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- pelear; «tanto mas que en número y en esfuerzo les cipe se ve cerca de Carrion, en tierra de Campos, en un liaceis ventaja. Ni lienen reales los enemigos, ni están monasterio que se llama Benevivere, con su lucillo y fortificados; el cielo nos ofrece ocasion de grande gloria, letrero que le hizo poner Pero Ruiz Sarmiento, su soel cual á nos es favorable ; á los contrarios ha quitado brino, hijo de su hermana , y primer conde que fué de el entendimiento para que en nada acierten. Animaos Salinas. Entró el rey de Castilla luego por las tierras de pues, y en este dia echad el sello á lodas las victorias Aragon con grande espanto de aquella tierra. Los labrapasadas, a los trabajos y honra ganada.» Adelantáron- dores con sus ganados y ropilla se recogian á lugares se al son de los písaros y atambores; llegaron á vista de fuertes; los soldados ponian fuego á las aldeas que quelos enemigos, cuarido don Alvaro de Luna, considerado daban yermas y talaban los campos. Llegaron con los el peligro, mandó rodear con los carros el lugar en que reales hasta Hariza, villa fuerte por estar sentada en un alojaban, determinado de no pelear sino con ventaja y alto; recogiéronse los moradores al castillo, y con esto buena ocasion ó forzado. El infante don Enrique por saquearon el pueblo y en gran parte le quemaron. En una parte, y por la otra el adelantado Pedro Manrique el mismo tiempo, como estaba acordado, hacian tamtuvieron habla; dijéronse denuestos y quemazones sin bien entradas por las tierras de Navarra gentes de Casque otro efecto se siguiese. Acudieron los unos y los tilla debajo la conducta de Pedro Velasco, general de otros á las armas, trabáronse algunas escaramuzas. El aquellas fronteras. Tomaron por suerza á San Vicente, cardenal de Fox, legado del Papa en Aragon , que an- villa de Navarra , y le pusieron fuego á causa que por daba entre las unas haces y las otras, amonestaba, ora quedar el castillo por los navarros no se podia conserá estos, ora á aquellos que sosegasen; en fin, les per- var. Por otra parle el obispo de Calahorra y Diego de suadió que pues ya era tarde, dejasen para el dia si- Zúñiga, su sobrino, se apoderaron de la villa de la guiente la batalla. La dilacion de aquella noche puso Guardia y de su castillo. Fuera desto, el conde de Benaremedio á los males. La reina de Aragon, hembra de venle don Rodrigo Alonso Pimentel, como le era manánimo varonil, llegado que hobo adonde las gentes alo- dado, con parte del ejército no cesaba de apoderarse jaban, hizo armar su tienda en medio de los dos campos, de los pueblos y castillos que el infante de Aragon don y por su industria con buenos partidos se hicieron las Enrique poseia en Castilla. El, desamparada la villa de paces, y luego que los capitanes de Castilla las hobie- Ocaña, que era cámara de su maestrazgo, se fué á Seron jurado, se dejaron las armas. Y si bien las gentes gura , castillo asentado á la raya de Portugal y á la ride Castilla se quedaron en el mismo lugar, los reyes de bera del rio Guadiana. Allí dejó la Infanta, su mujer, g Aragon y Navarra sin bacer mal ni daño volvieron atrás. él se volvió á Trujillo por ver si, ya que le tomaron los El infante don Enrique los dias pasados estuvo á punto, demás pueblos de su estado, pudiese entretenerse y ha

у por tratado que tenia, de tomar con engaño y apoderar- cer algun daño por aquella comarca en las tierras del se de la ciudad de Toledo, y por no haber salido con Ref. Acudióle luego su hermano el infante don Pedro, este deseño, poco antes de la refriega se fuera á juntar que por miedo de aquella tempestad se retiró a aquellos. con sus hermanos. Al presente , confiado en las capitu- | lugares, mozo de gran corazon y muy diestro en las laciones de la paz, por Sigüenza pasó á Uclés, resuelto, armas por el uso que dellas alcanzó en las guerras de si no le guardaban lo asentado, de mover nuevos albo- Nápoles. rotos con ayuda de los de su valia. Sin embargo, el rey

