Imágenes de páginas
PDF
EPUB

recurso en las cosas eclesiásticas, y donde los estatutos de los concilios toman su vigor y fuerza. Tres cartas se leen de Gregorio Magno su data el noveno año de su pontificado, es á saber la indiccion segunda, por donde se sospecha que los embaxadores, susodichos trabaxados con la navegacion que les debió salir larga y dificultosa, y forzados por los temporales contrarios á volver en España, gastaron mucho tiempo en el camino y en Roma. La primera destas tres cartas se endereza á Claudio duque de Mérida, persona la mas principal despues del Rey que se conocia en España: en ella le encomienda al abad Cyriaco que se partia para España. La segunda carta era para Leandro, en que se duele que el mal de la gota le tuviese tan trabaxado. La postrera es para el Rey para animalle como le anima á llevar adelante la Religion recebida, justamente alaba que las obras y frutos fuesen conformes á la profesion que hacia; porque como los Judíos le hobiesen acometido con gran dinero para que revocase cierta ley que contra ellos se promulgara, no quiso venir en ello. Envióle juntamente con la carta una Cruz, en que estaba engastada parte del madero de la vera Cruz, y junto con ella de los cabellos de San Juan Bautista : envióle eso mismo dos llaves la una tocada en el cuerpo del apóstol San Pedro, y que por el mismo caso tenia virtud contra las enfermedades, en la otra iban ciertas limaduras de las cadenas con que el mismo Apóstol estuvo aprisionado ; estos presentes eran para el Rey. Para el arzobispo Leandro en premio de sus grandes méritos envió el palio, ornamento que se suele de Roma enviar á los arzobispos. Hay otra carta del mismo Pontífice Gregorio para Leandro, en que le dice que el presbytero Probino con su consentimiento llevara á España parte de los libros que el mismo Gregorio habia escrito á instancia y por respeto del mismo Leandro. Dícese vulgarmente entre los Españoles, sin que haya autor que lo atestigüe y asegure, que los embaxadores del Rey traxeron una imágen de Nuestra Señora entallada en madera, presentada por el mismo Gregorio á Leandro, y que es la misma que gran tiempo adelante se halló en cierta cueva junto con los cuerpos de San Fulgencio obispo de Ecija y Santa Florentina su hermana, y con suma devocion es reverenciada en Guadalupe, monasterio de Gerónimos de los mas principales de España. Los cuerpos

de los Santos están hoy dia en Berzocana, aldea no lexos de Guadalupe, do fueron hallados. Dícese demas desto que Santa Florentina pasó su vida en Ecija, do se muestran rastros asi de sus casas, como de uno y el mas principal de quarenta monasterios de monjas que estaban á su cargo y debaxo de su gobierno, en el mismo sitio en que al presente está otro monasterio de Gerónimos á la ribera del rio Xenil. Escribió Fulgencio de la Fé de la Encarnacion y de algunas otras qüestiones un libro que se conserva hasta nuestro tiempo. * Máximo Cesaraugustano le atribuye los tres libros de las Mythologías: *obra erudita, que otros quieren sea de Fulgencio obispo ó Ruspense ó Cartaginense en Africa. Los embaxadores del Rey se entretenian en Roma en sazon que muchos concilios de obispos se tenian en España por decreto, á lo que se entiende, y autoridad del concilio Toledano pasado, en que se estableció un decreto de los Padres que los concilios provinciales en los quales se entendió siempre consistia la reformacion y bien de la Iglesia, se juntasen cada un año. Conforme á esto primero en Sevilla se juntaron con Leandro siete obispos de las iglesias sufragáneas. Lo que se trató principalmente en este concilio fué un pleyto sobre los esclavos de la iglesia de Ecija, ca Pegasio obispo de aquella ciudad pretendia que Gaudencio su predecesor contra derecho los habia ahorrado y puesto en libertad. Otros tantos obispos se juntaron por el mismo tiempo en Narbona ciudad de la Gallia Góthica, y de comun acuerdo establecieron quince cánones á propósito de reformar las costumbres de la gente eclesiástica, que estaban estragadas. Demas desto el Metropolitano de Tarragona, bien que no se halló en el concilio Toledano próximo pasado, juntó en Zaragoza sus obispos sufragáneos. En este concilio se declaró en tres capítulos la manera con que se debian recebir en la iglesia Catholica los que se quisiesen apartar de la secta Arriana. En Toledo asi mismo, en Huesca y en Barcelona se tuvieron otros concilios particulares, cuyas acciones no pareció referir aquí en particular por ser fuera de nuestro propósito, y porque se pueden leer en el libro muy antiguo de concilios de San Millan de la Cogulla. Volvamos á las cosas del Rey, el qual despues de fallecida la Reyna Bada, con deseo que tenia de hacer las paces con los Reyes de Francia, puestas en olvido las injurias y desabrimientos pasa

