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moh ben Gabirol, que escribió varias obras teológicas y filosóficas: R. Isaak ben Reuben, que se distinguió por sus obras poéticas, y tradujo varios tratados del arábigo: R. Joseph bar Meir Halevi, que alcanzó gran fama con sus comentarios del Talmud, y Mosehaben Hezra, que escribió el Libro del Gigante, obra poética de mucha estima; el Patio del Aroma, compendio de oraciones para las fiestas principales, y otros varios tratados no menos estimables.

Siglo XII. En el año 6.0 de este siglo dejó la religion judaica y abrazó la cristiana, teniendo por padrino al rey don Alfonso VI, R. Moseph, que era uno de los rabies mas doctos de toda España. Alumbrado con la luz del Evangelio y queriendo que sus compatriotas reconociesen tambien sus errores, escribió un tratado en forma de diálogo y en lengua latina, en el cual hizo hablar á un cristiano y á un judío, refutando aquel los errores de éste.

Distinguiéronse tambien por este tiempo otros rabinos insignes, de los cuales la mayor parte fueron cordobeses, y como tales cultiva dores de la literatura arábiga siempre que se emplearon en asuntos profanos.

Entre ellos, Mosch ben Mayemon, llamado generalmente Maimonides, fue el que mas celebridad alcanzó, asi por su talento prodigioso, como por el no escaso número y gran mérito de sus obras, cuya mayor parte fueron escritas en la lengua árabe, siendo las menos las que escribió en el idioma hebreo. Mosch ben Jehudah ben Thibou Marimon, que nació en la antigua Iliberis, se distinguió desde sus primeros años por sus conocimientos filológicos, hizo en lengua hebrea muchas traducciones de obras árabes de filosofía, jurisprudencia y medicina, y compuso otras filosóficas y teológicas. R. Jonah ben Ganas, á quien han dado algunos autores el título pomposo de principe de los gramáticos y médico perfectisimo, compuso una gramática dividida en dos partes, apellidando á la primera Libro de las raices, y à la segunda Obra del recamo. Escribió ademas otra obra titulada Libro de la guia y la direccion, y un tratado sobre la Escelencia y poder de la guerra. R. Jehudah Levi ben Saul, fue cordobés, fué insigne poeta, y compuso el Libro de Cuzari, en donde esplica la conversion del rey de Cuzar al judaismo. Abraham ben Meir Aben Hezra, natural de Toledo, se distinguió en la filosofía, en la gramática, en la astronomia, en la medicina, en las ciencias sagradas y en la poesía. La obra mas notable de este rabino es, en sentir de varios escritores, la que tiene por título Comentarios á todos los veinte y cuatro, en donde espone todos los libros sagrados. R. Abraham Halevi beu David ben Daor, toledano como Aben Hezra, se distinguió por sus estudios históricos, y escribió una obra intitulada Orden del mundo, en la cual abrazó desde la creacion hasta los reyes de Judea.

Siglo XIII. Por el tiempo en que ocupaba el trono de Castilla don Alfonso el Sabio, habia

en Toledo algunos judíos conversos tan doctos
matemáticos y tan sobresalientes en la astrono-
mía, que el rey determinó valerse de ellos para
que tradujesen en castellano las obras atábigas
mas especiales que se conocian de esta facul-
tad, y compusiesen otra de nuevo. R. Jehudah
Ha-Cohen y el maestro Juan Daspaso, fueron
encargados de la traduccion del libro de la Es-
fera celeste. Arabi Zag de Jurjumenza se le
mmandó escribir del Astrolabio redondo y de los
usos que tiene, del Astrolabio llano, de las
Constelaciones y de la Lámina universal, y de
otras varias materias.

No fueron estos rabinos los únicos que des-
collaron por su ciencias en un siglo en que uno
de los príncipes mas amantes del saber les dis-
pensaba su pioteccion generosa.

R Jeudah Mosea, médico del rey don Alfonso, se distinguió en el cultivo de las matemáticas, de la astronomía y de la medicina, no manifestando menores conocimientos en las lenguas orientales. Tradujo una obra arábiga que trataba de la Propiedad de las piedras, y otra sobre astrologia judiciaria.

