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que la conducta del gobernador habia sido tan | constitucion de 1847, las cuales tendrian por necesaria como justa. Todos los hombres de base el establecimiento de una libertad prubien de las islas fueron de la misma opinion, dente cual convenia á la situacion moral y á y en Cefalonia, el arzobispo y los notables de los antecedentes de los isleños. Entretanto, el la ciudad formaron una suscricion para ofrecer gobernador tuvo conferencias con algunos al gobernador un testimonio de su gratitud y hombres políticos del pais, y aun con los mas aprecio. Los reglamentos coloniales no permi- moderados de la oposicion. Todos convinieron tian la admision de este regalo. en que era indispensable someter la prensa á una legislacion mas severa que la que habia regido hasta entonces; coartar las atribuciones del senado; fortificar el poder del gobierno protector, y sobre todo, reformar la administracion de la justicia. En la persuasion de que estas opiniones serian admitidas por la asamblea entera, se convocaron los electores para el mes de febrero de 1852. En esta reunion, una mayoría de cerca de dos tercios de los nuevos diputados se pronunció eu favor de la conservacion del protectorado británico. Todas las apariencias indicaban una legislatura pacífica y ordenada; pero muy en breve los senadores elegidos por la asamblea empezaron á mostrarse inquietos y descontentos, y la mayor parte de ellos fueron á aumentar las filas de la oposicion. Viéndose esta bastante fuerte para impedir la validez de las deliberaciones, tomó el partido de abstenerse de asistir á las sesiones, por cuyo medio quedaba paralizada la accion legislativa y frustradas las miras del

En el parlamento de 1850, la mayoría de los diputados nuevamente elegidos, se presentó en una actitud hostil al protectorado inglés, negándose á prestar el juramento de fidelidad á la potencia protectora y de obediencia á la ley. El partido radical no ocultaba sus designios de incorporacion con la Grecia. Hubo en el seno de la representacion nacional escenas violentas y parodias ridículas de lo que estaba pasando al mismo tiempo en Francia. Las tribunas, llenas de un populacho grosero y feroz, dictaban su voluntad á los padres de la patria. La legislatura duró tres meses, durante los cuales no se tomó ninguna medida útil, y se rechazaron con desden todas las propuestas por el gobierno. El gobernador resolvió poner un término á estos desórdenes, y con gran satisfaccion de la parte sensata del público, pro- | rogó la asamblea por seis meses. Durante este intervalo, el poder ejecutivo se dedicó á reformar el estado de la hacienda. Todos los sueldos fueron reducidos, y el mismo alto comisa-gobierno protector. Ni aun pudo lograr el gorio suprimió del suyo 2,500 duros. El nuevo parlamento, reunido el 2 de diciembre del año siguiente, rechazó todas las proposiciones de conciliacion que fueron hechas por el gobierno. El espíritu de democracia se manifestaba cada vez con mas descaro, hasta el punto de redactarse solemnemente en la asamblea mis-establecimientos. En general los griegos moina un proyecto de decreto en que, despues de muchas consideraciones ofensivas á la Gran Bretaña, se manifestaba la determinacion unánime, firme é inalterable del pueblo jónico, de recobrar su independencia reuniéndose al cuerpo principal de la nacion helénica, esto es, al reino de Grecia. Este documento terminaba del modo siguiente: «la presente declaracion será trasmitida en forma de mensage de la asamblea á la potencia protectora, para que se comunique por los medios convenientes á los gobiernos estrangeros á fin de que produzca sus efectos inmediatos.>>

bernador una respuesta á las proposiciones hechas en nombre de la reina. Fué, pues, indispensable otra proroga, y en esta situacion anómala se hallaban las cosas á principios de este año. Seria tan temerario como dificil aventurar una opinion sobre el porvenir de aquellos

dernos no parecen muy dispuestos a entrar en el movimiento civilizador que arrastra hoy á todos los pueblos cultos y cristianos, y solo á fuerza de prudencia y de rigores saludables, ejercidos por hombres moderados y celosos, podrá la Gran Bretaña mantener bajo su dominio unas colonias que le son absolutamente necesarias para conservar su preponderancia en el Mediterráneo y que al mismo tiempo encierran en su seno tantos elementos de anarquía y de disolucion. Las circunstancias presentes de Europa aumentan la gravedad de estos peligros. Los votos de todos los hombres de bien se reunirán en favor de todas las medidas conciliatorias que sepan combinar la felicidad de los jónicos con la estabilidad del poder bajo el cual los ha colocado la Providencia.

