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"tengan derecho, que resultará del exámen de "los títulos de adquisicion, y el de mejoras,

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cuyos juicios no suspenderán los efectos del "decreto."

Los grandes refugiados á la sazon en Cádiz, por sí y á nombre de los que se hallaban ausentes, representaron á las Córtes contra toda resolucion que pudiese perjudicar á sus privilegios; y despues de alegar en un largo escrito cuanto creyeron conveniente para fundar su reclamacion, pidieron que se declarasen varios puntos que indicaban, ó por los consejos reunidos, ó en el tribunal de Córtes, ó bien por una comision especial que estas nombrasen en su propio seno. Que los grandes, hallándose en posesion de sus privilegios procurasen conservarla, y se esforzasen en justificar el derecho, ó título con que la habían adquirido, no podía estrañarse, y ménos aun contradecirse dentro ni fuera de las Córtes. Pero á su penetracion y descernimiento tocaba decidir, si atendidas las circunstancias de la época, era aquel momento el que debían escoger para empeñarse otra vez en una lucha de intereses separados de los generales y comunes á toda la nacion, provocando inconsideradamente una controversia pública, que no podía ménos

de renovar recuerdos dolorosos y amargos enlazados con los sucesos mas funestos de la monarquía en el siglo XVI.

Acontecimientos muy felices para su clase, pero en estremo adversos para la nacion, habían protegido desde aquella aciaga época los privilegios cuya posesion hacían valer como sagrada. Mas no debían olvidar, que esta posesion en realidad nunca había existido, atendiendo á que las leyes anteriores la resistían y anulaban, como viciosa y fraudulenta. Que hasta la buena fe, que pudieran alegar para prescribir, había estado constantemente interrumpida y contradicha por las contínuas reclamaciones de las Córtes hechas desde el momento mismo de las concesiones, por los fiscales reales en nombre de la corona, y en fin por los apoderados de los pueblos oprimidos. Que ahora, una convulsion política, efecto en mucha parte del fatal influjo de esos mismos privilegios, había destruido la forma protectora de un régimen en que habían gozado por siglos valimiento y privanza; mientras el cuerpo general de la nacion sufrió el despojo de todos sus derechos sin ninguna compensacion que la indemnizase. Que esta convulsion estaba tan lejos de ser un acto voluntario de algun

bando, ó parcialidad, que ellos mismos no habían podido ni precaver, ni resistir á pesar de hallarse colocados de contínuo en el centro del poder y autoridad suprema del estado.

Si en lugar de una contradiccion tan directa, los grandes se hubiesen desprendido voluntariamente de títulos y denominaciones que solo pueden alhagar el orgullo y vanidad, ofreciendo al mismo tiempo transigir con los mismos pueblos, mediante indemnizaciones equitativas, los puntos de prestaciones señoriales y privilegios restrictivos, sin usar del tono arrogante y altivo que emplearon, tal vez hubieran allanado el camino á una composicion honrosa y de interes recíproco en aquellas circunstancias. Mas ya que no adoptasen un partido, al parecer tan prudente, no se concibe, qué era lo que se propusieron al estender su reclamacion en términos que no podían dejar de arruinar su causa. ΕΙ documento existe: la posteridad verá por él la inmensa distancia que separaba á sus autores del espíritu de la época, y de todas las circunstancias que caracterizaban una insurreccion popular en que la nacion de hecho se había reintegrado á sí misma en todos sus derechos.

No contentos con alegar razones, con apoyarse

en doctrinas que hubieran escandalizado ciertamente ante el mismo Consejo real en el reinado de Carlos III, atendida la ilustracion y generosos sentimientos que se desplegaron en aquel célebre periodo, no dudaron llamarse señores naturales de sus pueblos *. Si esta denominacion estaba en uso y se toleraba ántes, i es posible que se esperase otro tanto en presencia de un congreso, al examinar á su instalacion las transacciones de Bayona, negó solemnemente este título á los reyes de España, de quienes los grandes no eran ménos súbditos que los que ellos llamaban sus vasallos? A tan singular incongruencia todavía añadían, que el emancipar á los pueblos de

que

* La representacion decía: "La proposicion (que discu"tían las Córtes) autoriza á los pueblos á que desconozcan á "sus fundadores, conquistadores, libertadores y señores "naturales." La representacion hizo en el público impresion tan desagradable, y ofendió de tal modo el espíritu noble y generoso de aquella época, que los ilustrados editores del Semanario Patriótico hablando de este pasage, se espresaban de esta manera: "No nos equivocamos señores naturales "se llaman en la representacion: así lo oimos, lo preguntamos á los que tambien la oyeron leer, y no hay duda, dicen 66 que son señores naturales. ¿Y son estos los antemurales "contra el despotismo? Cuando mas serán partícipes de la presa."-Semanario Patriótico; No. 64; del jueves 27 de Junio de 1811, pág. 333. Nota (bb).

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señorío de su autoridad y obediencia iba á causar una convulsion en el reino, á producir la anarquía y el trastorno de la sociedad. Y esto, ¿cuándo se decía? Despues que toda la nacion, al verse abandonada de sus príncipes, contrariada por todas las autoridades en la noble resolucion de sostener su independencia y vindicar sus derechos, y entregada al fin á un usurpador estrangero, había sabido constituirse nuevamente, y se había sometido con la mas generosa confianza á magistrados de su propia eleccion para que la gobernasen, mientras la urgencia y el peligro no le permitiesen proveer de otro modo á su conservacion y defensa.

La representacion de los grandes, so color de pedir aclaraciones, en realidad declinaba como incompetente de la autoridad de las Córtes. La reunion de los consejos era lo mismo que reducir el negocio á los trámites de un juicio civil entre partes, sumiéndole de nuevo en el abismo en que estuvo sepultado siglos enteros. Designar para el mismo fin el tribunal de Córtes, era un ardid que no podía ocultarse á nadie, cuando no pudiendo este conocer en la materia, sinó por comision especial, las Córtes no hubieran dispensado la observancia de las reglas comunes

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