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resistencia al Rey de Aragon, mayormente que ya por su mandado Luis Coronel desde Tarazona hacia guerra en Navarra, robaba y destruia toda aquella frontera, Á la Reyna su muger envió á Francia, dado que estaba preñada, para que procurase aplacar al Rey su hermano, y buscase algun remedio para salir del aprieto en que estaban. Esta ida no fue de provecho alguno, á causa que el Rey de Francia pensaba y pretendia quedarse desta vez con toda la tierra que el de Navarra tenia en su reyno. Estando pues la Reyna en su villa de Evreux en Normandia, en el postrero dia del mes de Marzo parió al Infante D. Pedro su segundo hijo, Conde que fue de Moretano ó Mortaigne en Normandia, con el qual en el medio del estio se volvió á Navarra : por no hallar buena acogida en el Rey de Francia, de necesidad el Navarro hobo de buscar de quien favorecerse. Parecióle el mejor medio de todos aliarse y juntar sus fuerzas con el Rey D. Pedro que andaba desterrado, y le rogaba hiciese liga con él; y como los hombres quando se veen en algun grande aprieto, son muy liberales, para traelle á su amistad le hacia una muy larga promesa de pueblos en Castilla, ca le ofrecia toda la tierra de Guipuzcoa, Calahorra, Logroño, Navarrete, Salvatierra I Victoria: parecen hoy dia (si no son fingidas) las escrituras que hicieron deste concierto en este año en la ciudad de Lisboa, quando el Rey D. Pedro desde Sevilla se retiró á Portugal. Al presente el Rey D. Pedro desde Bayona procuraba socorros para poder volver á cobrar el reyno de Castilla. En particular solicitaba á Ricardo a Principe de Gales, que por su padre el Rey de Ingalaterra gobernaba el ducado de Guiena, para que le ayudase con sus gentes. Vieronse en Cabreron, que es un pueblo cerca de la canal de Bayona : hallóse en aquellas vistas D. Carlos Rey de Navarra: convidólos á comer el Principe, sentaronse con este orden en la mesa: estaba D. Pedro á la Tom. VI.

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a La Edicion del año 17. dice: Eduardo.

Parecen boy dia (si no son fingidas.) Sobre la legitimdad de los documentos que acreditan estos conciertos, vease la Anotacion del P. Aleson á los Anales de Navarra de Mo

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ret tom. IV. pag. 148. El Navarro no se mantuvo neutral, como conjetura nuestro Autor, sino engañó á D. Pedro y á D. Enrique, adhiriendo al partido que mas le ofrecia.

mano derecha y luego junto á él el Principe, y á la mano izquierda se sentó solo de por sí el Rey de Navarra. Confederaronse alli estos tres Principes, y confirmaron con solemne juramento los conciertos que hicieron, que fueron estos: Que el Rey D. Pedro fuese restituido en su reyno, y que al Principe Ricardo se le diese en recompensa de su trabajo el señorio de Vizcaya : que el Rey de Navarra hobiese á Logroño, y que D. Pedro dexase en Guiena sus hijas para seguridad y prenda de que cumpliria lo capitulado, y pagaria (alcanzada la victoria) el dinero que se le prestaba para el sueldo de la gente de Sabida esta liga guerra. por el Rey de Aragon, receloso del daño que della le podia venir, para hallarse con mayores fuerzas y poder mejor resistir á sus enemigos renovó con el Rey de Francia la confederacion y amistades que con él tenia hechas. El Rey de Navarra estaba con gran cuidado y miedo no descargasen estos nublados sobre su reyno, como el que caia en medio de dos enemigos tan poderosos como eran los Reyes de Francia y Aragon. Por otra parte temia á los Ingleses: juzgaba que para pasar en Castilla o les habia de dar el camino por sus tierras, ó se le abririan con las armas. Hallabase muy congojado aquejado con este pensamiento no sabía que consejo se tomase. La peor resolucion que él pudo tomar, fue quedarse neutral, porque desta manera á ninguno obligaba, y á todos dexó querellosos. Todavia despues que lo hobo todo bien ponderado, tomó por mejor partido concertarse con el Rey D. Enrique, hora lo hiciese con disimulacion y engaño, hora que hobiese mudado su voluntad y quisiese salir fuera de la liga hecha con D. Pedro y el Principe de Gales. Como quiera que esto fuese, él tuvo sus hablas con el Rey D. Enrique en Santacruz de Campezo, que es una villa en la frontera de Navarra hallaronse presentes D. Gomez Manrique Arzobispo de Toledo, que fuera elegido en lugar de D. Vasco, D. Alonso de Aragon Conde de Denia y Marques de Villena, D. Lope Fernandez de Luna Arzobispo de Zaragoza, y Beltran Claquin. La confederacion que estos Principes hicieron, fue que el Rey de Navarra no diese paso á los Ingleses : que en la guer

