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En Castilla la vieja algunos pueblos tenian costumbre de tiempo inmemorial de á su voluntad mudar los Señores que qui

baxaron á los llanos, y ocuparon algunos lugares donde se establecian, los poblaban y dividian á su arbitrio entre si como dueños de las conquistas: porque entonces el Rey, segun el autor citado, no tenia otra autoridad, que la de administrar justicia; y en esta situacion era preciso que los nobles para su propia seguridad se conviniesen en observar paz y buena correspondencia mutuamente. Pero aunque no sea absolutamente inverosimil esta opinion, descubro que establece en aquellos remotos tiempos una anarquía que jamas hubo en España; y me parece menos incierto buscar el origen en la misma constitucion del Estado, por la idea que tenemos de ella. El sabio Obispo de Burgos D. Alonso de Cartagena al tratar de las Behetrias en su Doctrinal de Caballeros lib. iv. tit. 5. se explica asi: "Las ,, behetrias son una especie de vasallage non ,, usado en las partes de Europa, solo en "Castilla y Leon, y no en todas partes, si"no aquende (habla en Burgos) del Duero, é allende del Duero hay una sola; é oí decir que en Portugal hay otra entre Due"ro y Miño. Sus principios se ignoran. Mas » bien se puede pensar que fue la muche"dumbre de los fijosdalgo puestos en pe» queña tierra al tiempo que se hobieron de "retraer, quando entraron en España los » Moros: ca ordenarian esta manera de va»sallage, por haber todos parte en el se"ñorio.« Yo discurro que los Principes, á quienes en los principios de la restauracion entregó la nacion el gobierno y el mando de las armas, comenzaron á conceder á sus soldados ciertos territorios, donde habitasen y viviesen del cultivo y producto de sus frutos. Figuremos yermos y despoblados los valles de las Asturias y merindades de Castilla, á que se retiraron los que sacudieron el yugo de los Sarracenos, conforme los describe el Obispo D. Pelayo en su Cro. nicon, y que para defender su libertad todos habian de ser soldados. Como entre ellos

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no se exercitaban las artes ni se conocia el comercio, dependeria su subsistencia del pillage ganado en las correrias hechas en el pais enemigo, ó del cultivo de la tierra, como se cuenta de los fundadores de Roma. Lo primero era incierto, lo segundo nece. sario asi era preciso que el soldado fuese agricultor. Las expediciones militares no eran siempre felices y lucrosas; y era preciso que la subsistencia no pendiese de un acaso. La guerra entonces como entre confinantes duraba pocos dias; pero era continua, y era menester salir armado para cultivar los campos, y unicamente beneficiar los que estaban protegidos de algun castillo. Acabando el soldado de coger los laureles de la victoria, iria á segar sus panes ; de modo que la milicia no seria profesion, sino obligacion ó tributo personal. Entre ellos habria algunos, que por genio marcial ó mayores fuerzas corporales, y de espiritu sobresaldrian en las empresas militares, y llevados de su inclinacion y ardor se entregarian mas al exercicio de las armas; estos valientes se encargarian de la defensa de los pueblos, mientras el vecindario se empleaba en la siembra y coleccion de los frutos: en efecto este nombre de defensores dió la antigüedad Española á los Caballeros, segun el proemio del tit. 21. part. ir. De aqui resultaria tenerlos por cabezas, quando los moradores salian en apellido á combatir los enemigos que invadian sus hogares, ó em prendian alguna accion militar; y como por estos motivos aquellos guerreros no podian dedicarse al continuo trabajo de la tierra, de que unicamente subsistirian, por no haber señalado sueldo militar, era preciso dar. les un equivalente todo el vecindario, reservandose la libertad de continuarle, y de reconocerlos por sus gefes militares, mientras le defendiesen. Esta idea de las behetrias es conforme á la ley 3. tit. 25. part. II. segun la qual no podia sin preceder facultad Real (sin otorgamiento del Rey) constituir

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po

siesen unos dellos podian elegir Señor entre toda la gente al que les pareciese les estaba mas á cuento: otros pueblos le escogian de un particular y señalado linage: los unos y los otros por esta razon se decian Behetrias; a las cosas en ellos andaban muy revueltas y confusas, de que se tomaba una disoluta licencia para que se cometiesen grandes maldades. Alonso de Alburquerque procuró con todas sus fuerzas que el Rey diese á estos pueblos ciertos Señorios, y les quitase la libertad de derlos ellos nombrar: cosa que él descaba ó por el bien publico ó por su particular interes, que como era de los Grandes el mas favorecido del Rey, tenia esperanza que le haria merced de la mayor parte de aquellos pueblos. Contradecian esto Juan de Sandoval y otros Ricos hombres y principales que en aquella tierra tenian su naturaleza, y otros respetos é intereses particulares. Decian que era gran sinrazon quitar á estos pueblos la libertad que de sus antepasados tenian heredada : en fin estos intentos no tuvieron efecto. Tratóse luego de casar al Rey: D. Vasco Obispo de Palencia Chânciller mayor del Rey, y D. Alonso de Alburquerque persuadieron á su madre la Reyna á

