Imágenes de páginas
PDF
EPUB

el caudillo de toda esta gente era el mismo Emperador. | El Bárbaro, luego que tuvo aviso de la gran voluntad con que tantas naciones acudian, dado que tenia mucho mayor número de gente, desconfiado de sus fuerzas, sin atreverse á dar la batalla, contento de haber talado y saqueado lo de Hungría y parte de Austria, sin hacer otro efecto, antes con pérdida de muchos de los suyos, dió la vuelta para donde vino.

Por el mismo tiempo Andrea de Oria con la armada imperial de las galeras pasó á la Morea, donde ganó á los turcos las ciudades de Coron y Modon.

Falleció Juan Federico, duque de Sajonia, gran favorecedor de Martin Lutero; sucedióle su hijo, que tenia el mismo nombre, y fué tan grande hereje como su padre.

El César, compuestas las cosas de Alemaña, bajó en Italia, donde en Boloña se vió con el Pontífice, y hizo con él liga contra los turcos. Junto con esto, para remedio de las herejías, se trató de convocar un concilio general, dado que el principal intento destos príncipes era de impedir la entrada del Francés en Italia, ca se entendia que si no era recobrando á Milan, nunca sosegaria.

AÑO 1533.

No parece habia llaneza en estas pláticas, porque Juego que el emperador don Cárlos se partió y volvió á España, el pontifice Clemente por mar y el Francés por tierra se juntaron en la ciudad de Marsella. Sospechábase que desta junta resultarian nuevas guerras y - alborotos en Italia; con la muerte del Pontífice, que Juego se siguió, se cubrieron ó desbarataron todos estos intentos. Solo se efectuó que Catalina, hija de Lorenzo de Médices, casó con Enrique, hijo del Francés, que adelante por muerte del Delfin, su hermano mayor, que se llamó Francisco, vino á ser primero delfin, y despues rey de Francia. El dote fué ciertos pueblos en Alvernia y gran cantidad de dinero.

AÑO 1534.

Falleció don Alonso de Fonseca, arzobispo de Toledo, á 4 de hebrero; sucedió en aquella iglesia en su lugar el cardenal don Juan Tavera.

El papa Clemente luego que dió vuelta de Francia, con una enfermedad larga que le sobrevino, dada órden en sus cosas y en las de la ciudad de Roma, falleció en aquella ciudad á 21 de setiembre. Sucedióle, á 15 de octubre, el cardenal Alejandro Farnesio, natural de Roma, ejercitado en todos los grados y oficios de la corte romana. Llamóse Paulo III; gobernó la Iglesia quince años y veinte y ocho dias. En su mocedad, fuera de matrimonio, tuvo á Pero Luis y á Constancia; hijo de Pero Luis fué Alejandro Farnesio, de Constancia Guido Sforcia, á los cuales dió el capelo en la primera creacion que hizo de cardenales. Hermanos de Alejandro Farnesio fueron Octavio, que fué adelante duque de Parma, y Rainucio, caballero de San Juan, que los años siguientes hizo tambien cardenal.

En Inglaterra por el mes de noviembre se promulgó una ley, en que quitaban toda la autoridad y poder al Pontifice romano, y el Rey quedaba declarado por caM-u,

beza de la iglesia de Inglaterra. Los que contradijeron, como fueron los cartujos, Juan, obispo roffense, y Tomás Moro, chanciller que fué antes de aquel reino, pagaron con las cabezas, porque se tenia por gran pecado ser constantes en la fe verdadera. Un cosario famoso, llamado Ariadeno Barbaroja, se habia hecho rey de Argel, y despues, siendo general de las galeras y armada turquesca, se apoderó en las riberas de Africa de la ciudad de Túnez con echar del reino al rey Mulease.

AÑO 1535.

