Imágenes de páginas
PDF
EPUB

no llevar cadenas, que fué grande descuido; el caballo desapoderado le metió en medio de los enemigos, donde el mismo rey de Francia del golpe de una lanza le mató. Dióse la batalla á 24 de hebrero, viernes, fiesta del apóstol san Matías.

electo de Toledo. Publicó en su nombre los escritos de Capreolo sobre el maestro de las sentencias, añadidas pocas cosas. Pusieron en lugar de Adriano, á 20 de diciembre, el cardenal Julio de Médices, primo hermano que era del papa Leon X; llamóse en el pontificado Clemente VII; gobernó la Iglesia diez años, diez meses y siete dias. Confirmó la órden de los teatinos con nombre de la Congregacion del divino Amor; fundáronla Pedro Garrafa, obispo teatino, y otras personas pias; no traen hábito diferente de los demás sacerdotes; ocúpanse en cantar las horas canónicas; el género de vida es retirado; huyen ocupaciones exteriores y cuidados.

AÑO 1525.

El rey don Juan de Portugal casó con doña Catalina, hermana del emperador don Cárlos; las bodas y fiestas se hicieron en Estremoz á 5 de hebrero, muy señaladas. Procedieron deste matrimonio muchos hijos: sus nombres Alonso, Maria, Catalina, Beatriz, Emanuel, Filipe, Juan, Antonio. De todos solos el príncipe don Juan y la infanta doña María llegaron á edad de poderse casar, y aun ellos misinos murieron al principio de sus casamientos.

El pontífice Leon el mismo año que falleció hizo liga con el emperador don Cárlos con intento de juntar con él sus fuerzas y echar los franceses de Italia, con condicion que por el reino de Nápoles pagase cada un año dia de San Pedro, no solo la hacanca, como antes solia, sino tambien siete mil escudos, y que el reino de Sicilia reconeciese el feudo sin pagar al año mas de quince mil ducados, como antes acostumbraba; fuera desto, que hasta que pagase lo que en la guerra se gastase por el Pontífice, quedasen por él las ciudades de Parma y Plasencia, sin descontar del principal lo que rentasen cada año; lo demás del estado de Milan se diese á Francisco Sforcia. Con esta determinacion Próspero Colona, general de todo el ejército, y Federico, marqués de Mantua, caudillo de las gentes del Papa, vencierou y echaron de aquel estado los franceses, y Francisco Sforcia quedó por duque de Milan. Sucedió un nuevo inconveniente á la parte de Francia, y fué que Cárlos de Borbon, hijo de Gilberto, duque de Mompensier, desabrido con el Francés, se pasó á la parte del Emperador, y con sus gentes que le dió se metió por la Francia hasta Marsella. Irritado el rey de Francia por la una y por la otra causa, pasados los Alpes con un grueso ejército, recobró á Milan y casi todo lo demás de aquel Estado. Pero como se pusiese sobre Pavía, donde estaba Antonio de Leiva con buena guarnicion de alemanes, acudieron los capitanes del Emperador, esto es, Cárlos de Lanoy, visorey de Nápoles, y Carlos de Borbon y el marqués de Pescara Hernando Davalos, por cuyo valor fué el Rey vencido en batalla con gran estrago de su gente, y preso le enviaron á España. Prendieron otrosí al rey de Navarra Enrique Labrit; pero con dádivas que dió al que le guardaba, se escapó del castillo de Pavía, donde estaba. Fué en esta batalla muerto el marqués de Civita de Santangel, por nombre Fernando Castrioto, bisnieto del grande Escanderberquio, señor que fué de Epiro, y de los turcos espanto. Cortáronle las riendas por

AÑO 1526.