CAPITULO II. de Castilla con la fuerza de sus gentes y ejército apre

Del fin desta guerra. suraba su camino. Llevaba mas de diez mil de á caballo y cincuenta mil infantes, todos número. Fuéronse Mucho se adelantaron las cosas de Castilla, quier para para él la reina de Aragon , su hermana y el cardenal ganar reputacion y mantenerse en su honra, quier pade Fox; avisáronle de los conciertos y amonestárovle ra vengar y castigar el atrevimiento de los aragoneses dejase las armas. E!, encendido en deseo de satisfacer

y navarros, pues por tantas partes y en tantas maneras se y feroz por la esperanza que llevaba de la victoria, los apretaron. Poner sitio al castillo de Hariza era cosa respondió que las capitulaciones no eran válidas por ser larga, y poco lo que en tomalle se interesaba , que fué hechas sin su mandado, que era justo castigar la inso- la causa por que el rey de Castilla dió la vuelta con sus lencia de los dos reyes. Tenia sus estancias cerca de Be- gentes y soldados á Medinaceli mas alegres por la vicJamazan, pueblo situado á la ribera de Duero. Llegó allí toria que ricos con la presa. Con esto y con poner didon Fadrique, duque de Arjona y conde de Trastama- versas guarniciones en aquellas fronteras deshizo el ra. Llegado que lobo á la presencia del Rey, fué preso; campo y dió licencia á los solJailos para irse á invernar lleváronle al castillo de Peñafiel, que en este comedio y volverse á sus casas. El mismo Rey al fin del otoño era venido en poder del Rey, donde falleció el año si- se partió para Medina del Campo á tener Cortes de su guiente; notable lástima, así por su edad como por ser reino, que para alli tenia aplazadas. Con su partida los de sangre real, como tambien por venir sin esperar enemigos recobraron ánimo. El Navarro se era ido á salvoconducto, creo confiado y asegurado de su buena defender su reino; el de Aragon, juntadas sus gentes, conciencia contra el crímen de traicion que le carga- se metió por las tierras de Castilla por la parte y coban, es á saber, de sentir con los infantes de Aragon. marca de la ciudad de Soria, por donde antiguamente La discordia civil es madre de sospechas, y contraria se lendian los pueblos llamados celtiberos. A poderóse muchas veces á la inocencia. Los buenos suelen en tal de la villa de Deza, ganó los castillos de Ciria y Boroocasion ser tenidos por mas sospechosos que los malos, via, y con ellos á Bozmediano; el. castillo se le entregó en especial si aman el sosiego. La sepultura deste Prin- el alcaide por dineros. Fué grande la presa de ganacus

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| trigo, tomaron muchos prisioneros; con esto las tiempo recibieron los de Castilla una nueva rota en los gentes y soldados sin recebir algun daño se volvieron á campos de Arabiana, que están á las haldas de MoncaCalatayud, de do salieron. A la raya de Portugal por la yo, harto conocidos y desgraciados de tiempo antiguo parte que corre Guadiana y baña las tierras de Extre- por la muerte desgraciada y desleal ejecutada en las madura, los infantes de Aragon con mayor libertad y personas de los siete infantes de Lara. Ruy Diaz de ganancia haciau sus cabalgadas y presas de ganados, Mendoza , por sobrenombre el Calvo, aunque ciudadade que hay en aquellas comarcas gran muchedumbre no de Sevilla, era capitan de cuatrocientos caballos de por la abundancia de los pastos; los cuales enviaban á Navarra. Este venció en un encuentro á Iñigo Lopez de Portugal no obstante que el conde de Benavente, quien Mendoza, señor de Hita, por arriscarse con menor núesto tenia encomendado, les hacia resistencia, pero no mero de gente á pelear con los contrarios. Pocos fuecra bastante para estorballos. Por esta causa don Al- ron los muerlos, porque el Capitan, como vió los suyos varo de Luna acudió en persona á reparar aquel daño, desbaratados, se recogió con algunos á un ribazo, en y para el mismo efecto, a su llamado, Pero Ponce, señor que se hizo suerte. Los mas se pusieron en huida y se de Marcliena , que era un caballero muy poderoso y ri- salvaron á causa que los contrarios no tenian noticia de. co en el Andalucía. Enviaron sus reyes de armas á pe