dos, por sus embaxadores pidió por muger á Clodosinda la otra hermana de Childeberto Rey de Lorena, segun que arriba queda tocado matrimonio que últimamente alcanzó con protestar y certificar á aquellos Reyes que no tuvo parte en la muerte de Ermenegildo, antes le cupo gran parte del dolor y del revés de su hermano. Estaba Clodosinda prometida á Anthari Rey de los Longobardos; pero fué antepuesto Recaredo así por la instancia que hizo sobre ello, como porque los Reyes de Francia cuydaban, lo que era verdad, que los casamientos entre los que son de diferente religion y creencia, ni son legítimos, ni suceden bien. El Longobardo todavía era Gentil; Recaredo demas que toda la vida confesó á Christo, como lo hacen todos los que se llaman Christianos, últimamente por diligencia de Leandro y de Fulgencio se convirtiera á la Religion Cathólica con todos sus estados y señoríos. No concuerdan los autores en el tiempo que estas bodas se celebraron : la verdad es que en lo postrero de la edad de Recaredo se hizo alianza con los de Francia, juntamente lo que de los Romanos quedaba en España, fué trabaxado y ellos vencidos por las armas de los Godos en algunos encuentros y batallas que se dieron de ambas partes; demas desto que los Vascones, que hoy son los Navarros, y con deseo de novedades andaban alterados, fueron por la misma manera sugetados, y sosegaron. Con estas cosas el Rey ganó renombre inmortal, y por todo lo demas que gloriosamente hizo en tiempo de paz y de guerra despues que comenzó á reynar. Tuvo una grandeza singular de ánimo, grande ingenio y prudencia, condicion y presencia muy agradable: lo que sobre todo le ennobleció, fué el zelo que mostró á la verdadera y Cathólica Religion. Pasó de esta vida año de nuestra salvacion de seiscientos y uno. Reynó quince años, un mes y diez dias. San Isidoro dice que en Toledo, estando á la muerte, hizo pública penitencia de sus pecados á la manera que entonces se acostumbraba. San Gregorio escribe que los merecimientos de San Ermenegildo fueron causa de la reduccion que España hizo de la secta Arriana á la Religion Cathólica. Dexó Recaredo tres hijos, el mayor se llamó Liuva, los otros Suinthila y Geila. Entiéndese que á Liuva hobo en su primera muger, pues tenia edad conveniente para suceder á su padre como le sucedió, y para encargarse del gobierno. Los dos postreros no se