Quedó con esto Europa sosegada y libre de los males de la guerra. El rey Francisco de Francia estaba en España preso en el castillo de Madrid. Su madre Aloisia, que gobernaba el reino, con deseo que tenia de ver á su hijo puesto en libertad, envió á su hija madama Margarita, que estuvo casada con Cárlos, duque de Alanzon, para que fuese á España á tratar de algun concierto. Dióse tan buena maña, que á 14 de enero se hizo asiento y confederacion entre aquellos dos príncipes con estas condiciones: que de alli adelante los flamencos no pudiesen apelar para los reyes de Francia; que el Francés desistiese de la pretension de Milan, de Génova y de Asta; que restituyese al Emperador á Borgoña; demás desto, casase con la reina viuda de Portugal doña Leonor, hermana del mismo Emperador, y por dote le señalaron docientos mil ducados; que perdonase á Cárlos de Borbon, y en lo que tocaba á las diferencias que tenian, estuviese con él á derecho.

Era Borbon casado con Susana, nieta de Ludovico XI, rey de Francia, hija de Pedro, duque de Borbon, y de Ana, hija mayor del dicho Rey, al cual Cárlos, el postrero de los duques de Angers, en su testamento dejó los estados que poseia en Francia, y fuera desto, el derecho que pretendia al reino de Nápoles. El hijo de Ludovico, que fué el rey Carolo, octavo de Francia, no dejó sucesion alguna; por esto el de Borbon, dado que desistia de pretender el reino por no ser el deudo mas cercano por línea de varon, pero pretendia que todos los estados que por otros caminos se habian allegado á aquella corona pertenecian á su mujer como á parienta mas cercana de los reyes pasados; y muerta ella sin hijos, queria quedarse con el ducado de Borbon, como el pariente mas cercano de su suegro por via de varon; pero la madre del Rey alegaba ser ella sobrina, hija de hermana del susodicho Pedro de Borbon. Esto prevaleció.

Asentada la confederacion, el rey de Francia partió de España con dejar en su lugar, como estaba concertado, en rehenes y para seguridad que cumpliria lo prometido, dos hijos suyos, Francisco, el mayor, que era delfin, y Enrique, el segundo.

Al mismo tiempo en Sevilla, á 3 de marzo, se celebraron las bodas del emperador don Cárlos y de doña Isabel, hermana mayor del rey de Portugal. Acompañaron á la novia desde la raya de Portugal don Fernando de Aragon, duque de Calabria, ya puesto en libertad, y el arzobispo de Toledo don Alonso de Fonseca, como queda dicho, puesto en lugar del cardenal Guillermo de Croy.

Las gentes del César habian echado y despojado de Milan al duque Francisco Sforcia; achacábanle que no guardaba fidelidad y que tenia inteligencias contra el Emperador. El pontifice Clemente, para restituille en aquel estado y ofendido grandemente porque en

España se decretara por ley que los beneficios no se diesen á extranjeros y que el Consejo real examinase las bulas del Papa, asentó liga con el Francés y venecianos; convidó otrosí al rey de Inglaterra, y aun demás desto, dió intencion al marqués de Pescara dòn Fernando Davalos, á la sazon gobernador de Milan, si se juntaba con ellos, de hacerle rey de Nápoles, del cual reino pretendia apoderarse por las armas; intentos que acarrearon muchos y grandes males. En medio destas pláticas falleció el de Pescara, y porque no dejó hijos, le sucedió en el estado su primo el marqués del Vasto don Alonso Davalos.

El gran turco Soliman, sucesor de su padre Selim, en una batalla que se dió cerca de la ciudad de Buda, desbarató á Ludovico, rey de Hungría, y por su muerte, que se ahogó en una laguna huyendo despues de la rota, no solo se perdió aquella ciudad, pero por muchas diferencias que resultaron sobre quién debia suceder á aquel rey, toda la república padeció grandes males. Fué así, que parte de la nobleza queria á don Fernando de Austria por estar casado con hermana del Rey muerto, parte á Juan Vaivoda, donde resultaron guerras muy largas. La reina viuda doña María, por quedar sin hijos, dió la vuelta á Flándes.

AÑO 1527.