á la tierra y por la escuridad de la noche, que cerró. Hadir la presa , emienda y restitucion de los daños, y nin- cíanse las Cortes de Castilla en Medina del Campo por guna cosa alcanzaron fuera de buenas palabras, porque principio del año 1430, y por el mismo tiempo las de el rey de Portugal de secreto les hacia espaldas, y hol- los catalanes en Tortosa , presentes los dos reyes, cada gaba de los trabajos y alteraciones de Castilla por serle cual en su parte. Era grande la falta de dinero para los muy á propósito para afirmarse él mas y arraigarse en gastos de la guerra , que pretendian seria muy larga; y aquel su reino, de que se apoderara. Sucedió a la misma era grande la dificultad que se ofrecia para allegallo. sazon que los infantes de Aragon, por no hallarse con Las rentas de Aragon eran pequeñas, las riquezas de fuerzas iguales á don Alvaro de Luna, quemados los Castilla consumidas con los gastos y poco úrden del arrabales de Trujillo, fortificaron aquella plaza, que se Rey y de su casa, como quier que la templanza del tenia por ellos, y en la forialeza pusieron buena guar- principe sirva en lugar de muy gruesas rentas bastannicion de soldados; demás desto, por si mesmos de so- tes para el tiempo de la guerra y de la paz. En ambas bresalto se apoderaron de Alburquerque, villa fuerte y partes se trató de la poca lealtad que algunos grandes de importancia á la raya de Portugal; por todo esto las guardaban á sus reyes. Descaba el de Aragon sosegará voluotades de sus coulrarios quedaron mas irritadas. don Fadrique, conde de Luna, ca se entendia inclinaba Pareció grave daño, especial la pérdida de Alburquer- á seguir el partido de Castilla , movido del dolor y senque, porque se temia que los portugueses se fortifica- timiento que causa ba en él habelle quitado el reino; sen en aquel pueblo, puesto que entre Portugal y Cas- demás que no fallaba gente liviana que despertaba su tilla habia treguas, mas no estaban de todo punto con- úvimo inconstante, y le ponia grandes esperanzas de certadas las paces, y menos las voluntades conformes. vengarse y alcanzar mayores riquezas, si se arrimaba Determinó el Rey acudir á aquel daño, convidado á Castilla. No pudo salir el de Aragon con lo que prepor don Alvaro, y esto para que con mayor autoridad y tendia en esta parte, ni le pudo haber á las manos, pefuerza se hiciese todo, y la honra de la victoria que es- ro confiscóle todo su estado, que le tenia muy grande. peraban y de concluir aquella empresa quedase por el Lo mismo hizo el rey de Castilla con los infantes de mesmo Rey. Sucedió al revés de lo que cuidaban, por- Aragon, y aun pasó mas adelante, que, ó por ser de su que si bien tomaron la villa y fortaleza de Trujillo y á condicion pródigo, ó con intento que á aquellos señoMontanges, no hobo órden de apoderarse de Albur- res no les quedase esperanza de reconciliarse con él y querque; así, con dejar allí por capitanes y fronteros al ser restituidos en sus bienes , los pueblos que les quitó maestre de Alcántara y don Juan, hijo de Pero Ponce, los reparlió entre otros caballeros principales. El maesel Rey y don Alvaro dieron la vuelta y se partieron para trazgo de Santiago se dió en administracion á don AlMedina del Campo. En la toma de Trujillo sucedió una varo de Luna, á Pedro Fernandez de Velasco en procosa memorable. Estaba el condestable don Alvaro

piedad la villa de Haro, Ledesma á Pedro de Zúñiga dentro de la villa ; la fortaleza se tenia por el infante (al uno y al otro con título de condes), á Pedro Mandon Enrique. Tralose con el alcaide que la rindiese; rique dió á Paredes, al conde de Benavente hizo merimpedialo un bachiller Garci Sanchez de Quincoces, ced de la villa de Mayorga , Medivilla fué dada á Pero que tenia gran parle en la guarda. Procuró don Alvaro Ponce. A Iñigo Lopez de Mendoza cupieron del reparliaber habla con él, y aunque con dificultad, al fin al- timiento y del botin algunos lugares cerca de Guadala

