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co obispo de Leon, le pidió por el derecho de la amistad que antes tenian asentada entre los dos, le enviase el cuerpo del Mártyr Pelagio, que lo tendria por singular beneficio. Abderrahman no quiso venir en lo que se le pedia, pero no mucho despues lo concedió Alhaca su hijo y sucesor, el qual por la muerte de su padre reynó diez y siete años y dos meses; y con deseo de la paz á que era inclinado, pretendia hacer placer y cortesía á los Príncipes comarcanos. Don García Rey de Navarra despues que estuvo preso en Burgos trece meses, fué restituido en su libertad. Las lágrimas de Doña Sancha, y los ruegos de los otros Príncipes aplacaron el ánimo airado del Conde. La Reyna Doña Teresa, muger de ánimo feroz, por no habelle sucedido como pretendia el engaño que tenia urdido contra el conde de Castilla, se determinó armalle nuevos lazos. Persuadió á Don Sancho su hijo Rey de Leon llamase al Conde á las córtes generales del reyno con voz que queria en ellas tratar de los negocios mas graves de su estado. Fué él contra su voluntad porque sospechaba engaño. El Rey no le salió á recebir como antes, y puesto de rodillas para besar como era de costumbre su real mano, con palabras afrentosas desechándole de sí, mandó ponerle en prision. Por esta causa gran tristeza y lloro entró en los ánimos de los buenos vasallos del Conde. Doña Sancha hembra varonil, y de ingenio astuto, con deseo de librar á su marido se aprovechó desta maña. Finge que quiere ir en romería á Santiago; era el camino por Leon donde tenian el Conde preso: el Rey avisado de su venida, como á tan noble dueña y tia suya, le salió á recebir Ꭹ la hospedó amorosamente. Ella con grandes ruegos pidió licencia para visitar á su marido : no podia ser cosa mas honesta ni mas justa que el deseo que mostraba de consolarle. Permitió el Rey que aquella noche se quedase con él : á la mañana antes que fuese bien claro, el Conde vestido de las ropas de su muger como si ella fuera salió de la cárcel, y en un cas ballo que para esto tenian aprestado, se fué á su tierra. Doña Sancha desde la cárcel en que se quedó en vez de su marido, avisó al Rey como el Conde era huido: que perdonase á ella como á persona de sangre real y deuda suya: que no era justo rehusar algun peligro por causa de su marido y por salvalle: lo que por esta causa habia hecho, era digno si no de loa, á lo me

nos de perdon: que la principal virtud de los Reyes consiste en levantar á los miserables y caidos. El Rey dolióse al principio del engaño, despues sosegada la saña con la razon, alabó la piedad y el valor de aquella señora, su astucia y la constancia de su ánimo: en conclusion honrándola con muchas palabras, mandó fuese llevada á su marido con grande acompañamiento. El Conde alegre por lo sucedido, dado que pudiera romper la guerra contra aquel Rey como contra enemigo contentóse con pedirle lo que por el caballo y el azor se le debia. Habia crecido grandemente la deuda por la dilacion. Como no le pagasen, talaba los campos de los Leoneses sin desistir de hacer mal y daño hasta tanto que el Rey envió sus contadores para hacer la paga enteramente. Llegados á cuenta, hallaron que no bastaban los tesoros reales para pagar. Concertóse que en recompensa de la deuda Castilla quedase libre sin reconocer adelante vasallage á los Reyes de Leon. Este asiento dicen que se tomó año de nuestra salvacion de novecientos y sesenta y cinco. En el mismo año un grueso exército de Moros rompió por el reyno y puso cerco á Leon: mas fueron por el esfuerzo de la guarnicion y ciudadanos rechazados con grave daño. Del Océano grandes llamas, causadas á lo que se entiende de algun aspecto malino de las estrellas, se derramaron sobre las tierras cercanas, y hasta Zamora (tanto cundieron) abrasaron muchos pueblos y campos: anuncio de mayores males, segun que el pueblo lo pronosticaba. Don Garci Sanchez Rey de Navarra falleció el año siguiente de novecientos y sesenta y seis, dexó de su muger Doña Teresa á Don Sancho y Don Ramiro, asimismo tres hijas, á Doña Urraca, Doña Ermenesilda y Doña Teresa. En qué parte haya sido enterrado, no se sabe: algunos sospechan que en el monasterio de San Salvador de Leyre. El Chronicon Alveldense dice que en el castillo de Santistevan; lo qual tengo por mas cierto. El reyno se dió á Don Sancho García hijo del difunto, y junto con él á Don Ramiro su hermano; si dividido, ó como á compañeros y de igual poder, no se declara; lo que se averigua por el dicho Chronicon Alveldense (que se escribió por este mismo tiempo) es que réynó Don Ramiro mas de diez años :> no parece fué casado, por lo menos que murió sin sucesion hay grandes congeturas, certidumbre ninguna. Don Sancho