Por gentes que el cardenal Pompeyo Colona y Vespasiano Colona levantaron en la campaña de Roma, y con acudirles desde Nápoles don Hugo de Moncada, visorey que era en aquella ciudad, puso al papa Clemente los meses pasados dentro de Roma en tanto aprieto, que apenas pudo poner su persona en cobro, sin ser parte para que los soldados no saqueasen el sacro palacio. Despues este año Cárlos de Borbon, con parte del ejército imperial, partió de Lombardía la vuelta de Roma, con intento de dar á saco aquella santa ciudad. Saliéronle al encuentro el duque de Urbino y Janetin de Médices, padre de Cosme, que adelante fué duque de Florencia; pero venciólos al pasar el rio Mincio, donde tambien Janetin de Médices fué muerto. El mismo Borbon, á la entrada de Roma, de un arcabuzazo que del muro le tiraron murió; y sin embargo, los soldados siguieron su intento y saquearon la ciudad de Roma; juntamente pusieron cerco al castillo de Santangel, donde el Pontífice y los cardenales se retiraron.

Grande daño fué este y afrenta muy grave del nombre cristiano. Estaba el Emperador en Valladolid cuando le llegó la nueva de este desastre; hizo alií parar los regocijos y fiestas que se hacian por haberle nacido el príncipe don Filipe en aquella villa á 20 del mes de mayo, que fué muestra de su grande religion y de que aquel tan grande desórden no sucedió por su voluntad. Al contrario, los florentines, por el odio que tenian al Pontífice y por verle apretado, echaron de su ciudad la casa de Médices, principalmente á Hipólito y á Alejandro, que eran las cabezas de aquel linaje, que fué ocasion, trocadas adelante las cosas, que perdiesen la libertad, y tambien de que Enrique, rey de Inglaterra, movido de la nueva de aquel caso, se declarase por el Pontífice y por la liga de que se hizo mencion; el Francés envió por su general á Odeto, señor de Lotrech,

el cual, pasado en Italia con sus gentes y las de los venecianos, se apoderó en el estado de Milan de Alejandría y de Pavía, ciudades harto principales.

Con Enrique de Labrit, rey que se decia de Navarra, casó Margarita, hermana del rey Francés; deste matrimonio nació Juana, que heredó los estados de su padre á falta de hijo varon. Fué grande la pertinacia que esta hembra tuvo en la herejía, creo yo por ocasion que los pontífices romanos quitaron el reino de Navarra á sus antepasados.

AÑO 1528.

En Madrid los estados del reino juraron al niño don Filipe por príncipe y heredero de aquellos reinos de su padre. Quejábase el emperador don Cárlos por sus cartas que el Francés no guardaba su palabra ni cumpliera lo que prometió tan de propósito al tiempo que estuvo preso en España. Envió el Francés un rey de armas á desmentille y desafialle á hacer con él campo de persona á persona. Comunicóse el negocio con los grandes. Respondió el Emperador á 21 de junio con sus cartas, en que aceptaba el desafío y señalaba lugar; pero el Francés fué mas recatado, que ni quiso abrir las cartas ni dar audiencia al rey de armas que para este efecto iba desde España, por razones que no le debieron faltar.

Entre tanto el señor de Lotrech, despues que con sus gentes invernó en Bolonia, marchó la vuelta de Nápoles. Púsose sobre aquella ciudad con grande esperanza de apoderarse de todo aquel reino, cuando de repente tal peste sobrevino en sus reales, que pereció gran parte de su ejército, hasta el mismo general; otros fueron presos, entre los cuales uno fué el conde Pedro Navarro, y lo que le quedó de la vida le hicieron pasar en una dura prision.

Movido de este desastre y desgracia Andrea de Oria, ginovés de nacion y que era general de la armada francesa, se pasó á la parte del César, y adelante puso en libertad á su patria, vencidos y echados della los fregosos, por lo cual y por sus muchas victorias ganó renombre inmortal.

AÑO 1529.