у canzó que por un posligo á la parte del campo que tie- jara, que eran de la infanta doña Catalina; á don Gune una cuesta agria viniese á ella solo con un mozo tierre Gomez de Toledo, obispo que fué adelante de de espuelas, que con la mula se quedó tambien á la Palencia, Alva de Tórmes, en tierra de Salamanca; á mitad de la cuesta. Salió el bachiller; mas como ni por otros caballeros diferentes dió otros pueblos y lugares promesas ni amenazas se dejase vencer, abrazóse el en gran número. Por este modo de la caida destos inCondestable con él, y ambos fueron rodando la cuesta fantes como de un grande edificio se fundaron en Casabajo, de suerte que antes que de la fortaleza pudiese ser tilla nuevas casas y estados, que permanecen y recon. socorrido, le puso en lugar seguro entre cien hombres servan hasta el dia de hoy, dado que algunos lamm liede armas que allí cerca tenia puestos en celada, con lo cho mudanza por diversas causas de apellidos y loacual sin dilacion se rindió la fortaleza. Por este mismo jes. A don Fadrique, conde de Luna, que buido do

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Aragon, por el mismo tiempo llegó a Medina del Cam- que los partidos fuesen honrosos y tolerables. Ninguno po, despues de labelle honrado y seslejado mucho, ignoraba cuán grande seria el estrago y desventura de dieron primero las villas de Cuellar y Villalon, despues todos si se viniese á las manos de poder a poder. Las tambien Arjona y otras rentas, con que pudiese sus- espadas que una vez se tiñen en sangre de parientes, lentar su casa y estado. Doña Leonor, reina de Aragon, con dilicultad y tarde se limpian. No de otra manera sué llamada á Tordesillas y allí puesta en el monaste- que si los muertos y sus cenizas anduviesen por las fario de Santa Clara. Quitáronle asimismo tres castillos milias y casas pegando fuego y furia á los vivos, todos suyos que tenia con guarnicion , que ella entregó como se embravecen, sin tener fin ni término la locura y los le era mandado, todo á propósito que no pudiese ayu- males. Punzados por el razonamiento del Obispo, don dar á sus hijos ni con lacienda ni de olra manera al- Alvaro y el conde de Benavente respondieron por sí y guna; pero poco despues se revocó todo esto en Búr- por los demás. Llegaron á malas palabras, y parece 6's. Despues del rigor suele seguirse la benignidad y buscaban ocasion de pasar adelante. Ramon Perellos, compasion , deniás que parecia cosa sea que la madre uno de los embajadores, con loco atrevimiento se ofreincente pagase los deméritos de sus hijos. Fué puestació á hacer campo y probar con las armas á cualquiera en libertad, y fuéronle restituidos sus castillos con que quisiese salir á la causa , que tenian la razon de su condicion y promesa que hizo de no acudir á sus liijos parte; grande resolucion y brava; pero por estar el Rey en aquella guerra. Ayudó mucho para tomar esta re- presente no se pasó ú mas que palabras. Con esto so solucion una embajada que vino sobre cslas diserencias acabó aquella junta; despues los embajadores de Arade Porlugal, dado que lo que sobre todo con ella se gon bablaron de uno en uno á los grandes de Castilla, y prelendia cra que entre los reyes de Castilla y de Ara- hicieron con sus ainonestaciones lanlo, que los inclinagon se hiciesen treguas hasta tanto que jueces señala- ron á la paz. Estaban los reales de Castilla á la puente dos por ambas partes tralasen entre sí y asentasen las de Garay, sitio en que se entiende estuvo asentada la condiciones de la paz. No luvo esto efecto por no estar antigua Numancia, mas por las medidas y silio de los aun sazonadas las cosas. Eu Peñíscola este año el do- lugares que porque haya algun rastro cierto desla antimingo de Rainos , que fué á los 9 de abril, y el jueves güedad. Pasó el Rey con su campo á Majano. Allí por adelante salió del sepulcro del papa Benedicto tan gran- gran diligencia que los dichos embajadores hicieron de y tan suave olor, que se hinchó del todo el castillo; asentaron treguas; por parte de Castilla don Alvaro de así lo testifican algunos autores , como yo pienso, mas Luna y don Lope de Mendoza, arzobispo de Santiago, por alicion que con verdad. Esta fama por lo menos sué que nombraron para tratar de las capitulaciones con ocasion que Juan de Luna, su sobrino, le hiciese trasla- los embajadores de los dos reyes. Concertaron Epaldar á Illueca, villa suya puesta enti e Tarazona y Cala- mente que durasen las treguas por espacio de cinco tayud. La licencia para hacello alcanzó