Imágenes de páginas
PDF
EPUB

CAPITULO XX.

DE UNA DISPUTA QUE SE HIZO SOBRE EL DERECHO DE LA

SUCESION EN LA CORONA DE ARAGON.

Dió el Rey de Aragon audiencia al Obispo Francés, y enteróse bien de todo lo que pedia, y de las razones en que fundaba el derecho y la pretension del Duque. Concluido aquel auto, y despedida la gente, luego que se retiró á su aposento, los que le acompañaban continuaron la platica, y de lance en lance trabaron en presencia del Rey una disputa formada, que me pareció poner aqui por sumarse en ella los fundamentos de todo este pleyto. Guillen de Moncada fue el primero á hablar en esta forma: "Será, Señor, servido Dios de daros "sucesion, consuelo para la vida y heredero para la muerte. "Pero si acaso fuese otra su voluntad, lo qual no permita su „clemencia, ¿quién se podrá anteponer á Luis hijo del Duque "de Anjou? ¿quién correr con él á las parejas, pucs es nieto "de vuestro hermano, nacido de su hija? No dudaré decir lo "que siento. Cada qual en su negocio propio tiene menos pru"dencia que en el ageno: impide el miedo, la codicia, el amor, "y escurece el entendimiento. Pero si á vos no tuviéramos, "¿por ventura no diéramos la corona á la hija del Rey vues"tro hermano? Que si vos (lo que Dios no permita) faltáredes „sin hijos ¿quien quita que no se reponga la misma y se res„tituya en su antiguo derecho? Si le empece para la sucesion "ser muger, ya substituye en su lugar y derecho á su hijo, „Aragonés de nacion por parte de madre, y legitimo por"ende heredero del reyno.« Acabada esta razon, los más de los que presentes estaban, la mostraban aprobar con gestos y con meneos. Replicó Bernardo Centellas: "Muy diferente "es mi parecer: yo entiendo que el derecho del Conde de „Urgel va más fundado. D. Pedro su padre es cierto que tie"ne por abuelo el mismo que vos, en quien pasara la co"rona, muerto el Rey D. Alonso el Quarto, si vuestro padre el "Rey D. Pedro no fuera de mas edad que D. Jayme su her

"ma

"mano, abuelo del Conde. Que si aquel ramo faltase con sus "pimpollos, ¿por qué no volverá la sustancia del tronco, y "se continuará en el otro ramo menor? La hembra como "puede dar al hijo el derecho que nunca tuvo? como quier "que sea averiguado ser las hembras incapaces desta corona. "Que si admitimos á las hembras á la sucesion, en esto tam„bien se aventaja el Conde, pues tiene por muger à vuestra "hermana Doña Isabel, hija del Rey D. Pedro y de Doña Si„byla, deuda mas cercana vuestra que la hija de vuestro her"mano; si que la hermana en grado mas estrecho está que la "sobrina... Movieron asi mismo estas razones á los circunstantes, quando Bernardo Villalico acudió con su parecer, que era asaz diferente y extraño. "No puedo (dice) negar sino que "se han tocado muy agudamente los derechos del Duque y „del Conde ya nombrados, si D. Alonso Marques de Villena "y Conde de Gandia no se les aventajara. El qual tiene por "padre á D. Pedro, hijo que fue del Rey D. Jayme el Se"gundo. De suerte que vuestro bisabuelo es abuelo del Mar"ques, y vuestro abuelo el Rey D. Alonso el Quarto tio del "mismo, como al contrario el bisabuelo del Conde de Urgel, "que es el mismo Rey D. Alonso, es vuestro abuelo. Asi el "Marques y su hermano el Conde de Prades, abuelo de vues"tra muger la Reyna Doña Margarita, tienen con vos el mis"mo deudo que vos con el Conde de Urgel. Que si el deudo es "igual, deben ser antepuestos los que de mas cerca traen su des"cendencia de aquellos Reyes, de donde como de su fuente se to"ma el derecho de la corona y de la sucesion. No hay para que "traer en conseqüencia la muger del Conde de Urgel, ni poner„nos en necesidad de declarar mas en particular quien fue su ma"dre Doña Sibyla antes que fuese Reyna. Oyeron todos con atencion lo que dixo Villalico, si bien poco aprobaron sus razones. Pareciales fuera de proposito valerse de derechos tan antiguos para hacer Rey á persona de tanta edad. De suerte que mas faltaba voluntad á los que oian, que probabilidad á las razones que alegó. Tomó el Rey la mano, y habló en esta manera : „Con claridad habeis alegado lo que hace por los tres

