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cuando el papa contuvo su furor, salvando la | za, en el que se reconoció la independencia de vida al que acababa de insultarlo. Enrique fué toda Italia. Esta es una de las grandes épocas escomulgado, y llamado á Roma para hacer de la historia moderna. El emperador consinpenitencia por sus escesos. Cedió á este man- tió en que se mantuviesen en la forma republidato, y en la fortaleza de Canosa, á donde se cana muchos estados que ya la poseian, y en habia trasferido el papa, se sometió á una que la adoptasen todos los demas. A los princiserie de actos humillantes, que deslustran en pios la palabra república significó reino, prina historia la fama de Gregorio. Pero á estas cipado, fisco, gobierno de nobles ó de pueblo. muestras de contricion, sucedieron nuevos de- Despues se limitó la significacion de aquella signios de venganza y perfidia. Enrique quiso voz à la forma de gobierno municipal, ó de los apoderarse de la persona del papa, y lo habria pueblos que se gobernaban á sí mismos. conseguido, sin el influjo y la presencia de es- Hemos llegado á los fines del siglo XII, y píritu de la condesa Matilde, magnánima se- ahora nos cumple echar una mirada atrás, para nora, que llevó despues su adhesion á la San- examinar el estado de la administracion y de ta Sede, hasta el punto de hacerle donacion de las ciencias y las artes, en unas épocas tan polos vastos dominios que poseia en Italia. In- co favorables á sus adelantos. A pesar de las adcansable en su rencor, Enrique armó un gran versidades que contínuamente los afligian, los ejército, y con él se puso en marcha hácia Ro- papas no cesaron de ocuparse en los medios ma. Gregorio se encierra en el castillo de de propagar y mejorar la instruccion pública. Santángelo, y desde alli invoca el socorro de Teodorico y algunos reyes lombardos fundaron Roberto Guiscard, duque de Calabria (4). El va- | muchas escuelas. Los duques de Benevento hiliente normando ocudió presuroso al llama- cieron obligatoria la enseñanza de las primeras miento; obligó á los enemigos á levantar el letras, y conservaron con esmero los restos de sitio de la capital, y llevó en triunfo á Gregorio | la arquitectura romana. En el sinodo de Roma, á la catedral de San Juan de Letrán. Estas vi- año de 1078, se mandó que hubiese una escisitudes alteraron la salud del papa. Murió cuela en cada parroquia, y el tercer concilio en 4085. Fué el primero que dió la idea de las de Letrán dispuso que hubiese en cada catedral cruzadas; el primero que usó el titulo de papa, un profesor de lectura y escritura para las clacomo esclusivo del obispo de Roma. Sucedióle ses pobres. No florecieron notablemente las Urbano III, bajo cuyo pontificado se armó la bellas letras y la poesía; desconocíanse los primera cruzada para el rescate de la Tierra bellos modelos de Grecia y Roma, y, sin emSanta. Vivió lo bastante para saber la toma de bargo, la aficion á estos estudios se reanimó Jerusalen por las armas cristianas. En 1125 algun tanto en los siglos X y XI, aunque las murió la condesa Matilde, la cual, como hemos cuestiones teológicas y legales llamaban con dicho, por escritura que se conserva en la preferencia la atencion de los sabios. Se habia fortaleza de Canosa, dejó sus bienes á la Santa propagado en Italia el estudio de la poesia; saSede. Estos bienes forman la parte de los Esta-lieron algunos poetas medianos de los clausdos de la Iglesia, llamada hoy patrimonio de tros de Monte Casino, y se empezó á componer San Pedro. Federico I, llamado Barbaroja, em-versos en lengua vulgar. Lanfranc y Anselmo perador de Alemania, pasó á Italia y se coronó Aoste enseñaron con fruto la filosofia, y Pedro rey de Lombardia. Solicitó del papa Adriano IV | Lombardo justificó en el cultivo de esta ciencia, que lo coronase emperador de Roma. El papa los elogios de San Bernardo. La medicina se no quiso consentir en ello, sino con la condi- concentró en la famosa escuela de Salerno, de cion de que el emperador se sujetase al cere- donde salieron escelentes profesores. Pero to monial, que consistia en tener el estribo al pa- que dió entonces toda la supremacia intelecpa y ayudarlo á bajar de la mula. Federico se tual á Italia, fué la perfeccion que recibió en su negó al principio, y al cabo aceptó la condicion. seno el derecho canónico. El catolicismo se Los milaneses se sublevaron contra él, y fue- presentaba á la sazon como mediador entre ron tan severamente castigados, que toda Ita- los monarcas y los pueblos; habia recibido dolia se armó en su defensa. Con estos auxilios naciones en toda la superficie del mundo colos milaneses destruyeron las fuerzas de Fede-nocido; era propietario; era autoridad pública. rico y le obligaron á pedir la paz. El 25 de junio de 4483 se reunió un congreso en Constan

