cita tanta veneracion, no solo en la capital, sino en toda la provincia y aun en todo el reino, como la del santo rostro del Señor, llamado vulgarmente Cara de Dios: está colocada en una caja sobre el altar de la capilla mayor, dentro de la cual hay otra de plata preciosamente labrada, en donde se guarda la reliquia dentro de un gran marco de oro, donde se ven esmaltadas numerosas joyas de estraordinario valor. Dicha imágen se manifiesta al público solamente tres veces al año. Segun la creencia comun, esta imágen es una de las caras de Jesucristo estampadas en la toca de la Veróninica, que le limpió el sudor al verlo cargado con la cruz. Dicese que lo trajo de Roma en 4376 el obispo don Nicolás de Viedma, que alcanzó tal merced del papa Gregorio XI; pero el señor don José Martinez de Marzar, dean que fué de aquella santa iglesia catedral, en su Memorial sobre los santos de este obispado, se inclina á creer que sea una copia del lienzo que existe en Roma, manifestando que en este caso se le debe tributar la misma veneracion que si fuera original, como vemos que se practica con las demas imágenes de Jesucristo, que nos le representan en diversos estados y misterios de su vida. Como quiera que sea, el papa Clemente VII, por bula espedida en Roma á 20 de diciembre de 1529, se sirvió erigirle cofradía, y concedió muchas indulgencias á los que visitasen esta sagrada imágen.

do por una escalinata de mármol negro en sus cuatro frentes y cercado por una verja de hierro dorado. En su centro, sobre tres gradas de jaspe encarnado, se levanta el altar, que es del mismo jaspe y en el que está colocada una mesa, cubierta por un paño ejecutado en bronce, viéndose á cada lado tres ángeles de mármol blanco en ademan de recogerle. Componen el tabernáculo ocho columnas de serpentina, las cuales tienen sus basas y capiteles de bronce dorado; la cúpula, que remata en una cruz de cristal de roca, descansa sobre una cornisa de mármol de mezcla, cuya obra fué diseñada por el arquitecto don Pedro Arnal. En cada una de las naves laterales se cuentan siete capillas, y cada una de ellas tiene una piececita interior que sirve para el vestuario de los sacerdotes, y en todas ellas se ven esculturas y cuadros de bastante mérito, ejecutadas alguna de las primeras por Mora, y los segundos por Pancorvo, Antolinez y Valois, discípulos de Martinez. La sacristia de la iglesia es un paralelogramo rectángulo de 78 pies de longitud y 45 de latitud, y su decoracion es del mejor gusto. En el testero hay un altar que sirve de relicario, siendo su construccion de órden dórico, formado de tres intercolumnios, ocupan do el central una virgen, y los laterales varias reliquias de santos. El sagrario, unido á la catedral por la parte del Norte, es de figura eliptica, circuida de columnas de órden corintio y de medias "columnas 6 pilastrillas idénticas. Aunque las demas iglesias que hay en esta La bóveda es una de las mejores obras del fa- ciudad no ofrecen nada notable bajo el punto moso arquitecto don Ventura Rodriguez; la de vista artistico, nos parece, sin embargo, cúspide de la bóveda presenta una superficie oportuno citarlas en este sitio, y son: San Ildeanular preciosamente esculpida, que represen- fonso, la Magdalena, San Pedro, San Juan, ta un haz de hojas de laurel atadas con una San Bartolomé y San Andrés, situadas en las cinta, y sobre este anillo se eleva una peque- plazas y calles de sus respectivos nombres. Meña linterna elíptica de esmerado trabajo. En rece, con todo, particular mencion la portada el altar mayor hay un gran cuadro de la Vir- de la iglesia, hoy completamente destruida, y gen en su asuncion, obra de Maella, y en los que fue parroquia de San Miguel; es obra del laterales otros dos pintados por don Zacarías célebre arquitecto Valdelvira, maestro de la ca Velazquez, que representan á Jesus crucifica- tedral, y consiste en un arco, en cuyas enjutas do y el martirio de San Pedro Pascual de Va- hay dos alegorías de la agricultura primorosalencia. El pavimento de la capilla es de már-mente dibujadas: cuatro columnas corintias esmoles negro y blanco, formando diversas labo- triadas y adosadas en el muro sobre pedestares. Tambien es digna de mencion la sala ca-les, que tuvieron inscripciones en sus netos, pitular, que es un cuadrilongo de 48 pies de longitud y 25 de latitud, con adornos de pilastras jónicas y coronado por una bóveda de cañon seguido, adornada con gusto; en el testero hay un altar antiguo de estilo gótico, donde está colocado San Pedro de Oma, y una porcion de pinturas antiguas y de valor en sus comportamientos. Entre las alhajas de mérito y estraordinaria riqueza que posee esta iglesia debemos mencionar la custodia de plata para la procesion del dia del Corpus, obra de Juan Ruiz, discípulo de Enrique de Arfe, que se hizo á mediados del siglo XVI, y una estátua de plata que representa á San Eufrasio, de bastante peso y bien ejecutada por don Andrés de Guzman en el siglo anterior; pero entre las preciosas reliquias que conserva, ninguna es