Bajo cualquier otro poder que no fuese el de la Gran Bretaña, los autores de semejante proposicion habrian sido perseguidos ante los tribunales como reos de traicion y rebeldía. El gobernador, sin embargo, se contentó con otra proroga, lo cual no impidió que el decreto JONICO. (ORDEN) (Arquitectura.) Uno de sedicioso se imprimiese y se distribuyese con los diferentes órdenes de arquitectura conociprofusion, publicándose despues en los perió-dos de los griegos es el jónico, considerado dicos ingleses y en los del continente. La rei- por algunos como medio entre el dórico y el na de Inglaterra, en virtud de sus poderes corintio por reunirse en él con la fuerza y soconstitucionales, disolvió el parlamento proro-lidez, la elegancia y la riqueza de los adornos. gado, y al publicar esta medida el lord alto comisario anunció que en la próxima legislatura se introducirian grandes reformas en la

Dice Vitrubio, hablando de la arquitectura griega, que el órden jónico fué inventado por los jonios del Asia y que en él se propusieron

La base de las antas ó pilastras jónicas tiene tambien molduras que adornan por la parte inferior el muro contra el cual están aquellas aplicadas, y forma su chapitel la prolongacion de la cornisa que sobresale por debajo del arquitrabe. Sobre los chapiteles suele verse la especie de gola ó collar de que hemos hablado al determinar la forma y decoracion de las columnas, y hay algunas de estas antas ó pilastras adornadas con volutas.

imitar las sueltas y graciosas formas de la mu- | mente son lisos. Las columnas del Erechtheion ger. A la columna se añadió la base para re- y del templo de Minerva tienen estos adornos, presentar con esta el calzado: con las estrias presentando con ellos la apariencia de una gohechas á lo largo del fuste se quiso imitar los la que resalta mucho. Los equinos ó volos son pliegues del vestido, y para dar una idea de de la misma forma que los del órden dórico, y los cabellos trenzados que adornaban las cabe- generalmente corresponden á las estrias de la zas de las mugeres griegas, se pusieron las vo- columna. El abaco que corona el chapitel está lutas en la parte superior de los chapiteles. Pe- adornado con molduras. ro sea o no cierto que este pensamiento de imitacion haya dado origen á uno de los órdenes mas bellos de la arquitectura griega, no cabe dudar que los monumentos jónicos eran conocidos en épocas muy distantes. Jónico era el edificio construido por Myron en Olimpia, para guardar los tesoros hácia la olimpiada 33: de la misma especie son los edificios funerarios hallados en Telmisrus, en Licia, y el estar tallados en las rocas no permite dudar que pertenecen á una antigüedad muy remota. Segun Vitrubio, la altura de la columna jó-be jónico son las tres cuartas partes del diánica debe de ser ocho diámetros y medio, me- metro de la columna, y generalmente está didida que de ningun modo puede rechazarse, vidido á lo largo en tres partes, pero algunas porque está conforme con la de los monumen- veces se divide en dos y otras no se encuentra tos antiguos que se conocen de este órden. Las en él division alguna. De ordinario está corocolumnas del templo de Apolo en Didymo, tie-nado por molduras con adornos de equinos y nen cerca de nueve diámetros, las del templo de Minerva en Priene poco mas de ocho y medio, las del de Juno en Samos ocho y medio, igual altura tenian las del de Diana en Epheso, segun Plinio, y nueve diámetros el Erechtheion de Atenas.