El emperador don Cárlos con intento de ayudar á esto Mulease, que se acogió á su amparo, juntada una gruesa armada, se hizo á la vela desde Barcelona á 30 do mayo. Partió en su compañía el infante don Luis de Portugal con algunos galeones bien aprestados que el Rey, su hermano, le dió para este efecto. Abordaron con buen tiempo á la ribera de Africa, donde en la entrada del puerto de Túnez se apoderaron por fuerza de la Goleta, castillo muy fuerte y muy pertrechado, y tambien de la ciudad de Túnez por el mes de julio. La ciudad fué entregada al rey Mulease; en la Goleta quedó don Bernardino de Mendoza con mil soldados de guarnicion. Hecho esto, el Emperador dió la vuelta á Sicilia, y desde allí pasó á Nápoles.

Mientras que esto pasaba, el rey de Francia, pasados los Alpes, tomó al duque Cárlos de Saboya la ciudad de Turin con otros muchos pueblos del Piamonte, de donde resultaron grandes desabrimientos, especialmente que por el mismo tiempo el duque Francisco Sforcia, á causa que no tenia hijos, estando á la muerte, nombró por heredero de aquel estado al césar don Cárlos.

AÑO 1536.

Desde Nápoles pasó el César á Roma, donde en presencia del Pontífice y de los cardenales con palabras muy graves se quejó del rey de Francia; fué tanta la cólera y alteracion que le desafió á tener y hacer campo con él. Sucedió esto el segundo dia de pascua de Resurreccion. Pocos dias despues, partido de Roma, se metió por la Francia con un grueso ejército; llegaron hasta Marsella, ciudad de la Proenza, y dado que se pusieron sobre ella, sin hacer efecto fueron forzados á dar la vuelta. En esta jornada fué por ciertos villanos desde una torre muerto el insigne poeta castellano Garcilaso de la Vega; sintió mucho el Emperador esta desgracia; hizo abatir la torre y ahorcar todos aquellos villanos. Tambien falleció de enfermedad Antonio de Leiva, capitan de gran cuenta y fama, y general en aquella jornada.

Sucedieron en este año otras tres cosas memorables: la primera, que Francisco, delfin de Francia, falleció á 10 de agosto; dudóse si con yerbas ó de enfermedad ordinaria; la segunda, en Colonia de Alemaña se tuvo un concilio provincial en que presidió Hermano, arzobispo de aquella ciudad; mas siete años adelante se declaró por los luteranos, que fué causa de que el pontífice Paulo III le privó de aquella dignidad, y puso en su lugar á Adolfo; la tercera fué la muerte de Erasmo Roterodamo, que falleció en Basilea en edad de se25

tenta años, persona de mayor erudicion y fama que digua de ser alabada.

En Inglaterra, á 29 de mayo, Ana Bolena, dado que tenia el Rey en ella una hija, llamada Isabel, fué acusada y convencida de adulterio, y pagó con la cabeza. Entró en su lugar Juana Semera; mas el año luego siguiente falleció de parto; el hijo vivió, y se llamó Eduardo. Casó el Rey despues desto con Ana, hermana del duque de Cleves, con la cual poco despues hizo divorcio, habiendo promulgado una ley que fuese lícito apartar los matrimonios. Con esto casó la quinta vez.con Catalina Havarda, pero hízola morir por adúltera y porque antes que el Rey se casase con ella perdió su virginidad. Ultimamente, casó con una señora viuda, llamada Catalina Parra; este matrimonio no se disolvió á causa de la muerte del Rey, que poco adelante se siguió.

AÑO 1537.

El duque Alejandro de Médices fué en Florencia muerto, á 6 de enero, por traicion de Lorenzo de Médices, deudo suyo. Los ciudadanos por su muerte nombraron por duque de Florencia á Cosme de Médices de. aquella casa y linaje, y pariente del muerto, aunque de léjos.

