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I.

CUESTION es que todavía no han decidido los sabios, ni decidirán nunca probablemente, la de averiguar si la prosa es anterior al verso ó si este es anterior à la prosa. Las primeras palabras que consta de la Escritura habló Adan, diciendo de Eva que era hueso de sus huesos y carne de su carne, y que se llamaria varona, porque era formada de varon', no parece fueron cantadas, sino habladas ó rezadas, no en verso sino en prosa. Pero si la vida de Adan en el estado de la inocencia fué un dulce éxtasis hasta que prorumpió en cantar alabanzas á Dios en compañía de los ángeles, como imaginan algunos, en este caso lo primero que habló seria cantado y no rezado, y mas verosimilmente en verso que en prosa. Aun dado que se decidiera este punto, todavía quedaria en pié otra dificultad mas importante, pero acaso no menos dificil de resolver, á saber, si lo primero que se escribió fué verso ó prosa. Sabido es que la invencion de las letras la atribuyen unos á Adan, otros á Enoc, otros á Abraham, otros á Moises, otros á Saturno, y otros á otros; pero sea quien fuere el que las inventó, no consta que nadie las perfeccionase y pusiese en orden para formar con ellas palabras y renglones antes que Moises. De este divino legislador nos dice la Escritura' que era muy versado en las ciencias de los Egipcios, y si estos las cultivaban, no solo verbalmente, mas tambien por escrito, con letras, imágenes ó geroglíficos, lo que no está decidido, parece regular que se sirviesen de la prosa, mas adecuada que el verso al lenguaje científico. Por otra parte, es opinion general que antes de la invencion del arte de escribir, las alabanzas de los dioses, las hazañas de los héroes y las leyes de la patria, se dictaron en verso como mas acomodado que la prosa para retenerse en la memoria y sujetarse al canto podria pues suponerse que lo primero que se escribió fué estas alabanzas y estas leyes, pero ni aun reliquias nos han quedado de nada de esto, y así solo podemos discurrir por conjeturas 3. Reduciéndonos á los hechos, los libros de mayor antigüedad que han llegado hasta nosotros son los del Viejo Testamento, y entre ellos el Génisis y el de Job pasan por los mas antiguos, siendo muy de presumir que aquel lo es aun mas que este, aunque hay pareceres en contrario. El primero está evidentemente en prosa, como á mayor abundamiento exigia la naturaleza del argumento; y aun cuando para establecer la primacia del verso, se quisiera dar mas antigüedad al segundo, todavía no se lograria el objeto, pues segun el dictámen de san Gerónimo, desde el principio del libro hasta las palabras pereat dies, etc., esto es, los dos primeros capítulos cabalmente, todo es prosa.

II.

La poesía de los Hebreos es no solo la mas antigua, sino la mas bella que conocemos. San Gerónimo, cuyo gusto era tan delicado y cuya sabiduría era tan profunda, esclama (Prol. ad Chron. Eus.) : « Quid Deuteronomii et Isaiæ cantico pulchrius? Quid Salomone gravius? Quid perfectius Job? » Y es de advertir que el santo era versadisimo en la poesía griega y romana. Despues de los Hebreos, los Griegos pasan por los primeros

Gén. 2. 18. Hoc nunc, os ex ossibus meis, et caro de carne mea: hæc vocabitur virago, quoniam de viro sumpta est.

2 Hechos. 7. 22.

Lo que sí es cierto es que Moises, que está

reconocido por el primer legislador del mundo, no dictó sus leyes en verso sino en prosa, como se deja entender por el contesto de las mismas leyes y lo afirman los espositores sagrados.

poetas despues de los Griegos, los Romanos. Ajeno fuera de este propósito entrar aquí en una larga disertacion sobre la poesia griega y latina, despues de lo muchisimo que sobre ambas se ha escritó. Escelentes una y otra, todavia Homero y Virgilio, Pindaro y Horacio, Sófocles, Euripides y Terencio son los modelos mas seguros que reconocen las naciones modernas en todos los géneros de poesía.

III.