Rabbi Moseh de Zaragua, judío catalan muy respetado entre los suyos por su grande saber, floreció en Castilla por esta época, y escribió en su idioma nativo un tratado en verso sobre el juego del ajedrez, siendo este entre todos los trabajos que hizo el mas estimado de sus coetáneos.

Siglo XIV. Los sucesos que siguieron á la muerte de don Sancho el Bravo, los trastornos de las minoridades de Fernando IV y Alfonso XI fueron no poco contrarios á los progresos que iba haciendo la civilizacion española, y retrajeron algun tanto á los rabinos en el camino que habian emprendido, impulsados por el rey Sabio. Asi, pues, abandonado por ellos el estudio de las ciencias que mas podian haber favorecido la causa de la civilizacion, volvieron á consagrar su atencion á la teología; bien que el espíritu investigador que siempre habia animado á los descendientes de Juda, les impulsaba á seguir los pasos de la civilizacion arábiga, traduciendo y comentando las producciones de los mas entendidos sarracenos.

Entre los mas señalados rabinos que á principios de dicho siglo florecieron, se cuenta á rabbi Abuer, natural de Burgos, que se hizo cristiano en el año 1295. Escribió en hebreo y tradujo al casteliano El libro de las batallas de Dios y dejó además otra obra con el titulo de Libro de las tres gracias.

Rabbi dou Santo de Carrion fué el primer escritor hebreo que rindió el homenage de su talento á las musas castellanas, y fue tenido por uno de los mejores poetas de su tiempo. Afirman algunos escritores que son producciones suyas los Consejos y documentos al rey don Pedro, la Doctrina cristiana y la Danza general en que entran todos los estados de gentes.

Mientras este poeta insigne cultivaba con tanto éxito las musas castellanas, otros escri

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presente que tambien alcanzó aplausos como cultivador de la poesia.

Juan Alfonso de Baena, escribiente ó secretario del rey don Juan II, fué sin duda quien recopilo poesías inclusas en el Cancionero de Baena, como ha demostrado en la segunda parte de sus Estudios sobre los judíos de España, don José Amador de los Rios. En dicho Cancionero se encuentran tambien algunas composiciones del mismo Juan Alfonso.

tores rabinicos se dedicaban al estudio de su lengua nativa, y la empleaban en tratar de materias teológicas. Entre los mas señalados se distinguieron los toledanos R. Joseph Metotitolah, jurista y espositor, que compuso un ritual intitulado Gobernador del mundo, y R. Jehudah bar Aser, autor de los Estatutos de la ley y de los Estatutos de los cielos. Florecieron tambien en este tiempo R. Guesdras Vidal de Quislad, traductor de la célebre obra de medicina de Villanueva, á la cual dió el nombre de Régimen Juan el Viejo, judío converso tambien y de sanidad; R. David Gedaliah Ben Jachia, doc- escritor notable de este siglo, compuso un lito jurista, que escribió una especie de comen-bro intitulado Memorial de los misterios de tario ó esposicion á la Gemara, denominándola Christo y un tratado con el titulo de DeclaraComposiciou de los juicios; R. David ben Abu-cion del salmo LXXII del Salterio. draham, filósofo é insigne astrónomo, y R. Isahak Ganpauton, á quien valió inmensa fama una obra intitulada Libro de los caminos del Talmud.

De R. Jehosubah Halorqui, converso que tomó el nombre de Gerónimo de Santa Fé al recibir el agua del bautismo, y fué uno de los que mas doscollaron por su ciencia á fines del siglo XIV, ya hemos hecho mencion al hablar de la asamblea de Tortosa.

Otro de los mas doctos conversos de esta época, fué R. Selemoh Halevi, que tomó el nombre de Pablo de Santa María al bautizarse. Escribió varias obras teológicas, entre las cuales es la mas celebrada su Scrutinium scripturarum; tambien se dedicó al cultivo de la poesia, y aun cuando no conocemos todas sus obras poéticas, su Historia universal, escrita en verso, basta para tenerle por uno de los poetas notables de su tiempo.