debajo de con- años con estas condiciones : dejadas por ambas partes dicion que ni le hiciesen honras ni fuese enterrado en las armas, se abriuse la contrataciou como anles; los Jugar sagrado en pena de su contumacia y de haber por infantes de Aragon restituyesen á Alburquerque dentro ella muerlo descomulgado. Aprestábase el rey de Cas- de treinta dias, y que no pudiesen entrar en Castilla en tilla para la guerra, y con gran cuidado juntaba una todo el tiempo de las treguas, ni tampoco el rey de Queste muy grande, como el que estaba determinado Castilla les quilase los pueblos que por ellos se tenian; de hacer de nuevo con mayor fuerza y pujanza otra en- últimamente, que don Fadrique, conde de Luna, y don trada en Aragon. Junto con esto tenia mandado á don Jofre, marqués de Cortes, hijo de don Cárlos, rey do Fadrique Enriquez, almirante del mar, que con su ar- Navarra, que andaban sorajidos en Castilla, no fuesen mada, que tenia á punto, trabajase las riberas y mares maltratados por los reyes de Aragon y Navarra. Para de Aragon con todo género de daños. Hecho esto, ino- las demás diferencias se nombrasen catorce jueces, siete vió con sus gentes y llegó a Osma. El rey de Aragon en de cada parte; y que basta concluir cstuviesen y resiTarazona se aparejaba para la guerra, el de Navarra en diesen en Tarazona y Agreda, pueblos á la raya de AraTudela; ambos con mayor porsia y diligencia que re- gon. Luego que cslas condiciones fueron aprobadas caudo, á causa que aquellas dos naciones aborrecian por los reyes, se pregonaron las treguas en los reales aquella guerra como mala y desgraciada. Fueron sobre la misma fiesta del apóstol Santiago; lo mismo se hizo el caso enviados embajadores de Aragon, que llegaron a en las ciudades y lugares de los tres reinos con grande Osma á 14 dias de junio. Dióseles luego audiencia ; don alegría de todos, que se regocijaban, no solo por el bien Domingo, obispo de Lérida, que era el principal y ca- presente, sino mucho mas por la esperanza que cobrabezu en aquella embajada, habida licencia de hablar, ron de asentar una paz muy larga. Despacháronse corcon un largo razonamiento que hizo relató cuán gran- reos a todas partes que llevasen nuevas tan alegres, y des beneficios tenian los aragoneses recebidos de los re- en particular al rey de Portugal, el cual con su embayes de Castilla. Que la memoria dellos seria perpetua, jada y grande instancia que hizo muchas veces procusin embargo que tomaron las armas, no por voluntad, rara se compusiesen estos debates de los reyes; y en sino forzados de los engaños de algunos señores, que aquella sazon se mostraba alegre por los desposorios se aprovechaban de la facilidad y nobleza de su Rey pa- que festejaba de dona Isabel, su hija, con Filipe, duque ra echar sus deudos de la corte, sin dar lugar aun de de Borgoña, viudo de su segunda mujer. Deste matrihablalle como los que estaban con la privanza hincha-monio nació Carlos, llamado el Atrevido, duque que fué dos y acostumbrados á malas mañas. Que de buena ga- adelante de Borgoña, conocido no mas por la grandeza na las dejarian, si con reputacion lo pudiesen hacer, y de sus bechos y valor que por el triste y desgraciado

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fin que tuvo. El rey de Aragon despachó una armada á obispo de Jaen, y Diego de Ribera , adelantado que era Portugal para llamar á sus hermanos. Pretendia él que del Andalucía, con ochocientos caballos y tres mil de dejando á Alburquerque, le acompañasen, y empleallos á pié entraron hasta llegar a la vega de Granada. Reen la guerra de Italia, que le tenia en mucho cuidado, partieron la gente desta manera : pusieron dos celadas y de dia y de noche no pensaba sino en volver á ella, en lugares á propósito; ochenta de á caballo llegaron aunque la ida de los infantes no se efectuó luego. Las á dar vista á la ciudad con intento de sacar los moros gentes de Castilla fueron desde Osma despedidas con á la pelea y metellos en las zalagardas y enreilallos. órden que á la primavera no fallasen de acudir a sus Salieron ellos, pero con recato al principio, porque tebanderas para dar principio a la guerra de los moros mian lo que era, que habia engaño. Los que tenian de Granada. Hecho esto, el Rey pasó lo demás del estío en la primera celada, como les fuera mandado, a los en Madrigal, villa muy conocida, do á la, suzon la Reina primeros golpes volvieron las espaldas. Asegurados con se hallaba.

esto los moros como si no hobiera mas que temer, sin CAPITULO III.