Destruido el imperio romano por las hordas bárbaras del Norte, la lengua de los dominadores del mundo, que era general en todas las provincias del mediodía y del occidente de Europa, empezó á adulterarse con la mezcla de los diferentes idiomas que hablaban los nuevos conquistadores. Pronto desapareció del todo la rica y bella prosodia latina, á que se intentó suplir en parte introduciendo en el lenguaje poético un elemento que no habian conocido los Hebreos, los Griegos ni los Romanos, cual fué la rima ó consonante : de aquí esa multitud de himnos sagrados compuestos en los primeros siglos de la Iglesia, entre los cuales es muy notable la secuencia Dies iræ dies illa, compuesta de tercetos rimados, de versos de ocho sílabas, sin atencion á sus cantidades largas ó breves. De ese ayuntamiento de la lengua latina con los idiomas célticos y germánicos nacieron las lenguas vivas de Europa, de las cuales no hay alguna que no tenga un parentesco mas o menos cercano con la romana. Entre ellas, las mas inmediatas y visiblemente derivadas de la latina son la italiana, la provenzal y la castellana, lo que fácilmente puede esplicarse por la circunstancia de haber sido los Visogodos la principal nacion que se estableció en Italia, en España y en el mediodía de la Francia despues de la destruccion del imperio. El P. Quadrio (Stor. d'ogni Poes., t. III, pág. 10) dice que no se ha decidido aun si los Italianos tomaron su verso rimado de los Latinos ó de los Provenzales. Tiraboschi confiesa ( Hist. lit., t. III, pág. 280) á la poesía provenzal mayor antigüedad que á la italiana. Punto es este que no nos interesa discutir, bastándonos saber que ni de unos ni de otros tomaron los Españoles su poesía rimada, y que antes bien, segun afirman el frances Guillermo Massieu ( Mém. de Trévoux, año 1740, pág. 283) y el italiano Quadrio (t. VI, pág. 299) las rimas pasaron á los Provenzales, y por consiguiente á los Italianos, de los Españoles, que las recibieron de los Godos y luego de los Moros. Hay quien atribuye á los primeros la invencion de la rima; pero aun dado que no la inventaran, sabido es que eran grandes rimadores : es pues muy verosímil que los Españoles se diesen á hacer sus versos rimados á imitacion de los de ellos Y habiendo empezado nuestra lengua pór la corrupcion de la latina que ocasionaron los septentrionales, es de creer que nuestra poesía fué rimada desde su origen, y que ella y nuestra lengua nacieron de un mismo principio y á un mismo tiempo. Los Godos, que dominaron á España 300 años, tuvieron tiempo para introducir su poesía rimada, y los Españoles para irla ejercitando en su lengua latina, al paso que esta se iba corrompiendo ó romanzando, con la introduccion de vocablos nuevos, con la indeclinacion de los nombres y con el olvido ó desuso, cada dia mayores, de la buena pronunciacion y de las reglas gramaticales. Despues de la conquista de los Moros, los cristianos que quedaron cautivos, olvidaron su propia lengua ; ni hablaban, ni leian, ni escribian sino en la arábiga. «< Si Dios Nuestro Señor (dice Aldrete, Orig., lib. I, cap. 22) por su infinita « bondad, usando de su clemencia no dejara aquellos cristianos libres fuera de cautive« río, que fué de lo mas noble de España, ni memoria hubiera hoy de la lengua caste« llana.... Conservóse en los cristianos que se recogieron á las montañas asombrados con « el suceso de ver todo el reino destruido........ » Alvaro de Cordova, que floreció por los años de 860, dice que á los 130 años de la conquista, ya los Españoles escedian á los Moros en el conocimiento de la lengua arábiga y componian mejor que ellos, así en prosa

Es muy verosimil que los Judios, cuya poesia moderna es rimada, pero sujeta á cantidades de silabas largas y breves, tomasen su rima de los septentrionales, y la perfeccionasen

posteriormente à imitacion de los Moros, aunque algunos pretenden que la tomaron de los Italianos.

como en verso. Véase su Indiculo luminoso en que se queja amargamente del olvido de los cristianos de su lengua y de su fé, menospreciando los rios caudalosos de la Iglesia que manan del Paraíso, como si fueran vilisimos. De aquí se colige que las montañas fueron como las depositarias de la lengua castellana ó romance que se iba formando entonces, hasta que reconquistándose las provincias, se fué otra vez estendiendo, enriqueciéndose con muchas voces arábigas, que los cristianos cautivos introdujeron.

