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memoria del tiempo adelante. Estos dos príncipes se juntaron en Tudelin pueblo de Navarra cerca de los baños que alli hay: hallóse asi mismo presente don Sancho, ya dias antes declarado Rey de Castilla por el Emperador su padre. Hicieron sus acuerdos y convenencia con estas condiciones: : que todo lo que de nuevo se quitára á Castilla, se restituyese enteramente a don Alonso; lo que de Aragon, a don Ramon; y el antiguo señorío de Navarra, luego que juntadas las fuerzas, le hobiesen quitado al nuevo Rey, le dividiesen entre si por partes iguales, á cada qual lo que mas le estuviese a cuenta, en particular que Pamplona quedase por don Ramon, Estella por el Emperador, Tudela fuese de ambos, y cada uno pusiese en su parte quien la gobernase: que don Ramon por los pueblos y ciudades que adquiriese en Navarra, fuese feudatario de Castilla, renovando en esto la confederacion de don Sancho y don Pedro Reyes de Aragon. Añadióse demas desto que pues el principal cuidado era de hacer guerra á los moros, luego que Valencia con todo lo que hay desde Tortosa hasta Xucar, y tambien Murcia se ganase de moros, quedase por los aragoneses, como obligados eso mismo y feudatarios á los Reyes de Castilla. Juraron los Reyes estas condiciones, diéronse las manos entre sí, que conforme a las costumbres de España es una grande atadura de la fee dada y recebida: púsose término y señalóse tiempo para comenzar la guerra de Navarra pasado el mes de setiembre. La liga se hizo á veinte y siete de enero, que tuvo no buen principio, y fue adelante de ningun efecto, porque el nuevo Rey avisado de lo que pasaba, se apercibió con mucha diligencia, y aunque era de pequeña edad, estaba muy fortalecido no mas de socorros de fuera, que de la benevolencia de los suyos; en que sobrepujá á su

padre, príncipe que fue a sus vasallos pesado, y comunmente de los mismos aborrecido. Entre los señores de Navarra don Ladron de Guevara de antigua nobleza y señor de Ayvar tenia muy grande autoridad, tanto que por pasar á los otros muy adelante en riquezas y poder le llamaron príncipe de Navarra. Al Emperador y a don Ramon entretuvieron otros cuidados para que no pudiesen con todas sus fuerzas acudir á la nueva guerra, si bien los aragoneses con entradas que hicieron y correrías, comenzaron a trabajar lo de Valderroncal, las gentes de Castilla á lo · que de Navarra les caía cerca ; los unos y los otros sin hacer cosa notable, mayormente que don Ramon se partió para Narbona contra Trencavello vizconde de Carcasona, con quien finalmente se concertó por el mes de noviembre tuviese en feudo a Carcasona y Ro des. El Emperador don Alonso se hallaba ocupado en concertar nuevos parentescos y casamientos, ca Luis Rey de Francia repudiado que hobo a Leonor condesa de Potiers, en quien tenia dos hijas, en su lugar se casó con hija del Emperador don Alonso, que unos llaman dona Isabel y otros doña Constanza, y pudo tener entrambos nombres. El Emperador por el mismo tiempo casó con Rica hija de Uladislao duque de Polonia (que es parte de la antigua Sarmacia) habida en Berta hermana de Othon obispo Frisingense, como lo dice Radevico en lo que añadió á la historia que escribió el mismo Othon. Entre tan grandes regocijos -y aparatos de bodas como se hicieron, no podian las armas tener lugar, fuera de que los navarros estaban confederados con los franceses, por lo qual pensamos que el Emperador se amansó mas, y comenzó á đivertir su ánimo de aquella empresa que condenaban las leyes de la amistad y los juicios de los hombres: ademas que a don Sancho Rey de Navarra favoreciar