sostienen el cornisamento en cuyo friso se lee: Esta portada se acabó el año de 4564, siendo obispo de Jaen el muy I. y R. señor don Diego de los Cobos. En los intercolumnios hay dos nichos en cada lado destinados á estátuas, cuyas bóvedas estriadas forman una concha. Las ménsulas son en los de abajo unos lindos querubines, y en los de arriba dos trozos de cornisamento. Encima hay un nicho con un San Miguel de mucho mérito, asi como unos angelitos en los costados. Jaen ha sido una de las ciudades que ha contado mayor número de conventos de frailes y monjas; de los primeros podemos contar como mas notables los siguientes: San Francisco, que fué palacio del santo rey don Fernando; la Merced, Santo Domingo, la Coronada, de religiopos carmelita, cheervan

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corona real al timbre concedida por el rey don Enrique I con los titulos de Muy noble y muy leal guarda y defensa de los reyes de Castilla. Cuenta entre sus hijos ilustres y notables al licenciado don fray Francisco Rodes de Andraba, capellan de honor del rey don Felipe II, autor de varias obras; á don Jorge Escobedo y Alarcon, camarista de Indias, á don Gonzalo Fernandez de Córdoba, consejero de Castilla y autor de varias obras sagradas y de legislacion, y al célebre pintor Sebastian Martinez.