IV.

Sobre el origen de la poesía vulgar castellana puede decirse mucho, saliéndose como lo han hecho algunos, al vasto campo de las conjeturas, pero encerrándose en el de los hechos conocidos, parécenos que la cuestion es sencillisima. El siglo x° es la época que nuestros filólogos mas juiciosos asignan á la formacion del romance castellano. El monumento mas antiguo de este romance que ha llegado hasta nosotros, que es el poema del Cid, pertenece a mediados del siglo x11° y todo nos mueve á creer que antes de él se compusieron otros poemas mas o menos estensos, que acaso se descubrirán algun dia, y algunos sin duda tambien que nunca llegarian á escribirse. Habiéndose formado la monarquía y la sociedad española en las montañas de Asturias, y siendo muy probable que en ellas el uso de la poesía rimada fuese contemporáneo de la formacion de la lengua, es muy de creer que los primeros poemas que se compusieron y se escribieron en romance estarian en el dialecto gallego propio de los pueblos de aquellas montañas, y bajo este concepto, fundadísima es la opinion que emite el R. P. Sarmiento en sus Memorías sobre la poesía y poetas castellanos, de que la poesía española nació en Galicia y que allí la tomaron los castellanos. Pero tambien es cierto que esas antiquísimas poesías gallegas no existen, y que las mas esquisitas diligencias no han logrado descubrir ninguna de ellas anterior al poema del Cid, á las poesías de Berceo y al poema de Alejandro. El marques de Santillana en su Proemio al condestable de Portugal, que insertaremos mas adelante, dice estas palabras, que han dado ocasion à la larga polémica que entabla y sostiene Sanchez en varios pasages de sus notas á dicho Proemio y particularmente desde el núm. 199 en adelante : « Acuérdome, señor muy magnífico, siendo yo en edad « no provecta, mas asaz mozo pequeño, en poder de mi abuela doña Mencía de Cisne« ros, entre otros libros haber visto un grant volúmen de Cántigas, Serranas é Diceres « portugueses é gallegos, de los quales la mayor parte eran del rey don Dionis de Por«tugal (creo, señor, fué vuestro bisabuelo), cuyas obras aquellos que las leian loaban de « invenciones sutiles, é de graciosas é dulces palabras. Avia otras de Johan Soarez de « Pavia, el qual se dice haber muerto en Galicia por amores de una infanta de Portugal.... Prescindiendo de que en este pasage no se declara en qué época floreció Pavia, de que no se halla tampoco noticia exacta de él, á menos de que esté equivocado este apellido y deba leerse Paiva, de quien se hace mencion en el Catálogo real de España de Mendez de Silva, en cuyo caso floreció á fines del siglo XIII ó muy à principios del xiv, lo mismo que el citado rey don Dionis de Portugal, todavía este pasage no prueba ni que la poesía gallega sea anterior à la castellana, ni que el marques de Santillana la tuviese por tal, pues cabalmente habia dicho poco antes, despues de hablar de los poetas catalanes, valencianos y castellanos: « Despues fallaron esta arte que mayor << se llama, é el arte comun, creo en los reinos de Galicia é Portugal, donde non es de « dubdar que el exercicio destas sciencias mas que en ningunas otras regiones ni provin«cias de la España se acostumbró. » Queda pues sentado que aunque regularmente la poesía debió cultivarse antes en Galicia que en Castilla, no hay documento alguno que lo pruebe. Entre los demas poetas gallegos que cita el marques en su Proemio, ninguno es, ni con mucho, tan antiguo como el autor del poema del Cid. Entre estos el mas insigne y famoso es aquel grande enamorado Macias', como le llama el marques. En el

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'Ademas de las cuatro canciones de este poeta, cuyos primeros versos cita el marques,

hemos visto una en un cancionero manuscrito de la Bliblioteca real de Paris, que por ser

cancionero de Baena se conservan algunas bellisimas canciones de este poeta, de cuya historia dan noticia Argote de Molina en su Nobleza de Andalucia y el comendador griego en el comentario de la copla 105 de las 300 de Juan de Mena.

