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"EL MARAÑON”

DE DIEGO DE AGUILAR Y DE CORDOBA (*)

En todo cuanto pedirá el deseo
Un Diego illustre de Aguilar admira,
Un águila real, que en vuelo veo
Alzarse a do llegar ninguno aspira:
Su pluma entre cien mil gana trofeo,
Que, ante ella, la más alta se retira;
Su estilo y su valor tan celebrado
Guánuco lo dirá, pues lo ha gozado.

(Cervantes, Canto de Calíope).

Pocos acontecimientos de la Historia de la penetración español en el Nuevo Mundo habrán despertado, de fijo, tan apasionada y excitante producción bibliográfica como la expedición de "los Marañones". Desde relatos estrictamente históricos (1), hasta poemas, piezas teatrales y novelas, ningún género literario ha dejado de ser reputado como un espejo adecuado para reflejar con mayor o menor viveza la secuela de tan vigorosos y sangrientos sucesos, de suyo caso

(*) Esta recopilación de noticias concernientes a una obra de capital importancia dentro de la Literatura peruana del siglo XVI, es simplemente un ensayo de prólogo o advertencia a una impresión del manuscrito de Aguilar y de Córdoba que abrigo la esperanza de poder llevar a cabo, por ameritarla con excesos el valor de "El Marañón".

(1) Cfr. Jos, La expedición de Ursúa al Dorado y la rebelión de Lope de Aguirre (Huesca, 1927), pp. 20-30 y 253-272.

más fáciles de captar mediante un pincel valiente que no con la desmayada pluma o el renqueante estro de aficionados a las bellas letras.

Uno de los testimonios de más peregrina rareza y de subido valor histórico es el notable relato "El Marañón” de Diego de Aguilar y de Córdoba sobre el que se ha disertado con desmedida libertad desde que Menéndez y Pelayo advirtió su existencia (2), basado en unas notas ministradas por el diligente americanista Jiménez de la Espada, quien tuvo la oportunidad de compulsar el manuscrito (3). La obra de Aguilar, que se titula escuetamente con el mismo nombre que llevaba el río al que la fácil pluma de Tirso de Molina apellidó "monarca de las aguas" (Amazonas en las Indias, Jornada Primera), posee un mérito intrínseco muy apreciable, aún soslayando su valor como fuente histórica, extremo que ha discriminado con pertinencia Jos..

En efecto, uno de los elementos que contribuyen a acrecentar la importancia del manuscrito de Aguilar y de Córdoba es la significación que tiene dentro de los anales de la literatura peruana seiscentista, no sólo por ser ciertamente la narración de mayor sobriedad y mérito literario de todas las que se ocupan de la figura de Lope de Aguirre y sus andanzas, pero aún porque en los preliminares del texto se dá razón de varios versificadores, que son sin duda, los más antiguos conocidos del Virreinato peruano. En resolución, la obra que nos ocupa es el primer testimonio literario de valor estético apreciable en el panorama espiritual de las postrimerías del siglo XVI en el Perú. Por ello, si Sánchez ha propuesto la denominación de "ciclo araucano" (4) pa

(2) Antología de Poetas Hispano-Americanos (Madrid, 1894), III, pp. CLVII-CLIX,

(3) V. las papeletas originales de Jiménez de la Espada, conservadas en la actualidad en la Biblioteca del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

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(4) Los Poetas de la Colonia (Lima, 1921), p. 68.

ra designar a un conjunto de obras vinculadas con el poema de Ercilla y Porras ha creado la certera definición de "ciclo antártico" o "de los piratas" (5) para centrar en torno de un tema definido la producción literaria generada por un asunto, sin disputa procede abrir dentro de la Literatura peruana y precediendo a dichos grupos, el "ciclo amazónico", cuyo astro central será "El Marañón" de Aguilar y de Córdoba, distinguido poeta cuyas obras se citan entre las mejores de la arqueología literaria peruana.

No es esta ocasión la primera que corren de molde algunas composiciones laudatorias que aparecen precediendo al cuerpo de la obra de Aguilar, pero otras habían quedado inéditas, como lo son rigurosamente desde luego el conjunto de escritos del propio autor que no forman el texto estricto de su libro. En los lugares pertinentes queda advertido cuándo una poesía ha visto ya la luz pública anteriormente.

Conocemos dos ejemplares o copias de "El Marañón", a saber: el códice original, autógrafo, existente en la Biblioteca Pidalina de la Universidad de Oviedo, que describimos a renglón seguido; y la copia, procedente de la Colección Bauzá, que actualmente se encuentra en el Museo Británico (signatura: Add. 17.616), colacionado por Gayangos (6) primero y con mayor prolijidad por el P. Rubén Vargas Ugarte S. I., luego (7), que nota las diferencias entre ambos ejemplares. En vista de los dos códices, hay que desechar de todo punto la suposición de tratarse de un poema y con mayor razón la tesis de que Aguilar redactase dos versiones: una en verso y otra prosificada. En esta oportunidad nos valemos del manuscrito conservado en la librería universitaria de Oviedo, cuya distribución es la siguiente del volu

(5) Revista Histórica (Lima, 1943), XVI, pp. 44-49. Don Juan de Miramontes y Zuázola, poeta antártico por Raúl Porras Barrenechea. (6) Catalogue, II, p. 525.