que se intitulaba, como se vee por los privilegios antiguos, Rey de Pamplona, Nájara y Alava, tuvo el reyno veinte y siete años, sin saberse dél otra cosa digna de memoria por descuydo de los escritores de aquel tiempo. Solo consta que añadió á su reyno el señorío de Vizcaya, y á Nájara que en aquel tiempo era la ciudad principal y silla de aquel estado. Da muestra que fué amigo de aumentar el culto divino, la grande liberalidad con que dió diversos campos y pueblos al monasterio de San Salvador de Leyre, al de San Millan en Nájara, y al de San Juan de la Peña. Su muger se llamó Doña Urraca, de quien tuvo á Don Garci Sanchez su hijo llamado Trémulo, porque solia al principio de la pelea temblar mas que parece sufria el grande exercicio que tenia de las armas y la dignidad Real, vicio y falta de su natural, que solia recompensar con notables hazañas; luego que entraba en la pelea y en calor, cumplia con lo que debia á buen soldado y prudente capitan. En Galicia hobo nuevos bullicios por estar aquella provincia dividida en parcialidades muy fuera de sazon pues tenian tanto que hacer en la guerra de Moros. La causa destos alborotos no se refiere, solo dicen que por diligencia del Rey fueron en breve sosegados estos movimientos: castigó algunos de los alborotados, otros fueron echados y desterrados á aquella parte de la Lusitania que estaba en poder del Rey, como á frontera. Tenia el gobierno de aquella tierra un cierto Conde llamado Gonzalo, hombre mal intencionado. Este en defensa de los desterrados, por ser de su parcialidad, tomó las ar mas contra el Rey, y llegó con ellas hasta la ribera del Duero : allí desconfiado de las fuerzas acordó valerse de engaño; alcanzó perdon de lo hecho por ruegos muy grandes. Habia sido muy familiar del Rey en otro tiempo: recibióle en el mismo lugar y grado que antes; con que tuvo comodidad de dar al Rey una manzana emponzoñada con yerbas mortales: la fuerza del veneno luego que la comió, se derramó por las venas y comenzó á apoderarse de las partes vitales. Mandóse llevar á Leon, pero desahuciado de los médicos rindió el alma antes de llegar, cerca de aquella ciudad, tres dias despues que le emponzoñaron el año de novecientos y sesenta y siete. Su cuerpo enterraron en la iglesia de San Salvador de Leon. Reynó por espacio de doce años.

TOMO II.

16

Capítulo vin.

De Don Ramiro el Tercero Rey de Leon.

