Imágenes de página
PDF
ePub

plicancia o reflexión contradictoria sobre los orígenes de la iconografía cristiana, porque después de afirmar que data, según es lo cierto, de la época de los mártires, en el párrafo niega que brotara de las catacumbas, como si estas no fueran la manifestación artística de la edad de las persecuciones y como si el autor ignorara que en las de San Sebastián de la Vía Apia, las más antiguas, y en muchas de las restantes, se ven representaciones de la Cena Eucarística, del Buen Pastor, del Agnus Dei, y de los Patriarcas del Antiguo Testamento. De modo que el criterio en estos y en otros puntos del estudio iconográfico de "Superunda" no nos parece ni definido ni bien informado.

Sobre el "Cronista Huamán Poma de Ayala" presenta una monografía el escritor que se oculta bajo el seudónimo de "Waccha Urpi", y de veras le viene bien el seudónimo, pues sus opiniones críticas descubren una colombina ingenuidad. Desde la primera página al traer a cuento a Homero, y sin tener para que, dá a entender que considera la personalidad de dicho aeda tan auténtica y sustantiva como la de Cervantes. Se sitúa así en el terreno del todo pre-wolfiano, intransitable por ruinoso, inaceptable por muchos matices que moderen al presente la teoría anónima y romántica de la epopeya. Como Waccha Urpi respira la caldeada atmósfera hiperbólica que en estos últimos años se ha creado en derredor del tan recusable Huamán Poma (cuyas aseveraciones han de tomarse con mucha cautela siempre), le acepta o le excusa las más saltantes inverosimilitudes, inclusive la de la falsa embajada de Huáscar a Pizarro, en los primeros días de la Conquista, y la más prodigiosa de haber nacido dicho Huamán Poma de una princesa incaica sexagenaria, lo que es el colmo de la credulidad genealógica, harto mayor que lo que el doctor Jorge Dulanto admite para el linaje pscudoregio del Mariscal Castilla, Waccha Urpi lo excede inmensamente en su amplitud y facilidad de creencias en favor de su biografiado, pués afirma que Huamán Poma escribe en castellano muy regular, calificando de tal la inintelegible jerigonza de la "Crónica y Buen Gobierno" (pág.

15). Ni está muy apartado de parangonarlo con el Inca Garcilaso, cuando a lo sumo será un Pachacuti Salcamayhua, muy empeorado y difuso. Entre los errores concretos de Waccha Urpi no será ocioso, para fundamentar nuestro fallo, que puntualicemos, en la página 18 y otras, la grave confusión del Oidor D. Pedro Ortiz de Zárate con su próximo pariente el Contador y Cronista Agustín; y la de apellidar, en la pág. 79a, al Marqués de Guadalcázar, nó Fernández de Córdova, según en efecto lo era, sino Frenández de Castro, y trabucarlo así con el virrey posterior Conde de Lemos. Mucho ha investigado y hurgado, sin mayores resultas, sobre la vida y hechos del patrón de Huamán Poma, el Presbítero Cristóbal de Albornoz (págs. 24 y 25). No ha atinado sino con que fué cura y fundador de Huancavelica. Y a ningún entendido en Historia Peruana del siglo XVI se le oculta que es además el mismo conocidísimo Chantre del Cabildo Eclesiástico del Cuzco, que asistió igualmente a la segunda fundación de la ciudad de San Francisco de la Victoria en Vilcabamba, donde fué renombrado compañero de la jornada de Martín Hurtado de Arbieto, Juan Alvarez Maldonado, y García Oñez de Loyola. Al fin casi, de su disertación y en inútil catálogo de corsarios, explica la extinción de la piratería en América, desde mediados del siglo XVIII, por el reglamento de Comercio Libre de Carlos III, suponiendo probablemente que esa libertad se extendía a los extranjeros, cuando lo que se hizo fué habilitar varios puertos en España, en vez del monopolio de Sevilla y Cádiz. Tales errores incapacitan dicha monografía para ser premiada por un Jurado cuidadoso.

La obra "Todos los Pueblos y Parroquias del Perú", ha de constar de varios tomos, pero nos ha llegado reducido a un fragmento del primero y cuatro legajos de "Material para su Redacción". Es de tal modo inadmisible por inconclusa.

El señor Francisco A. Loayza presenta la nueva edición de las sendas "Crónicas de los Molina" y la de "La Verdad Desnuda" tocante a la resolución de José Gabriel Túpac Ama

ru; publicaciones de documentos útiles, pero que no llenan los requisitos para un concurso formal de investigación histórica.

Lo propio ocurre con los "Mensajes de los Presidentes del Perú" editados por don Pedro Ugarteche y D. Evaristo San Cristóval.

Prescindiendo de otros estudios de menos importancia y aún de mínimas dimensiones, queda sólo la monografía sobre José Gabriel Condorcanqui, el Segundo Túpac Amaru, Siendo en su máxima parte simple reproducción y a veces colección de documentos interpolados en el texto, desprovistos de examen crítico, sin observar reglas eurísticas de ninguna clase, valen para el referido trabajo las razones de exclusión que hemos aducido para los análogos, y quizá aquí con mayor fundamento todavía; razones en las cuales nos ratificamos, por nuestra convicción de la importancia moral de la materia y del premio.

