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consuelo, sin un amigo.-El dia mismo que esperaba una completa libertad, en la misma hora que creia que mi honor y mi fortuna ivan á ser restablecidos, me vi llevar á otra carcel, porque no queria, ni podia sufrir la extorsion de 2000 rublos, Llevaronme por las calles con delinqüentes que habian cometido los delitos mas feos. Asi me arrastraban de una parte á otra -y en tal situacion he pasado por delante de la misma puerta del Embaxador Británico que no habia querido escuchar mis quexas, y quien miró con indiferencia lo que hubiera despezado el corazon de otro qualquiera. Yo no sé de que está formado el mio que pudo resistir tanta indignidad, tal tormento, para vergüenza eterna de ambas naciones.-Dirigime otra vez á Sir Stephen Shairpe; pero sin efecto. Nadie me oia, nadie me hacía justicia en aquella tierra. Busquéla en esta, y aqui, en mi tierra nativa tambien se me ha negado: mi caudal, mi buen nombre estan perdidos, y aqui me hállo sin mas proteccion que la de las leyes de mi patria. Ellas, sí, ellas me concederan lo que todo el mundo me ha negado."

"Pedí proteccion á todos los embaxadores, y no fui oido. Seis años permanecí en tan miserable situacion, arrastrado de carcel en carcel, de tormento en tormento, hecho espectáculo del público, y conducido por las calles de Petersburgo entre una gavilla de malbechores. Señores, yo os pregúnto qual deberia ser el estado de mi corazon? Mas, preguntad al vuestro y él os dará la respuesta Y todo esto no pudo acontecer sin que Lord Gower, y Sir Stephen Shairpe lo permitiesen. Durante este tiempo mi muger, preñada y con un niño pequeño me esperaba para acompañarla á Inglaterra. Yo permanecí preso; y ella tuvo que emprender sola, y en la delicada situación que se hallaba, un viage peligroso: men-. tras que Lord Gower miraba y permitia tanta afliccion amargura. Dios mio! de que habeis formado mi corazon! Señores, á vosotros apélo como hombres, como padres, como cristianos: decid si no tenia yo causa de quexarme." (La affliccion detuvo aqui al Preso: rompio eu llanto, y despues de una pausa de algunos momentos, prosiguió.) "Lord Gower cometio un error en no querer entrometerse en mi causa al principio; persistio luego en él; y yo fuí la victima. Diez y ocho meses estuve preso de órden de la Cámara de Comercio, solo con el objeto de arrancarme dos mil rublos, que como me constaba que no los debia, no los quise pagar. Durante este tiempo me tuvieron constantemente arrestado, y freqüentemente me sacaban en espectáculo por las calles de Petersburgo. Viendo que tenia demasiada firmeza para

acceder á sus ideas, me declararon fallido, concediendome tres meses, segun las leyes de Rusia, para cerrar mis negocios. Tal era el ansia de la Cámara de Comercio por arruinarme que emplearon emisarios para que buscasen á todos mis acreedores. Sus caxeros páraban á la gente en la calle, para preguntarles conoce V. á Mr. Bellingham? Le R debe á V.algun dinero? ¿Sabe V. que ha quebrado y se va a Inglaterra con todos sus caudales? y otras preguntas semejantes. A pesar de todo esto tuvieron al fin que darme una certificacion de que nadie reclamaba en contra mia. Estos documentos han sido presentados al Marqués de Wellesley, á quien veo ahora en el tribunal, y á quien me refiero á que diga si es falso lo que afírmo."

"Baxo este cúmulo de infortunios, solo el Todopoderoso, solo un poder celestial podia sostenerme, y hacer que volviese á ver mi patria y mi familia. Ninguno de mis amigos creia verme en Inglaterra. Permitidme, Señores, que os recuerde que todos estos tormentos fueron sufridos porque Lord Gower lo permitió. Con su permiso fue declarada mi quiebra, porque sin él no podia ser; y por su condescendencia pudieron los jueces cerrar sus oidos á mi justícia.— Durante este tiempo hize recursos á varios embaxadores, y ultinamente al mismo Lord Gower que iba á dexar á Peters-burgo. Su Secretario me respondió que el embaxador no podia hacer nada por mí. Aqui me detendré, Señores del Yuri, para pediros con todo empeño que considereis, qual debió ser la conducta de Lord Gower, y Sir Stephen Shairpe, hombres que estaban revestidos de la representacion del Rey, para permitir que un conciudadano suyo permaneciese en prisiones, sufriendo tantas indignidades. Un caso aconteció por el mismo tiempo que pone en toda su luz la injusticia del mio. Suseitose una disputa mezquina entre el capitan Gardner, de Hull, y el de un Guardacosta de Cronstadt sobre dos rublos, por pilotage, y en menos de dos meses Lord Gower recurrió quatro veces sobre ello al Emperador. Señores, al acordarme de esto, debo decir que hubiera sido mejor para mi, y para el desgraciado Mr. Perceval, si la bala que le dió muerte hubiera atravesado el pecho de Lord Gower*. (Oyose un murmullo universal de desaprobacion