Siglo XV. Los mas señalados escritores judíos que florecieron en este siglo, son:

Alvar García de Santa María, á quien se atribuye la crónica de don Juan II y la de dou Alvaro de Luna, no obstante que por largo tiempo se ha ignorado quien fuese el autor de la última, Distinguióse tambien Alvar García como poeta, y alcanzó con sus obras poéticas los elogios de sus coetáneos.

Casi al mismo tiempo floreció su sobrino don Gonzalo, hijo mayor de Pablo de Santa Maria, y no menos digno de elogio que ambos por su saber, ni menos conocido en la historia de España por las dignidades que alcanzó y por los cargos especiales que obtuvo. Sus principales producciones son La historia 6 vida de don Juan el II y la obra latina que escribió con el titulo de Aragonic regni historia.

Fray Alonso de Espina, que antes de convertirse al cristianismo era uno de los mas doctos rabbies de su tiempo, llegó á ser rector de la universidad de Salamanca é individuo del Consejo Supremo de la Inquisicion. Compuso una obra latina á la cual dió por título Fortalitium fidei.

Son dignos tambien de especial mencion Remon Vidal de Vesaduchen, don Mosseh Zarfati y don Jahacob Zadigue de Veles, insignes filósofos de aquellos tiempos, siendo de notar que el primero se distinguió ademas como entendido preceptista y hábil poeta. Al segundo se atribuye el libro intitulado Flores de derecho, obra que han atribuido algunos á otro judío llamado Jacobo de las Leyes, pero que ciertamente es produccion del mencionado Zarfatí. Jahacob de Veles fué autor del Libro de dichos de sabios é philósofos é de otros exemplos é doctrinas muy buenas.

Alfonso de Zamora catedrático de la lengua hebrea en la universidad de Salamanca, estuvo encargado por el cardenal Jimenez de Cisneros de la correccion del texto hebreo en la edicion de la Biblia, apellidada Complutense, y de la version latina de la Parafrasis caldea. Escribió otras varias obras, entre las cuales merece citarse el Libro de la sabiduría de Dios, por ser una apología de nuestra religion.

Paulo Coronel, natural de Segovia, se consagró al estudio de la teología y escritura, y fue condecorado por su saber profundo en estas materias con la cátedra de la última asignatura en la universidad de Salamanca. Escribió una obra bajo el título de Additions ad librum Nicolai Lirani de diferentiis traslationum.

Alfonso de Alcalá, catedrático tambien de la universidad de Salamanca, fué designado por el cardenal Jimenez de Cisneros para dar cima al grandioso pensamiento de la Biblia Complutense.

Paulo de Heredia escribió la obra latina que tiene por título: De misteriis fidei, y tradujo al latin la Carta de los secretos.

Don Alonso de Cartagena, hijo tambien de don Pablo de Santa Maria y converso como su hermano, no alcanzó menos autoridad entre los cristianos, ni gozó de menor fama por sus obras y virtudes. Son producciones suyas el Doctrinal de caballeros, el Libro de mugeres ilustres, el Memorial de virtudes, la traduccion Pedro de Cartagena, tercero y último hijo del Libro de senectute de Marco Tulio, la de don Pablo de Santa Maria, se distinguió Genealogía de los reyes de España, y otras como poeta en una composicion que hizo elovarias obras teológicas y filosóficas que prue- giando las virtudes de la reina doña Isabel la ban su profunda erudicion, siendo de tener | Católica. 4 647 BIBLIOTECA POPULAR.

T. XXV. 20

Isahak Abarbanel y rabbi Isahak Aboab, fue- donde se habia reunido un gran número de faron personas de gran reputacion entre los su- milias desterradas, contándose entre ellas muyos y salieron de España á consecuencia del chos ilustres rabinos que, dedicados al estudio decreto de espulsion de los reyes católicos. El de las ciencias y de las letras, manifestaban primero escribió el libro intitulado: Sacrificio que no se habia apagado en sus corazones el de Pesah, otro con el título de Mirchebeth-ha fuego que los habia animado en España. EstaMisné, el Comento de los apotegmas, las Fuen-bleciéronse en Amsterdan muchas imprentas á tes de salvacion, y ademas otras varias obras tin de sostener el comercio de libros con los ju teológicas. El segundo fué autor de los siguien-dios de Levante, que dedicados mas esclusivates tratados: 1. el Rio de Pison; 2.o el Candelero de la luz; 3.o el Arca del Testamento, y 4. Mesa de proposicion.