(Fdo.) José de la Riva-Agüero

Dios guarde a Ud.

(Fdo.) Rafael Loredo M.

(Fdo.) Ella Dumbar Temple.

Informe de la Comisión Técnica presidida por el Doctor don Victor Andrés Belaunde. 1945

Lima, 11 de setiembre de 1945.

Señor Presidente del Jurado establecido por la Ley 9614. El Instituto Histórico del Perú cumple con elevar a Ud. el informe que se le ha solicitado sobre los trabajos de los postulantes al premio "Inca Garcilaso de la Vega".

No todos ellos se refieren a historia, pues los hay también de geografía y de arqueología. Es difícil establecer un denominador común estimativo para estas materias que, aunque Conexas, tienen una naturaleza y metodología diversas.

El examen de los trabajos se ha realizado desde dos puntos de vista, generalidad y trascendencia del tema y acierto en el desarrollo.

Atendiendo al primer criterio hemos descartado los siguientes trabajos que reputamos de carácter limitado o local: "Conocimientos Geo-astronómicos de los peruanos pre--colombinos"; simple descripción de las figuras y dibujos que la ilustran.

Estudios históricos y sociológicos sobre la ciudad de Huamanga y Huanta"; "Colpahuayco", escrito con innegable dedicación por el coronel Manuel C. Bonilla.

"Cahuide no existió", sugestivo y documentado ensayo del investigador señor Loayza

"Breve reseña de la analogía del origen de la poderosa civilización de Tula en México y de la Aymara-Pirua en el Perú".

"La fuente de la Plaza Mayor de Lima" con elegante impresión y profusión de grabados.

"El asesinato de Francisco Pizarro" que obtuvo el Premio de la Academia de Medicina.

"Los Pueblos del Perú" por don César García Rosell, breve relación alfabética y descriptiva.

Aunque la limitación del tema en estos estudios no atañe al método intrínseco de ellos, impide, sin embargo, colocarlos al lado de los estudios de mayor envergadura o trascendencia, para el discernimiento del premio.

Hay dos ensayos de carácter biográfico, uno sobre "Casós el Político" y otro sobre "El Mariscal de Piquiza don Agustín de Gamarra". El primero no pretende ser un estudio de la época en que actuó Casós. Está constituído por breves notas y la trascripción in-extenso de sus principales discursos y escritos. El referente al Mariscal Gamarra ha utilizado la bibliografía conocida, en presentación ordenada y de cierto interés, pero no importa una nueva investigación, ni alcanza a conmover las conclusiones formuladas por Riva Agüero y Basadre.

Sobre Geografía se han presentado tres trabajos: el pri

mero "Trinidad Peruana" (Paisajes y personajes de un país sud-americano) es de naturaleza principalmente literaria, no obstante el carácter geográfico y sociológico de la materia. Contiene paisajes y cuadros de animación y colorido con referencias folklóricas. Los capítulos de carácter social no revelan la aplicación al Perú de los principios de la geografía humana y la sociología; giran al rededor de citas de los autores preferidos del escritor con omisión de los que con criterio científico y filosófico se han ocupado de la realidad peruana.

El segundo ensayo es una bien documentada monografía, sobre el "Tráfico Marítimo en la Epoca Colonial". Aporta nuevos datos debidos a meritoria investigación en fuentes inéditas.

El tercer trabajo versa sobre "Las vías de comunicación terrestres en el Perú". Contiene datos históricos, además de la descripción del estado actual, con ilustraciones y cuadros estadísticos, siendo por lo tanto una monografía útil.

De historia del arte, hay un sólo ensayo que se titula "Et arte colonial de Trujillo" con profusas y valiosas ilustraciones y datos sobre los monumentos artísticos. No ha considerado fuentes inéditas y no contiene la interpretación del barroco como una genuina forma de arte cristiano y la más alta expresión de cultura hispano-colonial.

"La cultura Puquina", del Canónigo Bernedo Málaga, contiene la relación detallada de los descubrimientos arqueológicos hechos por el autor en la Provincia de Arequipa, la descripción de las andenerías, tumbas, construcciones y alfarerías, cuyas fotografías ilustran profusamente el texto de la monografía. Hay además, descripciones y dibujos de tipos humanos, cráneos e instrumentos de trabajo. Sin entrar en la crítica sobre la extensión e importancia de la cultura Puquina, cabe decir que el trabajo merece especial mención, por ser un aporte personal y de visión directa de la realidad estudiada.

"La rebelión del Inca Tupac Amaru", por don Carlos Valcárcel es un estudio meritorio cuyo empeño exhaustivo ha perjudicado la claridad y sobre todo, el relieve del relato. Con lí

[ocr errors][ocr errors][ocr errors]
« AnteriorContinuar »