"ya

des

"ya nombrados, y aun pudierades añadir otras cosas en favor „de qualquiera de las partes. Pero hay otro quarto, que si mi "pensamiento no me engaña, tiene su derecho mas fundado. "Este es el Infante D. Fernando tio del Rey de Castilla, y „hijo de Doña Leonor mi hermana de padre y de madre, en "que se aventaja á la Condesa de Urgel. Vuestras particula"res aficiones sin duda os cegaron para que no echasedes de ver lo que hace por esta parte. El Marques de Villena y el "Conde de Urgel de mas lejos nos tocan en deudo. Lo mis"mo puedo decir del hijo del Duque de Anjou en mas es"trecho grado está el hijo de mi hermana, que el nieto de mi "hermano; por donde es forzoso que se anteponga á los demas "pretensores. Para que mejor lo entendais, os propondré un "exemplo. Asi como el reguero del agua, y , y el acequia quan»do la quitan de una parte y la echan la echan por otra, dexa las pri"meras eras á que iba encaminada, sin riego, y no las torna „á bañar hasta dexar regados todos los tablares á que de nuevo "encaminaron el agua, asi debeis entender que los hijos y "cendientes del que una vez es privado de la corona, quedan "perpetuamente excluidos para no volver á ella, sino es á falta "del que le sucedió y de todos sus deudos, los que con él "estan de mas cerca trabados en parentesco. Que por estar el "reyno en poder del postrer poseedor, quien le tocare de mas "cerca en deudo, ese tendrá mejor derecho para sucedelle, que "todos los demas que quier que aleguen en su defensa. Con"forme á esto yerran los que para tomar la sucesion ponen los "ojos en los primeros Reyes D. Jayme, D. Alonso, D. Juan, "dexandome á mí que al presente poseo la corona, y cuyo "pariente mas cercano es Doña Leonor mi hermana y despues „della su hijo el Infante D. Fernando, cuyo derecho en igual"dad fuera razon apoyar y defender, pues mas que todos los "otros pretensores se adelanta en prendas y partes para ser Rey. „Mienten á las veces á cada qual sus esperanzas, y de buena "gana favorecemos lo que deseamos; pero no hay duda sino "que las muestras que hasta aqui ha dado de virtud y valor "son muy aventajadas. Este es nuestro parecer, oxalá se reciba Tom. VI.

Mmm

tam

la

"tambien como es cumplidero para vos en particular los que "presentes estais, y para todo el reyno en comun. Las hem"bras no deben entrar en esta cuenta, pues todo el debate con"siste entre varones, en los quales no se debe considerar por "qué parte nos tocan en parentesco, sino en qué grado.« Este razonamiento del Rey como se divulgase primero por Barcelona, en cuyo arrabal se trabó toda la disputa, y despues por toda la Christiandad volase esta fama, acreditó en gran manera la pretension de D. Fernando, y aun fue gran parte para que se ganase á sus competidores. Destas cosas se hablaba publicamente en los corrillos, y á veces en palacio en pre sencia del Rey, de que mostraba gustar, si bien de secreto se inclinaba mas á su nieto D. Fadrique que ya era Conde de Luna, y para dexalle la corona pretendia legitimalle por su autoridad y con dispensacion del Papa Benedicto. Que si esto no le saliese, claramente anteponia á D. Fernando su sobrino á todos los demas; á quien sus virtudes y proezas, y haber menospreciado el reyno de Castilla hacian merecedor de nuevos reynos y estados. Todavia el Rey por la mucha instancia que sobre ello hizo el Conde de Urgel, le nombró por Procurador y Gobernador de aquel reyno: oficio que se daba á los sucesores de la corona, y resolucion que pudiera perjudicar á los otros pretensores, si él mismo de secreto no diera orden á los Urreas y á los Heredias, dos casas las mas prin cipales de Zaragoza, que no le dexasen entrar en aquella ciudad, ni exercer la procuracion general, sin embargo de las provisiones que en esta razon llevaba: trato doble, de que