Deseaba el emperador don Cárlos pasar por mar en Italia para tomar la corona del imperio de mano del Poutífice. Con este intento se reconcilió con él, aunque despues de tantos agravios y desabrimientos; prometió de dar por mujer á su hija madama Margarita, habida fuera de matrimonio, á Alejandro de Médices, sobrino del Papa; demás de esto, que haria tanto, que la casa de Médices volviese á su patria. Junto con esto renovó la confederacion con el rey de Francia por sus embajadores, que para esto fueron á Cambray, ciudad en la frontera de Flandes y de Francia. Envió los hijos á su padre por dos millones de oro que pagó el Francés por su libertad; con ellos partió tambien su hermana doña Leonor para casar con el rey de Francia. Desde este tiempo los estados de Flandes quedaron del todo libres. y exemptos de la jurisdiccion y señorío de Francia, y al contrario, los franceses se quedaron con el ducado de i Borgoña.

Restaba concertarse con Portugal por la diferencia que tenian sobre las islas Malucas; pareció el mejor camino que el rey de Portugal prestase al Emperador trecientos y cincuenta mil ducados, con tal que hasta que aquel dinero fuese pagado, los castellanos desistiesen del trato y pretension de aquellas islas.

Concluidas estas cosas, el Emperador pasó por mar á Italia. El gran turco Soliman, á instancia de Juan Vaivoda, puso sitio sobre Viena de Austria; pero defendióla muy bien Filipe, conde Palatino, que se hallaba dentro con buena guarnicion de soldados.

AÑO 1530.

Estaban en Roma á causa de las desgracias pasadas y del saco mal parados los ciudadanos y desabridos; por esto pareció y acordaron que la coronacion se hiciese en Bolona. Fué grande el concurso de gente que acudió, muchos los regocijos, la representacion de majestad extraordinaria, con que el mismo dia de Santo Matía, que era en el que nació el emperador don Cárlos, fué llamado Augusto y coronado de mano del Pontifice. Intercedieron el Pontifice y venecianos para que el ducado de Milan se volviese á Francisco Sforcia. Hizose así con darle por mujer á Cristierna, hija del rey de Dinamarca, sobrina del Emperador. Demás desto, se le mandó que pagase novecientos mil ducados, y que entre tanto que lo cumpliese, la ciudad de Como y el castillo de Milan se tuviesen por César. Al marqués de Mantua fué dado título de duque; y por cuanto el Pontífice y duque de Ferrara estaban diferentes sobre las ciudades de Riego y de Módena, el Emperador, como juez árbitro, oidas las partes, las consignó al de Ferrara.

Con esto se partió para Alemaña, doude tenia convocada dieta de los príncipes de Alemaña para la ciudad de Augusta para los 8 de abril. Lo que principalmente se pretendia era reducir á los herejes, como en otras dietas se habia intentado. Fué poco lo que se hizo en esta parte; solamente los herejes presentaron por escrito cierta confesion de su fe, que del lugar se llamó adelante la confesion augustana. El que la compuso fué Filipe Melancton, hombre docto y grande hereje.

Demás desto, las gentes de César con un largo cerco que pusieron sobre Florencia quebrantaron de tal manera los brios de aquella ciudad, que no solo los Médices fueron restituidos á sa patria, sino tambien quedó por duque de Florencia Alejandro de Médices, y los florentinos con tanto quedaron de todo punto despojados de su antigua libertad. Los principales caudillos en esta guerra fueron Filiberto, príncipe de Oranges, y Alonso Davalos, marqués del Vasto y tambien de Pescara por muerte de su primo don Fernando.

á quien esto toca, convocó para la ciudad de Colonia los electores del imperio para que allí nombrasen rey de romanos. Fué así, que el dia señalado por consentimiento de todos los votos salió nombrado don Fernando, archiduque de Austria, rey de Bohemia y de Hungría. Solo Federico, duque de Sajonia, no vino á la eleccion, y por medio de su hijo protestó de nulidad en todo lo que se hizo. Siguieron este mismo partido los príncipes de Baviera; pero el año siguiente consintieron en la eleccion por respeto del Emperador. Lo mismo hizo poco despues el duque de Sajonia, luego que en la dieta de Ratisbona concedieron libertad en lo que tocaba á la religion.