El emperador don Cárlos tuvo dieta del imperio en Wormacia, donde se publicó un edicto contra los luteranos; pero no fué de provecho alguno por estar aquella gente alterada y para tomar las armas. Deseaban todos un concilio general, pero ofrecíanse grandes dificultades; sin embargo, el Pontifice con grande constancia señaló para tener el concilio primero á Mantua, despues á Vincencia, por ser ciudades de Italia, pero no léjos de Alemaña. Los herejes pretendian que el Pontifice como reo no podia ser juez, ni tampoco los obispos, como personas que le estaban por juramento obligadas. Pedian que el concilio fuese libre y en Alemaña; sus intentos y lo que pedian no se entendia bastantemente; porque ¿quién podia sufrir que ellos fuesen Jueces, sea por ser reos, sea por ser acusadores? Excluir á los obispos fuera contra todo lo que antiguamente se usó, pues hacer jueces á los príncipes seglares en negocios de la fe y de la religion, aun ellos mismos no lo aprobaban, porque mal puede juzgar el ciego de lo que no sabe; lo mas cierto es que todo era entretener con engaño y querer burlarse en negocio tan grave. Tenia el gobierno de Egipto en lugar del gran Turco un eunuco, llamado Solinan. Este, por mandado de su señor con una armada de ochenta velas que se aprestó en el mar Rojo, salido con ella en el mar Océano, se puso sobre el castillo de Dio, fuerza muy importante en el reino de Cambaya, todo con intento de echar á los portugueses de la India y quitalles el trato de la especiería; grandes combates y asaltos le dieron; pero los portugueses fueron tan valientes, que los turcos, sin salir con lo que pretendian, volvieron atrás.

Por el mismo tiempo el Pontifice en Roma señaló nueve cardenales para que considerasen todo lo que tenia necesidad de reformacion. Ellos compusieron un libro en que comprehendieron muchas cabezas y materias en este propósito. Tratóse otrosí de hacer liga con

tra los turcos; asentaron que el Pontifice, Emperador y veneciancs juntasen sus armadas para este efecto, y porque el Francés no impidiese estos intentos, se trató que se juntasen estos príncipes y tuviesen habla en Niza, ciudad de la Proenza.

AÑO 1538.

Como todos vinieron en esto, el Pontífice, dado que era muy viejo, se apresuró para ir allá ; el César vino de España por mar, por tierra el rey de Francia. La junta fué por el mes de mayo. Despues de muchos dares y tomares, no se pudo sustentar la paz, solo se concluyeron treguas por espacio de diez años. Tampoco se pudo concluir que el Francés y el César se viesen. Solo el Emperador prometió de casar su hija madama Margarita, que estuvo casada con el duque Alejandro de Médices, con Octavio Farnesio, nieto del Pontífice.

Verdad es que á la vuelta del Emperador á España se vió de camino con el Francés en Aguas Muertas. Estuvieron juntos dos dias, y habláronse en secreto diversas veces. La cosa de mayor importancia que se concluyó fué que el rey de Francia perdonase y recibiese en su gracia á Andrea de Oria.

El cual con las galeras imperiales y con las del Pontífice y venecianos, en el golfo Ambracio, que es en el Albania, cerca de la Morea, y hoy se llama el golfo de Larta, tomó á los turcos á Castelnovo; pero como acudiese Barbaroja con la armada turquesca, cerca de Prevesa y del promontorio Accio, sin hacer cosa de momento, fueron los nuestros desbaratados y huyeron del enemigo. Desta manera todos aquellos aparejos y intentos salieron vanos; hasta el mismo Castelnovo volvió el año siguiente á poder de los turcos con grande estrago de los soldados españoles que allí quedaron de guarnicion. Los venecianos otrosi concertaron treguas con el Turco, de que les resultó con él una larga paz.

En Inglaterra quemaron los huesos de santo Tomás, cantuariense, derribaron los monasterios, los monjes y frailes forzados á mudar hábitos y vestirse como seglares ó clérigos.

AÑO 1539.

A 1.o de mayo, en Toledo, en las casas de los condes de Fuensalida falleció la emperatriz doña Isabel; su cuerpo llevaron á Granada. El Emperador estuvo retirado en el monasterio de la Sisla, que es de jerónimos. Quedaron desta señora tres hijos: el príncipe don Filipe y las infantas doña María, que casó adelante con el emperador Maximiliano, segundo deste nombre, y doua Juana, que fué mujer del príncipe don Juan de Portugal. Los hijos del Emperador fuera de matrimonio fueron don Juan de Austria, el cual hubo despues de viudo, y doña Margarita de Austria habida antes que el Emperador casase.

