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Luis XVI no perdió á Francia: estaba perdida muchos años antes. Llevado al trono de edad de veinte años, temeroso de que se reiterase en él la conspiracion que cuatro años antes iba á quitar la vida á su predecesor, trató de ganarse el amor de sus vasallos, y hacerse un príncipe el mas benigno. Asi se le llamó en los primeros años de su gobierno. Ganado por Brienne espidió un decreto á favor de los protestantes. Haré mas justicia. Este ministro lo puso, y el rei lo firmó, entendiendo hacer un beneficio. Favorecidos los hereges por el rei, igualados en el goce de todos los fueros de la ciudadanía á los católicos, ya no hubo quien no conociese perdida la Francia. Los filósofos y hereges se coligan. El príncipe, débil en un principio, convoca los estados generales el 5 de mayo de 89. La asamblea lo desobedece el 21 de junio, y ya no tiene energía para mandar. La religion se atropella. Sus ministros mueren al filo de la espada. La Francia se pone en una total anarquía.

Nuestra España presenta un estado menos terrible; pero no por esto dejó de entrar en cálculo de los filóso fos. La guerra no se hacia por el principe á la religion: mas uno de sus ministros estaba en la lista de los reforma. dores, y no dejó de contribuir á los triunfos de la filosofia. El señor.... ministro de Carlos III era de la filosofia el hijo favorito, como se espresa Volter (1). Las intri gas del ministro de Francia Choiseul, y las adulaciones del ministro de Portugal Pombal al señor conde.... indugeron á Carlos III en 2 de abril de 67 á remover de la España y América la compañia de Jesus, y privar al estado y á la Iglesia de miles de sus operarios, que tanto bien habian traido á todos los dominios de S. M. (2)

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(1) Memorias para servir á la Historia eclesiástica del siglo xvin. tomo 3. pág. 93. y 94. Baruel, citado ya.

(2) El nieto de aquel monarca.... nuestro augusto Soberano los ha vuelto á llamar, y se ocupan ya tan egemplares religiosos en llenar su ministerio con utilidad del estado, y en beneficio de la religion.

Multitud de decretos siguen al primero, cada vez con mas rigor. Clemente XIII pide al rei mitigue sus órdenes, y no es oido: un obispo espone á S. M. el peligro en que se ponia á la Iglesia y el estado, y no se atiende. La filosofia dictaba los decretos, y ella con el imperio que ya egercia cerca del trono no habia de desmentirlo. Cada vez fue ganando mas terreno. Tras de aquel minis

tro vino otro: sus órdenes indican estaba no menos im-. buido en las máximas de los filósofos.

Las rentas de las Iglesias se toman para saciar á la Francia y á sus ministros. Ahora se vende una parte de los bienes eclesiásticos: luego se le recarga al clero los mayores impuestos. Se proponen planes todos los dias para minorar conventos, separar los religiosos de los superiores estrangeros. Efectivamente se cumplen estas órdenes, y una visita general hecha por el eminentísimo cardenal de Escalá los ponia bajo su inspeccion, y los sujetaba á su superioridad absoluta por el tiempo de la visita.

Portugal, mas sujeta á la Francia, porque su ministro Pombal estaba mas unido á los filósofos de París, daba diariamente golpes crueles á la Iglesia y á sus ministros. Pombal atizaba el fuego de rebelion general contra los jesuitas en Roma, en España, en París mismo. Él empleaba una gran parte del tesoro público en imprimir en Roma libros envenenados contra la compañia, y en ganarse en la corte del papa cómplices en su ruina. Él en fin pretendió mudar el derecho de la Iglesia romana, y hacerle sufrir las reformas que Pereira sostuvo públicamente en Lisboa, dedicando sus trabajos al mismo José I.

Guiado este monarca por los caprichos de Pombal, arrojó de Lisboa al nuncio de S. S. y estinguió multitud de establecimientos religiosos. La Iglesia de su corte fue la que mas sintió las órdenes contra sus derechos legítimos, contra sus rentas y propiedades. Coimbra vió arrastrado á su obispo á las oscuridades de un calabozo. Portugal se resentia de un proceder tan contrario á la religion: manifestó sus sentimientos luego que en 77 murió

el rei, á quien obedecian: pero el respeto de la reina ácia su padre difunto, la consideracion á que todos los empleados públicos eran creaturas de Pombal, precisaron al gobierno á mantener en su vigor muchas de las órdenes espedidas (1).

Reunidos los hechos, deduzcamos ya las hilaciones mas precisas. Desde mediados del siglo XVI se formó una liga universal contra la Iglesia de Jesucristo. Los emperadores de Austria José II y Leopoldo, los príncipes soberanos de Alemania, Federico II de Prusia, y mu chos de sus duques y títulos, los ministros de Nápoles y de la Francia, los de España y Portugal, cada uno á su modo convinieron con los filósofos, unos en reformarla, otros en destruirla.