se behetria alguna. Mas el Señor de la be hetria estaba obligado á satisfacer al Rey el coto ó quarenta maravedis por cada casa que tomase; y la mitad de los derechos señoriales eran para él, y otra mitad para el Rey. Como tales pechos dependian de la contrata con que se convinieron los pueblos y los Señores, sin perjuicio del supremo dominio del Rey, habia unos lugares donde nada se pagaba en dinero ó frutos, y solo habia obligacion de servir personalmente en las guerras; otros de quienes se exîgian ciertos pechos, y por ser bebetri as, tenian la exêncion del de fonsadera, como se previene en el apeo general hecho en tiempo del Rey D. Pedro, aprobado en el Becerro de las bebetrias, al tratar de las comprehendidas en la merindad de Monzon y otras. Como la

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que fonsadera era un tributo que se pagaba para los gastos de la guerra, que con.o enseña Ambrosio de Morales lib. 13. cap. 34. de su Cronica de Esp. contribuian los que no podian personalmente salir á campaña; no podia tener lugar en los lugares de behetria quando primeramente se instituyó esta especie de señorio, porque todos estaban obligados á presentarse armados y seguir á su Señor. A esto alude al parecer el cap. 17. del expresado Concilio de Leon. Excederial Yo los limites de una nota, si hablase de los demas particulares de las behetrias, que puede aprender con mucha instruccion el Lector en la nota 1. de Aso y Manuel al titulo 8. lib. 1. del Fuero viejo de Castilla, que publicaron estos literatos en el año

1771.

a La Edicion de 23. añade: Que parece Behetria quiere decir buena compañia y hermandad, de HETARIA, que en Griego quiere decir compañia, y es como decir gobierno popular con igualdad y como entre hermanos; por donde ...

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le quisiese casar en Francia, y que esto fuese luego; que a los mancebos ninguna cosa les para mayor peligro que los propios gustos y deleytes de que estan rodeados: demas que tambien importaba mucho que el Rey se casase, porque tuviese hijos que le sucediesen en el reyno. Para este efecto D. Juan de Roelas Obispo de Burgos, y Alvar Garcia de Albornoz caballero de Cuenca se partieron por Embaxadores á Francia para que de seis hijas que tenia Pedro Duque de Borbon, poderoso Y nobilisimo Principe de la sangre Real de Francia, pidiesen una dellas, la que les pareciese que era la mas á proposito y mas digna de ser muger del Rey. Vino en ello el Duque su padre: mostróles las hijas, escogieron á Doña Blanca, con quien luego por poderes del Rey se hicieron los desposorios. Parecia esta Señora dichosa por las raras dotes de alma y cuerpo con que el cielo y naturaleza á porfia la enriquecieron y adornaron; pero fue desdichada con este matrimonio, que era lo que se esperaba sería el colmo de su felicidad. Asi la fortuna ó alguna causa oculta se burla de las humanas esperanzas, y hace juego de nós y de todo aquello que estimamos. D. Enrique Conde de Trastamara, de las Asturias, donde se huyó despues de las muertes de su madre y de Garci Laso, se pasó á Portugal desconfiado de la voluntad del Rey, y por no ser tan poderoso que le pudiese resistir. El Rey de Portugal movido de lastima de D. Enrique, y con miedo del peligro que corria el Rey D. Pedro por el odio y enojo que el reyno con él tenia, pareciale que le tocaba á él mirar por su persona, pues era su nieto hijo de su hija : rogóle se viesen en Ciudadrodrigo. 2 En aquellas vistas alcanzó dél que restituyese y perdonase á D. Enrique. En tanta confusion y diversidad de voluntades y tantos enojos no era posible que hobiese quietud, ni las cosas podian estar sosegadas. En el principio del año de mil y trecientos y cincuenta 1352 y dos se empezaron á mover discordias civiles en el Andalucia y en las Asturias, y en tierra de Murcia. D. Alonso Fernan

2 En aquellas vistas. Segun acreditó D.Eu genio de Llaguno en una nota á la pag. 66.

dez

de la Cronica del Rey D. Pedro, fueron estas vistas despues de 20. de Marzo de 135 2.