Necesitaba, pues, un código para el arreglo de tantos intereses y el desempeño de tan variadas funciones. Este código fué el asilo á que acudian, aun en el órden civil, los agraviados,

(1) Roberto Guiscard era normando, y esta nacion, originaria del Báltico, era conocida en el Medio-los dia de Europa, por sus incursiones marítimas y por los estragos que bacian en las costas. Despues de haber fundado en Francia el ducado de Normandia, pasaron el Mediterráneo, saquearon la Pulla, arrojaron á los sarracenos de Salerno, y poco a poco se á fueron apoderando de casi todo el territorio del actual reino de Nápoles. Roberto habia tomado à Benevento, ocupada por los lombardos, y restituidola al papa. En 1081 venció los ejércitos del emperador Alejo Conmeno, y afianzó su poder en la peninsula, y el

de su hermano Rogerio en Sicilia.

629 BIBLIOTECA POPULAR.

perseguidos, los que estaban sedientos de justicia, y el derecho canónico fué, durante mucho tiempo, el derecho comun de las naciones. El estudio de la música no estuvo nunca abandonado en Italia. El canto ilano estaba en uso desde mucho tiempo antes del gran San Gregorio, á quien se debe el antifonario. Ya habia algunas nociones del canto cromático y del enarmónico. Boesio, Casiodoro, Beda y T. XXV. 2

otros muchos escribieron sobre la teoría del arte. En 787, hubo una disputa entre romanos y franceses sobre la escelencia de sus cantos respectivos y Carlo-Magno falló en favor de los romanos. El fué el que introdujo en Francia el órgano, y el arte de tocarlo. Por fin, en 995, Guido de Arezzo redujo la música á principios claros y fáciles. Estableció una escuela en su convento, con tal éxito que en ella aprendian en un año los alumnos lo que antes en diez. Los italianos no ignoraban entonces el contrapunto.

en muchos Estados de la Península. Formóse en Toscana la liga guelfa, contra la cual imploró Othon los auxilios de los barones de Nápoles, de las ciudades lombardas y de la república de Pisa. Grandes fuerzas se opusieron á su regreso: pero su valor se sobrepuso á tantos obstáculos, y logró entrar triunfante en Aquisgran, donde fue aclamado emperador y rey de los romanos. Por su muerte, Federico II fue coronado en Roma, año de 1220. Quiso ser rey efectivo de los romanos; pero fijó su córte en Nápoles, donde fundó una academia y congreLa pintura habia salido de las catacumbas, gó muchos sabios y literatos. En 1265 nació en y una gran parte de lo que ha producido fuera Florencia Dante Alighieri, uno de los mayores de aquellos sagrados subterráneos, ha pereci- genios que han ilustrado la poesía. Al año sido en los siglos posteriores. Por fortuna en ellos guiente, el papa Clemente IV llamó á Italia al mismos se ejecutaron despues trabajos apre-francés Cárlos de Anjou, ofreciéndole el trono ciables. Estas producciones, y los frescos ejecutados por orden de Bonifacio V, sirven á ligar los tiempos de Pompei, con los de los ilustres maes:ros que florecieron bajo el pontificado de Leon X. La escultura quedó en vergonzoso atraso. Réstanos hablar de la arquitectura gótica, nombre dado, no se sabe por qué, á un modo de edificar que ha tenido un reinado muy largo y muy estendido; que ha cubierto una gran parte de Europa de edificios destinados á una larga duracion, y cuyo origen histórico quedará probablemente en estado de problema. El gótico, ó el arco agudo, se considera por algunos escritores como la degeneracion de la arquitectura en general. Pasó al Africa con los vándalos; pasó con Carlo-Magno á Francia, Alemania y al resto de Europa, donde adquirió alguna mejora y grandiosidad, aunque obstinándose en su heregía, como dice Artaud. Adoptaron este género cristianos y musulmanes; pero como Mahoma habia prohibido toda representacion de seres humanos y de animales, los arquitectos musulmanes multiplicaron hasta lo infinito las combinaciones de plantas, frutas, flores y arabescos. Los cristianos emplearon la figura humana y la de los animales; pero sin plan, sin asunto, sin ligazon, á la manera que un diccionario emplea las voces. Volvamos á la historia.

