cional y filosófico de los sucesos, y en la tercera parte de su obra reconoce causas á todos los hechos, que dice, deben ser ecsaminadas. Objetarse podrá al autor de las variaciones de las Iglesias protestantes, que, como todos los hombres fuertemente preocupados del triunfo de una sola idea, sacrificó á ella todos los acontecimientos; objecion que puede hacerse del mismo modo a escritores célebres en nuestros dias; mas no por eso podrá negarse sin injusticia, que igualó, sino escedió alguna vez á Tácito en la narracion cortada y elocuente de los hechos, y que buscó un principio y esplicacion moral de ellos, siquiera sea esta incompleta 6 estricta. ¡Grande é imperecedera debe ser la gloria del obispo Bosuet! Empero por lo que hace al objeto esclusivo que demuestran sus obras, vino tarde al mundo, y su mision ascética y religiosa no fue cumplida. En nombre de la Religion habia esplicado la historia del género humano, escrito una política para gobierno de los Reyes, ensalzado los heróicos hechos de Condé y dirigido la censura maş severa al teatro clásico de Corneille y de Mo liere: mas pocos años despues de su muerte, un nuevo poder domina la Europa en el siglo XVIII; la filosofia; y la filosofia mas metafísica y elevada inspira las páginas de la unidad del principio y del fin del derecho universal, y de la ciencia nueva, obras del célebre napolitano Víco. El orijen de todas las ciencias, dijo Víco, está en Dios; el principio de ellas es el entendimien to; y la verdad se halla en la conformidad de la razon y de los hechos, en lo que los modernos eclécticos llaman identidad de la historia y de la filosofia. Partiendo de esta base, Víco dividió la historia de la humanidad en très periodos, que dice deben ser inevitablemente los mismos; edad divina, ó idolatria, edad heróica ó la barbárie y edad humana, ó de la civilizacion; y con la mas lógica consecuencia en su sistema, se atrevió á rehabilitar el sentimiento comun como criterio de la verdad, en medio de la dictadura de la filosofia de Bacón y de Descártes. «Lo que la sabiduría vulgar de los lejisladores y la superior intelijencia de los pensadores y filósofos juzgaré, aquello, dijo Vico, debe ser tenido como ver dadero. Mezquino puede hallarse el círculo inflecsible de las fases, que señala á la humanidad, y fálso aplicado á la civilizacion moderna. Desmentida se halla tambien alguna vez en la historia esa infabilidad de ideas sancionadas por el comun asenso de los pueblos y de los filósofos; pero sin embargo la concepcion de Víco es el mas alto homenaje prestado á la razon y una de las mas fecundas y poderosas ideas que haya podido descubrir el jénio del hombre. El renacimiento de los estudios históricos, la filosofía de la historia, la conciliacion y dóble estudio de los hechos y de las teorías y el ecsámen del mundo moral y político bajo miras vastas, y por decirlo así, universales, todo es debido á la ciencia de Víco; y quizá, tambien se la deba un dia el descubrimiento de los principios ó leyes morales, porque la humanidad debe ser gobernada. Cuatro años despues de la muerte de Víco, en 1748, apareció en Francia el espiritu de las leyes del Baron de Montesquieu, libro que debe ser considerado como uno de los pasos mas adelantados hacia el conocimiento exacto de la His toria. Del ecsámen detenido é intelijente de los hechos dedujo Montesquieu la esencia y el principio de las diversas formas de gobierno y la conveniencia necesaria de las leyes secundarias con el principio de cada uno de ellos; habiendo escrito las mas finas apreciaciones sobre el carácter germánico, sobre las leyes Romanas, bárbaras y feudales. Su libro, mas bien que el espíritu de las leyes, debe ser considerado el espíritu de la historia, en lo que ésta tiene de mas interesante, en el estudio de los actos políticos y legales. Una indagacion profunda y filosófica distingue á su eminente autor; los hechos son contados impasiblemente; y la apreciacion es muchas veces tan acertada, que el entendimiento del hombre descansa en ella, como en una cosa fija y defini, tiva. Ninguna induccion política, ningun proyecto de reforma se halla en Montesquieu; es simplemente un escritor que cuenta bien, y que esplica admirablemente lo que cuenta. Empero reunido el genio de Vico al del Baron de Mon+ tesquieu, la ciencia nueva al espíritu de las leyes, la filosofia de la historia se halla ya com : pletamente desarrollada; porque los hechos materiales están contados, buscada y esplicada su causa moral, y deducídose de este ecsámen miras vastas y profundas, y aun la marcha de la humanidad. ¿Mas llegada la ciencia á este término, siguió el camino trazado por Maquiavelo, Bosuet, Vico, y Montesquieu? No por cierto; ella retrocedió; y es que la antigüedad, señores, habia pesado duramente sobre los hombres. El cristianismo á quien la humanidad debia la resureccion de su dignidad moral perdida por el envilecimiento y degradacion de Roma, y el mundo haber salvado su civilizacion de la fuerza material de los Bárbaros, se hallaba viciado en su fondo por sus malos representantes y se creyó por desgracia un obstáculo á todo lo racional y progresivo. La monarquía en el delirio de sus triunfos, y de los ecsagerados elogios que Juristas y Prelados la prodigaron, olvidó que habia sido llamada á sustituir el órden á la anterior anarquía, pero sin sofocar los principios de libertad, que durante la edad media tan hábilmente escrita por el inglés Hallan habian lu |