ACTO PRIMERO Sala baja en la casa de Juan Lorenzo. En el fondo, a la izquierda del actor, una pieza con grande entrada, y una cortina que estará descorrida. También en el fondo, y en el lado opuesto, una escalera que comunica con las habitaciones del piso alto. A la derecha, puerta y ventana que dan a la calle, y a la izquierda la alcoba de Lorenzo. En el ángulo de la derecha, y pendientes de escarpias, algunos instrumentos del oficio de pelaire, una espada. En la habitación del fondo, un pequeño estante con libros, un retrato del cardenal Cisneros, una mesa y un sillón de baqueta: más hacia el proscenio y cerca de la alcoba de Lorenzo, una mesa con algunos objetos de devoción, como cuadros con imágenes de santos, colocados contra la pared, y un Crucifijo, alumbrado todo por una lámpara. Al levantarse el telón, estará Lorenzo en la habitación del fondo leyendo: otra lámpara arde sobre su mesa, aunque debe figurarse que es ya de día. ESCENA I LORENZO; BERNARDA, que viene por la puerta del fondo izquierda. BERN. ¿Qué haces, Lorenzo? tienes razón; distraído... BERN. ¡Es posible! (En tono de reconvención.) LOR. Como aún arde LOR. 15 20 15 30 35 de ciencias un artesano? que al que mi afición me guarda, nos basta mi hacienda pobre. BERN. LOR. BREN. Mi padre con mano franca Un día, en una empeñada y a un muerto cogí la espada, que me dijo el Cardenal: "Muy bien, Lorenzo! y muy mal; mi tiempo, a todo me amaño, ¿resistirá a tanto exceso? Eso ¿qué me importa? poco o nada. |