La medida media de la altura del arquitra

de hojas. El friso es un poco menos elevado que el arquitrabe y suele estar coronado por molduras con adornos. Lo que caracteriza el cornisamento jónico son los dentellones que coronan el socarren ó saledizo, y debajo de aquellos suele haber una serie de molduras con Donde se encuentra alguna variedad es en equinos: despues se encuentra el socarren con la forma de la base. Distinguese la llamada co- su cymacio, y por último, una especie de molmunmente ática de la que se llama propiamen- dura en parte cóncava y en parte convexa, que te jónica, no obstante que la altura de ambas termina el cornisamento. Lo saliente y la altues de medio diámetro; pero en la primera sera de este son iguales por lo general al diámetoma la tercera parte del diámetro para el toro tro de la columna. superior, la escocia con sus dos filetes y el gran toro, quedando lo demas para el plinto, y en la segunda el tercio del diámetro se divide en siete partes, tres de las cuales sirven para el toro y las otras cuatro para las escocias superior é inferior y sus astrágalos.

Las columnas de ordinario son estriadas y algo cónicas, pues se ve que por término medio el diámetro de la parte superior tiene una sétima parte menos que el de la inferior.

En cuanto a la composicion de los chapiteles parece que los griegos no se sujetaron á una regla fija, porque se encuentra variedad en su forma y en su decoracion. En todos ellos hay que distinguir las volutas, los balaustres, los equinos ó volos y el abaco. Las volutas, cuyo origen, segun el decir de algunos, fué la costumbre que habia en algunas partes de colgar en los ángulos de los altares los cuernos de las víctimas sacrificadas, representan una faja enroscada por sus estremidades, como formando una espiral. Estas vueltas, cuyo centro se llama eje de la voluta, están separadas por una especie de canal acompañada á veces de listeles. Los balaustres que forman la parte lateral y superior de los chapiteles suelen estar adornados con follages y perlas; pero general

Los romanos adoptaron la arquitectura griega y siguieron el órden jónico en la construccion del templo consagrado en Roma á la Fortuna viril, en las thermas de Diocleciano, en el Coliseo, que no llegó á concluirse, en una parte del teatro de Marcelo y en los dos templos situados cerca de este. No quedan otros monumentos por donde se pueda formar idea de lo que fué el arte griego entre los romanos. Pertenecen estos edificios sin duda al órden jónico, pero se notan en ellos algunas variaciones que daremos á conocer ligeramente. Las columnas del teatro de Marcelo son cilíndricas y sin molduras: la base se compone de dos toros separados por una escocia con filetes: el chapitel tiene menos volúmen que el de los monumentos de Grecia, y el abaco se compone de una especie de talon sobre el cual hay un filete: el arquitrabe está dividido á lo largo en tres bandas reentrantes por abajo: el friso no tiene adornos: del primitivo cornisamento nada se puede decir, porque no existe. En general las columnas jónicas en los monumentos romanos tienen de ocho á nueve diámetros, y no siempre son estriadas. Se observa que los edificios, cuyas columnas son lisas, están fabricados con una piedra muy dura. Las