glo pasado. La mayor temperatura de las aguas | ding y alguna caballería para socorrer á los es de 24 y 1, grados sobre 0; son termales, defensores de Jaen, los franceses hubieron de salinas, y se componen de hidroclorato de cal retirarse por la noche con bastante pérdida. y de sosa, de carbonato de magnesia, de cal y No volvieron á Jaen hasta el año de 4840, en de alúmina y sílice, y son buenas para las afec- que capituló la ciudad con las tropas de Seciones reumáticas y gotosas. bastiani, que iban destinadas á Granada y MáHistoria. Esta ciudad antiquísima se lla- laga. Estas siguieron su marcha y dejaron en mó en otro tiempo Auringia ó Auringis, y se- Jaen una guarnicion de 700 infantes y 400 cagun Livio, fué opulentísima, con un terreno de ballos á las órdenes del brigadier Liger Veler, los mas fértiles, cuyos habitantes cultivaban la cual permaneció en la ciudad hasta que á minas de plata. Asdrubal Gisgon fué el prime- resultas de las jornadas de la Albuera y Badaro que la fortificó; pero en la famosa espedi-joz, evacuaron los franceses las Andalucías, y cion militar de los dos hermanos Escipiones, al pasar por Jaen la division del conde de Arse dió enfrente de esta ciudad una grande ac- lon, se llevó la guarnicion y quedó completacion en que quedaron vencidos los cartagine- mente evacuada la ciudad el 17 de setiembre ses, los cuales perdieron 8,000 hombres, cer- de 1812. El escudo de armas de Jaen es acuarca de 4,000 prisioneros, y á Menicapto y Ci- telado, con dos castillos y otros tantos leones, vismaro, régulos de los galos, que se habian y por orla siete castillos dorados en campo alistado con Asdrubal. A pesar de esto, los Es-encarnado y siete leones rojos sobre plata, y cipiones no pudieron hacerse dueños de las ciuded, cuya empresa estaba reservada á Publio Cornelio Escipion, apellidado el Jóven. En 744 cupo esta ciudad á la tribu de Kinsrin en el reparto de tierras hecho por Abul-Khatar, en virtud del célebre tratado de Orihuela, entre el caudillo musulman Abd-el-Azid y el godo Teodomiro. En el año de 1246 fué ganada á los árabes por el santo rey don Fernando, resultando haberla poseido los árabes por espacio de 552 años. Entre ellos habia sido córte y cabeza de reino; pero en la época de la conquista pertenecia al rey de Granada. Despues de conquistada fué por muchos años frontera del reino de Granada, y todos los reyes de Castilla la han concedido muchos fueros y privilegios, voto en córtes y los títulos de muy noble y muy leal. Entre otros recuerdos gloriosos tiene Jaen el de haberse reunido alli el ejército con que los Reyes Católicos sitiaron y tomaron á Baza; ascendia á 12,000 caballos y 50,000 infantes. En junio de 1808 recenoció esta ciudad la suprema autoridad del gobierno establecida en Sevilla, lo que no se verificó sin algunos desórdenes, pues habiendo pedido los franceses raciones, se alborotá el pueblo y mató á los que habían entrado á pedirlas. Entonces el general Dupont envió 2,000 hombres con dos piezas de artillería para castigar á los habitantes, pero estos habian salido ya en partidas á inquietar la marcha de los enemigos y á impedir su entrada en la ciudad; mas á pesar de esto los franceses entraron en los dias 20 y 24, y empezaron un horroroso saqueo. Cesó este con la condicion de que la ciudad habia de aprontar los víveres que los franceses pedian; mas como esto no se cumpliese y los paisanos se armasen de nuevo, volvió á ser atacada la ciudad el 4.o de julio por la brigada del general Casagne, y á pesar del denuedo de los paisanos, que llegaron á apoderarse de un cañon de los franceses, la ciudad fué nuevamente tomada. El castillo en particular fué ganado y perdido varias veces por unos y otros, pero habiendo llegado el dia 3 el regimiento de Re

JAEN. (DIOCESIS DE) Sufragánea del arzobispado de Toledo, tiene unas 66 leguas de circunferencia, siendo el radio mayor desde la capital al N. E. 48 leguas y el menor al S. de 6 leguas. Confina por el N. con la diócesis de Toledo; por el E. con la misma y vicarias de Segura; por el S. E. con la de Guadix; por el S. con la de Granada; por el S. O. con la abadía de Alcalá la Real y por el O. con la diócesis de Córdoba. Ni tiene territorio separado, ni enclavados agenos, y toda ella corresponde á la provincia civil de Jaen. Dividese en 8 vicarías, la de Jaen, Andújar, Baeza, Ubeda, Santisteban del Puerto, Carolina y Nuevas poblaciones, Arjona y Alcaudete, en las que se cuentan 94 parroquias matrices, 6 anejas y 5 rurales. Tiene dos catedrales, la de Jaen y la de Baeza: 3 colegialas en Baeza, Ubeda y Castellar y 2 capillas, la de San Juan Evangelista de Baeza y la del Salvador en Ubeda; en las que hay 17 dignidades, 54 canónigos y 200 entre racioneros, beneficiados y capellanes sirvientes. La silla fué restaurada por el santo rey don Fernando III en 4246, que dedicó el templo á la Asuncion de la Virgen.

