y caudillo fué Zuriana pyer: no de Zenon, hombre principal entre aquella gente. Acudió Don Ordoño enviado por el Rey su padre para sosegar aquella gente; pero fué vencido por los contrarios en una batalla que se dió cerca de Arriogorriaga, y della aquel pueblo tomó este nombre, que significa, como lo dicen los qué saben la lengua vizcaina, piedras sangrientas, como quier que antes se Hamase Padura. En premio de esta victoria‹hicieron á Zuria señor de Vizcaya, que dicen era de la sangre de los Reyes de Escocia. ¿Quién podrá bastantemente averiguar la verdad en este punto? La aspereza de aquellos lugares, segun yo entiendo, fué causa que él Rey no vengase aquella afrenta, demas de su edad que estaba adelante, y por el mismo tiempo, vuelto el pensamiento á las artes de la paz, se ocupaba en edificar iglesias en nombre de los Santos y castillos y pueblos para seguridad y comodidad de sus vasallos. En el principio de su reynadó reedificó á Sublancia y á Cea cerca de Leon, el castillo de Gauzon á la orilla del mar, puesto sobre un peñol entre Oviedo y Gijon, despues las ciudades de Braga, Portu y Viseo, Chaves, que se llamaban antiguamente Aqua Flaviæ, y tambien la ciudad de Oca: todos pueblos que habian estado largo tiempo destruidos y deshabitados. El mismo daño padeció Sentica, y con la misma liberalidad y cuydado fué reparada con nombre de Zamora por laš muchas piedras turquesas que por allí se hallan, que se llaman así en la lengua moriscat A Don García, su hijo dió el Rey cuydado de edificar á Toro, que los antiguos llamaron Sarabis.

Así mismo ganaron de los Moros á Coimbra en Lusitania, en Castilla la Vieja Simancas y Dueñas con toda la tierra de Cam→ pos: comarca que á exemplo de Italia y de Francia se puede en latin llamar Campania. El grande y Real monasterio de Sahagun que los Moros asolaron, fué de nuevo reparado y vuelto á los monges de San Benito; al qual ninguno en grandeza, magestad y riqueza se aventajó antiguamente en España, y aun hoy es de los mas nombrados que en ella se hallan. Para tan grandes y tantas obras no bastaban los tesoros reales ni sus haberes; impuso nuevos pechos y derramas: cosa que se debe siempre escusar, si no es quando la república se halla en tal aprieto que todos entienden es forzoso sugetarse á la necesidad, si se quieren salvar. Esta verdad se entiende mejor por lo que resultó. Estaban los vasallos por esta causa desgraciados: la Reyna Doña Ximena, que tambien andaba desgustada con su marido, persuadió á Don García su hijo que se aprovechase de aquella ocasion y tomase las armas contra su padre. No se descuydó el Rey, aunque viejo y flaco : acudió luego á Zamora, prendió á su hijo, y mandóle guardar en el castillo Gauzon. No pararon en esto los desabrimientos y males. Era suegro de Don García Nuño Hernandez conde de Castilla, prín→ cipe poderoso en riquezas y en vasallos. Este con ayuda de la Reyna y de los hermanos del preso hizo brava guerra al Rey, que duró dos años. A cabo dellos los conjurados salieron con su intento, y el pobre Rey cansado del trabaxo, ó con deseo de vida mas reposada renunció el reyno, y le dió á su hijo Don García. A Don Ordoño el otro hijo dió el señorío de Galicia. Lo uno y lo otro sucedió el año novecientos y diez. El qual año pasado, como Don Alonso hobiese ido en romería á Santiago por su devocion, con voluntad de su hijo hecha de nuevo una buena entrada en tierra de Moros, falleció en la ciudad de Zamora. Su cuerpo y el de su muger sepultaron primero en Astor ga, despues fueron trasladados á Oviedo. En el mismo tiempo Abdalla Rey de Córdoba en edad de setenta y dos años murió en Córdoba: dexó doce hijos y trece hijas. De Abdalla hijo de Lope no se sabe lo que se hizo : no faltara diligencia si se descubriera camino para averiguar esta y semejantes faltas. Habrémos de usar de congeturas. Entiendo que con ayuda de los Reyes de Oviedo se mantuvo en el señorío de Zaragoza, y que

dél descendieron los Reyes que fueron adelante de aquella noble ciudad. El reyno de Córdoba hobo Abderrahman nieto de Abdalla, hijo de Mahomad: cosa nueva entre los Moros, que fuese el nieto antepuesto á los hijos del difunto, tios que eran del nuevo Rey. Tenia veinte y tres años quando tomó la corona, y gozóla‹ por espacio de cinqüenta años. Llamáronle por sobrenombre Almanzor Ledin Alla, es á saber Defensor de la ley de Dios; y tambien Miramamunin, que quiere decir príncipe de los que creen. Tal es la costumbre que quando los imperios se van á caer, entonces los que los tienen, para disimular su cobardía y flaqueza se arman y afeytan con apellidos magníficos. Verdad es que Abderrahman se puede contar entre los grandes Reyes así en el gobierno, como en las cosas de la guerra. Por todo el tiempo de su vida tuvo atencion á componer las discordias de su nacion, y sosegar las parcialidades que amenazaban mayores daños: administraba justicia con mucha rectitud, edificó un castillo junto á Córdoba, en Africa tomó la ciudad de Ceuta; demas desto con Real magnificencia aumentó y mejoró las ciudades y pueblos de todo su reyno : comenzó á reynar el año trecientos de los Arabes, conforme á la cuenta del arzobispo Don Rodrigo que en este lugar no se aparta de la verdadera.

Capitulo xx.