Falleció Georgio, duque de Sajonia, grande enemigo de Lutero; sucedióle su hermano Enrique, que ya era luterano; bijo deste Enrique fué Mauricio, del cual se hablará adelante.

AÑO-1540.

La ciudad de Gante en Flandes estaba revuelta y alterada por cierta nueva imposicion de dineros para los

gastos de la guerra. El Empera lor, para sosegarla, se determinó á pasar en aquellas partes; para mayor brc-¡ vedad hizo su camino por Francia. Saliéronle al encuentro hasta la raya de aquel reino los dos hijos del Rey, Enrique y Cárlos; el mismo Rey desde Orliens basta Paris le hizo compañía. Fué grande la resolucion del Emperador en fiarse de su contrario y ponerse en sus manos; dícese que se trató de detenerle; libróle Dios de un peligro tan grande. Llegado á Gante, con castigar á los culpados y edificar una fortaleza junto á la ciudad, hizo que los demás se sosegasen.

Por el mismo tiempo falleció Juan Vaivoda, que se Пlamaba rey de Hungría; dejó un hijo recien nacido, llamado Estefano, para cuya proteccion y defensa los turcos hicieron grandes estragos en el reino de Hungría.

Ebora, ciudad de Portugal, fué hecha arzobispal á peticion de aquel Rey y por autoridad del Papa; señaláronle por sufragáneo al obispo de Silves; confirieron aquella iglesia al cardenal don Enrique, hermano del Rey, que despues de la muerte del rey don Sebastian, su sobrino, vino tambien á reinar.

El pontifice Paulo confirmó la primera vez y aprobó la religion de la compañía de Jesus. Expidióse la bula en Roma á 27 de setiembre; fundóla el santo padre Ignacio de Loyola, guipuzcoano de nacion, persona de mucha santidad, para grande y maravilloso provecho de la república cristiana. En este año, á 12 de setiembre, sucedió la memorable batalla que venció á los turcos con armas iguales junto á la isla de Arboran don Bernardino de Mendoza, general de las galeras de España, de la casa de Mondejar.

AÑO 1541.

El Emperador, sosegadas las cosas de Flandes y castigados los de Gante, enderezó su camino para Alemaña; su intento era de reconciliar los herejes con la Iglesia. Tuviéronse muchas disputas entre los teólogos, que fuera un remedio saludable si la obstinacion de los herejes pudiese convencerse por argumentos. Habíase el año pasado comenzado en Wormacia entre los teólogos un coloquio, á 25 de noviembre, el cual se iba continuando este año; pero con la venida del Emperador se remitió todo para la dieta de Ratisbona, que se comenzó á 5 de abril. Disputaron los teólogos escogidos por la una y por la otra parte; el principal por la parte de los católicos fué Juan Eckio; por la de los herejes Filipe Melancton. El cardenal Gaspar Contareno, legado del Papa en esta dieta, con el deseo que tenia de la paz, parece concedió á los contrarios algunas cosas en materia de justificacion y de la transubstanciacion, por donde, vuelto á Roma, en público consistorio le reprehendió ásperamente el cardenal Pedro Garrafa, que adelante fué papa y se llamó Paulo IV. Todos tuvieron por entendido, por ser la reprehension tan áspera, que hablaba por boca del Pontifice, que presente estaba; así fué mayor la afrenta.