III.

mente á otras tareas, no podian consagrarse á esta clase de trabajos con tanta asiduidad y empeño, y durante los siglos XVI y XVII se distinguieron entre todos los establecimientos tipográficos los de los hebreos de esta ciudad, siendo digno de notarse el gran número de ediciones castellanas que salieron de estas oficinas, obras escritas las mas por judíos, cuyo saber era generalmente reconocido.

Hemos mencionado los escritores judios mas distinguidos que florecieron en España hasta la época de su espulsion, época en que necesariamente tuvieron que dispersarse y Île- Espulsado de España el pueblo hebreo, covaron á diferentes partes del mundo nuestro noció la necesidad de traducir los libros de la idioma. La muchedumbre de los que prefirieron Sagrada Escritura en lengua castellana, que era el destierro á la conversion, se vió en la nece- la que todos sabian, para que no se perdiera, sidad de ir á implorar la misericordia estran- en medio de sus calamidades y peregrinaciogera. Los que moraban en las regiones meri- nes, la memoria de la ley venerada por sus dionales buscaron asilo en las costas y paises padres. Duarte Cinel y Abrahan Usque, natude Levante; los que habitaban en el centro de rales ambos de Lisboa, y establecidos en FerCastilla y en el litoral del Océano, corrieron á rara bajo la proteccion del duque Hércules de implorar la clemencia de los pueblos del Norte. Este, acometieron esta empresa que llevaron á Francia, Italia, las islas del Archipiélago y los cabo en el término de dos años. Algunos bibliodominios de Constantinopla fueron el puerto de grafos han creido que cada uno de estos judíos refugio á donde acudieron multitud de fami- | hizo una version; pero bien examinado este lias judaicas. En Tolon, en Marsella, en Leon y punto por el erudito Rodriguez de Castro, ha en Perpiñan reponian algunas los restos de su encontrado razones que han venido casi á dedestruido comercio; Génova les abria sus puer- mostrar que no hicieron aquellos dos versiones tos; Saboya, Florencia y Roma les daban aco-distintas, sino una sola, aunque haya diferengida; Ferrara y Venecia les ofrecian su protec- cia en las dedicatorias y en las fechas. cion; y en Ragusa, Salónica y Corfu encontra- Algunos años despues de haberse impreso ban seguro tránsito para Constantinopla y el la Biblia en Ferrara, publicó otro judio llamado Kairo. A todas estas regiones llevaron los ju- Francisco Frellou un libro intitulado: Retratos dios españoles las costumbres y la lengua cas-6 tablas de las historias del Testamento Viejo, tellana.

En otras muchas ciudades de Francia, de Inglaterra y de Alemania se recogian tambien los restos de tan lamentable naufragio, y su comercio y su industria se enriquecian al mismo tiempo con las especulaciones y la constante práctica de los desterrados hebreos.

que es una especie de epitome de la historia sagrada, escrito en verso. Fuera del prólogo que está en coplas de arte mayor, de nueve versos cada una, todo lo demas de la obra se compone de quintillas sueltas y sonoras, que dan idea ventajosa del talento poético de su autor.

Clemente VII, Paulo III y Julio III les per- Hácia fines del siglo XVI hubo de refugiarse mitieron en los Estados pontificios el libre ejer-en Francia, huyendo de las persecuciones de cicio de su religion, y su ejemplo fué seguido la Inquisicion, un judío español que, segun se por casi todos los principes de Italia. Baya-cree, habia vuelto á la religion judaica despues ceto II los recibia y los agasajaba en sus domi- de haber recibido las aguas del bautismo. Llanios; Luis XII les permitió establecerse en mábase Morch Pinto Delgado, y era hombre de las principales ciudades del Mediodía de la claro y elevado talento, y de una sensibilidad Francia, y en Londres y en la mayor parte de esquisita, como lo muestran sus obras poétilas ciudades anseáticas establecieron sinago-cas, que son: las Lamentaciones de Jeremías, gas, congregando en ellas á sus dispersos rab-escritas en sonoras, fáciles y elegantes quintibies y tradicioneros para conservar y trasmitir llas; el Poema de la reina Ester y la Historia á sus hijos la memoria de tan tremenda catás- de Rut. trofe con la religion que heredaban de sus mayores.