estrias están separadas por un listel igual al | todo, añade, entre las señoritas nobles. En estercio del ancho de aquellas. El fuste sobresa- ta parte las cosas han cambiado bien poco desle un poco en su parte media y se estrecha en de el tiempo de Riolano, la única diferencia la parte superior. está en que no hay ya privilegio alguno resEn los chapiteles se encuentran tres varie- pecto de deformidades; tantas de estas se nodades: 1. las volutas abrazan en algunos el tan en las familias ricas como en las pobres. fuste de la columna, y por los lados están en- Como las mugeres de nuestras ciudades moderlazados por medio de un balaustre. Ademas el nas adoptan casi un mismo trage, y se sujetan astrágalo de la gola dista muy poco del ova- á iguales incomodidades para brillar por un rio. Hay ademas volutas colocadas diagonal- mismo estilo, todas sufren lo mismo y todas mente con relacion á los ángulos, y son dobles se presentan con los mismos defectos. Puesto en cada uno de estos, y está suprimido el ba- que el pecho y las espaldas se hallan rigurosalaustre. El teatro de Marcelo y el templo de la mente encarceladas desde los mas tiernos años Fortuna viril nos ofrecen muestras de volutas dentro de vestidos ó corsés irresistibles, forzode la primera especie, y en los chapiteles de la so es que nuestras jóvenes se mantengan iniglesia de San Lorenzo estramuros, chapiteles móviles como la Galatea de Pigmalion, ó que que se cree fueron del templo de Júpiter y de obren y se muevan sin agilidad y sin gracia. Juno, la gola está colocada á alguna distancia Pero si se resuelven á maniobrar, á moverse, debajo del cuarto bocel, y las esquinas ó án-á jugar, á hacer algun ejercicio, forzoso será gulos de las volutas están cubiertos de follages tambien que una de las espaldas (ordinariamenesculpidos. Los filetes y los cymacios tienen te la derecha, por cuanto es la mas ejercitada y tambien diversos adornos. Las ruinas del tem- la mas dispuesta) se escape de su prision haplo de la Concordia en Roma nos ofrecen una bitual para no estar en ella hasta la mañana muestra de la tercera especie de volutas. El siguiente. Ahora bien; esta espalda, momenchapitel de este monumento es muy rico, pero táneamente emancipada de su encierro, debetosco y poco gracioso. Sus volutas en gene-rá mantenerse sobre sus vínculos ó sobre los ral dan dos vueltas y media y algunas dan tres. El arquitrabe tiene tres bandas, y el friso está esculpido. El del templo de la Fortuna viril, está adornado con figuras de niños, y de candelabros que sostienen guirnaldas de hojas y de flores. Sus cornisas varían mucho, y en ellas se encuentran ya dentellones, ya esquinos, ya modillones que les sirven de

adorno.

JOROBA. (Fisiologia y medicina.) La joroba, corcova o jiba, es un defecto corporal que destruye la regularidad del tronco del cuerpo humano, que siempre altera la salud, y que trasciende mas o menos al carácter moral del jiboso.

Los corcovados tienen la columna vertebral desviada ó torcida, son cargados de espaldas, ó al menos de una de ellas, el tronco es corto, las piernas y los brazos de una longitud á veces desmedida, la cabeza con frecuencia voluminosa, la frente alta ó inclinada, la respiracion penosa, el estilo incisivo y agudo, el carácter difícil, etc., etc. Vamos á ver como nacen y se engendran todos estos efectos.

lazos que la sujetaban, á fin de librarse de que vuelvan á sujetarla. Claro es, por lo tanto, que esta necesidad hará que se mantenga mas alta que su compañera, y que forme mas o menos prominencia. Esta espalda mas indócil y mas saliente será casi siempre la derecha, segun hemos dicho, porque el brazo derecho es el mas activo, y el que nos sirve mejor y con mas destreza. Tambien se ve algunas veces corcovada ó jibosa la espalda izquierda, pero no es lo mas comun: ademas de que las corcovas del lado izquierdo son muy peligrosas á causa del corazon, que ocupa el lado izquierdo del pecho, y cuyos latidos encuentran un obstáculo en las desviaciones óseas de la espalda izquierda, de suerte que la poca frecuencia de esta última especie de deformidad depende tambien en mucho de los peligros que trae: la desviacion de la espalda izquierda ha costado no pocas veces la vida.

Los profancs en higiene rara vez hacen caso de los médicos que maldicen los corsés. Ya se ve, ¡es tan gracioso un cuerpo delgado y perfilado! ¿qué seria de las mugeres, si no llevasen corse? Señores higienistas (llegan á decirnos), ustedes no hacen mas que declamar sin razon. Y algunos hasta añaden que los médicos higienistas seríamos los primeros en quejarnos si se siguiesen nuestros consejos. Y ¿por qué? No es el corsé el que perfecciona el talle; lo que hace es adelgazarlo, comprimirlo y disimular sus defectos: es un instrumento de embuste y de supercheria, ni mas, ni menos. ¿Cree ninguna persona sensata que una muger está bien formada porque se ahoga y se tortura? Las mugeres bien conforómadas deben repudiar, como á indigno de ellas, ese corsé, prenda de una coqueteria en

Los hijos de las personas ricas no se vuelven por lo comun corcovados hasta la edad de diez ó de los quince años, época de la reclu- | sion ó de los estudios: la alteracion de la talla, en ellos, depende sobre todo de sus vestidos y de su educacion. Obsérvase igualmente en las clases acomodadas que las niñas se ponen mas deformadas que los niños, lo cual se debe atribuir al corsé dentro del que se encierra y agarrota el delicado busto de las jóvenes.