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ra que esperaban, ayudase con su persona y con todo su exercito al Rey D. Enrique, y que para seguridad diese ciertas villas y castillos en rehenes de que cumpliria estos conciertos. Por el contrario que D. Enrique le diese á él á Logroño, la misma ciudad que poco antes D. Pedro le prometió. En estos dias D. Luis hermano del Rey de Navarra se casó con Juana Duquesa de Durazo en la Macedonia, hija mayor de Carlos, de quien heredó este estado, y á quien algunos años despues el Papa Urbano VI. dió la envestidura del reyno de Napoles. Y porque comunmente se yerra en la decendencia destos Principes, me pareció ponerla en este lugar. Carlos II. Rey de Napoles tuvo por hijo á Juan Duque de Durazo: hijos de Juan fueron Carlos y Luis: Carlos fue padre de Juan y Margarita. De Luis el otro hijo de Juan nacieron Carlos que vino á ser Rey de Napoles, y Juana la que diximos casó con el Infante D. Luis hermano del Rey de Navarra. Las vistas del Rey de Navarra y de D. Enrique, que se hicieron en Campezo, fueron en el principio del año de mil y trecientos y sesenta y 1367 siete, en el qual (quien dice el año siguiente) en diez y ocho de Enero murió en Estremoz villa de Portugal el Rey D. Pedro. Vivió por espacio de quarenta y seis años, 2 nueve meses y veinte y un dias: reynó nueve años y otros tantos meses, y veinte Y ocho dias. Enterraronle en el monesterio de Alcobaza junto á Doña Ines de Castro: hizosele un Real y solemnisimo enterramiento con grande aparato y pompa. Entre otras cosas dexó buena renta para seis Capellanes que alli dixesen cada dia Misa por su anima y por las de sus antepasados: fue aventajado en ser justiciero : lloraronle mucho sus vasallos, y sintieron su muerte como si con él en la misma sepultura se hobiera enterrado la publica alegria y bien de todo el reyno. Tenia mandado que sus despenseros no comprasen ninguna cosa fiada, sino todo de contado y por justo precio. Hizo muy santas leyes contra la avaricia de los jueces y abogados, para que con su codicia y largas no fuesen los pleytos inmortales. Fue severisimo contra los malhechores, especial

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2 Duarte Nuñez en la Genealogia de estos Reves. MARIANA.