[ocr errors]
[ocr errors]

mu

I Si bien de secreto se inclinaba mas à su traverso (habido fuera de matrimonio) del nieto D. Fadrique. Tenia el Rey de Aragon "Rey de Sicilia, que es un apuesto home, D. Martin poderosas razones para amar y »é de buena manera é crianza, que ha ploaun desear la preferencia de D. Fadrique "guido mucho al Rey (D. Juan II. de CasConde de Luna su nieto, por las relevantes tilla): é por que sea buen dechado á otros prendas que adornaban la persona de este fijos de Reyes é homes de casi tan alto joven ilustre, y prometian que sería la glo- grado, le ha hecho honrar asaz, é lo ria y amor de sus estados. Oygamos al Bachiller Cibdadreal, autor coetaneo, imparcial y juicioso, el qual escribiendo al Doctor Franco á principios del año 1430. habla asi: Ha venido el Conde de Luna fijo

་་

.་

ha mandado aposentar en buen aposento "pegado á su palacio. Dizque viene á ser» vir al Rey, é ya lo ha mandado asentar » en los libros un qüento de lanzas, é le fará » otras mercedes. Centon epistol. Cart. 42.65

mucho se sintió el Conde de Urgel, y de que resultaron gran

des daños.

E

CAPITULO XXI.

DE LA MUERTE DE D. MARTIN REY DE ARAGON.

tiempo de las treguas asentadas con los Moros era pasado, y sus demasias convidaban y aun ponian en necesidad de volver á la guerra y á las armas, en especial que tomaron la villa de Zahara, y talaban de ordinario los campos comarcanos y hacian muchas cabalgadas. Para reprimir estos insultos y tomar emienda de los daños el Infante D. Fernando, hechos los apercibimientos necesarios de soldados y armas, de dinero y de vituallas, por el mes de Febrero del año que se contaba mil y quatrocientos y diez, se encaminó con su cam- 1410 po la vuelta de Cordova en sazon que los Moros, por no poder forzar el castillo, desampararon la villa de Zahara, y los nuestros á toda priesa repararon los adarves y pusieron aquella plaza en defensa. La gente de D. Fernando eran diez mil peones y tres mil y quinientos caballos, la flor de la milicia de Castilla, soldados lucídos y bravos. Acompañabanle D. Sancho de Rojas Obispo de Palencia, Alvaro de Guzman, Juan de Mendoza, Juan de Velasco, D. Ruy Lopez Dávalos, otros Señores y Ricos hombres. Con este campo se puso el Infante sobre la ciudad de Antequera á los veinte y siete de Abril con resolucion de no partir mano de la empresa hasta apoderarse de aquella plaza. El Rey Moro envió para socorrer á los cercados cinco mil caballos y ochenta mil infantes, gran nusi las fuerzas fueran iguales. Dieron vista á la ciudad, y fortificaron sus estancias muy cerca de los contrarios. Ordenaron sus haces para presentar la batalla, que se dió á los seis de Mayo en ella quedaron los Moros desbaratados con perdida de quince mil, que perecieron en la pelea y en el alcance: con el mismo impetu les entraron y saquearon los reales. Victoria en aquel tiempo tanto mas señalada, que de los Christianos no faltaron mas de ciento y veinte. Dió D. Fernando gracias á Dios por aquella merced: despachó correos á

mero,

[blocks in formation]
« AnteriorContinuar »