JAEN. (PARTIDO JUDICIAL DE) Es de término en la provincia y diócesis de su nombre, audiencia territorial y capitania general de Granada; confina al N. con los de Andújar y Mancha Real; al E. con este último; al S. con el de Martos por una lengua de tierra que se interpone entre el partido que describimos y el de Huelma, y por el O. con el mismo de Martos, siendo su estension de E. á O. de unas 5 y 1/

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leguas y de N. ȧ S. 4 y . Comprende los 5 | ó en cilindros. Soubeiran ha obtenido esta repueblos: Fuente del Rey, Guardia, Jaen, Tor- sina tratando la jalapa por medio del alcohol á recampo y los Villares con 6,547 vecinos y 80o destilando, y lavándola repetidas veces 24,904 almas. para separar las partes grumosas ó estractivas.

Como de toda la planta solo se usa la raiz, esta es la que con mas detencion se ha estudiado, resultando de su analisis que consta de resina dura y resina blanda, estracto gomoso, materia estractiva algo acre, materia colorante, azúcar incristalizable, goma, mucilago vegetal, almidon, leñoso, sílice, sales ó base de

JALAPA. (Materia médica.) De todas las plantas exóticas, la jalapa es de la que por mas tiempo se ha estado en duda acerca de su origen y naturaleza, pues se la consideró ya como una brionia, ya como un ruibarbo, ya como un don diego de noche. Gaspar Bahuin fué el primero que la describió, en 1620, llamándola mechoacan negro ó macho, pero Lineo la reco-potasa, de cal y de hierro, y ácido acético. noció por un albohol y le dió el nombre de convulvulos jalapa. Despues algunos botánicos, y el doctor Cope, en 1827, la han referido al ipomea macrorhiza, y ahora últimamente Desfontaines y Pelletan la han descrito con cuidado con el nombre de convolvulus officinalis. Corresponde á la pentandria monoginia, familia de las convulvuláceas y se conoce con el nombre de jalapa, por criarse en abundancia en las inmediaciones de una ciudad de este nombre en Méjico.

Hume señaló en la jalapa un principio alcalóideo que llamó jalapina, mas Chevalier ha probado que no era mas que inuliza. La raiz cede sus principios al agua, al éter y al alcohol. No cabe duda que de la resina que contiene dependen sus efectos terapéuticos, resina que varía en su cantidad proporcional segun el cultivo que se da á la planta, la época en que se cosecha, el estado de desecacion, etc.

mes, muy arrugados, parduzcos al esterior, rojos ó de color de rosa al interior, poco compactos, poco olorosos y casi insípidos. cuyo origen es desconocido. Segun algunos, anda tambien mezclada la raiz de brionia, que es fácil descubrir desde luego á la simple vista.

El comercio sofistica esta raiz mezclan do con ella la de una especie atribuida al miEsta planta perenne, que los mejicanos co-rabilis jalapa, y otra reconocida como pernocen bajo el nombre de toloupati, presenta teneciente al género similax, afine del que susus tallos redondeados y lisos, cubiertos de ministra la zarza. Tambien se encuentran con hojas acorazonadas, enteras, agudas, con hon-ella pedazos mas o menos voluminosos, infordas divisiones ó escotaduras en la base. Los pedúnculos sostienen por lo comun una flor cuya corola es de color de rosa pálido; los estambres y el pistilo son muy largos y sobresalen del tubo de la corola. Las semillas son lisas, irregularmente esféricas y de un pardo negruzco. La raiz es blanca al interior, no tanto al esterior, de tubérculo fusiforme, liso, carnoso, voluminoso, lleno de un jugo lechoso y resinoso; de su parte inferior se desprenden algunas raicillas, y del centro de la superior nace comunmente un solo tallo, y alguna vez dos ó tres.