En muchas partes tembló la tierra, en Flandes principalmente, rotos los diques, muchos lugares enteros quedaron anegados con las olas de la mar, donde hasta este tiempo se ven las torres de los templos que están en pié. La mayor fuerza deste mal cargó en la ciudad de Lisboa, tanto, que el Rey, porque no le tomase la casa debajo, por muchos dias fué forzado á alojarse en tiendas y pabellones en el campo. La madre por donde corre el rio Tajo se hinchó de tal manera, que apartándose las aguas de la una y de la otra parte, parecia resultar una manera de isla.

En Inglaterra la religion antigua y católica se comenzaba á alterar con esta ocasion. El rey Enrique habia comenzado á poner los ojos en Ana Bolena por no saber enfrenar sus apetitos. Pretendia, repudiada su mujer la reina doña Catalina con color que estuvo casada con su hermano Artus, tomarla por mujer; lo uno y lo otro puso en efecto el año siguiente, dado que en su legítima mujer tenia una hija, llamada doña María. El Pontifice contradecia todo esto y no queria aprobar estos intentos. Por esto el Inglés mandó so graves penas á todos sus vasallos que no acudiesen á Roma; que era todo abrir la zanja y echar cimientos del scisma pestilencial que se siguió y de la desventura de Inglaterra.

Entre los esguízaros otrosí resultaron guerras civiles entre herejes y católicos. Vinieron á las manos en tierra de Tiguri ó Zurich, que es uno de aquellos cantones; la victoria quedó por los católicos, dado que eran menos en número. Murió en la batalla Zuinglio; en Basilea Ecolampadio hallaron muerto en su lecho por el mes de noviembre; eran entrambos cabezas principales de aquella secta malvada de sacramentarios.

AÑO 1532.

Trataba el gran turco Soliman de acometer el reino de Hungría; para hacerle resistencia el emperador don Cárlos convocó por su edicto los príncipes de Alemaña para tener dieta en Ratisbona; tratóse de acudir á esta necesidad y proveer de gentes y de dinero. Para salir con esto, á los herejes se les concedió libertad de conciencia, con que se allanaron y acudieron al socorro; tambien el Pontífice envió buen número de italianos debajo la conducta del cardenal Hipólito de Médices; lo mismo hizo el rey de Portugal, que envió gente de socorro. Con esta diligencia se juntaron como veinte mil caballos y ochenta mil infantes; asentaron sus reaA instancia del Emperador, el arzobispo de Maguncia les cerca de Viena, donde pretendian acudir los turcos;

Margarita, tia del Emperador, falleció en Malinas, ciudad de Flandes, 1.° de diciembre. Era gobernadora de aquellos estados; por su muerte sucedió en aquel gobierno doña María, reina de Hungría, viuda, que en lugar y por órden de su hermano el Emperador tuvo aquel cargo muchos años.

AÑO 1531.

el caudillo de toda esta gente era el mismo Emperador. El Bárbaro, luego que tuvo aviso de la gran voluntad con que tantas naciones acudian, dado que tenia mucho mayor número de gente, desconfiado de sus fuerzas, sin atreverse á dar la batalla, contento de haber talado y saqueado lo de Hungría y parte de Austria, sin hacer otro efecto, antes con pérdida de muchos de los suyos, dió la vuelta para donde vino.

Por el mismo tiempo Andrea de Oria con la armada imperial de las galeras pasó á la Morea, donde ganó á los turcos las ciudades de Coron y Modon.

Falleció Juan Federico, duque de Sajonia, gran favorecedor de Martin Lutero; sucedióle su hijo, que tenia el mismo nombre, y fué tan grande hereje como su padre.