Los filósofos dieron los planes: algunos reyes y prín cipes trataron de realizarlos. Volter se jactaba podria hacer lo que Juliano no pudo. Proyectó falsificar todos los profetas, destruir los fundamentos de la religion cristiana, y probar la supersticion del cristianismo, reedificando á Jerusalen, y organizando el imperio de los judios. Federico debia ser su Ciro: la emperatriz Catalina aprobaba el pensamiento: estas dos magestades habian de invitar al Tarco para la empresa. Volter y sus amigos se gloriaban ya del triunfo:::: ¡ Insensatos! ¿Quién puede contra Dios?

José II pasó á Roma el 23 de diciembre de 83 con el proyecto de separar sus dominios del influjo del papa. El era el primero que iba á poner en egecucion la reforma. Los demas soberanos debian despues seguirle. "Na» da, decia aquel emperador, nada me da digan soi cis»mático: nada me importan las escomuniones de los pon. » tifices" (2).

Llegó el año 89. La Francia se levantó contra la religion. Los filósofos dan el grito de rebelion general. El im

(1) Memorias para servir á la Historia eclesiástica del siglo xvii. tomo 3. pág. 114.

(2) Memorias para servir á la Historia eclesiástica del sig. xviii. tomo 3. pág. 219.

perio de Jesucristo se conmueve: todo cristiano teme: la persecucion es la mas cruel, la mas sostenida. Los altares se profanan, los ministros se persiguen: los templos se queman:::::::: que no hai mas religion que la natural, se publica por un decreto: proscribióse en Francia la religion de Jesucristo.

¡Dios mio!..... ¿Qué es el hombre para que declare la guerra al cielo? ¿Qué es el hombre para que persiga á Cristo? ¿Qué son los soberanos todos de la tierra para E destruir el imperio de la fe? ¡Ah! Seres deleznables, débiles pajas, polvo, nada...... El Dios que habita en los cielos se burlará de vuestros proyectos, y os mofará en vuestros planes inicuos (1).

El 11 de Julio de 89 se hizo la palabra de Dios sobre todos los potentados de la Europa; el Dios de las venganzas habló desde lo alto de su trono á los reyes y príncipes de la tierra (2). Este es el dia de su ira. Su furor conturba á todos los soberanos del mundo (3). Su voz de magnificencia y de virtud, de poder y de una irritada justicia se oye hasta en las cabernas de los brutos. Á su eco caen los tronos que contaban de duracion años miles. Los imperios mas bastos se desmoronan y arruinan: todas las tribus lloran ante la cruz del juez que los va a juzgar (4). La Europa toda tiembla, y sus monarcas des. pavoridos huyen de sus cortes, buscando un domicilio donde acojerse, y evitar las iras del cielo, sus estragos, su inevitable ruina (5).

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Los mismos filósofos que armaron á los príncipes de la tierra contra Jesucristo, son los que van á vengar ultrajes hechos á su religion divina. Dios se vale de los mas viles hombres de la Francia, de la hez de todos los

(1) Qui habitat in coelis irredebit eos, et Dominus subsaną,

vit eos.

(2) Tunc loquetur ad eos in ira sua.

(3) In furore suò conturbavit eos.

(4) Plangent eum omnes tribus terrae. Math. cap. 24. v. 30. (5) Et flebunt, et plangent se super illam reges terrae. Apocalip. cap. 18. v. 9.

pueblos, de los instrumentos mas despreciables para que sean los ministros de su justicia contra los mismos prínci pes. La primer víctima es el rei de Francia. El 11 de Julio de 89 tomaron la Bastilla los demagogos de Paris. El 5 y 6 de Octubre forzaron las guardias del rei, y asesinaron á cuantos se resistian á su furor. Los vasallos se hacen soberanos de los que ejercian el supremo poder, y estos aparecen reos en el tribunal de los que hasta alli habian sufrido sus juicios........ Luis XVI. muere en un patíbulo.........

El emperador de Alemania tres veces pierde su imperio, y otras tantas tiene que refugiarse á un rincon de sus dominios, y ponerse en manos de sus enemigos. Los príncipes y soberanos que conspiraron contra Cristo, fueron tambien envueltos en sus ruinas. La Prusia, el reino de Federico desaparece; la reina muere en medio de horrores. El rei vencido en la primera batalla, pierde todo su egército, y se retira tímido á Konisberg, último asilo de sus dominios. Napoles pierde á sus reyes; la reina y sus hijos se refugian á un buque ingles; el mar iba á absorverlos, se salvan en fin en Palermo; pero la reina muere en una corte estraña. Sus trabajos apresuraron la muerte: murió como una cristiana, como una heroina.

La Italia toda es arrancada de las manos de sus príncipes. Estos andan errantes por los montes y paises estraños, huyendo de la espada de los franceses, que sin trabajo alguno saquean sus pueblos, los vencen, los dominan. Hasta el mismo pastor de la Iglesia es herido, para que las ovejas se dispersen, no oigan la voz de Pedro y al fin mueran víctimas de los lobos sus enemigos. Pio VI. acaba sus dias en un destierro. Roma es presa de los filósofos contra quien batallaron tanto los hereges y los impios.

España recibe al tiempo que las demas potencias de Europa el castigo de sus delitos. Una parte de sus dominios es tomada á la fuerza en 94: la espada de la Divina

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