órden y sin concierto siguen á rienda suelta el alcance. De la guerra de Granada.

Llegaron con esto donde estaba la fuerza de los con

trarios, que era la segunda celada. No pensaban los El fin de la guerra de Aragon fué principio de otras moros cosa semejante ni hallar resistencia; así ellos dos guerras, de la que á los moros se hizo y de la de se atemorizaron, y á los nuestros creció el ánimo. HiNápoles, como quier que nunca los reyes sosiegan, en rieron en los enemigos, mataron docientos, prendieespecial cuando su imperio está muy extendido, antes ron ciento, los demás como pláticos de la tierra se salunas diferencias se traban de olras y se mueven de varon por aquellas fraguras, á las cuales los caballos nuevo cada dia, además de la ambicion, mal desapo- de los moros estaban acostumbrados , y á los cristianos derado y cruel y que no tiene límite alguno. El que fueron causa por su aspereza y no estar usados de demas liene mas desea, y de mas cosas está menguado, tenerse. Por otra parte, Fernan Alvarez de Toledo, semiserable y torpe condicion de la naturaleza de los ñor de Valdecorneja , á cuyo cargo quedó la guarnicion

á mortales, si bien á don Juan, rey de Castilla , puede de Ecija , entró por los campos y, tierra de Ronda. No escusar el deseo que tenia de ensanchar el nombre cris- le sucedió tan prósperamente, porque acudiendo los tiano y extirpar la nacion de los moros, por lo menos en naturales, con igual daño suyo del que hizo en los conEspaña. El rey Maliomad, llamado el Izquierdo, res- trarios, fué forzado á retirarse. Poco despues Rodrigo tituido que fué en el reino, como antes desto queda di Perea , adelantado de Cazorla, entró por otra parte; cho, reliusaba, sin embargo, de pagar el tributo y pa- acudieron al improviso los enemigos, y fué la carga que rias que así él como sus antepasados tenian costumbre dieron tan grande, que con pérdida de casi todos los de pagar ; que fué la causa por que cuando se hacian suyos apenas el Adelantado se pudo salvar á uña do los a parejos para la guerra de Aragon, si bien pidió caballo. Verdad es que García de Herrera que era matreguas, ni del todo se las negaron , ni claramente se riscal, escalo de noche y ganó de los moros por fuerza las concedieron y otorgaron. Tomóse solamente por el lugar de Jimena, que fué alguna recompensa de expediente de enviar por embajador a Granada á Alon- aquellos daños. Desta manera variaban las cosas prósso de Lorca para entretener aquel rey Bárbaro y dar peras y adversas, fuera de que el tiempo no era á protiempo al tiempo hasta que el juego estuviese bien en- pósito, antes por las continuas aguas hallaban los catablado. Al presente, como nuevos embajadores para minos empantanados, los rios iban crecidos. Eu paresto enviados hiciesen de nuevo instancia por las tre- ticular en Navarra el rio Aragon salió de madre y guas, respondió el Rey que no se tomaria ningunasien- derribó gran parte de la villa de Sangüesa con gran to sino fuese que ante todas cosas pagasen el tributo pérdida y notable daño de los moradores de aquel luque teniaa antes concertado. Fue junto con esto Alun- gar. El Rey llamó por sus cartas á don Diego Gomez de so de Lorca, enviado por embajador al rey de Túnez Sandoval, conde de Castro, y al maestre de Alcántara con ricos presentes para dar razon á aquel Rey de la don Juan de Sotomayor. No obedecieron, sca por miedeslealtad y contumacia del rey de Granada , que ni se do de sus enemigos, sea estimulados de su mala conmovia por el peligro, ni correspondia al amor que le ciencia. Era cierto seguian la voz de los infantes de mostraran. Con esto obró tanto, que persuadió á aquel Aragon, y aun despues de hechas las treguas , perseRey no enviase al de Granada para aquella guerra so- veraban en lo mismo. A la sazon que se apercebian para corros desde Africa. Esto fué tanto mas fácil, que aque- esta guerra falleció la primera mujer de don Alvaro llos bárbaros poden de ordinario la amistad y lealtad de Luna doña Elvira de Portocarrero. Por su muerte en venta, y mas les mueve su pro particular que el res- casó segunda vez con doña Juana, hija del conde de peto de la religion y honestidad. Por ventura ¿hacen Benavente. Los regocijos de las bodas se celebraron en esto solos los bárbaros, y no los mas de los principes Palencia ; no fueron grandes á causa que á la misma que tienen el nombre y se precian de la profesion de sazon falleció doña Juana de Mendoza , abuela de la descristianos? Tuviéronso Cortes en Salainanca, en que posada, y mujer que fué del almirante don Enrique ; los con gran voluntad de todos los estados se otorgó al Rey padrinos de la boda fueron el Rey y la Reina. Ninguna ayada de dinero para aquella guerra en mayor cantidad cosa por entonces parecia demasiada por ir en aumenque les pedian, porque era contra los enemigos de cris- to y con viento próspero la privanza y autoridad de don tianos. Por el fin deste año se hicieron diversas en- Alvaro. Sucedian estas cosas al principio del año 1431. tradas en tierras de moros, en particular don Gonzalo, El papa Martino V, ya mas amigo, a lo que mostraba,