David Avenatar Melo, que nació á mediados del siglo XVI y recibió el agua del bautismo, Donde mas distinciones y mayor riqueza fué hombre dotado de clarísimo ingenio y de alcanzaron los judios españoles fue en las re- una imaginacion brillante. Por inclinacion mas giones del Norte, y sobre todo en Amsterdan, I bien que por educacion literaria, segun espre

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JUDIOS-JUECES

sa él mismo, se dedicó á la poesía y tradujo al castellano algunos salmos de David, lo cual, junto tal vez con algunas sospechas que ya abrigaba sobre él el Santo Oficio, le condujo á los calabozos de éste, complicado sin duda en la causa de otros judaizantes. Alli estuvo algunos años; pero al cabo, reconocida su inocencia, fué absuelto y puesto en libertad, y entonces buyó de España y abrazó la religion judaica. Despues de esta persecucion hizo una traduccion completa de los Salmos al castellano, traduccion que revela su talento poético, pero no exenta de inexactitudes y de pasages en que pinta sus padecimientos y descubre cierto espíritu de venganza.

A Miguel Silveira, judío converso que nació en Portugal á mediados del siglo XVI y estudió en la universidad de Coimbra y en la de Salamanca, debemos un poema intitulado El Macabeo, cuyo asunto es la restauracion del templo de Jerusalen, hecha por el invicto capitan Judas Macabeo, daccion là mas ilustre y heróica, como dice el autor, asi por lo misterioso como por la escelencia y magestad de la historia, digna de ser celebrada por otros ingenios mas superiores.» Se han formado muy contrarias opiniones sobre este poema, condenándole unos al desprecio por lo hinchado y babilónico de su estilo, y elogiándole otros hasta el punto de decir que es una de las mejoras obras del género épico; pero la crítica imparcial no puede admitir ni una ni otra opinion, siendo la verdad que dicho poema, aunque abunda en bellezas, tampoco carece de defectos, y que por lo tanto ni es una obra maestra, ni una produccion que merezca ser condenada al desprecio.

