Imágenes de páginas
PDF
EPUB

́plo de madama Leonor su primera muger parece buscaba ocasion de repudialla, por haber tambien ella parido dos hijas, y ningun hijo varon; `que Philipe por sobrenombre Augusto, hijo deste Rey Luis, nació de Alisa hija que fue del señor de Bles, con quien este Rey se casó últimamente despues de la muerte de doña Isabel. El Emperador su suegro sin saber lo que pasaba, acompañado de sus dos hijos, y de dou Sancho Rey de Navarra, salió al encuentro a su yerno hasta Burgos. Acudieron de toda España de las partes comarcanas, de las que caían lexos, y de las postreras asi señores como gran muchedumbre de hombres á ver tantos Reyes en unas mismas casas y morada. Sacaban arreos, galas, libreas, finalmente todo lo que en España era hermoso y magnífico, como para hacer alarde y muestra de su grandeza acerca de los franceses, que tenian por pobreza todo lo de acá. Con este aparato llegaron desde Burgos á Santiago, y cumplidos enteramente sus votos, volvieron a la ciudad de Toledo, para donde de las dos naciones moros y christianos que obedecian al Emperador, tenia convocadas cortes con intento de hacer ostentacion de mayor grandeza y poderío. Vino entre otros á la fama y al llamado don Ramon príncipe de Aragon con muy lucido acompañamiento. El Rey Luis considerado el arreo, atuendo y atavío asi de los grandes como del pueblo, que acudió en tan gran número quanto nunca en la cindad real se vió antes; demas desto sabida la verdad del negocio porque era venido, dixo no haber en Europa ni en Asia visto corte mas lucida, ni arreada: provincias en que se hallára en el tiempo que fue á la guerra de la Tierra-santa ; que daba gracias a Dios por tener por muger hija del Emperador don Alonso, sobrina de don Ramon príncipe de Aragon. Hiciéronse juegos con gran magnificencia, y présentes al Rey

hucsped de gran estima; mas no quiso tomar cosa alguna fuera de un carbunco muy grande y de gran valor, y con tanto se volvió alegre a su tierra. Acompañóle don Ramon hasta Jaca, en que los recibieron con aparato real y toda muestra de alegria como testifican las historias de Aragon. Falleció el conde de Urgel á veinte y ocho dias del mes de agosto: fue nieto de don Peranzules; y del lugar donde se crió, y para diferencialle de otros del mismo nombre, le llama1155. ron Armengol de Castilla. El año siguiente mil y ciento y cincuenta y cinco a once de noviembre, viernes como dicen los Anales Toledanos, nació a don Sancho Rey de Castilla de doña Blanca su muger un hijo llamado don Alonso, heredero que fue adelante del reyno de su padre y abuelo. Habíase tratado en la alianza que se hizo en Tudelin, de repudiar á esta doña Blanca por no ser aun de edad para casarse; pero las leyes de la equidad, el amor del marido y la inocencia de aquella señora prevalecieron para que no se le hiciese tal agravio. Siguióse una guerra en aquella parte de la Gallia Narbonense que se llama la Proenza, por esta ocasion: Hugon Baucio y sus hermanos, hijos que eran de Raymundo Baucio y nietos de Gilberto, ganaron el tiempo pasado un privilegio de los Emperadores alemanes Conrado y Federico, en que les concedian todo lo que el conde Gilberto su abuelo habia poseido. Fundados en este privilegio pretendian toda la Proenza; y fortificándose en el pueblo Trencatayo, trabajaban todos los lugares comarcanos. Don Ramon con el cuidado que tenia de su sobrino, marchó para allá con un grueso exército, con que el atrevimiento y orgullo de los Baucios, y en breve los reduxo á obediencia. En el mismo tiempo el cardenal Jacinto legado en España sosegaba las contiendas, y daba asiento en el estado de las iglesias; en