AVERIGUADO es que el Rey Don Sancho casó con Doña Teresa: asimismo que Don Ramiro era de cinco años quando su padre murió. Tuvo el reyno por espacio de quince años, pero por su tierna edad el gobierno estuvo en poder de la Reyna su madre y de Doña Elvira su tia que otros llaman Geloyra, hembras muy señaladas y de singular prudencia, si bien por ser el Rey pequeño y ellas mugeres se levantaron grandes alteraciones. El sucesor de Ermigildo prelado de Compostella, que se llamaba Sisnando, y era hijo del conde Menendo, porque confiado en su nobleza gastaba torpemente las rentas eclesiásticas y la hacienda, el Rey Don Sancho le removió y puso en prision, eligiendo en su lugar á Rodesindo, que fué primero obispo Dumiense, y despues monge de San Benito en el monasterio de Celanova. Era de sangre Real, y hijo del conde Gutierre Arias y de Aldara su muger. Sisnando por la muerte del Rey Don Sancho fué puesto en libertad, y salido que hobo de la cárcel, se apoderó por este tiempo de la iglesia Compostellana, y forzó á su sucesor por miedo de la muerte á que renunciase y se volviese á su monasterio, en que pasó lo mas de su edad muy contento de verse libre. Allí acabó santísimamente; y en diversas partes celebran su fiesta á primero de marzo, que es el dia que falleció año de novecientos y setenta y seis. Tenian los de Leon puesta amistad con el Rey de Córdoba, y de nuevo se confirmó, por causa que el Rey de Córdoba Alhaça en gracia del nuevo Rey Don Ramiro le concedió el cuerpo del Mártyr Pelagio. Pusiéronle en el monasterio que á sus expensas en Leon edificara el Rey Don Sancho, y deseaba aumentar la devocion de aquella iglesia con las sagradas reliquias deste Mártyr. Este monasterio se llamó antiguamente de San Juan Bautista, despues de San Pelagio ó Pelayo, al presente tiene la advocacion de S. Isidoro. La causa de mudar los apellidos fué la translacion que á él en diversos tiempos se hizo de los cuerpos de aquellos dos Santos. Alteróse la paz y avenencia con

esta ocasion : á persuasion de Don Vela el qual diximos haber huido á Córdoba y por su importunidad los Moros deseaban hacer guerra contra el Conde de Castilla, y satisfacerse de tantos agravios como dél tenian recebidos. El Rey Alhaca dado que era mas inclinado á la paz que á la guerra, movido por la instancia que en esta razon le hicieron los suyos, con un grueso exército que juntó, rompió por las tierras de Castilla: apoderóse de Sepúlveda, Gormaz, Simancas y Dueñas; y animado con el buen suceso, menospreciada la confederacion que tenia con el Rey de Leon, se metió y rompió por su reyno : tomó en aquellas partes por fuerza á Zamora y la echó por tierra. La molestia que el conde Fernan Gonzalez recibió destas cosas, le acarreó su fin el año siguiente, que se contó de nuestra salvacion novecientos y sesenta y ocho. Falleció en Burgos, fué sepultado á la ribera de Arlanza. En aquel monasterio de San Pedro junto al altar mayor se veen las sepulturas dél y de su muger Doña Sancha con sus letreros que declaran cuyos son, Las exequias fueron célebres no mas por el aparato, quebranto y lutos de los suyos, que por las lágrimas de toda la provincia, que lloraba la muerte de tan bueno y tan fuerte príncipe, por cuyo esfuerzo las cosas de los Christianos se conservaron por tanto tiempo. Tuvo de dos mugeres estos hijos: Gonzalo, Sancho, Garci Fernandez, otros añaden á Pedro y á Balduino. Lo que consta es que Garci Fernandez sucedió á su padre por ser los demas muertos en tierna edad, ó si eran vivos`, le antepusieron en la sucesion á causa de su buen natural y principios que mostraba de grandes virtudes, que en breve se aumentaron y dieron colmado fruto. Dexó asimismo una hija Hamada Doña Urraca, de quien poco antes diversas veces se ha hecho mencion. Por el mismo tiempo los Normandos, que tenian hecho su asiento en aquella parte de Francia que antiguamente se llamó Neustria, ahora Normandía, y por diligencia de Erveo obispo de Rems algunos años antes dește se hicieron Christianos, como estuviesen acostumbrados á robar las riberas de España, juntaron este año una gruesa armada con que maltrataron las tierras de Galicia, quemaron aldeas, castillos y lugares, cautivaron muchos hombres, robaron asimismo todo lo que hallaban: duró dos años esta plaga. El Rey por su tierna edad no podia acudir á la defensa. Sisnan

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