V.

Tampoco hay fundamento para suponer á la poesía catalana y valenciana mas antigüedad que á la de Castilla. De ningun trovador catalan ni valenciano se halla noticia, ni menos composicion alguna poética anterior al siglo XIII, aun cuando se quisiera admitir como cierta la antigüedad que atribuyen Beuter, Escolano, Argote de Molina, don Nicolas Antonio, Jimeno, Rodriguez y otros á mosen Jorde de San Jordi y á mosen Febrer, su contemporáneo, al primero de los cuales le atribuyen los citados autores el honor de haber sido traducido ó robado por el Petrarca. Nada es sin embargo mas ageno de la verdad y aun de toda posibilidad, siendo como es el Petrarca en realidad anterior á estos poetas'. Sin embargo es cierto que la poesía floreció mucho en la corte de los reyes de Aragon. Establecido en Tolosa de Francia el consistorio de la Gaya Sciencia, por los años de 1323, de que largamente da noticia Antonio Bastero en su Crusca provenzal, fundóse poco despues otro en Barcelona, para cuyo efecto don Juan 1o de Aragon pidió al rey de Francia, por los años de 1390, le enviase mantenedores que lo estableciesen. Fundado este bajo ciertas leyes y ceremonias, el rey le distinguió con libertades y le dió rentas para los gastos ordinarios y para premiar aquellas obras de los trovadores que por sentencia del consistorio fuesen declaradas dignas de premio. El rey don Martin, que succedió á su hermano don Juan, aumentó los privilegios y rentas del

rarisima copiamos aqui. Sanchez no hace men-
cion de ella, pero si el P. Sarmiento, que la
cita en la pág. 312 de sus Memorias. Dice asi :

El gentil niño Narciso
En una fuente gayado
De si mismo enamorado
Muy esquiva muerte priso.
Sennora de alegre viso,
E gracioso e lindo brio
A mirar fuente nin rio
Non s'atreva vuestro viso.

Engannaron sotilmente.
Con imaginacion loca
Fermosura è edad poca
Al niño bien paresciente.
Estrella resplandeciente
Mirad bien estas dos vias,
Pues beldat y pocos dias
Cada qual en vos se siente.
Prados, verduras é flores
Otorgo que las miredes,
Otrosi que escuchedes
Dulces cánticas de amores:
Mas por sol nin por calores
Tal cobdicia non vos ciegue:
Vuestra vista siempre niegue
Las fuentes è sus dulzores.

Deseando vuestra vida
Aun vos dó otro conseio
Que non se mire en espeio
Vuestra faz clara, garrida,
Cá sabed que la partida
Seria dende tan fuerte

Que non vos fuese la muerte

De Narciso repetida.

He aquí los versos de Jordi que han dado motivo á la opinion de que el Petrarca copió este poeta y que se hallan en todos los autores citados:

E non he pau, et non tinch quim guarreig
Vol sobrel cel, et non movi de terra,
É non strench res et tot lo mon abras:
Hoy he de mi et vull altri gran be:
Sino amor, dons azo que sera.

El Petrarca, en el soneto 105, dice:

Pace non trovo et non ho da far guerra
Et volo sopral cielo et ghiaccio in terra
Et nulla stringo et tutol mondo abraccio,
Et ho in odio me stesso, et amo altrui,
Si amor non he, che dunque è quel qu'io