Despues de celebrada la paz en que se sancionó la independencia de Italia, Venecia empezó á fijar la atencion del mundo, por el gran desarrollo que dió á su poder maritimo. Ya en 1098, poseia 200 bagèles de guerra y de trasporte. Pisa rivalizaba con Venecia en esta linea. El poder de los papas se consolidaba, y sus dominios se ensancharon con Ancona, Fermo y otras ciudades importantes. Todas las otras repúblicas se organizaban poco á poco y adquirian consistencia. Entonces empezó Italia á dividirse en dos partidos: el guelfo, favorable al papa, y el gibelino, sostenedor del imperio. El emperador Othon, escoltado de una muchedumbre de estos últimos, pasó á Roma, y obligó al papa á que le ciñese la corona imperial. Dió lugar esta violencia á una sublevacion del pueblo romano, que se propagó rápidamente

de Nápoles y Sicilia. El historiador Villani, lo pinta como «hombre de sano consejo, valiente en armas, decidido, temido y respetado por los reyes, magnánimo, grande en sus empresas, puro en su fé como un monge, pródigo con sus secuaces, y codicioso de dominios, señoríos, tierras y fortalezas.» El papa lo coronó juntamente con su esposa, sujetando esta investidura á ciertas condiciones que constituian un verdadero vasallage. El tributo anual consistia en una hacanea blanca cargada de dos cajones, llenos de monedas de oro, por valor de 8,000 onzas. Cárlos pasó á tomar posesion de su reino. Salióle al encuentro Manfredo con fuerzas numerosas; pero fué vencido y muerto en la accion. Conradino, el verdadero rey de Nápoles, porque Manfredo no era mas que un usurpador, alzó tropas de diferentes parciales, obtuvo algunas ventajas sobre Cárlos, pero en una accion decisiva, dió en una emboscada, fué hecho prisionero y entregado á Cárlos, el cual lo condenó á muerte, con el duque de Austria, su aliado. En Conradino se estinguió la casa de Suabia, que habia dado á Europa tantos emperadores y reyes.

A estas grandes ocurrencias sucedió el glorioso pontificado de Gregorio X, durante el cual la Italia fué casi enteramente pacificada por su espiritu imparcial y justo. Ocupó el trono del imperio aleman Rodulfo de Habsburgo, fundador de una gloriosa dinastía, que hoy ciñe la corona de Austria. Hubo una reconciliacion de algunos años entre las iglesias griega y latina, y un arreglo justo y honroso entre orientales y occidentales. Los pisanos, los genoveses y los venecianos recibieron en Constantinopla grandes privilegios, de que los últimos sacaron partido para estender su comercio, como puede verse en nuestro artículo CONSTANTINOPLA. (Historia antigua de) Por último, Gregorio presidió un concilio general en que se sancionaron cánones útiles para el gobierno de la Iglesia, y se arreglaron algunas formalidades para la eleccion de los papas. Carlos de Anjou, no solo consolidó su poder en Nápoles, sino que estendió su dominio en el centro de Italia, en términos de quedar enclavada Roma en sus estados. Pen