De los Reyes Don Garcia y Don Ordoño el Segundo.

EL poder adquirido malamente no suele ser duradero. Así Don García el reyno que tomó por fuerza á su padre, tuvo solos tres años. En este tiempo hizo de nuevo guerra á los Moros: entró por sus tierras, talóles los campos, saqueóles los lugares, y á un señor moro llamado Ayola que le salió al encuentro, venció en batalla y le cautivo; pero á la vuelta por culpa de las guardas se les escapó cerca de un lugar llamado Tremulo. El Rey falleció en Zamora año de nuestra salvacion de novecientos y trece. No dexó sucesion: por esto Don Ordoño su hermano, sabida su muerte, de Galicia donde tenia el señorío, sin dilacion vino á tomar la corona. Fué buen prínci

pey templado, si lo postrero fuera conforme á tos principios', y no ensuciara sus manos con la sangre inocente de los condes de Castilla. Reynó por espacio de nueve años y medio. Lo primero para ganar reputacion y quebrantar la soberbia de los Moros, con gente de los suyos que juntó, rompió por el reyno de Toledo. Puso sitio sobre Talavera villa principal y de muy alegre suelo y cielo, noble por los muchos moradores, y fuerte por sus muros en gran parte de 'sillería. Envió el Rey de Córdoba buen golpe de gente para socorrer los cercados; mas fué vencida en batalla y el pueblo entrado por fuerza puesto á saco, le quemaron á causa que no se podia conservar por estar de todas partes rodeado de Moros. Ebgobernador del pueblo con otros muchos fué preso : el exército cargado de despojos moriscos y alegre volvió á su tierra. El Rey de Córdoba dudoso por aquel principio de lo que podria suceder; y te miendo las fuerzas de aquel Rey brioso, envió á rogar con hu mildad al Rey de la Mauritania que de Africa, le proveyese de socorros y de gentes. Vino el Africano en ello, movido por el peligro de su nacion, con deseo de rebatir el orgullo de los Christianos, que de cada dia mas y mas mejoraban su partido? Despacho buen número de gente africana, y por su capitan á Almotaraf. Juntóse con estos el exército de los Moros de España, y por general de todos un Moro llamado Avolalpaz. Entraron por tierra de Christianos hasta llegar á la ribera de Duero. Salióles el Rey al encuentro: dióse la batalla cerca de Santistevan de Gormaz, que fue muy reñida y por grande espacio estuvo suspensa sin declarar la víctoria: últimamente muertos los dos capitanes Moros y gran número de su gente, los demas se pusieron en huida. Con esto los Christianos quedaron libres de un gran cuydado y congoxa, por considerar él peligro en que las gentes de Africa pondrian á los que apenas podrian contrastar al poder de los Moros de Córdoba. Para que el fruto de la victoria fuese mayor: pareció apretar á los Moros que vencidos y medrosos estaban, y en seguimiento de la victoria dar el gasto á los campos y pueblos de la Lusitania hasta llegar á Guadiana en particular las tierras de Mérida y de Badajoz padecieron mayores daños. El espanto de los natu rales fué tan grande, que procuraron tomar algun asiento con el vencedor hasta comprar por gran dinero la paz. Esto suce

dió el año quinto del reynado de Don Ordoño, que se contaba novecientos y diez y ocho de nuestra salvacion. El Rey concluidas tan grandes cosas, dió la vuelta, y con recibimiento á manera de triumpho entró en la ciudad de Leon, que por la comodidad de su sitio pensaba hacella Real y asiento de aquellos Reyes. Con este intento procuró ensanchalla y adornalla de nue vos edificios. En primer lugar trasladó á su Real palacio el templo de San Pedro y San Pablo en que estaba la silla del obispo, por estar fuera de los muros y correr peligro : palacio que los Moros antiguamente edificaron para que sirviese de baños, obra de grande anchura y magestad. Puso nombre al dicho templo de Santa María Vírgen, dado que otras dos partes del mismo fueron consagradas, la una en nombre del Salvador, y la otra de San Juan Bautista, Despues desto para acrecentar la magestad del nuevo templo se hizo el Rey coronar en él por mano del mismo obispo; cosa no usada antes deste tiempo, y principio de donde los Reyes que antes se decian de Oviedo, se comenzaron á intitular Reyes de Leon. Des ta ocasion la ciudad de Oviedo vino poco á poco en tan gran diminucion, que con el progreso del tiempo perdió el nombre de arzobispado, y aun en nuestra era no tiene voto en las cortes del reyno: daño que entiendo ha sucedido por descuydo de sus ciudadanos mas que por mala voluntad de los Reyes. Conforme á esto entre las memorias y privilegios deste tiempo advierten los aficionados á la antigüedad, que en algunos Don Ordoño se intitula Rey de Oviedo, y en uno dellos dice que reyna en Leon. Demas desto añaden que este Rey trasladó la dignidad de obispado á la ciudad de Mondoñedo, que antes estaba en Ribadeo, dado que á otros les parece que los obispos de Mondoñedo antiguamente se llamaron Vallibrienses. Entre tanto el Rey de Córdoba Abderrahman Almanzor encendido en deseo de satisfacerse de los daños pasados, y volver por su honra, con las fuerzas y gentes de su reyno por la parte de Lu. sitania entró en Galicia hasta llegar á un pueblo llamado Rondonia; Sapmyro le llama Mindonia. En aquel lugar se juntaron los reales de los Moros y de Christianos: pelearon con gran denuedo y porfía, cayeron muchos de ambas partes, duró la batalla hasta que cerró la noche sin quedar la victoria declarada, bien que cada qual de las partes se la atribuia, los nuestros

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