y en el de Sampiro se hace mencion de la consagracion de la iglesia de Santiago en el año D. C. 899, leyéndose entre los nombres de las personas que asistieron á esta ceremonia el de Odoario, conde de Castilla; y los Anales arruinado compostelanos refieren que en este mismo año reediticó el conde don Diego de Burgos el monasterio de San Pedro de Cardeña, por los mahometanos. Uno de los sucesos mas notables del reinado de don Ordoño II, hijo y sucesor de don Alfonso el Grande, es la muerte de los condes de Castilla, acaecida el año 922 D. C,, sobre la cual no han pensado igualcreido hallar en ella motivo bastante para tamente nuestros historiadores. Algunos han char de crueldad al rey, por cuyo mandato fueron muertos aquellos, y otros, por el contrario, fundándose en que Sampiro dice que se habian rebelado, juzgan que el haberlos hecho matar no fué sino castigar su rebelion con la severidad que merecian; pero fuese ó no castigo, es lo cierto que Nuño Fernandez, Fernan Ansurez, Abolmondar el Blanco y su hijo don Diego, hombres todos de esclarecido linage y á quienes por entonces estaba confiado el gobierno de las comarcas de Burgos, acudieron al llamamiento del rey y le encontraron en su palacio de Carrion junto á Tejares, y por su mandato fueron presos secretamente y llevados á Leon, en donde poco despues se les hizo dar muerte. A este suceso, cuya verdad no puede contradecirse, atribuyen en gran parte no pocos de los modernos historiadores de España, una revolucion que dié origen á los jueces de Castilla. Ordoño II murió el año 923 Fruela II, en cuyo tiempo, exasperados los casy le sucedió en el trono su hermano Froila ó La naturaleza de esta obra no permite dar tellanos con la muerte de sus condes y con las neses, se declararon independientes de la coromas estensas noticias sobre los escritores he- vejaciones que de continuo les hacian los leobreos que florecieron con posterioridad á la es pulsion; pero no omitiremos decir que hay na de Leon, eligiendo dos magistrados para que na fuente riquísima de datos relativos à la los gobernasen v dándoles el título de jueces. historia política y literaria de los descendien- Uno de ellos fué Lain Calvo, á quien por ser tes de Júdá en los Estudios históricos sobre mas jéven encargaron el cuidado de las cosas los judios de España, obra escrita y publicada de la guerra, y el otro Nufio Rasura, á quien recientemente por don José Amador de los Rios. por ser de mayor edad confiaron el gobierno JUECES DE CASTILLA. (Historia.) Los re- civil, y de quien dicen que fué hijo el conde yes de Asturias que sucedieron á don Pelayo, Gonzalo Nuñez y nieto el ilustre Fernan Gondurante el siglo VIII y el IX, consiguieron li-zalez. He aqui en resúmen cuanto dicen nuesbertar de la dominacion sarracena, una parte tros historiadores acerca de los jueces de Por algun tiempo se ha tenido esta narrano pequeña del territorio de Castilla, cuyo go- Castilla. bierno militar y político era confiado á medida que adelantaban en la conquista, á hombres cion por veridica; pero la crítica ha venido al principales de conocida prudencia y valor y á fin á hacerla dudosa, siendo la principal razon quienes se daba el titulo de condes. Es opinion en que se fundan las dudas relativas á su vercomun de nuestros historiadores que la anti-dad el que el primer historiador que hace mengüedad de estos gobernadores se remonta á la época de don Alfonso el Casto, y Pellicer dice en sus anales que segun una escritura de que tenia conocimiento, en el año 796 D. C. se fundó por el conde de Castilla don Rodrigo, el monasterio de San Vicente y San Cristóbal en la villa de Fistales. En un privilegio del rey don Alfonso el Grande, en el Cronicon Iriense

cion del alzamiento de los castellanos y de la creacion de los jueces de Castilla es el arzobispo don Rodrigo, que floreció en tiempo de Alfonso VIII, y por consiguiente mucho dessucesos. Se ve, pues, que este argumento es pues de la época á que se refieren aquellos puramente negativo, fundado solo en no conocerse algun otro documento histórico de tiem

ni el cuerpo se hallan siempre en una disposicion igualmente buena. Como sea, es de notar que los mas de los jugadores se entregan con preferencia á juegos en los cuales ninguna superioridad les da la destreza: una ganancia cierta y diaria no tiene para ellos tanto atractivo como la eventualidad de una fortuna colosal con que un dia puede favorecerles la suerte. Esto será sin duda porque en los juegos de azar, cuyos golpes son todos decisivos, el alma está de contínuo mantenida en una especie de agitacion estática, sin que haya de contribuir á su placer con una contension de espíritu de la cual se dispensa con gusto la pereza.

pos anteriores á los del famoso arzobispo de Toledo, y en el cual pudiera éste haber encontrado aquellas noticias; pero hay ademas otras razones que apuntaremos aqui y que dan mayor fuerza á la precedente. Siendo el alzamiento de los castellanos un acontecimiento de muy alta importancia por lo mucho que amenguaba el señorío de los reyes de Leon, no es de creer que estos no hiciesen nada para que aquellos volviesen á su obediencia, sobre lo cual ni una palabra han dicho nuestros historiadores, siendo su silencio por tanto otra prueba de no escaso valor, aunque negativa. Pero por otra parte, en el cronicon de Sampiro se halla la noticia de que en el año 933 ya gobernaba en Castilla el conde Fernan Gonzalez, bajo la depen- En este artículo, mas particularmente dedencia de los reyes de Leon, como sus antece-dicado á la pasion por los juegos de azar, creesores; y si este fué hijo del conde Gonzalo Nu- mos deber mencionar simplemente la Bolsa, fiez y nieto del juez Nuño Rasura, es muy di- lotería política tan impugnable como toda loficil de creer que solo en el espacio de nueve tería; el comercio, lotería industrial, que entre años que median desde el de 924, en que se los paganos tenia por patrono al dios de los supone haber sido el alzamiento, hasta el que ladrones; y la guerra, loteria sangrienta, que poco antes hemos espresado, fuesen abuelo, un célebre escritor ha llamado un juego de hijo y nieto juez y condes de Castilla. El alza-héroes. miento, pues, de los castellanos en el reinado de don Fruela II y la creacion de los jueces es uno de aquellos sucesos de nuestra historia, cuya verdad no puede menos de ponerse en duda cuando no sea tenido por fabuloso.