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todos ordinariamente por el excelente natural que en su pequeña edad mostraba; y el mismo don Alonso era muy amigo de justicia, aborrecedor de toda insolencia y demasía: virtud que por este tiempo mostró con un exemplo digno de memoria. Un cierto soldado, de sangre noble, y del número de los que vulgarmente en España llaman infanzones, en Galicia confiado en que aquella tierra caía lexos, y en la revuelta de los tiempos, despojó á un labrador de todos sus bienes. Amonestado por el Rey y gobernador de la provincia hiciese satisfaccion de lo que tomara injustamente, no quiso obedecer. Disimuló el Rey por entonces, y pospuestas todas las demas cosas, en hábito disfrazado para que la cosa fuese mas secreta, desde la ciudad de Toledo fue la dicha causa á lo postrero de Galicia. Llegado, cercó de sobresalto las casas del soldado, que huyó por miedo del castigo, mas él le mandó prender y ahorcar delante de las mismas casas. Con este hecho el Rey ganó autoridad, y la inocencia quedó valída, y aquel hombre castigado como su desatino y soberbia merecia. Valeroso príncipe, que ni en paz ni en guerra estaba ocioso, antes vuelto a la guerra contra los moros este año 1152. puso cerco á Jaen, el siguiente de mil y ciento y cinquenta y dos á Guadix, ciudad de Andalucía que los antiguos llamaron Acci, pero no parece salió con estas empresas. Doña Petronilla Reyna de Aragon parió un hijo que en vida de su padre se llamó don Ramon, y despues dél muerto don Alonso. Es cosa notable que estando para parir, á quatro dias del mes de abril otorgó su testamento, en que dexaba el reyno paterno al preñado, si naciese varon, pero si fuese hembra, nombraba por heredero á su marido don Ramon; que fue exemplo bien extraordinario. Nombró por sus albaceas á tres obispos, Guillelmo de Barge

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lona, Bernardo de Zaragoza, Dodo de Huesca, y junto con ellos otros hombres principales. Dice en él en particular que dexa el reyno a sus herederos libre como su tio don Alonso le tuvo, es á saber pospuesta la confederacion y asiento que poco antes se tomó con Castilla. Por el mismo tiempo falleció don Pedro de Atarés señor de Borgia: sepultaronle en el monasterio de Veruela, que no lexos de Zaragoza él mismo fundára. Borgia quedó por el Rey: á los Templarios á quien el difunto la dexó en su testamento, dió en truèque y recompensa á Ambela y otros pueblos. Item lo que los moros poseían á las riberas de Segre y Cinvoluntad se ganó por fuerza ó por goneses. Demas desto ciertos castillos que caían entre Tarragona y Tortosa en bosques y lugares altos, y por tanto era dificil conquistallos, en fin se venció la dificultad y vinieron á poder del Rey. Lo mismo Miravete á la ribera de Ebro, pueblo muy fuerte, que se dió a los Templarios para que le poseyesen y viesen en él guarnicion. En estas guerras se señalaron entre los demas en esfuerzo y diligencia el conde de Urgel, y Ramon de Moncada, y Poncio Hugon conde de Ampurias, que falleció el mismo año. La tercera parte de Tortosa que conforme a lo asentado quando se ganó, era de los ginoveses, el Rey al presente la compró dellos, y la rescató con dinero. Con estas cosas el nombre de don Ramon comenzó en toda España y tambien acerca de las naciones estrañas á ser muy célebre, si bien él por su modestia, ó porque el reyno de Aragon le tenia en dote, nunca en toda su vida se quiso llamar Rey; solamente se intitulaba príncipe de Aragon, y contento con este apellido lo gobernaba todo él solo a su voluntad en guerra y en paz. Es cierto que desde este tiempo las armas antiguas de los Reyes de Aragon se trocaron en las de los

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condes de Barcelona, que eran quatro faxas ó bandas roxas, que a iguales espacios de arriba abaxo dividen un campo ó escudo dorado. Don Sancho, el que adelante sucedió en el reyno de Portugal á don Alonso 1154. su padre, nació a once de noviembre del año mil y ciento y cincuenta y quatro en Coimbra, donde la Reyna de buena gana moraba: hermanas de don Sancho doña Urraca que casó en Leon, y doña Teresa en Flandes. El nacimiento deste infante don Sancho fue la cosa mas señalada que sucedió este año, y juntamente la venida de Luis Rey de Francia a España, de que se hablará luego.

CAPITU LO III.

'De la venida á España de Luis Rey de Francia.

Tenia Luis Rey de Francia llamado el mas mozo un gran deseo de ver á España, y visitar á su suegro. Era menester buscar algun color para tan larga jornada: pareció el mas á propósito ir en romería á Santiago por voto que el tiempo pasado habia hecho. Esta era la voz que se decia en público: de secreto otra puridad le aguijonaba mas, como lo dice el arzobispo don Rodrigo (1), que los escritores franceses no hablan desto: esta era informarse y saber en presencia si su muger era nacida de legítimo matrimonio, porque algunos malsines, hombres malos, quales tienen muchos los palacios de los príncipes, que todo lo tuercen, afirmaban al Rey que la Reyna su muger era bastarda, y por el mismo caso con aquel casamiento se disminuia y afeaba la magestad real de Francia. No dexaba él de dar oidos á estos chismies, porque a exem

(1) Lib. 7. cap. 9.

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