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nuevo exâmen: los efectos lo han demostrado así.

Se consolido, pues, el establecimiento, y para que tuviera un xefe á cuyo cargo estuviera su direccion nombró Sixto Quarto por inquisidor mayor y general de la corona de Castilla y Leon al citado Fray Tomas de Torquemada, prior del convento de dominicos de Santa Cruz de Segovia, ya confesor del rey, con facultades de elegir inquisidores particulares subalternos suyos, revocarlos y poner otros en su lugar. No sabemos la fecha porque nadie dice haber visto la bula. Solo tenemos la de 17 de Octubre del mismo año 83, en que se le hizo igual nombramiento por lo respectivo á la corona de Aragon (25).

Sin embargo de que los otros inquisidores elegidos por el papa exercieron su oficio en diferentes obispados pasando de uno á otro segun las circunstancias, estableció Torquemada quatro tribunales permanentes desde luego. Primero el de Servilla, donde estaban Fray Miguel Morillo, y Fray Juan de San Martin, quienes por

(25) Bulario dominicano t. 3. p. 622.

fin fueron privados de oficio por el papa Inocencio Octavo algun tiempo despues. Segundo en Córdoba, donde nombró por primeros inquisidores á Pedro Martinez de Barrio, doctor en cánones, y Anton Ruiz de Morales, canónigo de aquella catedral, asesor teólogo á Fray Martin de Caso, frayle dominico. Tercero en Jaen, inquisidores Juan García de Cañas, capellan de honor de los reyes, maestrescuela de las catedrales unidas de Calahorra y la Calzada, y Fray Juan de Yarza, prior del convento de dominicos de San Pedro Mártir de Toledo. Quarto en Ciudad Real (que luego se trasladó á Toledo), inquisidores Francisco Sanchez de la Fuente, racionero de Sevilla, que llegó á ser obispo de Córdoba é inquisidor general, y Pedro Diaz de la Costana, canónigo de Burgos, que luego fué dean y canónigo de Toledo (26).

Nombró otros inquisidores para exercer el oficio sin tribunal permanente donde se les ordenase, persuadió á los reyes

(26) Prólogo de las primeras instrucciones del santo Oficio, hechas en Sevilla en la compilacion de instrucciones impresas en Madrid año 1667.

la necesidad y utilidad de crear un consejo real de personas que auxîliasen al inquisidor mayor en el gobierno de las inquisiciones particulares, y de los pleytos que se suscitasen contra la real hacienda sobre los bienes confiscados, y aunque tampoco sabemos la fecha cierta de su creacion por haberse perdido la real cédula, consta que en Noviembre de 1484 eran consejeros reales Don Alonso Carrillo, obispo electo de Mazzara de Sicilia, Sancho Velazquez de Cuellar, doctor en derecho, y micer Poncio de Valencia, doctor en cánones y leyes (27).

Deseoso Torquemada de que todos los inquisidores procedieran con uniformidad en el exercicio de su destino convocó una junta en Sevilla, compuesta de estos tres consejeros reales y de los inquisidores de Sevilla, Córdoba, Jaen, y Ciudad Real, disponiendo que asistiesen Juan Gutierrez de Lanchabes, licenciado en leyes, y Tristan de Medina, bachiller en ellas, como personas instruidas de su confianza, y con acuerdo de todos, promulgó á 27 de No

(27) Prólogo de las instrucciones de Sevilla del año 84.

viembre de dicho año 84 las primeras instrucciones del santo Oficio, que se fueron aumentando sucesivamente con el tiempo segun las circunstancias (28).

ARTÍCULO IV.

Opinion nacional de la corona de Castilla acerca de la Inquisicion al tiempo de su establecimiento.

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Habiéndonos propuesto averiguar la verdadera opinion de los españoles en general acerca de la Inquisicion, necesitamos manifestar antes los hechos, y recordar lo escrito por coetáneos ó investigadores exâctos de lo sucedido, pues su narracion debe ser el fundamento de nuestros dis

cursos.

Andres de Bernaldez, cura de los Palacios, que parece haber hecho vanidad de ser apasionado á la Inquisicion, y de mirar con ojeriza las familias hebreas, dixo:,, Así que, tornando al propósito de la Inquisicion comenzada en dicho año

(28) Compilacion de instrucciones del santo Oficio, impresas en Madrid año 1667.

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,, de 81, como vieron que se encendia ,, la pestilencia é huian los cristianos vie,, jos de Sevilla, demandaron licencia al asistente los confesos para se ir fuera de Sevilla por guarecer de la pestilencia; el qual se la dió con condicion que llevasen cédulas para los guardas de las », puertas; é que no llevasen las hacien,, das, salvo cosas livianas de que se sir

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viesen. E de esta manera salieron mu,, chas gentes de la ciudad; dellos (especialmente de la tierra del marques de Cá,,diz, , que era su enemigo desde las guer,,ras del duque) vinieron mas de ocho mil almas, é á Mairena, é Marchena, é los Palacios: é los mandó acoger é facer mucha honra en la tierra el du

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,, que de Medina: é otros señores así por ,, semejante.

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E destos fueron muchos á parar tierra de moros allende é aquende á ser ,, judíos como eran. E otros se fueron á Portugal; é otros á Roma: é muchos ,, se tornaron á Sevilla á los padres inquisidores diciendo é manifestando sus pe,,cados é su heregía, demandando misericordia. E los padres los recibieron, é ,, se libraron bien : é reconciliáronlos; é

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