Concluida la dieta de Ratisbona, el César bajó á Italia; tuvo habla con el Pontífice en Luca, ciudad de la Toscana, por el mes de setiembre; tratóse en la plática de juntar un concilio general. Partido del Pontifice, pasó á Génova, donde Andrea de Oria tenia una grande

armada aprestada, á propósito de ir sobre la ciudad de Argel que está en la costa de Africa. El tiempo no era á propósito por estar el otoño adelante. Los mas, y el mismo Pontífice, procuraban apartalle de aquel propósito; pero el Emperador estuvo firme. Llegado á las riberas de Africa, á los postreros de octubre con una cruel tempestad que se levantó, perdida gran parte de la armada, sin hacer efecto, fué forzado á retirarse á Bugia, desde donde con mucha tristeza pasó al puerto de Cartagena sin sacar provecho alguno, antes gran daño. Fernan Cortés que acompañó en aquella jornada al Emperador, como su galera se fuese á fondo y él procurase salvarse á nado, se le cayeron de una toalla que llevaba ceñida dos vasos de esmeralda, que se apre→ ciaban en trecientos mil ducados.

AÑO 1542.

Desbarataron el intento que los años pasados tuvo cl Papa de juntar concilio las grandes guerras que se levantaron entre los príncipes; pero al presente un nuevo edicto se publicó en que mandaba el Padre Santo que los obispos de todas partes acudiesen á la ciudad de Trento. Señaló tambien sus legados para presidir, es á saber, los cardenales Parisio, Moron y Polo; pero estos intentos tambien se dilataron á causa que el Francés de nuevo hizo guerra contra el Emperador por muchas partes. La ocasion fué que él enviaba por embajadores al gran Turco un ginovés, llamado César Fregoso, y otro español llamado Antonio Rincon. Era gobernador á la sazon de Milan Alonso Davalos, marqués del Vasto; ciertos soldados españoles conocieron á los embajadores que iban navegando por el Po abajo, aunque disfrazados y en hábito de romeros; echáronles mano y ahogáronlos en aquel rio. Esto sucedió el año pasado. Túvolo el rey de Francia por grande desacato, sin parar hasta que se vino á las armas; acometió con un grueso ejército las fronteras de Flandes. Fuera desto, el mismo delfin Enrique por mandado de su padre puso en la entrada de España sitio sobre Perpiñan; pero fué tan grande el valor de los soldados castellanos del presidio, que le enclavaron la artillería, y con acudir soldados de todas partes, fué forzado á retirarse, alzado el

cerco.

Era en este tiempo virey de Navarra Juan de Vega, señor de Valverde, de donde en breve pasó á Rema por embajador, donde algunos años residió y hizo prudentemente su oficio; despues gobernó á Sicilia muchos años. Por conclusion, vuelto en España, fué presi→ dente del Consejo real de Castilla, en el cual cargo hizo cosas muy loables. Fué varon muy entero, y tuvo un ánimo muy constante contra los calumniadores, singular prudencia, y piedad y devocion extraordinaria.

A los primeros de diciembre murió el rey de Escocia Jacobo, quinto deste nombre; dejó sola una hija, llamada María, que poco antes le nació de su segunda mujer madama María, hermana del duque de Guisa.

En Alemaña, Italia y España fueron tantas las langostas, que, volando por el aire, quitaban el sol.

En Sicilia un grande temblor maltrató muchas ciud des y pueblos, muchos edificios quedaron mal pa

dos; la mayor fuerza deste mal prevaleció en Siracusa 6 Zaragoza de Sicilia.

AÑO 1543.

El emperador don Cárlos nombrado que hubo por gobernador de España al príncipe don Filipe, su hijo, con quien estaba desposada doña María, hija del rey de Portugal, cuidadoso de las cosas de Italia y de Alemaña, pasó con su armada á Génova. Desde allí en Buseto, pueblo entre Placencia y Cremona, se vió con el Papa; tanta era la diligencia y cuidado que estos príncipes mostraban del bien comun. Trataron sobre la junta del Concilio á tiempo que ya los legados del Papa en Trento, donde eran llegados, aguardaban que los obispos se juntasen. Tratóse otrosí de hacer paces entre Francia y España, pero no era llegada la sazon. Solo al duque de Cosme de Médices fué otorgado que rescatase las fortalezas de Florencia y de Liorno, que se tenian por el César, por docientos mil ducados. Habia el Papa dado las ciudades de Parma y Placencia á Pero Luis, su hijo; pretendia que el César aprobase esta donacion por ser aquellas ciudades del estado de Milan, pero no lo pudo alcanzar.