(7) Manuscritos peruanos en las Bibliotecas del Extranjero (Lima, MCMXXXV), I, pp. 4-8.

men en 4.°, que consta de 18 fs. sin numerar, preliminares, más 317 de texto corrido, Fol. 1: soneto en francés de Maluenda; f. II: dedicatoria de Aguilar de su obra a D. Andrés Fernández de Córdoba, f. V: soneto en italiano de Maluenda; f. VI: advertencia del autor; f. VII: al lector; f. XVI: soneto de Cabello Balboa; f. XVII: soneto de Fernández de Sotomayor; f. XVIII: argumento del Libro Primero; f. 1: Libro Primero; f. 124 v.: soneto de Marañón; f. 125: argumento del Libro Segundo; f. 125 v.: soneto de Paniagua de Loayza; f. 126: soneto de Picado; f. 241: soneto de Vaca de Vega; f. 241 v.: soneto de un religioso; f. 242: soneto de Herrera Villasante; f. 242 v.: argumento del Libro Tercero; f. 317: fin; f. 317 v.: soneto de Maluenda. Los folios 241 y 248 no están numerados, dando la impresión de haber sido insertados con posterioridad.

De "El Marañón" se ha publicado lo siguiente:

Libro Primero.-Capítulo I, II y III.-Biblioteca de Cultura Peruana. (París, 1938), V, pp. 321-326.

Capítulo V. Relaciones Geográficas de Indias. (Madrid, 1897), IV, p. CXXXIII.

Capítulo VI (fragmento).—Id. ibid. p. CXXXIV.

Capítulo VII.-Biblioteca de Cultura Peruana (París, 1938), V, p... 326.

Capítulo VIII (fragmento).-Relaciones Geográficas de Indias, IV, p. XXV, nota.

Capítulo X.-Biblioteca de Cultura Peruana, (París, 1938), V, p. 328.

Libro Segundo.-Capítulo XXV-Id. ibid, p. 331.

Libro Tercero.-Capítulo I, II, XIV, XV y XVI.-Id. ibid. p. 333-343.

Según Jiménez de la Espada (8), el

franciscano Fr.

(8) Viaje del Capitán Pedro Texeira (Madrid, 1889), p. 7.

Pedro Simón "se apropió lindamente y a la letra" de la obra de Aguilar al dar cuenta de la jornada de Ursúa y Aguirre (9). Esta aseveración no la hemos visto confirmada ni la robora el cotejo que he verificado de ambos textos. Ni la correspondencia de capítulos autoriza a formular esa propuesta, ni el plan, desarollo y opiniones en puntos controvertidos sustentadas por uno y otro autor inducen a tener por uno los dos textos. Según ha descubierto Jos (10), la narración de Aguilar y de Córdoba sigue en lo sustancial el relato de Vázquez, por cierto uno de sus informantes y no es de extrañar que difieran de Simón.

La circunstancia de tener a la vista copia de los puntos de mayor sustancia de "El Marañón" me ha incitado a publicar por primera vez en forma íntegra los interesantísimos preliminares de la obra, antecediendo cada composición poética en elogio de Aguilar y de Córdoba con los datos biográficos que sobre su autor he podido acopiar, dedicando el mayor espacio al propio Aguilar, con exclusión, por de contado, de todo lo sabido en beneficio de la novedad de las noticias acopiadas.

Varias han sido las vicisitudes del códice que hoy para en Oviedo. Consta, de hecho, que defiriendo a la instancia de personas competentes que le ahincaron a acometer la empresa, Aguilar y de Córdoba escribió, o propiamente debió de terminar la relación definitiva de su centón en 1578, residiendo en Huánuco ("El Marañón", Libro Primero, Capítulo VII). Así lo acredita una Advertencia autógrafa, que reza como sigue:

"Este libro escriui El Año de 1578, fue Visto, y Examinada la Verdad de la historia por los testigos más fidedig

(9) V. Simón, Noticias Historiales....de Tierra Firme (Cuenca, 1627), Sexta Noticia, ff. 401-566. El texto completo de esta Noticia ha sido reimpreso por la Comisión Peruana de Cooperación Intelectual, bajo el título Historial de la expedición de Pedro de Ursúa al Marañón y de las aventuras de Lope de Aguirre (Lima, 1942), 196 págs. (10) Ob. cit., p. 29.

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