JUEGO. (PASION DEL) (Medicina é higiene.) El juego es un abismo sin fondo ni bordes, como dijo Thomás. La pasion del juego es una necesidad habitual de esponer el dinero á las contingencias del azar, ó á combinaciones in ciertas, en las cuales tiene mas o menos parte la destreza. Es lo mas comunmente una lucha en la cual el hombre no ve en su semejante mas que una presa de la cual debe apoderarse á toda costa para que no le devore à él; en la cual se regocija á proporcion del daño que causa, y en la cual los reveses engendran casi siempre ódio sin que la fortuna engendre cariño.

La mania del juego se remonta á la mas alta antigüedud, y en todos los pueblos se encuentran vestigios de ella. Verdad es que los judíos estuvieron al parecer exentos de tal manía antes de su dispersion; alcanzóles empero, desde que hubieron tratado á los griegos, quienes jugaban ya antes del sitio de Troya, y á los romanos, que se hicieron jugadores mucho tiempo antes de la destruccion de su república. En balde las leyes romanas no permitieron jugar mas que hasta cierta suma; en vano tronó Juvenal estigmatizando á los que llevaban al juego cajitas llenas de oro para aventurarlas en un solo golpe de dados; en vano decimos, pues, la pasion de los juegos de azar hizo tales progresos en Roma, que hácia la época en que Constantino abandonó aquella ciudad para no volver mas á ella, todo el mundo, y hasta el populacho, se entregaba con furor al juego. Los romanos, destruyendo Cartago, casi no se enriquecieron mas que con sus vicios.

Segun testimonio de Tácito, los germanos fueron tambien presa de tan funesto vértigo, llevándolo á tal esceso, que despues de haberlo perdido todo en el juego de los dados, se jugaban á sí mismos en una puesta. Entonces

La sed de oro, la esperanza exagerada de fáciles ganancias, el ócio y el anhelo de emo-á ciones variadas: tales son los elementos que descubre el analisis en esa enfermedad moral, una de las mas contagiosas y mas funestas. No es que el juego por sí no sea un pasatiempo tan inocente como agradable, cuando se toma con moderacion y con objeto de descansar un poco la mente; pero desde luego que nos sen-el timos inclinados á él con demasiado ardor, debemos hacer prudente renuncia; de lo contrario el hábito lo convierte bien pronto en una necesidad tan imperiosa como culpable.

Hay juegos de puro azar, otros en que el azar va unido con la habilidad, y otros que se consideran como dependientes tan solo del talento ó de la destreza; pero en estos últimos siempre entra para algo el azar, en cuanto muchas veces se ignora á punto fijo la destreza del contrario, en cuanto sobrevienen golpes imprevistos, y en cuanto por fin, ni el espíritu

vencido, aunque fuese mas jóven y mas robusto que su adversario, se ponia voluntariamente á sus órdenes, y se dejaba maniatar y vender á los estrangeros. La preocupacion que mira las deudas del juego como las mas sagradas de todas, como deudas de honor, nos vino probablemente de la rigurosa exactitud de los germanos en cumplir con esa suerte de compromises.

Los hunos iban todavía mas allá: San Ambrosio cuenta, que despues de haber puesto al juego lo que mas apreciaban, que eran sus armas, se jugaban la vida, y se daban á veces

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