El César, compuestas las cosas de Alemaña, bajó en Italia, donde en Boloña se vió con el Pontífice, y hizo con él liga contra los turcos. Junto con esto, para remedio de las herejías, se trató de convocar un concilio general, dado que el principal intento destos principes era de impedir la entrada del Francés en Italia, ca se entendia que si no era recobrando á Milan, nunca sosegaria.

AÑO 1533.

No parece habia llaneza en estas pláticas, porque Juego que el emperador don Carlos se partió y volvió á España, el pontifice Clemente por mar y el Francés por tierra se juntaron en la ciudad de Marsella. Sospechiábase que desta junta resultarian nuevas guerras y alborotos en Italia; con la muerte del Pontifice, que luego se siguió, se cubrieron ó desbarataron todos estos intentos. Solo se efectuó que Catalina, hija de Lorenzo de Médices, casó con Enrique, hijo del Francés, que adelante por muerte del Delfin, su hermano mayor, que se llamó Francisco, vino á ser primero delfin, y despues rey de Francia. El dote fué ciertos pueblos en Alvernia y gran cantidad de dinero.

AÑO 1534.

Falleció don Alonso de Fonseca, arzobispo de Toledo, á 4 de hebrero; sucedió en aquella iglesia en su lugar el cardenal don Juan Tavera.

El papa Clemente luego que dió vuelta de Francia, con una enfermedad larga que le sobrevino, dada órden en sus cosas y en las de la ciudad de Roma, falleció en aquella ciudad á 24 de setiembre. Sucedióle, á 15 de octubre, el cardenal Alejandro Farnesio, natural de Roma, ejercitado en todos los grados y oficios de la corte romana. Llamóse Paulo III; gobernó la Iglesia quince años y veinte y ocho dias. En su mocedad, fuera de matrimonio, tuvo á Pero Luis y á Constancia; hijo de Pero Luis fué Alejandro Farnesio, de Constancia Guido Sforcia, á los cuales dió el capelo en la primera creacion que hizo de cardenales. Hermanos de Alejandro Farnesio fueron Octavio, que fué adelante duque de Parma, y Rainucio, caballero de San Juan, que los años siguientes hizo tambien cardenal.

En Inglaterra por el mes de noviembre se promulgó una ley, en que quitaban toda la autoridad y poder al Pontífice romano, y el Rey quedaba declarado por ca

M-u,

beza de la iglesia de Inglaterra. Los que contradijeron, como fueron los cartujos, Juan, obispo roffense, y Tomás Moro, chanciller que fué antes de aquel reino, pagaron con las cabezas, porque se tenia por gran pecado ser constantes en la fe verdadera. Un cosario famoso, llamado Ariadeno Barbaroja, se habia hecho rey de Argel, y despues, siendo general de las galeras y armada turquesca, se apoderó en las riberas de Africa de la ciudad de Túnez con echar del reino al rey Mulease.

AÑO 1535.

El emperador don Cárlos con intento de ayudar á esto Mulease, que se acogió á su amparo, juntada una gruesa armada, se hizo á la vela desde Barcelona á 30 de mayo. Partió en su compañía el infante don Luis de Portugal con algunos galeones bien aprestados que el Rey, su hermano, le dió para este efecto. Abordaron con buen tiempo á la ribera de Africa, donde en la entrada del puerto de Túnez se apoderaron por fuerza de la Goleta, castillo muy fuerte y muy pertrechado, y tambien de la ciudad de Túnez por el mes de julio. La ciudad fué entregada al rey Mulease; en la Golèta quedó don Bernardino de Mendoza con mil soldados de guarnicion. Hecho esto, el Emperador dió la vuelta á Sicilia, y desde allí pasó á Nápoles.

Mientras que esto pasaba, el rey de Francia, pasados los Alpes, tomó al duque Cárlos de Saboya la ciudad de Turin con otros muchos pueblos del Piamonte, de donde resultaron grandes desabrimientos, especialmente que por el mismo tiempo el duque Francisco Sforcia, á causa que no tenia hijos, estando á la muerte, nombró por heredero de aquel estado al césar don Cárlos.