* Esta ferocidad de carácter destruye la compasion que, sin ella excitarian las desgracias de este hombre. Pero es evidente que su extraña tenacidad lo conduxo de un paso en otro hasta

"

en toda la sala. Parose el Preso como cortado; y preguntandole el Juez si tenia mas que decir, respondió que sí, y continuó. Refirió que se habia dirigido al Marques de Wellesley, de quien recibio respuesta diciendole que ésta corte no podia entrar en contextacion con la de Rusia sobre su asunto. Que procedió á acusar á Lord Gower, y Sir S. Shairpe ante el Consejo Privado de S. M. y le dixeron que el Consejo no hallaba causa para ello. Que se dirigió á varios Miembros del Parlamento y que estos le re-pondieron que no era negocio que competia á la Cámara. Que pidió á Mr. Perceval que recomendase su asunto al Parlamento en nombre del Rey, y que le contextó que no podia hacerse tal cosa. Luego dixo :)

Esta repulsa me reduxo de nuevo á la desesperacion. Mi situacion se empeoraba de dia en dia. Todo lo habia vendido mis acreedores clamaban, mi familia estaba en la miseria, y mi alma en un estado horroroso. Hize nuevo recurso á la Teroreria del Rey, y me respondieron que nada tenian que ver con mis pretensiones. Mi último recurso fue á la fuente de la benignidad. Dirigi otra peticion al Principe Regente, sabiendo que la primera se habia perdido."

(Leyó aqui la representacion que contenia la misma relaeion que llevaba hecha, interrumpiendola con exclamaciones contra la iniquidad de haberlo declarado fallido en Rusia, y de no haberlo impedido el Embaxador. Leyó otra porcion de memoriales, y peticiones, que contenian lo mismo).

"Tal, Señores, era mi situacion. Desechado en todas partes donde me acercaba á pedir justicia me via víctima de la mas completa desgracia. Hallabame oprimido de deudas

cometer el bábaro asesinato de Mr. Perceval. Lord Gower ha publicado las circunstancias del caso que Bellingham calla en su defensa. Este y un comerciante Ruso tuvieron ciertas diferen

Sometieronse á jueces compromisarios elegidos dos por el uno y dos por el otro. Dieron su sentencia contra Bellingham, y este con su tenacidad, ordinaria se negó á pagar. Al mismo tiempo le pusieron pleyto sobre el seguro de un navio. Quiso ausentarse de Rusia antes de que el pleyto estubiera concluido, y lo arrestó el gobierno. Librolo la intercesion de Sir S. Shairpe; pero á este tiempo el Senado habia confirmado la decision de los comerciantes compromisarios, é insistiendo Bellingham en no pagar fue puesto preso otra vez. El Embaxador no podia ir contra las leyes del pays. Però varias veces socorrió á Bellingham en la carcel.

que no podia pagar, y de miseria de que no podia salir: Miseria, Señores, que no era efecto de mi propria indiscrecion, sino de la injusticia de otros. El Procurador General,. os ha dicho, y ha dicho la verdad, que hasta éste último lance desgraciado, que nadie lamenta mas que yoque hasta éste fatal momento mi vida habia sido innocente. (Las lágrimas le interrumpicron.) Pero, poneos, Señores, en mi situacion. Vuestros hijos, vuestras mugeres reducidas á la pobreza-pidiendoos socorro, y sin poder darselo-clamando por auxilios que tuvierais que negarles como os sentiriais, acosados de esta manera? ¿que partido tomariais?

(Aqui narró cómo, lleno de indignacion, dirigio una carta á los Magistrados de Policia dandoles cuenta de que si no le hacian justicia los Ministros, el Preso se la tomaria por su mano.)