só despues en hacer una espedicion contra el de su sacristia. El papa Benedicto XI, murió imperio de Oriente; pero Juan de Prócida, que envenenado. Para la eleccion de su sucesor, habia jurado vengar la muerte de Conradino, hubo grandes disputas é intrigas, promovidas hizo grandes esfuerzos para realizar su desig- en gran parte por Felipe el Hermoso, rey de nio. De acuerdo con Pedro de Aragon, tramó Francia, La eleccion recayó en Bertrand de Got, una conspiracion contra los franceses residen- quien tomó el nombre de Clemente V. Hallȧbates en Sicilia, y todos ellos fueron degollados se á la sazon retenido casi por fuerza en la al toque de vísperas el lunes de pascua de 1282. córte de Felipe: mas, arrostrando su enojo, se Carlos puso sitio á Mesina: Pedro de Aragon coronó solemnemente en Leon de Francia, á 44 envió fuerzas en socorro de la plaza y la liber- de noviembre de 1305. Poco tiempo despues, taron. Despues de varias tentativas inútiles pa- Felipe le pidió y obtuvo la estincion de la órra recobrar la plaza, murió Cárlos, sin haber den de los Templarios, fundada en 1228, y cutomado venganza de aquel espantoso crimen, yas inmensas riquezas inspiraban grandes receconocido en la historia con el nombre de Vispe- los al monarca. Los florentinos, perpétuamente ras sicilianas. Toscana ardia entretanto en di- afligidos por sus discordias civiles, cambiaron seusiones entre güelfos y gibelinos: pero, en la forma de su gobierno, y crearon una magismedio de estos desastres, las artes prospera- tratura de veinte ciudadanos, sacados de la claban en Florencia. Se alzaban en sus muros el se del pueblo. Sus poderes eran ilimitados, y magnifico domo, que sirve hoy de catedral, y escandaloso el abuso que de ellos hicieron. la suntuosa iglesia de Santa Croce. Dante, ele- Entre otros escesos, compraron á Mastino della vado á una de las primeras dignidades de la Scala la ciudad de Luca, que le pertenecia, y república, y desterrado despues de su territorio, en el acto de tomar posesión de ella, le pusielanzaba al mundo su Divina Comedia, y su ad- ron sitio los pisanos. Los florentinos vencieron, mirable tratado de la lengua vulgar, en que y nombraron capitan de su nueva adquisicion anticipó las doctrinas mas delicadas y profun- à Juau de Médicis: primera vez que suena este das de la moderna ideologia. Oscurecido du- ilustre apellido en la historia. Sin embargo, los rante largos años el trono de Oriente, por la pisanos persistieron en sus hostilidades y redegradación de sus monarcas, manifestó algu- cobraron la ciudad, con lo que se suscitaron nos síntomas de vida, bajo el cetro de Miguel grandes disgustos contra los Veinte. En estas Paleólogo. Hizo guerra a Venecia, y, aunque circunstancias pasó por Florencia Gualtero de victorioso, aumentó los privilegios que aquella Brienne, duque de Atenas, hombre tan notable república gozaba en Constantinopla; once años por su valor, como por su ambicion desmesuduró una guerra suscitada por intereses de co- rada. Los florentinos le confiaron el mando de mercio entre Génova y Venecia, y terminó por sus tropas, con el título de capitan de justicia. una tregua, que habian negociado todas las po- La oligarquía de los Veinte se hacia cada vez tencias de Europa. Venecia engrandecia desme- mas odiosa. El pueblo los colmaba de injurias, suradamente sus posesiones ultramarinas, y y les echaba públicamente en cara el robo de perfeccionaba su legislacion, gracias á los es- los caudales públicos. Amenazados de perder fuerzos de los dogos Tiepolo, Centranigo y su autoridad, creyeron poder apoyarse en GualGiustiniani. Sin embargo, las facciones se de- tero, á quien delegaron muchas de sus facultavoraban en la capital y dieron lugar á sangrien- des, entre otras, la de descubrir conspiraciones tos conflictos. Para reprimir estos desórdenes, y de castigar á sus autores. Gualterò resolvió se creó el formidable consejo de los Diez, al burlarse de sus patronos. Mandó cortar la ca que se dieron facultades ilimitadas. Absolvién- beza á Médicis, por no haber sabido defender dolo de todas las formas legales y sometiendo á Luca, y con otras medidas de severidad, loá su fallo sin apelacion los bienes y las vidas gró aterrar al pueblo, poco acostumbrado á un de todos los ciudadanos. En su origen, este mando tan rigoroso. Prometió favor á los noconsejo no debia durar mas que diez dias: pe- bles si querian unirse con él; atrajo á Florenro, como no cesaban las conspiraciones, se fué cia muchos especuladores ricos, ofreciéndoles prorogando su existencia, hasta que se declaró grandes ganancias, y aduló al pueblo, uniéntribunal perpétuo, año de 4325. Siena, erigi-dose con el en motejar y censurar á los Veinte. da tambien en república, empezaba á llamar Por estos medios, se hizo de un gran partido, y la atencion de Europa. Los sieneses abolieron provocó un movimiento popular, en que se le un consejo de quince magistrados que los go- aclamó, como hombre bajado del cielo para salbernaban, estableciendo en su lugar una sig-vacion del Estado. Al cabo se le confirió la autonoria, de nueve defensores, que habitaban el mismo palacio, y comian á la misma mesa. Todos eran comerciantes, clase que se propuso concentrar el poder en sus manos, con esclusion de la nobleza y del pueblo. Bajo su dominio, tomaron gran incremento las artes, y se edificó la catedral, que es una de las mas bellas de Italia, célebre por los mosaicos de su pavimento, y por las pinturas y libros de coro