En el comercio se han presentado tubérculos de jalapa que han pesado hasta cincuenta libras; mas por lo regular su peso varia de cuatro á ocho onzas. Aunque en general está entera, algunas veces se encuentra en pedazos mas o menos voluminosos, en los cuales se observan casi siempre profundas incisiones en diversos sentidos, practicadas con objeto de favorecer la desecacion. Su superficie es rugosa, de color gris ó amarillento, con vetas negruzcas; su interior blanquecino amarillento ó de un gris claro, de fractura compacta y ondulada, lisa, sembrada de vetas concéntricas y puntos brillantes debidos á la resina. Tiene un fuerte olor nauseabundo, sabor acre, amargo, picante y persistente.

De la mayor parte de las raices de las convolvuláceas se estrae una resina purgante. La de jalapa, que forma la décima parte de la raiz, es de color pardo verdoso, de fractura brillante ó vitrea, olor viroso; su sabor al principio es débil, luego se hace acre y desagradable; soluble en el alcohol é insoluble en los aceites fijos y volátiles. Se vende en láminas

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La jalapa es un purgante de muy poca actividad para los animales hervíboros, y de bastante energia para los carnívoros, especialmente para el hombre y para el perro, para quienes se reputa un purgante drástico. Su accion se desenvuelve con prontitud, y de preferencia en los intestinos delgados; ocasiona aumento de calor, y aun ligeras irritaciones que pueden ser muy fuertes, con vómitos y cólicos violentos, por la administracion inmoderada de esta raiz, ó por la mucha resina que contenga. Conviene á los individuos de poca susceptibilidad nerviosa, en el aumento de materiales mucosos en el tubo digestivo, y siempre que se deba purgar produciendo estimulo. Tambien se puede usar como verdadero revulsivo. De ninguna manera se administrará á los individuos muy irritables en los casos de inflamaciones positivas.

Administrase la raiz, pulverizada sin dejar resíduo, á la dosis de quince granos á media dracma, en union con un poco de azúcar, en bolas ó en píldoras. Se asocia á la jalapa el cremor de tártaro, en proporcion de quince granos de esta por dos dracmas de cremor y dos de azúcar, de cuya mezcla resulta un purgante muy seguro y que no causa retortijones de tripas. La resina no se da sino en cantidad de tres granos hasta diez lo mas. Asi con el polvo de la raiz como con la resina se preparan emulsiones, jarabes (jalapa una parte, azúcar 16

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partes), que se dan de media onza á una y media, tintura (jalapa una parte, alcohol á 42o 8 partes) de media á dos dracmas; jabon medicinal (resina de jalapa una onza, jabon medicinal dos onzas, alcohol á 80o C. QS.), en pildoras de cuatro granos. Entra ademas en varios preparados compuestos, como en el aguardiente aleman ó tintura de jalapa compuesta, y en los licores purgantes de Le Roy.

La jalapa nos viene de Veracruz, único puerto de Méjico que hace este comercio, y fué trasportada por primera vez á Inglaterra en 1609. No se aclimata en los paises muy calientes, ni en las sierras. Su cultivo exige bastante cuidado; solo se llega á poder lograr su desarrollo, sembrando la semilla y trasplantándola en ma cetas luego de nacida la planta. La tierra debe ser ligera, arenosa y poco abonada, como en todo vegetal de raiz tuberculosa. El riego ha de ser escaso, pues siendo la raiz carnosa, la mucha agua la pudre con facilidad. Como entra en fermentacion muy fácilmente, los cerveceros y destiladores ingleses la empleaban bastante en otro tiempo.

bian cansado en su pecho las pasadas bondades: asi confiaba en que una franca esplicacion borraria toda penosa duda, restableciendo aquel benevolo comercio, que tan útil podria ser á los españoles en el estado de padecimiento y escasez en que se hallaban. Guacanagari, empero, mantuvo su conducta equívoca, ocultándose á vista de los buques; y aunque muchos de sus súbditos aseguraron á Colon que pronto le haria una visita, no creyó éste deber detener su viage por tan incierta promesa.