El rey de Francia por la parte de San Quintin trabajaba la frontera de Flandes; por otra parte, el cosario Barbaroja, destruido que hubo y quemado la ciudad de Rijoles en el Faro de Mecina, pasó por las riberas de Italia hasta meterse en el puerto de Tolon. Juntóse con él el príncipe de Anguiano; acometieron la ciudad de Niza, que cae cerca del estado de Génova; y dado que la tomaron, no pudieron hacer lo mismo de la fortaleza, bien que en aquel cerco gastaron la mayor parte del estío. Por esto y porque se decia que Andrea de Oria en breve llegaria con su armada á dar socorro á los cercados, se volvieron á invernar al puerto de Tolon.

AÑO 1544.

Este año, á 24 de enero, hubo un eclipse de sol, que duró todo el dia; los meses adelante tres veces se eclipsó la luna, cosa que despues del tiempo de Cárlo Magno afirman no sucedió jamás.

Las cosas sucedian, ora próspera, ora adversamente, porque Barbaroja, como se volviese á levante, de camino trabajó las riberas del reino de Nápoles en muchas partes. El miedo fué mayor que el daño, dado que saqueó la isla de Lipari y tomó aquella ciudad, y en las riberas de Sicilia se apoderó de la ciudad de Pati, y la saqueó y quemó; fueron muchos millares de ánimas las que llevó consigo cautivas. Por otra parte, el príncipe de Anguiano con un grueso ejército se metió por lo de Milan. Salióle al encuentro el marqués del Vasto; juntáronse los reales cerca de un pueblo llamado Cariñano; dióse la batalla, que fué muy brava, á 14 de abril; quedó la victoria por los franceses, y con todo esto no pudieron apoderarse del estado de Milan.

El César y el rey de Inglaterra habian hecho liga y juntado sus fuerzas en daño de Francia. Entró el Emperador por las fronteras de Flándes; apoderóse de muchas plazas por aquella comarca; pasó tan adelante, que llegó cerca de Paris. Fué tan grande el miedo que aquella gente cobró, que los mas ciudadanos de Paris

desamparaban aquella ciudad, la mas principal de Europa, y se retiraban á otras partes, especial que por el mismo tiempo el rey de Inglaterra por la parte de Teroana se apoderó de la ciudad de Boloña. En aquella estrechura últimamente se vino á tratar de paz; juntáronse los embajadores destos príncipes en la ciudad de Sueson, donde asentaron las paces con estas condiciones que se restituyese todo lo que de una y de otra parte habian tomado despues de las treguas que asentaron en Niza; que juntasen sus fuerzas en favor de la religion y hiciesen liga contra los herejes y contra los turcos; que el Francés se apartase de cualquiera pretension que tuviese en Flandes, en Aragon y en Nápoles; que el César diese por mujer á Cárlos, duque de Orliens, hijo menor del rey de Francia, una de sus dos hijas, ó alguna de las muchas de su hermano don Fernando; caso que le diese su hija, se obligaba de darle en dote los estados de Flandes con nombre y título de rey; caso que le diese una hija de su hermano, fuese el dote el ducado de Milan. Tomóse este asiento á 24 de setiembre, pero no se efectuó cosa ninguna por la muerte que sobrevino poco despues al dicho Cárlos, duque de Orliens.

AÑO 1545.

Estaba el príncipe de España don Filipe concertado con doña María, hija del rey de Portugal; celebráronse las bodas el año pasado en Salamanca con grandes regocijos. Fué el duque de Medina Sidonia hasta la raya de Portugal para acompañar la novia, que en breve se hizo preñada, y parió en Valladolid este año, á 8 del mes de julio, un hijo, que se llamó el príncipe don Cárlos; fué parto desgraciado, así por la muerte de la princesa, que falleció el cuarto dia adelante, por donde la alegría de su nacimiento en todo el reino se aguó con tristeza y con lágrimas, como tambien porque el hijo no llegó á heredar á su padre. El cuerpo de la difunta fué llevado y enterrado en Granada.