ridad soberana por toda su vida. Inmediatamente llamó cerca de sí á todos los franceses que estaban en Italia. «En breve, dice Machiavelo, Florencia llegó á someterse enteramente á los franceses, no solo en autoridad, sino en costumbres y en trages. Los hombres y las mugeres imitaban aquellos usos, sin respetar la vida honesta y sin vergüenza. Lo que mas irritaba á los florentinos era la violencia que el

les, y cambiar la forma del gobierno. Empezó por congregar en el monte Aventino una muchedumbre de nobles, comerciantes y estudiantes, y, respetando en apariencia los dogmas de la Iglesia, exhortó á los romanos á que lo ayudasen á salir de la servidumbre, y alejar para siempre las miserias que los afligian. Sus sollozos interrumpieron muchas veces su discurso, y el pueblo lloraba al verlo. Llegó hasta asegurarles que el papa aprobaria su empresa, y les hizo jurar sobre los Evangelios que restituirian á Roma su libertad. Al dia siguiente, desde la escalera del Capitolio pidió al pueblo que sancionase un reglamento que habia hecho, y que llamó Ordenanzas de buen Estado. El pueblo las aceptó con entusiasmo y lo nombró tribuno. Generalízase la revolucion; y Colá tomó medidas eficaces de buen orden y policía, y la noticia de estas innovaciones resonó con asombro en toda Italia. Colá envió correos á todas las provincias y á los gobiernos estrangeros, anunciándoles el restablecimionto del orden en Roma. La admiracion pública dió diversos epitetos al tribuno. Unos le llamaban candidato del Espíritu Santo; otros, severo y clemente, libertador de Roma, protector de