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otros buenos autores señalan el año siguiente, que hace |

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del Aragonés, al tiempo mismo que, o por odio de los grande frescura y no de menor fertilidad. Puso fuego franceses, ó con una profunda disimulacion tenia lla- en los ojos de los mismos ciudadanos á sus huertas, sus mado á Italia al dicho rey don Alonso, falleció en mala cortijos y arboledas, sin perdonar á una hermosa casa sazon en Roma de apoplejía á 20 del mes de febrero; de campo que por allí tenia el rey Moro; pero no fue

ron parte estos daños ni aun las cartas de desafío que maravillar haya variedad en cosa tan fresca y tan nota- les envió don Alvaro para que saliesen á pelear. No se ble. En lugar del papa Martino fué puesto el cardenal supo la causa ; puédese conjeturar que por estar la Gabriel Condelmario, veneciano de nacion, con nom- ciudad suspensa con el miedo que tenia de mayores bre que tomó de Eugenio IV; fué su eleccion á 3 dias males, o no estar los ciudadanos asegurados unos de de marzo. Ayudóle en gran manera para subir a aquel otros. Entre tanto que esto pasaba se consultaba en grado el cardenal Jordan Ursino ; por esto comenzó á Córdoba sobre la forma que se ternia en hacer la guerfavorecer mucho å los ursinos, bando muy poderoso ra. Los pareceres fueron diferentes ; unos decian que en Roma, y á perseguir por el mismo caso á los colo- talasen los campos y no se detuviesen en poner sitio neses, sus contrarios; y á su ejemplo Juona, reina de sobre algun particular pueblo; otros que seria mas á Nápoles, mujer mudable é inconstante, despojó á An- propósito cercar alguna ciudad fuerte para ganar mayor tonio Colona de la ciudad de Salerno. Por respeto del reputacion, y con su toma sacar mayor provecho de nuevo Pontifice le quitó lo que el Pontilice pasado le tantos trabajos y tan grandes gastos. Prevaleció el pahizo dar, ó por ventura hubo algun demérito suyo, de recer mas honroso y de mas autoridad, y conforme á él que resultaron nuevas alteraciones y diferentes espe- se acordó fuesen sobre Granada y peleasen con los moranzas en otros de ser acrecentados. El rey de Castilla, ros de poder á poder, que era lo que un moro, por delerminado de ir en persona a la guerra de los moros, nombre Gilairo, grandemente les aconsejaba ; el cual nombró para el gobierno de Castilla en su ausencia á en su tierna edad, como bobiese sido preso por los Pedro Manrique. Hecho esto, de Medina del Campo moros y renegado nuestra se, dado que no de corazon, pasó á Toledo, en cuyo templo por devocion pasó toda en esta ocasiou se vino á Córdoba á los nuestros y les una noche armado y en vela, costumbre de los que se daba este consejo. Prometia que luego que los fieles se armaban caballeros. Venida la mañana , hizo bendecir presentasen á vista de la ciudad de Granada , Juzef Be. las banderas; y pasadas las fiestas, que se le hicieron nalinao, nieto que era de Mahornad, el rey Bermejo, grandes, hechos sus votos y plegarias, partió para la que fué muerto en Sevilla', se pasaria con buen número guerra. Está en medio del camino puesta Ciudad-Real. de gente á sus reales. Tomada esta resolucion, la ReiAllí, como el Rey se deluviese por algunos dias, á na , que hasta allí acompañara al Rey, se partió para los 24 de abril, dos horas