Riolano observaba, hace ya dos siglos, que entre cada diez jóvenes era raro encontrar una que estuviese bien conformada de espaldas, que tuviese estas perfectamente iguales, sobre

gañosa; y no desesperamos de que asi suceda | la presencia de la arteria aorta en el lado izmas tarde ó mas temprano: entonces habrá quierdo del pecho, no haciéndose cargo de que menos figurines, habrá menos chascos y ha- si el impulso de la sangre tuviese realmente brá menos enfermedades: la verdad y la salud conseguirán con ello un triunfo comun. Por desgracia nuestros consejos hablan con muy pocas personas, puesto que por cada diez hombres bien formados, encuentrase apenas una muger bien hecha; y esta particularidad depende tambien del influjo de los vestidos, no menos que de las trabas de toda especie con que desde sus mas tiernos años se sujeta y martiriza á las niñas. La libertad física es tan útil para la hermosura, como la libertad moral para la felicidad. Haya menos hipocresía, me- | nos cálculo, mas franqueza, mas confianza en la naturaleza, y la belleza de las mugeres, fuente inagotable de ilusiones, dejará de ser, como es ahora, una mera ilusion.

Despues que Winslow y Camper, médicos é higienistas famosos, hubieron demostrado los inconvenientes de los corsés, el emperador José II, hombre de talento, rey filósofo, y por consiguiente ilustrado amigo de las mugeres, prohibió el uso de aquella prenda de vestido en toda la estension de su imperio. Pero la coquetería dejó caer muy luego en desuso el cumplimiento de los edictos de aquel sabio monarca.

El célebre Soemmering hizo aun mas que el emperador de quien acabamos de hablar, pues tuvo la feliz ocurrencia de haber representar el talle de una muger vestida á la moderna, y al lado una Venus de Médicis considerada como el tipo de la mas perfecta conformacion. Era, con efecto, una buena idea para refrenar los escesos de la coqueteria, presentar de relieve los tristes resultados de sus prácticas habituales. Verdad es que los maridos alemanes todavía preferian ver á sus mugeres con los corsés prohibidos, que con el trage demasiado olímpico de una diosa.

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la pujanza que se le atribuye, resultaria una curvadura en sentido opuesto. Otros piensan que esa ligera curvadura ó inclinacion depende de la accion mas frecuente del lado derecho, no porque los músculos de este brazo ejerzan una traccion directa sobre las vértebras, sino porque, á fin de conservar un perfecto equilibrio, la cabeza y lo alto de la frente se inclinan instintivamente á la izquierda siempre que el brazo derecho lleva ó sostiene algun bulto ó peso. A la verdad, el feto y el niño presentan ya señales de tal curvadura; pero esto no invalida lo que acabamos de decir en cuanto al origen probable de esta inclinacion lateral: de que la criatura reciba de su padre el producto de sus actos y de sus hábitos buenos ó malos, ¿deberemos sacar la conclusion de que haya de negarse el influjo de estos mismos hábitos, ya en el padre, que trasmite su sello junto con la propension, ya en el hijo, que hereda una y otra cosa, y cuyos propios actos acrecen el caudal de semejante herencia? No por cierto. Si el niño, hecho ya adulto, repite las acciones de su padre, y recibe de él los primeros ejemplos, está claro que las disposiciones adquiridas no harán mas que robustecer en él las disposiciones nativas. Pero si el niño, educado por manos estrañas, recibe otros ejemplos diversos de los de su familia, si contrae otros hábitos, entonces el efecto de sus propias acciones acabará por alterar el tipo originario: y he aqui por que nada hay que conserve tan perfectamente las semejanzas hereditarias, como el recibir de un mismo manantial la vida y los primeros ejemplos.