duque y sus cortesanos hacian á las mugeres | ra inducirlo á fijar la silla pontificia en su resihonradas. Los ciudadanos estaban llenos de dencia natural. Fué compañero suyo en esta indignacion, viendo destruida la magestad de mision el célebre poeta Petrarca. El papa, cosu Estado, despreciadas las instituciones, ani- nociendo las grandes disposiciones de Colá, lo quiladas las leyes, toda honestidad corrompi- nombró notario de la cámara apostólica: pero da, toda modestia apagada. Los que no esta- buscó pretestos para evadir la demanda de que ban acostumbrados á las pompas monárquicas, estaba encargado. De regreso á la capital la no podian sin dolor encontrar al duque ro- encontró envuelta en la anarquía. Las dos podeado de satélites armados, á pie y á caballo. derosas familias de los Colonas y de los OrsiDe por fuerza honraban al hombre á quien nis se disputaban la supremacia; los caminos aborrecian. Añadianse á estas causas de des- estaban infestados de ladrones, y en la ciudad contento, los suplicios, las confiscaciones, los misma hervian los robos y los asesinatos. Colá destierros, que se sucedian sin cesar. La indig-formó el proyecto de poner término á estos manacion y el odio crecieron á tal punto, que los florentinos decidieron recobrar su independencia. Separadamente trabajaron en realizar este designio los nobles, los comerciantes y los artesanos. Las tres conjuraciones se comunicaron mútuamente sus miras, y convinieron en atacar al estrangero el 26 de julio de 1343.» Dada la señal á la hora de nona, los conjurados tomaron las armas. El duque no pudo reunir mas que un pequeño número de defensores. Los Médicis, deseando vengar la muerte de Juan, capitanearon el movimiento. El hijo de Gualtero recibió una muerte cruel de manos de la plebe enfurecida. Gualtero salió de Florencia, y despues de haberse detenido algunos dias en Venecia, pasó á Nápoles, donde tambien ardia el fuego de la discordia, entre la reina Juana y Andrés su esposo. Andrés fué degollado por los partidarios de Juana, á 18 de setiembre de 1345. El rey de Hungría determinó vengar la muerte de su hermano. Sus armamentos tenian en suspenso á toda Italia: pero en medio de esta crisis que se preparaba en la Peninsula, un suceso de la mas alta importancia llamó toda su atencion, y puso á la capital del cristianismo al borde de su ruina. La ciudad de Roma, sacudida por un demagogo elo-Italia y amigo del universo. Toscana, Siena y cuente y entusiasta, reclamó sus antiguas pre- Perugia pusieron tropas á su disposicion, y torogativas, y quiso sustraerse al yugo del papa da la península parecia dispuesta á prestarle y del emperador. El papa, como muchos de auxilios, y aun someterse á su autoridad. Pero sus predecesores, habia fijado su residencia en Colá no era en realidad lo que parecia: era uno Aviñon. El emperador Luis de Baviera no osaba de aquellos hombres que no saben mantenerse presentarse en Italia, donde se habia debilitado en la altura en que los coloca un gran rasgo considerablemente el poder de los gibelinos: de decision y valor. Los honores que se le tride modo, que no podia darse ocasion mas opor-butaban, la pompa que lo rodeaba en público, tuna para realizar aquel proyecto. Nicolás de trastornaron sus sentidos. Contribuyeron á esRienzo, llamado vulgarmente Colá, hombre de traviarlo las muestras de respeto con que lo baja esfera, fué el autor de esta revolucion. trataban las naciones estrangeras. Los veneciaSu padre era tabernero, y su madre lavandera. nos le ofrecian sus personas, sus bienes y sus El habia manifestado desde niño alguna afi- formidables fuerzas marítimas; el emperador cion á las letras; habia recibido una brillante | Luis de Baviera le envió una embajada; la reieducacion en uno de aquellos establecimientos na Juana de Nápoles lo llamaba su muy caro fundados por personas piadosas en provecho amigo, y el rey de Hungría le suplicaba que de las clases humildes. Sobre todo, se habia vengase la muerte de su hermano Andrés. Codado á la lectura de los historiadores y de los lá se presentó con todos los embajadores al oradores de la antigüedad, y de tal modo cono- pueblo, y dijo en voz alta: «juzgaré el globo de cia las leyes, los usos, la política y los monu- la tierra segun la justicia, y las naciones segun mentos de la antigua Roma, que pasaba por un su equidad.» Desde entonces, su conducta fué sabio distinguido, y gozaba de la estimacion una serie de desaciertos. Se armó caballero en universal. Colá fué comisionado por las autori-la basilica de San Pedro; citó y emplazó al padades de Roma cerca del papa Clemente VI, pa- 1 pa á que se restituyese á Roma; hizo lo mismo

enterarse en los pormenores de una conspiracion que tenia tramada, para dar al dogo la autoridad absoluta. La notícia de estas maniobras. llegó á conocimiento de las autoridades. Israel y sus cómplices fueron presos y declararon que la señal de la revuelta debia ser la campana de la catedral de San Marcos, con aprobacion del dogo. Entonces el consejo de los Diez pidió por adjuntos veinte patricios. Ante este tribunal compareció el dogo, revestido de sus insignias. Se le hizo un interrogatorio y confesó su crímen. El 16 de abril de 1335 se procedió á su juicio. Al dia siguiente se cerraron las puertas del palacio, y Marino Faliero fué conducido à la meseta de la escalera llamada de los Gigantes. Alli se le intimó la sentencia de muerte, se le quitaron las insignias ducales y se le cortó la cabeza. Inmediatamente se abrieron las puertas; entró el pueblo y vió rodar por los escalones la cabeza de su primer magistrado. Entretanto el tribuno Colá se escapó de Roma, buscó asilo en Alemania, y fué entregado al papa en Aviñon. El papa pensó enviarlo al cardenal español Albornoz, que estaba en Italia, procurando restablecer el órden. Los romanos, despues de muchas revoluciones sangrientas, habian reconocido por tribuno á Francisco Baroncelli, quien empezó á gobernar con severidad y justicia. Contrariaba sus miras Juan de Vico, que se intitulaba prefecto de Roma, el cual al saber que se aproximaban Albornoz y Colá, mandó fortificar las plazas de los Estados pontificios. Los romanos enviaron una diputacion á su antiguo tribuno convidándolo á volver. Albornoz consintió en ello con tal que abatiesen el poder de Vico. Asi lo ejecutaron y Albornoz nombró á Colá senador. Colá fué recibido en Roma con entusiasmo. Al prestigio que tenia su nombre, se añadia el favor que le concedia Inocencio VI, quien lo habia creado noble y caballero. Pero estaba sellado su destino, y muy en breve suscitaron contra él una sublevacion los Colonas. Colá se vió rodeado de un incendio en su palacio; salió disfrazado, pero, descubierto por sus enemigos, fué conducido al pie del Capitolio, y muerto á puñaladas.