"Voy á concluir, Señores. Os he hecho la historia de mis desgracias, en la segura confianza de que será suficiente justificacion del delito de que me acusan. Solo os molestaré con un pequeño escrito que formé anoche muy tarde, y temprano ésta mañana. (Aqui leyó.) Señores, quando me presénte delante del tribunal de Dios, estoy seguro de aparecer innocente de la muerte de Mr. Perceval como los que despues de aquel tremendo juicio scran admitidos entre los Angeles del Cielo. Que yo lo heri, no lo niego: que mi mano le quitó la vida, lo confieso: pero es de esencia del homicidio que sea malicioso, que sea con plena volundad, y esto es lo que no podrá probarseme. Esto el mismo tribunal os lo confirmará. Acordaos, Señores, de que me hallaba arruinado, porque le plugo á Mr. Perceval no hacerme justicia escudado con su empleo, é imaginando que podia hollar toda ley, impunemente. Yo no quiero faltar al respeto debido á su memoria : nada quiero decir en contra de las virtudes que todos le atribuyen: y quando hablo de el, háblo solo con referencia á mí. Yo pedia justicia; justicia, y no favor; justicia, que es el derecho natural de todo Inglés: Señores, quando un Ministro se pone sobre las leyes, lo hace á su cuenta y riesgo. Si esto no fuera así, el Ministro haria ley de sus caprichos ¿y que seria entonces de vuestra libertad? En quanto á tener yo encono contra Mr. Perceval, ó deseo de injuriarlo, lo niego absolutamente. Justicia, es lo que he querido hacerme. Me habian llevado los Ministros á la congoxa, á la desesperacion, al despecho. Di noticia á la Policia de que si no se me daban oidos, tomaria la justicia por mi mano, con el solo objeto de que de resultas se exáminase en un tribunal el punto de si un Mi

nistro puede negar justicia á un súbditò de estos reynos. Asi lo he executado; y repito otra vez, que la negativa directa del Ministerio es la sola causa de esta catástrofe. Los Ministros de S. M. tienen á su cargo la pérdida que ha sufrido la nacion de los talentos de Mr. Perceval. Es un hecho harto triste, pero evidente, que la falta de justicia, es la causa de todos los males morales. Si esto necesitase de prueba, el caso presente lo seria mui clara. Mi situacion es cruel—Si un infeliz quita en un camino unos pocos chilines, se le ahorca; y yo que he sido robado de miles, por el Gobierno, que he sido reducido á la miseria, que he sido preso, que he visto á mi muger é hijos pereciendo, he de estar aqui esperando que se decida de mi vida 6 muerte, porque Mr. Perceval queria apadrinar la injusticia! ¡Quán grande es el delito del Gobierno. contra mí! Y ha de pasar sin castigo. Hay comparacion entre los dos casos? Como entre un átomo y un monte. A mí no me quedaba ya mas alternativa que una completa ruina, ó este páso. No lo di por malicia; sino con el objeto de que mi causa se viese en un tribunal, y asi llegase á noticia de todos; esperando que en seguida me volveré al seno de mi familia satisfecho y honrado. Estoy seguro de que ésta séria leccion servirá de escarmiento á todos los Ministros futuros, y que de aqui adelante haran justicia. Porque si se dexa á las clases altas que hagan lo que se les antoje, pronto se corromperan las demas ramas de la sociedad."

"Señores: mi vida está en vuestras manos; yo tengo la mayor confianza en vuestra justificacion. No sé qual sera vuestra decision; mas sea qual fuere, mas quiero sufrir mil muertes que no la vida que he pasado hace ocho años. Si estoy destinado á sacrificar mi vida, caminaré á mi fin con tranquilidad completa: Lo miraré como el cansado caminante á la posada, que le anuncian cercana, quando la cruel tormenta ha descargado su furor sobre él en el camino. Señores: entre Dios y vos déxo mi suerte."

Acabada ésta defensa se llamaron los testigos en favor del Preso. Una muger que le habia conocido desde pequeño se presentó, sumamente penetrada de pena. Atestiguó que no lo habiá visto un año habia. Que antes daba muestras de delirio siempre que hablaba de este asunto de Rusia. Que un dia le oyó decir que iba á tener cien mil libras esterlinas. Que su pleyto se habia ganado en Rusia, y que el gobierno Ingles le haria una compensacion de esta cantidad. Que el preso fue con su muger y con ella á la Secretaria de Estado, para convencerlas de la verdad de esto, y que habiendo ha

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