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consistorio, así para la reparacion de los libros del arte y vergas de plata que llevaban los Bergueros, que serian como los maestros de ceremonias de las universidades, como tambien para los sellos del consistorio y joyas que se daban por premio cada mes á los que le ganaban. Muerto el rey don Martin, cesó el consistorio por ciertos debates que acaecieron en el reino, pero electo despues el rey don Fernando, el que ganó á Antequera, don Enrique de Villena, que entró en su servicio, le restableció y fué nombrado presidente ó director. Los asuntos de las composiciones eran espirituales, ó de armas, ó de amores, sobre lo cual se compusieron muchas poesias que si las disfrutasemos, serian muy útiles para ilustrar la historia de nuestra poesia. En el libro de la Gaya Seiencia que escribió el marques de Villena y dirigió al de Santillana, cuyas principales noticias insertó el erudito don Gregorio Mayans en el tomo 1o de los Origenes de la lengua castellana, desde la página 321, se puede ver mas largamente lo que era el consistorio de la Gaya Sciencia de Barcelona. Zurita, en los Anales de Aragon, año 1398, hablando de la Gaya Sciencia, dice que : « en lugar de las armas y ejercicios de guerra que eran «los ordinarios pasatiempos de los príncipes pasados, succedieron las trovas y poesía « vulgar, y el arte de ella que llamaron Gaya Sciencia, de la cual se comenzaron á ins«tituir escuelas públicas y lo que en tiempos pasados habia sido un muy honesto ejer« cicio, y que era alivio de los trabajos de la guerra en que de antiguo se señalaron « en la lengua lemosina muchos ingenios muy escelentes de Rosellon y del Ampurdá, que imitaron las trovas de los Provenzales, vino à envilecerse en tanto « grado que todos parecian juglares. » Otros muchos testimonios pudieran acumularse de la presunta antigüedad de la poesía de los Catalanes y Valencianos, pero de ella diremos lo mismo que de la de los Gallegos, que carecemos de pruebas materiales en que fundarla. En la Historia literaria de los trovadores, que contiene sus vidas, los estractos de sus poesías y muchas particularidades sobre las costumbres, usos, é historia de los siglos x y xш, que publicó en Paris en 1774, en 3 tomos en 8°. M. Millot, valiéndose del inmenso trabajo y coleccion que habia formado de los trovadores provenzales M. de Sainte-Palaie, se hallan noticias de algunos trovadores aragoneses y catalanes muy antiguos, pero del primero de quien se citan composiciones, que es Guillen ó Guillermo de Berguedan, de quien habla el marques en su Proemio, consta que no floreció hasta mediados del siglo xí. Menciónase en dicha Historia de los Trovadores', al frente de los Españoles, á don Alfonso II de Aragon, que reinó desde el año 1162 hasta el 1196, pero no se le atribuye mas que una cancion de amores, y aun dado que sea suya, lo que no está probado, todavía tiene igual ó mayor antigüedad el poema del Cid. Verdad es que siendo su autor desconocido, con razon dice Sanchez que este rey puede reputarse como el primero de nuestros trovadores conocidos, si en efecto fué trovador. Despues de don Alfonso II y de Guillen de Berguedan, los trovadores de la corona de Aragon mas antiguos que conocemos son Mosen Pero March, á quien llama el viejo el marques en su Proemio, don Pedro III y don Pedro IV de Aragon, don Juan I° de Aragon, Jorde de Sant Jordi, Febler 6 Febrer, y el célebre Ausias March, valenciano, cuyas poesías puso en castellano Jorge de Montemayor, precedidas de su vida escrita por Diego de Fuentes.

VI.

« Entre nosotros, dice el marques en su Proemio, usóse primeramente el metro en asaz «formas, así como el libro de Alexandre, los Votos del Pavon, é aun el libro del Arci« preste de Hita. É aun de esta guisa escribió Pero Lopez de Ayala el viejo un libro que « fizo de las maneras de Palacio é llamáronlo Rimos.... En este reino de Castilla dijo « bien el rey don Alonso el Sabio.... » El marques, que no tuvo noticia del poema del Cid, pone en primer lugar entre las obras poéticas castellanas el poema de Alejandro: de este poema, descubierto por Sanchez, y de su autor, se hallará cabal noticia en el pequeño prólogo que le precede. Los Votos del Pavon no sabemos qué obra es, qué con

Tomo I' pág. 131.

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