con Luis de Baviera para que viniese á dar cuenta al pueblo de sus derechos á llamarse rey de romanos; declaró libres á Roma y á todas las ciudades de Italia; despues, sacando la espada, hirió el aire, mirando á Europa, y diciendo, esto es mio, repitiendo la misma fórmula con respecto al Asia y al Africa. Entretanto, los Colonas y los Orsinis se ligaron para destruir la autoridad del tribuno. Colá no era guerrero ni valiente. Sin embargo, salió de Roma con algunos hombres animosos, los cuales pelearon con denuedo, y vencieron á sus enemigos. Este golpe acabó de trastornarle el cerebro. Hizo una entrada triunfal en Roma, vistió la púrpura imperial, y en este trage, con una vara de plata en la mano, y en la cabeza una corona del mismo metal, figurando hojas de olivo, recibió al nuncio del papa, que traia la respuesta á su llamamiento, pero que en realidad llevaba otros designios. El pueblo empezaba ya á cansarse de estas ridiculas ostentaciones. Colá, despues de haber apurado su elocuencia para recobrar el favor que habia perdido, abdicó el poder y se encerró en el castillo de Santangelo, dejando á Roma entregada á la anarquía, de que la habia libertado pocos meses antes. Esta nueva revolucion acaeció á 45 de diciembre de 4347, siete meses despues de la elevacion de Colá al tribunado. A esta época pertenece la horrible peste que desoló la Italia, y que renació con mas vigor en 4348. El gran escritor Bocaccio la ha eternizado en sus obras con el nombre de peste de Florencia, aunque se estendió á toda la península y á una parte de Francia. Siguió á esta calamidad una guerra sangrienta entre Venecia y Génova, en la cual obtuvo esta última grandes ventajas. Juan Visconti, de una noble familia de Milan, se habia hecho gefe de aquella república. Los genoveses se sublevaron contra él, y nombraron un dogo, segun la antigua constitucion del pais. Al mismo tiempo los venecianos elegian dogo á Marino Faliero, anciano de setenta y seis años, á quien daban mucho crédito las grandes riquezas que poseia, y los altos destinos que habia desempeñado. Faliero estaba casado con una muger jóven y hermosa de quien tenia ce- Milan estaba en poder de los hermanos Vislos. Un noble jóven, llamado Steno, que estaba contis. Cárlos IV, rey de Bohemia y electo rey quejoso contra el dogo, escribió en el respaldar de Italia, negoció con ellos su coronacion en del sillon que ocupaba en el gran consejo, es- aquella ciudad. Ellos consintieron y la coronatas palabras injuriosas: «Marino, el de la mu-cion tuvo efecto; pero con tantas precauciones ger buena moza: otros la gozan y él la mantie- y aparatos hostiles, que Cárlos se consideró ne.» Faliero exigió del consejo de los Diez que mas bien como prisionero que como soberano. juzgase á Steno, como reo de alta traicion. El Cuando volvió á sus estados, los Viscontis, y crímen no pareció tan grave al consejo, y con- sobre todo, el mayor de ellos, llamado Mateo, denó á Steno á dos meses de cárcel. Poco tiem- se hicieron odiosos por las inauditas crueldapo despues, el gefe de los patrones del arse- des que ejercian contra sus enemigos. Muerto nal, llamado Israel, fué á quejarse al dogo de Inocencio VI le sucedió Urbano V, el cual reque un noble le habia puesto las manos enci- solvió levantar la córte pontificia de Aviñon, ma. «¿Qué quereis que haga, le respondió el donde se habia establecido desde 4305, y trasanciano, cuando yo no puedo obtener justicia ladarla á Italia. Albornoz le preparó un palacio para mí mismo?» Israel entonces le dijo que en Viterbo, y pidió para escoltarlo por mar las tenia medios para vengar las dos injurias. Fa-galeras de Genova, Venecia, Pisa y Nápoles. El liero tuvo la imprudencia de darle oidos, y del papa salió de Aviñon con la mayor parte de los

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