dez Coronel, muy rico y de grande autoridad entre los Ricos hombres del Andalucia, poscia á Aguilar por merced del Rey; sobre el qual pueblo tuvo antes mucho tiempo pleyto con D.Bernardo de Cabrera. Recelabase del Rey porque quando estuvo enfermo en Sevilla, se dexó decir que le debia suceder en el reyno D. Juan de Lara, cosa de que el Rey tomó con él grande enojo. Confiado pues este caballero en la fortaleza de su villa de Aguilar fortificó y basteció las otras villas y castillos de su estado, y procuró de aliarse con muchos Grandes. Hizo gente de guerra, y pidió á algunos Principes de fuera del reyno que le ayudasen, en particular para este efecto envió á tierra de Moros á su yerno D. Juan de la Cerda hijo de D. Luis: no le quiso favorecer el Rey de Granada por las treguas que tenia con el Rey de Castilla: tampoco en Africa halló amparo alguno, antes se dice que él ayudó y sirvió á Abohanen en una memorable batalla en que fueron quebrantadas las fuerzas de su padre Albohacen. De alli se volvió á Portugal, do anduvo huido y desterrado, puesta la esperanza de recobrar su patria en sola la clemencia y misericordia agena. Su muger Doña Maria Coronel por no poder sufrir la ausencia del marido 3 quiso mas perder la vida, que dexarse vencer de malos y deshonestos deseos: asi fatigada una vez de una torpe codicia, la apagó con un tizon ardiendo que metió con enojo por aquella mesma parte donde era molestada: muger digna de mejor siglo, y digna de loa no por el hecho, sino por el deseo invincible de castidad. En el entretanto el Rey de Castilla acudió á los movimientos y alteracion del Andalucia, Tomó muchas villas á D. Alonso Coronel. Estaba dando orden como cercar la villa de Aguilar, quando juntamente tuvo aviso que D. Enrique confiado en la fortaleza de Gijon levantaba bandera en las Asturias y se apercebia de armas, y que

3 Quiso mas perder la vida. Acciones muy heroycas executó esta ilustre dama, para parecer horrible á un Rey joven locamente apasionado de su belleza, segun refieren las memorias antiguas, y pueden leerse en los Anales de Sevilla de Zuñiga lib. vi.

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pag. 215. Pero no le costó la vida lo que celebra nuestro Autor, pues vivia aun en el año 1374. en que fundó el convento de Santa Ines de Sevilla, como acredita el citado Analista á la pag. 237.

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su hermano D. Tello dende Montagudo en la raya de Aragon hacia muchos robos en sus tierras. El Rey dexada la Andalucia, se partió á las Asturias, porque los movimientos de aquella provincia eran mas peligrosos. Llegado el Rey, luego se rindieron los que tenian la fortaleza de Gijon, á partido que el Rey los perdonase á ellos y á D. Enrique que andaba ́escondido en las montañas comarcanas. En esta jornada quedó prendado el Rey de la hermosura grande y apostura de Doña Maria de Padilla, doncella que se criaba en la casa de D. Alonso de Alburquerque. Comenzó esta comunicacion y favores en la villa de Sahagun olvidado de su esposa, y loco con estos nuevos amores, de donde resultó la total destruicion del Rey y del reyno fue el medianero é intercesor destos deshonestos y desdichados conciertos Juan de Hinestrosa tio de la dama. Estos perversos hombres conquistaban la tierna edad y voluntad del Rey con un pesimo genero de servicio, que era proponerle todas las maneras de torpes entretenimientos, y ayudarle á conseguir sus deleytes deshonestos sin ningun respeto de lo honesto ni miedo de los hombres en gravisimo perjuicio de la republica grangeaban el favor y privanza del Rey. En el palacio todo era deshonestidad: fuera dél todo crueldad, á la qual todos los demas vicios del Rey reconocian y daban la ventaja. Revolvió el Rey con las armas contra Montagudo, y le tomó con otros pueblos á él cercanos, ca D. Tello los habia desamparado y huidose á Aragon. Los Reyes de Castilla y de Aragon convidados con la cercania de los lugares, acordaron de tratar de concordarse entre sí: no se vieron, pero enviaronse sus embaxadas, y al fin se juntaron en tierra de Tarazona D. Alonso de Alburquerque y Bernardo de Cabrera : alli concluyeron las paces segun que á ellos mejor les pareció. Concertóse que los Reyes tuviesen los mismos por amigos y enemigos: que perdonasen á trueco el uno á D. Tello y el otro á D. Fernando de Aragon. Concluidas estas cosas, tornó el Rey á la Andalucia, y cercó la villa de Aguilar : los cercados con grande lealtad sufrieron quatro meses el cerco hasta el mes de 1353 Febrero del año de mil y trecientos y cincuenta y tres en que

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