Asi, pues, el heredamiento de los vicios corporales trasmitidos de padres á hijos, igualmente que las acciones de los hijos imitadas de las de los autores de sus dias, hacen que el brazo derecho sea universalmente el mas ejercitado, que la espina dorsal esté universalmente inclinada ó encorvada de derecha á izquierda, y que la espalda derecha está casi siempre mas elevada y mas prominente que la espalda izquierda.

Sin embargo, no son pocas las deformidades que vienen de una confermacion nativamente viciosa: y he aqui la idea que acerca de este punto y de nuestra estructura debe formarse el lector. El espinazo, espina del dorso, ó columna vertebral, compuesto de veinte y cuatro huesos pequeños llamados vértebras, ofrece naturalmente la imágen imperfecta de una pirámide que tuviese su base en la pelvis. Tiene ademas tres curvaduras alternativas que se compensan una á otra: anteriormente convexa en el cuello, y luego cóncava en el dorso ó espinazo, vuelve á presentarse convexa en los lomos (en los riñones.) Ademas de esto, la espina dorsal tiene una inclinacion ligera, pero constante, sobre los lados de las primeras vértebras dorsales: esta nueva curvadura es lateral y su convexidad mira hácia la derecha, El hábito que generalmente se tiene de es decir, hácia el lado del brazo mas fuerte. acostarse siempre sobre el lado derecho y de Con frecuencia oimos preguntar cuál es la cau- apoyar la cabeza sobre almohadas muy gruesa de esta insólita inflexion del tronco. Algu- sas, altas ó abultadas, puede tambien contrinos, sin reflexionarlo mucho, la atribuyen á | buir á igual resultado. Esas almohadas, útiles

La mansturbacion es, junto con las escrófulas, la causa mas frecuente de las deformidades de la talla. Tampoco es raro ver corcovas ó desviaciones vertebrales debidas á las malas cualidades de la leche de las nodrizas mercenarias. Muchos son los ejemplos notables del efecto de la lactancia. La nodriza que se da á una criatura altera á veces la organizacion hereditaria ó de familia, cual pudiera alterarla el cruzamiento mas chocante: la leche es una segunda sangre.

Digamos tambien aqui que mas de una vez se han atribuido á un primer embarazo, ó al parto, deformidades hasta entonces cuidadosamente disimuladas.

convexas hácia la izquierda, y de esta suerte se encuentra exactamente mantenido el equilibrio del tronco. Si no se hace mérito, ni ordinariamente se hace mencion mas que de la desviacion del dorso, es porque la presencia de la espalda en esta última region pone casi siempre de relieve aquella deformidad, no obstante los secretos refinamientos de un tocador inteligente.