El cardenal don Juan Tavera falleció á 1.o de agosto; en su lugar fué puesto y hecho arzobispo de Toledo don Juan Siliceo, que ya era obispo de Cartagena; lo uno y lo otro en pago y como premio del trabajo en enseñar las primeras letras al príncipe don Filipe, como maestro que fué suyo. Los años adelante fué tambien cardenal.

Procurábase en Alemaña que los herejes se sujetasen á lo que el concilio de Trento determinase; para este efecto se tuvo dieta imperial en la ciudad de Wormacia. Halláronse presentes el Emperador y el cardenal Alejandro Farnesio, como legado del Pontífice, su abuelo. No se pudo efectuar cosa alguna, especial que Lutero con nuevos libros que publicaba no cesaba de soplar y atizar el fuego. Los herejes pedian coloquio y disputa entre los teólogos; los católicos no venian en esto, Y pretendian que todo el negocio se remitiese al parecer de los padres de Trento, por la experiencia que de tantas veces se tenia de cuán mal suceden las disputas que en materia de religion en particular se hacen. Todo era abrir las zanjas para la guerra de Alemaña, que se siguió poco adelante.

Con esto últimamente los obispos que se juntaban en Trento dieron principio al Concilio y le abrieron al fin deste año. Promulgóse la primera sesion á 13 de diciembre; presidian en todo tres legados del Pontifice, que fueron los cardenales Juan María de Monte, Marcelo Cervino y Reginaldo Polo. Los principales entre los teólogos españoles fueron los padres Diego Lainez y Alonso Salmeron, de la compañía de Jesus; de la órden de Santo Domingo los maestros fray Domingo de Soto y fray Melchor Cano; de la de San Francisco fray Alonso de Castro y fray Andrés Vega, porque el maestro Francisco Vitoria y el doctor Juan de Medina, catedráticos de prima en Salamanca y Alcalá, excelentes teólogos, ya por este tiempo eran pasados desta vida.

AÑO 1546.

Martin Lutero, en Islebio, pueblo de Sajonia, donde nació, fué hallado muerto en la cama á 18 de hebrero. Lo mucho que habia comido y bebido le ahogó en edad que era de sesenta y tres años. Su cuerpo fué enterrado en Witemberga, donde hizo lo mas del tiempo su residencia.

En Viguen falleció de enfermedad don Alonso Davalos, marqués del Vasto, y á la sazon gobernador de Milan. En el gobierno le sucedió Hernando Gonzaga.

Túvose dieta imperial en Ratisbona, donde hubo disputa entre los católicos y los herejes; por los católicos se señalaron Malvenda, español, y Juan Cochleo; por los herejes Bucero y Brencio. Fué el Emperador á la dieta por el mes de mayo; no se sacó mas provecho con esta diligencia que otras veces, antes fué mayor el desabrimiento, porque los teólogos herejes se partieron á tiempo que apenas se habia comenzado la disputa y los negocios. Los mas de los príncipes, aunque los convidaron, no quisieron venir; los que mas se señalaron fueron el duque de Sajonia Federico y el Landgrave, por nombre Filipe. Pareció al Emperador era necesario acudir á las armas; mandó á Maximiliano, conde de Bura, que en Flandes hiciese las mayores levas de gente que pudiese; en Alemaña hicieron lo mismo por el Emperador los marqueses de Brandemburg, Alberto y Juan, dado que ellos tambien eran herejes. Hicieron venir á los españoles de Italia juntamente á 17 de junio; escribió el Emperador sus cartas á las ciudades de Alemaña, en que les amonestaba no se dejasen engañar, que muchos sin tener respeto á lo que debian, usaban mal de su paciencia; por tanto, le era forzado acudir á las armas. Escritas estas cartas, partió el Emperador de Ratisbona para Baviera; asentó sus reales cerca de un pueblo, llamado Lanshust, donde habia llegado buen número de gente que el Pontífice enviaba en su socorro debajo de la conducta de sus nietos Octavio y el cardenal Alejandro Farnesio; poco despues llegaron los españoles en número de hasta seis mil. Nombró por general de todo el ejército á don Fernando de Toledo, duque de Alba. Los contrarios con un grueso ejército acudieron á Ingolstadio; eran los principales caudillos el de Sajonia y el Landgrave, á los cuales otros muchos príncipes y ciudades favorecian ó claramente ó de secreto. Asentaron sus reales en un collado ó ribazo, desde donde dispararon su