sabe que madre tuvieron si nacieron del primer matrimonio, si del segundo, Lo que consta es que destos príncipes y en par. ticular de su padre Recaredo sin jamás faltar la línea decienden los Reyes de España, como se entiende por memorias antiguas, y lo testifican los historiadores, en particular se saca del Rey don Alonso el Magno y Isidoro Pacense por sobrenombre el mas mozo. Por lo qual pareció se procederia en todo con mas luz, si se ponia aquí el árbol deste linage. Gosuinda muger que fué del Rey Athanagildo, tuvo dos hijas de aquel matris monio, es á saber Galsuinda ›y Brunechilde. Clodoveo otrosí Rey de los Francos tuvo tres nietos, que se llamaron Guntrando, Chilperico y Sigiberto, hijos todos de Clotario que fué hijo de Clodoveo. Galsuinda casó con Chilperico que pareció por astucia y engaño de Fredegunde, como arriba queda dicho. Sigiberto casó con Brunechilde, y en ella tuvo á Childeberto y á Ingunde y á Clodosinda. Leovigildo sucesor de Athanagildo de su primera muger: Theodosia antes que fuese Rey, hobo á Ermenegildo y á Recaredo sus hijos: hecho Rey casó con Gosuindabla Reyna viuda. Demas desto hizo que Ermenegildo casase con Ingunde, y Recaredo casó con Clodosinda, las dos nietas de su segunda muger. Débese también considerar en la histo, ria de Recaredo y de los Reyes que adelante le sucedieron, que de ordinario se hace mencion de condes y duques, nombres que significaban los gobernadores y magistrados ó otros oficios y dignidades seglares. Condes eran los que gobernaban alguna provincia, Duques los que en alguna ciudad ó comarca eran capitanes generales; y porque en particular podian batir moneda para el sueldo de sus gentes, de aqui procedió que el escudo vulgarmente se llamó en España y se llama ducado. Y no solo los que tenian los gobiernos se llamaban condes, sino así mismo los que en la guerra ó en la casa real tenian algun cargo ó oficio principal, ca hallamos en la guerra condes cataphractarios, clibanarios, sagitarios, tiuphados. En la casa Real se halla conde del establo, que hoy se llama condestable, conde de la cámara, del patrimonio, de los notarios, todo (á lo que se entiende) á imitacion de lo que usaban los Emperadores Romanos, que como en este tiempo los Godos no daban mucha ventaja en poder y valor á los Romanos, así de buena gana los imitaban en las ceremonias y nombres de oficios que ellos

modernamente inventaran. De la misma ocasión y imitacion como algunos sospechań y no mal, procedió el prenombre de Flavio, de que usó el primero entre los Godos Recaredo, y en lo de adelante le usaron los demas Reyes muy de ordinario. Por conclusion á Toledo dieron título de ciudad Real, que era, el mismo con que los Griegos honraban la ciudad de Constantinopla, silla y asiento de aquel imperio. De lo dicho se saca y consta que los condes y duques en esta era fueron nombres de gobierno y no de estado pero despues por merced de los Reyes se dieron los dichos títulos por juro de heredad con jurisdicción y estado limitado ordinariamente de ciertos pueblos y lugares, que para ellos y para sus hijos los Reyes les daban; eq òlesp olą daba 17 et 9022 2obiles

Capítulo 1.

De los Reyes Liuva y Witerico y Gundemaro.y ot oib

[ocr errors][ocr errors]

ERA Liuva de edad apenas de veinte años quando falleció el Rey Recaredo su padre. Por su muerte luego que le hizo sepultar y las exêquias con la solemnidad que era razon, sin contradiccion le sucedió en el reyno y en la corona, Su pequeña edad daba ocasión para que se le atréviesen, y las discordias pasadas aun no bien sosegadas á conjuraciones y engaños, Por esta causa, bien que daba muestras de grandes virtudes y de partes á propósito para reynar, y que por las pisadas de su padre se encaminaba para gobernar muy bien su estado yiganár renombre inmortal, fué muerto á traycion por Witerico persona acostumbrada á semejantes mañas. Tuvo el reyno solos dos años, en que no obró cosa que de con1ar sea, salvo que con la hermosura ode a su rostro y con su gentileza tenia grangeadas las voluntades de todos, y por ser muerto en la flor de su edad dexó, un increible deseo de sí, y una lástima extraordinaria en los ánimos de sus vasallos. Hállanse en España monedas de oro acuñadas con su nombre, y en el reverso estas palabras (HISPALI PIUS, que es lo mismo que EN SEVILLA PIADOSO: Cosa que dá alguna muestra de su piedad. Las tales monedas no se pueden atribuir al otro Liuva tio mayor que fué deste príncipe, por tener puesta la corona en la cabeza,

1

« AnteriorContinuar »