AÑO 1536.

Desde Nápoles pasó el César á Roma, donde en presencia del Pontífice y de los cardenales con palabras muy graves se quejó del rey de Francia; fué tanta la cólera y alteracion que le desafió á tener y hacer campo con él. Sucedió esto el segundo dia de pascua de Resurreccion. Pocos dias despues, partido de Roma, se metió por la Francia con un grueso ejército; llegaron hasta Marsella, ciudad de la Proenza, y dado que se pusieron sobre ella, sin hacer efecto fueron forzados á dar la vuelta. En esta jornada fué por ciertos villanos desde una torre muerto el insigne poeta castellano Garcilaso de la Vega; sintió mucho el Emperador esta desgracia; hizo abatir la torre y ahorcar todos aquellos villanos. Tambien falleció de enfermedad Antonio de Leiva, capitan de gran cuenta y fama, y general en aquella jornada.

Sucedieron en este año otras tres cosas memorables: la primera, que Francisco, delfin de Francia, falleció á 10 de agosto; dudóse si con yerbas ó de enfermedad ordinaria; la segunda, en Colonia de Alemaña se tuvo un concilio provincial en que presidió Hermano, arzobispo de aquella ciudad; mas siete años adelante se declaró por los luteranos, que fué causa de que el pontífice Paulo III le privó de aquella dignidad, y puso en su lugar á Adolfo; la tercera fué la muerte de Erasmo Roterodamo, que falleció en Basilea en edad de se

25

tenta años, persona de mayor erudicion y fama que digna de ser alabada.

En Inglaterra, á 29 de mayo, Ana Bolena, dado que tenia el Rey en ella una hija, llamada Isabel, fué acusada y convencida de adulterio, y pagó con la cabeza. Entró en su lugar Juana Semera; mas el año luego siguiente falleció de parto; el hijo vivió, y se llamó Eduardo. Casó el Rey despues desto con Ana, hermana del duque de Cleves, con la cual poco despues hizo divorcio, habiendo promulgado una ley que fuese lícito apartar los matrimonios. Con esto casó la quinta vez con Catalina Havarda, pero hízola morir por adúltera y porque antes que el Rey se casase con ella perdió su virginidad. Ultimamente, casó con una señora viuda, llamada Catalina Parra; este matrimonio no se disolvió á causa de la muerte del Rey, que poco adelante se siguió.

AÑO 1537.

El duque Alejandro de Médices fué en Florencia muerto, á 6 de enero, por traicion de Lorenzo de Médices, deudo suyo. Los ciudadanos por su muerte nombraron por duque de Florencia á Cosme de Médices de aquella casa y linaje, y pariente del muerto, aunque de léjos.

tra los turcos; asentaron que el Pontífice, Emperador y veneciancs juntasen sus armadas para este efecto, y porque el Francés no impidiese estos intentos, se trató que se juntasen estos príncipes y tuviesen habla en Niza, ciudad de la Proenza.

AÑO 1538.

Como todos vinieron en esto, el Pontífice, dado que era muy viejo, se apresuró para ir allá ; el César vino de España por mar, por tierra el rey de Francia. La junta fué por el mes de mayo. Despues de muchos dares y tomares, no se pudo sustentar la paz, solo se concluyeron treguas por espacio de diez años. Tampoco se pudo concluir que el Francés y el César se viesen. Solo el Emperador prometió de casar su hija madama Margarita, que estuvo casada con el duque Alejandro de Médices, con Octavio Farnesio, nieto del Pontífice.

Verdad es que á la vuelta del Emperador á España se vió de camino con el Francés en Aguas Muertas. Estuvieron juntos dos dias, y habláronse en secreto diversas veces. La cosa de mayor importancia que se concluyó fué que el rey de Francia perdonase y recibiese en su gracia á Andrea de Oria.