abatió

1

particular á instancia de Juan arzobispo de Toledo pronunció sentencia en Najara en favor del primado de Toledo contra los arzobispos de Santiago y de Braga. Fue esta legacía de Jacinto muy señalada y famosa en esta era. Envióle Anastasio Quarto, pero llegó á España en tiempo que era ya Pontífice el que le sucedió, que fuc Adriano IV. En el tiempo que Luis Rey de Francia estaba en Toledo, sucedió hacerse mencion de San Eugenio primer arzobispo de Toledo, cuyas reliquias poco antes se dixo tenian en la iglesia de San Dionysio cerca de París: pedian que los sagrados huesos se trasladasen á España: llevaban mal los franceses esta demanda, alcanzóse solamente que les enviasen una parte. El Rey Luis vuelto á su patria hizo esto y lo cumplió enteramente, que envió al abad de aquel monasterio a su suegro con el brazo derecho del mártyr. Ya que llegaba cerca de Toledo, salieron en procesion á recebirle el Emperador don Alonso, los dos Reyes sus hijos, los grandes, el pueblo y varones sagrados. La sagrada arca fue en hombros del Emperador y de sus dos hijos llevada á la iglesia mayor, y puesta en el sagrario della á doce dias de febrero el año de nuestra salud de mil y ciento y cin- 1156. cuenta y seis. Los demas huesos del sagrado cuerpo se truxeron á Toledo á instancia de don Phelipe Segundo Rey de las Españas, y por diligencia de don Pedro Manrique canónigo de Toledo, que para este efecto fue enviado por embaxador á Carlos Nono Rey de Francia quatrocientos y nueve años, nueve meses, Y seis dias mas adelante, con igual exemplo de piedad, pompa y aparato el mayor que se vió en España; y se pusieron en el mismo templo debaxo del altar mayor en capilla particular y devota.

CAPITULO IV.

De la muerte del Emperador don Alonso.

Con las vistas destos príncipes parecia ser acabadas las guerras civiles entre christianos; pero el haberse apartado y desmembrado el reyno de Navarra del de Aragon, como se hizo los años pasados, tenia puesto en mayor cuidado a don Ramon príncipe de Aragon que facilmente lo pudiese olvidar. Solicitó al Emperador para que, renovado el asiento y liga hecha en Tudelin, juntas las fuerzas acometan á don Sancho Rey de Navarra enemigo comun. Como prendas deste concierto y para mayor seguridad se concertó casamiento entre doña Sancha hija del Emperador habida en Rica su muger, y el hijo de don Ramon: acordóse esto por entonces sin pasar adelante á causa de la poca edad de los dos. En esta confederacion comprehendie ron á los hijos del Emperador don Sancho y don Fernando; verdad es que don Alonso el Emperador deseaba mas ser medianero en la paz que movedor de la guerra, y aun estaba mas inclinado al Rey de Navarra, de do se mostraba igual esperanza y partido, esto es, de casar con él otra hija llamada doña Beatriz, habida en su muger doña Berengaria ó Berenguela, lo qual se efectuó adelante, y entonces se movió este tratado que no era de menospreciar: por esto con diferentes escusas se entretenia de dia en dia, y alegaba ya una ya otra causa de la tardanza para no juntar, como lo tenian concertado, sus armas con los aragoneses: decia que se debia primero de acudir á la guerra sagrada, y atajar las pretensiones de los moros antes que el imperio de los Almohades con el tiempo se arraygase mas en España; en especial que por muerte de Abdelmon, su hijo y sucesor Jacob, que

otros llaman Juzeph, hombre muy soberbio y de grande experiencia en las cosas de la guerra, asentadas las cosas de Africa, con sesenta mil de á caballo y mucho mayor número de infantes era pasado con grande espanto de los fieles en España, llamado de los moros que en ella estaban, para ayudar a su gente y vengalla. Aquexabale este cuidado y riesgo rogó grandemente á don Ramon príncipe de Aragon que juntado un grueso exército se aparejaba para entrar por tierras de Navarra, que no comenzase la guerra antes de la fiesta de San Martin. Hízose asi, que se dilató aquella empresa: solamente por entonces se confirmó con nuevos homenages en Toledo la confederacion pasada por el mes de febrero del año mil y ciento 1157. y cincuenta y siete. Llevó esta tardanza don Ramon con ánimo mas igual, á causa que en el mismo tiempo los movimientos de Francia le forzaron á ir de nuevo á Narbona con esta ocasion: Hermengarda, vizcondesa de aquella ciudad, trabajada por las armas de los comarcanos fue forzada entregarse á sí y á su señorío en la fé y amparo de don Ramon su tio. El que dió este consejo, Berengario arzobispo de Narbona, dexada la Francia, la acompañó hasta Perpiñan, donde todas estas práticas se trataron y concluyeron. El Emperador don Alonso determinado de hacer guerra á los moros convocó á sus dos hijos, á los prelados y señores de todo su estado, y formado un grueso campo, rompió por el Andalucía, taló los campos, y quemó los lugares, robólos y saqueólos por todas partes. Era miserable aquella parte de España en este tiempo por ser trabajada y afligida de la una gente y de la otra, moros y christianos. Ganóse la ciudad de Baeza, que habia vuelto á poder de moros, Andujar y Quesada; y porque los calores del estío eran grandes, y los lugares mal sanos, determinado el Emperador de vol

« AnteriorContinuar »