á veces para la conservacion de la vida, son | dos, etc. Esas gibas que salen en la pubertad, indudablemente desventajosas para la estatura: son casi siempre laterales, y van dirigidas de un miedo exagerado á la apoplegia engendra á un lado á otro, de la derecha á la izquierda, ó menudo deformidades peligrosas. Las desvia- de la izquierda á la derecha. ciones de la columna vertebral empiezan á veces en la primera infancia, en la época de la denticion, y con motivo de los diversos males que acompañan á la erupcion ó salida de los dientes. Estas desviaciones de la primera edad Casi nunca existe una desviacion sola ó una suelen mostrarse principalmente en las criatu- giba insólita: toda vez formada la primera curras pobres, mal alimentadas, enfermizas é es- vadura, ya en el cuello, con motivo de una crofulosas, en las que tienen glándulas ingur- glándula ingurgitada, de un torticolis ó de una gitadas, abdómen grueso y articulaciones abul- fluxion, ya en el dorso, por el funesto influjo tadas. Las deformidades provienen entonces de de los corsés ó de otros vestidos demasiado un reblandecimiento de los huesos, de una es- apretados, fórmanse bien pronto otras dos pecie de raquitis, y á veces, en tales casos, curvaduras que alternan con la prima. Si la las vértebras forman prominencia hacia atrás. giba del espinazo es convexa hacia la derecha, (Véase el articulo GIBOSIDAD.) A veces tam-las curvaduras del cuello y de los lomos son bien, pero es muy raro, las vértebras forman prominencia hácia adelante. El reblandecimiento morboso de las vértebras, lo mismo que la enfermedad de Pott, puede hacer que esos huesos se dejen deprimir, y que toda la columna del tronco sufra inflexion por el simple efecto del peso del cuerpo ó por efecto de los grandes movimientos. Semejantes movimientos, verificados sin prudencia, sobre todo por criaturas, que tienen mas instinto que volun- La verdadera corcova, ó la del espinazo, es tad, han bastado á veces para dislacerar los por lo comun consecutiva á una primera desligamentos de una ó mas vértebras, y para viacion del cuello ó de los lomos: la de los lodesarreglar el órden necesario en su apila- mos es muy frecuentemente la primera: toda miento articular maravilloso. Y como el centro claudicacion ó cualquierr cojera puede produde los movimientos del tronco corresponde á la cirla. Sus causas mas ordinarias son la curvaparte inferior del espinazo, á corta diferencia dura viciosa de una pierna, las hinchazones ó entre la décima octava y la vigésima vértebra, los tumores blancos de una rodilla, las enferen dicha parte tambien es donde las vértebras, medades de la articulacion de la cadera, una violentadas en sentido contrario, se apartan luxacion inminente del muslo, un esguince, el del nivel comun, despues de la ruptura ó de la pie de piña, una herida, una fistula dolorosa, dislaceracion de sus ligamentos protectores. y á veces un simple callo de los pies. La esHácia la parte inferior del espinazo es donde trema debilidad o la paralisis de una pierna ha se nota tambien que se rompen ó se dislocan determinado con frecuencia curvaduras de las repentinamente las vértebras en los adultos vértebras lumbares; y como el miembro izque han caido de cierta altura ó hecho esfuer-quierdo es el mas espuesto á semejantes parazos muy violentos: esto es lo que han observado todos los prácticos. Sin esta influencia del centro de accion ó de movimiento, no se concebiria como las vértebras mas anchas y mas compactas son precisamente las mas dispuestas á romperse, á dislocarse, chafarse ó desviarse.

Las desviaciones vertebrales ó corcovas, por lo que toca á la primera infancia, son igualmente frecuentes en los dos sexos: y.esto es muy natural. Niños ó niñas, todas las criaturas tienen igual temperamento, siguen un régimen parecido, llevan iguales vestidos y contraen unos mismos hábitos: pero al llegar la pubertad, la desproporcion es notoria: por cada diez y ocho ó veinte niñas gibosas, de la edad de doce á diez y seis años, apenas se cuenta un niño; y he aqui una razon mas para creer en el pernicioso influjo de la educacion y del régimen de las niñas, de su vida sedentaria, de la contestura y forma de sus vesti

lisis, á causa de la posicion de la criatura en el seno materno, y á causa tambien del modo con que se mantiene inclinado el cuerpo mientras dormimos, por esta razon las vértebras de los lomos se arquean ordinariamente hacia la izquierda, porque la criatura ó el niño se cargan ó apoyan naturalmente sobre la pierna mejor ó mas robusta. Muy luego despues, y por contragolpe, las vértebras del espinazo forman prominencia hácia la derecha, y la espalda de este lado se presenta gibosa.

Repárese bien ese encadenamiento de causas y de efectos: aqui tenemos una corcova de la espalda derecha procedente, por ejemplo, de una debilidad de la pierna izquierda: esta debilidad resulta de la congestion ó de la ingurgitacion del lado derecho del cerebro; el cerebro está congestionado ó ingurgitado porque la madre se acostaba sobre la derecha, y, por último, la proeminencia de la espalda derecha proviene de la situacion del hígado y del cora

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