despues de medio dia , temblo Carmona; el ejército marchó adelante. Por el mes de Ja tierra de tal manera , que algunos edificios quedaron octubre se detuvo el Rey cerca de Alvendin algunos maltratados, y algunas almenas del castillo cayeron en dias hasta tanto que todas las compañías se juntasen. tierra. El mismo Rey fué forzado por el miedo y por el Llegáronse hasta ochenta mil borbres, y entre ellos peligro salir á raso y al descubierto ; fué grande el es- muchos que por su linaje y hazañas eran personas de panto que en todos causó, y mayor por estar el Rey pre- gran cuenta. Dióse cuidado de asentar los reales y de sente y correr peligro su persona ; mas el daño fué pe- maestres de campo al adelantado Diego de Ribera y á queño, y ningun hombre perecis. En Aragon, Cataluña Juan de Guzman, cargo que antes solia ser, conforme y en Ruisellon fué mayor el estrago por esta misma á las costumbres de España, de los mariscales , á quien causa y á la misma sazon, tanto, que algunos lugares pertenecia señalar y repartir las estancias. Marcharon quedaron destruidos, y algunos maltratados por los dende en buen órden, y el segundo dia llegaron á tiertemblores de la tierra. En Granada otrosí poco adelan- ra de moros. Entraron formados sus escuadrones y en le, y en los reales de Castilla que cerca estaban y á ordenanza, no de otra manera que si tuvieran los enepunlo de pelear y entrar en la batalla que se dieron, migos delante. Don Alvaro de Luna llevaba el cargo de como se dirá poco adelante, tembló la tierra, pronós- la avanguardia, en que iban dos mil y quinientos homtico que cada uno podia pensar amenazaba á- su parte bres de armas ; el Rey iba en el cuerpo de la batalla ó a la contraria ó á entrambas, y que dió bien que con la fuerza del ejército, acompañado de muchos granpensar y temer no menos á los moros que a los cristia- des; el postrero escuadron hacian los cortesanos y nos. Asimismo por toda España fueron grandes los te- gran número de eclesiásticos, entre ellos don Juan de mores y anuncios que hubo por esta causa ; que el pue- Cerezuela, obispo de Osma, y don Gutierre de Toledo, blo inconstante y supersticioso suele alterarse por co- obispo de Palencia ; á los costados marchaban con sas semejantes y pronosticar grandes males. Por este parte de la gente don Enrique, conde de Niebla, Pero mismo tiempo en Barcelona falleció la reina doña Vio- Fernandez de Velasco, Diego Lopez de Zúñiga, el conlante de mucha edad; fué casada con el rey don Juan de de Benavente y el obispo de Jaen ; delante de todos cl Primero, y era abuela malerna de Ludovico, duque los escuadrones iban los dos maestres de campo con de Anjou, con quien traian guerra los aragoneses por mil y quinientos caballos ligeros. Estos dieron princiel reino de Nápoles. Llegó el rey de Castilla por el mes pio á la batalla, que fué á 29 del mes de junio en esta de mayo a la ciudad de Córdoba ; desde allí envió á don guisa. Los moros salieron de la ciudad de Granada con Alvaro de Luna adelante con buen número de gente, grandes alaridos ; los fieles fueron los primeros á pasar taló la campaña de Mora , y llegó haciendo estrago á un ribazo que caia en medio ; con esto se trabó la hasta la misma vega de Gruyada, llanura que es de pelea. Era grande la muchedumbre de los bárbaros,

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