El cual con las galeras imperiales y con las del Pontífice y venecianos, en el golfo Ambracio, que es en el Albania, cerca de la Morea, y hoy se llama el golfo de

El emperador don Carlos tuvo dieta del imperio en Wormacia, donde se publicó un edicto contra los lute-Larta, tomó á los turcos á Castelnovo; pero como acu

diese Barbaroja con la armada turquesca, cerca de Prevesa y del promontorio Accio, sin hacer cosa de momento, fueron los nuestros desbaratados y huyeron del enemigo. Desta manera todos aquellos aparejos y intentos salieron vanos; hasta el mismo Castelnovo volvió el año siguiente á poder de los turcos con grande estrago de los soldados españoles que allí quedaron de guarnicion. Los venecianos otrosí concertaron treguas con el Turco, de que les resultó con él una larga paz.

En Inglaterra quemaron los huesos de santo Tomás, cantuariense, derribaron los monasterios, los monjes y frailes forzados á mudar hábitos y vestirse como se

ranos; pero no fué de provecho alguno por estar aque-
lla gente alterada y para tomar las arinas. Deseaban
todos un concilio general, pero ofrecíanse grandes difi-
cultades; sin embargo, el Pontifice con grande cous-
tancia señaló para tener el concilio primero á Mantua,
despues á Vincencia, por ser ciudades de Italia, pero no
léjos de Alemaña. Los herejes pretendian que el Pon-
tífice como reo no podia ser juez, ni tampoco los obis-
pos, como personas que le estaban por juramento obli-
gadas. Pedian que el concilio fuese libre y en Alemaña;
sus intentos y lo que pedian no se entendía bastante-
mente; porque ¿quién podia sufrir que ellos fuesen
Jueces, sea por ser reos, sea por ser acusadores? Ex-giares ó clérigos.
cluir á los obispos fuera contra todo lo que antigua-
mente se usó, pues hacer jueces á los príncipes seglares
en negocios de la fe y de la religion, aun ellos mismos
no lo aprobaban, porque mal puede juzgar el ciego de
lo que no sabe; lo mas cierto es que todo era entrete-
ner con engaño y querer burlarse en negocio tan grave.
Tenia el gobierno de Egipto en lugar del gran Turco
un eunuco, llamado Soliman. Este, por mandado de su
señor con una armada de ochenta velas que se aprestó en
el mar Rojo, salido con ella en el mar Océano, se puso
sobre el castillo de Dio, fuerza muy importante en el
reino de Cambaya, todo con intento de echar á los por-
tugueses de la India y quitalles el trato de la especieria;
grandes combates y asaltos le dieron; pero los portu-
gueses fueron tan valientes, que los turcos, sin salir con
lo que pretendian, volvieron atrás.

Por el mismo tiempo el Pontilice en Roma señaló nueve cardenales para que considerasen todo lo que tenia necesidad de reformacion. Ellos compusieron un libro en que comprehendieron muchas cabezas y materias en este propósito. Tratóse otrosí de hacer liga con

AÑO 1539..

A 1.o de mayo, en Toledo, en las casas de los condes de Fuensalida falleció la emperatriz doña Isabel; su cuerpo llevaron á Granada. El Emperador estuvo retirado en el monasterio de la Sisla, que es de jerónimos. Quedaron desta señora tres hijos: el príncipe don Filipe y las infantas doña Maria, que casó adelante con el emperador Maximiliano, segundo deste nombre, y doña Juana, que fué mujer del príncipe don Juan de Portugal. Los hijos del Emperador fuera de matrimonio fueron don Juan de Austria, el cual hubo despues de viudo, y doña Margarita de Austria habida antes que el Emperador casase.

Falleció Georgio, duque de Sajonia, grande enemigo de Lutero; sucedióle su hermano Enrique, que ya era luterano; hijo deste Enrique fué Mauricio, del cual se hablará adelante.

AÑO 1540.

La ciudad de Gante en Flándes estaba revuelta y alterada por cierta nueva imposicion de dineros para los

« AnteriorContinuar »