artillería contra los reales del Emperador, que estaban puestos en lugar mas bajo; fué mayor el espanto que el daño. El Landgrave pretendia pasar adelante y dar asalto á los reales del César, porque no estaban bien fortificados. No lo ejecutó, que los otros le fueron á la mano; cosa en que estuvo el remedio y vida de los nuestros por no ser en fuerzas iguales á los contrarios ni llegadas las gentes de Flandes. Luego que llegaron, el Emperador fué marchando con su campo la vuelta de Nerlingo con el enemigo, que siempre le iba á las espaldas. A la misma sazon Mauricio, duque de Sajonia, con ayuda de gente que el rey don Fernando le envió, se apoderaba de las tierras del duque Federico, su primo, como las que estaban dadas en prenda; fuera de que por tener los estados mezclados, le convenia dar órden como no fuese comun el daño ni sus vasallos maltratados por sus malos vecinos. Los herejes por acudir á este daño y por estar muy faltos de bastimentos, dieron la vuelta á Sajonia. El Landgrave se partió para su estado y se fué á la ciudad de Francfordia. La guerra se hacia muy brava por todas partes; muchos, así príncipes como ciudades, caian en la cuenta de su engaño. En particular el conde palatino Federico, perdida la esperanza que los rebeldes venciesen, tuvo manera para que el Emperador le perdonase de haber ayudado á sus enemigos. Y á su ejemplo, el duque de Witemberga y las ciudades de Ulma, Francfordia y Augusta hicieron lo mismo, pero á costa de gran dinero que les mandaron pagar para los gastos de la guerra, con otras seguridades que dieron.

AÑO 1547.

Estas cosas se ejecutaban entrante el año siguiente de 47 al mismo tiempo que Federico, duque de Sajonia, recobró fácilmente las plazas que el duque Mauricio le tomara, fuera de Lipsia, que della no se pudo apoderar.

Murieron tres príncipes este año, es á saber, la mujer del rey don Fernando, llamada Ana, el rey Francisco de Francia, que falleció á 21 de marzo; vivió cincuenta y dos años, reinó los treinta y dos años; sucedióle su hijo el rey don Enrique. Al tanto el rey de Inglaterra Enrique pasó desta vida, infame por la scisma que levantó y puerta que abrió en su reino para las herejías; vivió años cincuenta y siete, reinó los treinta y siete y nueve meses. Sucedióle Eduardo, su hijo, niño de nueve años, conforme á lo que su padre dejó ordenado en su testamento, donde sustituia á María, Isabel, sus hijas, para que sucediesen en el reino caso que su hermano muriese sin hijos. En tiempo de este Rey el duque de Sumerset, su tio, hermano de su madre, y gobernador que era del reino, introdujo en Inglaterra las herejías luteranas. En Paris en un mismo dia, 16 de marzo, fallecieron Francisco Vatablo y Jacobo Tusano, muy doctos, el primero en hebreo, el otro en griego.

El Emperador, luego que hubo penado la ciudad de Argentina en grande cantidad de dinero y que su hermano el rey don Fernando se juntó con él, porque hasta este tiempo se detuvo en Bohemia, marchó con su gente la vuelta de Sajonia. Llegó á Misna y al rio Albis,

« AnteriorContinuar »