men

mente era rigurosisimo contra los adulteros: llegó á que por haber cometido este delito el Obispo de Portu, con sus propias manos le maltrató muy reciamente: asi se decia vulgarmente que traia consigo un azote para castigar á los que cogiese en algun delito. Tenia costumbre de distribuir cada año muchos marcos de plata, parte labrada y parte acuñada, entre los suyos, segun la calidad y meritos de cada uno. Refierese dél aquella sentencia: "Que no era digno de nombre de Rey el "que cada dia no hiciese bien y merced á alguna persona. Hizo el puente y villa de Limia en villa de Limia en Portugal: dexó por heredero de su reyno á su hijo D. Fernando, cuyo reynado no fue tal y tan feliz como el del padre. Con los Embaxadores que el Rey de Aragon envió á su padre, asentó él paces en quatro dias del mes de Marzo deste año en los palacios de Alcanhaaes, que son cerca de Santaren. Tuvo amores deshonestos con Doña Leonor de Meneses muger de Lorenzo Vazquez de Acuña á quien se la quitó. El marido por tanto anduvo mucho tiempo huido en Castilla, y se dice dél que traia en la gorra unos cuernos de plata como por divisa y blason, para muestra de la deshonestidad del Rey, y de su afrenta, mengua y agravio.

CAPITULO X.

QUE D. ENRIQUE FUE VENCIDO JUNTO A NAJARA.

Toda Castilla y Francia estaban llenas de ruido y asonadas de guerra: hacianse muchas compañias de hombres de armas, ginetes é infanteria: todo era proveerse de caballos, armas y dineros. Las partes ambas igualmente temian el suceso, y esperaban la victoria. D. Enrique en Burgos, donde estaba, se apercebia de lo necesario para salir al camino á su enemigo, que sabia con un grande y poderoso campo era pasado los Pyrincos por las estrechas sendas y montañas cerradas de Roncesvalles. Llegó á Pamplona sin que el Rey Carlos de Navarra le hobiese hecho ningun estorbo á la pasada, ca estaba á la sazon detenido en Borgia. Prendióle andando á caza cerca de aquella ciudad un caballero Breton llamado Olivier de Ma

ni, que la tenia en guarda por Beltran Claquin su primo. Entrambos los Reyes sospecharon que era trato doble, concierto con este Capitan que le prendiese, para tener color de no favorecer á ninguno dellos, y despues escusa aparente con el que venciese. Á los Principes ningun trato que contra ellos

haga, aunque sea con mucha cautela, se les puede encubrir; antes muchas veces les dicen mas de lo que hay, y eso lo malician y echan á la peor parte. D. Enrique partió de Burgos con un lucído y grueso exercito de mucha infanteria y quatro mil y quinientos hombres de á caballo, en que iba toda la nobleza de Castilla y la gente que de Francia y Aragon era venida en su ayuda. Llegó con su campo al encinar de Bañares; llamó á consejo los mas principales del exercito, y consultó con ellos lo tocante á esta guerra. Los Embaxadores de Francia, que eran enviados á solo este efecto, y Beltran Claquin procuraron persuadir que se debia en todas maneras excusar de venir á las manos con el enemigo y no darle la batalla, sino que fortificasen los pueblos y fortalezas del reyno, tomasen los puertos, alzasen las vituallas, y le entretuviesen y gastasen: que la misma tardanza le echaria de España, por ser esta provincia de tal calidad que no puede sufrir mucho tiempo un exercito y sustentarle. Que se considerase el poco provecho que se sacaria quando se alcanzase la victoria, y lo mucho que se aventuraba de perder lo ganado, que era no menos que los reynos de Castilla y Leon, y las vidas de todos. Que en el exercito de D. Pedro venia la flor de la caballeria de Ingalaterra, gente muy esforzada y acostumbrada á vencer, á quien los Españoles no se igualaban ni en la destreza en pelear, ni en la valentia y fuerzas de los cuerpos. Finalmente que se acordasen que no es menos oficio del sabio

I La flor de la caballeria de Ingalaterra. Es decir de los vasallos del Rey de Inglaterra, en que entraban muchos caballeros Gascones y Bretones. He dicho antes que las tropas extrangeras eran por la mayor parte tomadas de las Compañas blancas, que servian á quien les daba mayor sueldo. No se

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puede negar que esta gente como muy exercitada en las armas y continuos combates, debia reputarse por una de las valientes de Europa; pero su reputacion en este lance se debió mas al nombre y fortuna del Principe de Gales, que se habia hecho famoso en Francia por sus victorias.

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