Siguiendo su curso, interrumpido á veces por vientos contrarios, llegó el 29 al puerto de San Nicolás, desde donde vió el estremo de Cuba, á que habia dado en el precedente viage el nombre de Alfa y Omega; pero al que llamaban los naturales Bayatiquirí, y se conoce hoy con el nombre de punta Mayci. Habiendo atravesado el canal, que tiene unas 18 leguas de latitud, navegó Colon por la costa del Sur de Cuba como 20 leguas, y ancló en un puerto, al que por su tamaño le puso Puerto-Grande, en el dia Guantánamo. La entrada era estrecha, curvilinea y profunda; y el puerto se dilataba dentro JAMAICA. Esta gran isla septentrional de como un hermoso lago, en el seno de un pais América, descubierta por Cristobal Colon en salvage y montañoso, cubierto de árboles, al1490, y que es una de las cuatro grandes anti-gunos en fruto y otros en flor. No lejos de la llas, se halla situada á 440 leguas al Norte del continente, y dista 48 de Cuba y 24 de Santo Domingo.

La Jamaica, segun las últimas observaciones, tiene 170 millas inglesas en su mayor longitud, y 70 de anchura por el centro, que es la estension mas dilatada en esta dimension, cerrándose en sus dos estremidades, y terminando al parecer en punta. Su territorio ostenta una admirable fertilidad en todo lo que es necesario á la vida, especialmente en las regiones del Norte.

Creemos que la relacion del viage de Colon, estractada de uno de los historiadores mas fieles, es la que puede dar una idea mas exacta del descubrimiento de esta isla, que, como veremos despues, pasó bien pronto á aumentar los dominios de la Gran Bretaña.

Colon se dió á la vela con su pequeña escuadra en 24 de abril del mismo año de 1494, y tomó el rumbo del Occidente. El plan de su espedicion era visitar de nuevo la costa de Cuba || en el punto donde la había dejado en el primer viage, y esplorar luego el lado del Sur. Como ya se ha dicho, suponia Colon que fuese aquel un continente y estremo oriental del Asia; en cuyo caso, siguiendo sus costas en la direccion propuesta, debia arribar á Cathay, y á los demas ricos y comerciales, aunque semibárbaros paises, descritos por Mandeville y Marco Polo.

Despues de tocar á Monte-Christi, ancló el mismo dia en el desastroso puerto de la Navidad. Su objeto, al visitar aquellos melancólicos lugares, era obtener una entrevista con Guacanagari, que sabia haber vuelto á su primera residencia. No podia persuadirse de la perfidia de aquel cacique; tan profunda impresion ha

costa habia dos chozas de caña; y varias hogueras que resplandecian en diversos puntos, daban señales de habitacion. Desembarco, pues, el almirante con algunos hombres armados, y el intérprete indio Diego Colon, natural de la isla de Guanabani, y bautizado en España. Al llegar á las chozas las encontró desiertas, los fuegos abandonados; no se veia un ente humano. Los indios habian todos huido á los bosques y montañas. La repentina llegada de los buques causó un terror pánico en todos los alrededores, é interrumpió los preparativos que se estaban haciendo para un rustico pero abundante banquete. Habia muchos peces utias y guanacos, unos colgados por los árboles, y otros asándose al fuego.

Los españoles, que hacia mucho estaban á corta racion, se aprovecharon sin ceremonia de aquella opípara mesa, aparecida en el desierto. Se abstuvieron empero, de tocar á los guanacos, que miraban aun con asco como una especie de serpiente, aunque los creian los naturales manjar tan delicado, que segun Pedro Martir no participaba de ellos la gente ordinaria de aquel pais con mas abundancia que la de España de perdices y faisanes.

Despues de comer, mientras se paseaban los españoles por las cercanías, vieron en la cima de una elevada roca mas de sesenta indios, mirando hacia donde estaban los españoles con grandísimo pasmo y reverencia. Al querer aproximarse á ellos, desaparecieron velozmente por entre los bosques y las montañas. Uno empero, mas atrevido ó mas curioso que los otros, se detuvo al borde del precipicio, mirando con tímida maravilla á los españoles, en parte animado por las señas que estos le